Celtis australis (almez)
Nombre científico: Celtis Australis L.
El nombre del género, celtis, es con el que los romanos conocían a este árbol. También era conocido como lotos, con este nombre aparece en los trabajos de Dioscórides, médico y botánico griego del siglo I d.c. De lotos derivan algunos de sus nombres comunes. El epíteto australis hace referencia a su zona geográfica de origen.
Está protegido en la comunidad autónoma de Andalucía. Figura en el Catálogo Andaluz de Especies de Flora Silvestre Amenazada en la categoría de “vulnerable”.
Nombre común: Aladonero, alatón (fruto), alatonero, aligonero, alirón, alironero, allatonero, almarzo, almecina, almecina (fruto), almecinero, almecino, almedinero, almeiso, almencino, almencín, almerguinero, almerino, almeso, almeza, almeza (fruto), almez colorado, almezo, almiguinal, almiguino, armez, bagolaro, bermejo, bolitas de aligón, chilindronar, cupillo, hojaranzo, ladón, ladonero, latón, latonero, latones (fruto), ledón, ledonero, lidonero, lirón, lirón (fruto), lironero, llidonero, llidones, lodón, lodobo, lodoñero, lodoño, lotono, loto-árbol, melmez, mermece, mermecilla, mermecina, mermecino, mermez, mermés, ojaranzo. (Fuente Real Jardín Botánico de Madrid)
Usos artesanales/industriales
La principal característica de la madera del almez es su flexibilidad, además es compacta y de grano fino, tiene gran cantidad de albura blanco-amarillenta y duramen pardo-grisáceo con los anillos de crecimiento no muy marcados. Se utiliza tradicionalmente para hacer mangos de herramientas, toneles, instrumentos musicales y pequeños utensilios. En la Comunidad Valenciana existe una industria tradicional de fabricación de horcas y bieldos. Para su producción se procede de la siguiente manera: se cortan ramas de 5 o 6 años, al calor de un horno se les da la figura deseada, y se atan para que al enfriarse conserven la forma, a continuación se pulen y alisan.
La madera es buena para quemar y para fabricar carbón vegetal. Las ramas verdes y las hojas sirven para alimentar el ganado en época de escasez. Con el fruto se puede hacer mermeladas y de la semilla se puede obtener aceite. La corteza y la raíz son ricas en taninos, por lo que se pueden usar para curtir pieles; la raíz tiñe de amarillo.
Según Teofrasto, padre de la botánica y discípulo de Aristóteles, la madera del almez es buena para tallar esculturas. Pausanias, geógrafo griego del siglo II d.c., en su obra Descripción de Grecia anota la existencia de dos estatuas (una de Atenea, y otra de Hércules estrangulando a un león) talladas en madera de almez, que se encontraban en la ciudad de Lindos de la isla de Rodas.
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