El juego sienta las bases para el desarrollo de conocimientos y competencias sociales y emocionales clave. A través del juego, los niños aprenden a forjar vínculos con los demás, y a compartir, negociar y resolver conflictos, además de contribuir a su capacidad de autoafirmación.
Pues eso...¡a jugar!
Si os gustan un poquito los juegos de mesa no hará falta que os hablemos de Virus, uno de los más populares de nuestros recreos.
Este es un juego sencillo, pero donde la estrategia es fundamental para construir un camino sólido a la victoria. Ya te aviso, si vas a lo loco acabarás muerto.
El fundamento es simple. Se trata de acumular cuatro órganos sanos, sin infecciones de virus. Hay cartas de virus que puedes aplicar a órganos de tus rivales o medicinas que los curan. Además siempre hay cartas de robo de órganos, de cambio de cuerpos, de cesión de virus, etc, es decir, que la componente de azar siempre está presente y le da un toque de emoción a cualquier partida.
Aunque nuestro presupuesto todavía no lo permite, muchos de vosotros conocéis la extensión de Virus 2. Esperemos tenerla pronto en nuestra biblioteca.