El juego sienta las bases para el desarrollo de conocimientos y competencias sociales y emocionales clave. A través del juego, los niños aprenden a forjar vínculos con los demás, y a compartir, negociar y resolver conflictos, además de contribuir a su capacidad de autoafirmación.
Pues eso...¡a jugar!
Si te fijas en las cartas de este juego, enseguida te recordará a otro muy, muy popular...¡EL UNO! Efectivamente, 5 Alive es un juego de la misma empresa, y aunque tiene ciertas similitudes, creo que hay ciertos aspectos que le dan más riqueza en sus partidas.
Tenemos dos tipos de cartas, las de números, que irán añadiendo a la cuenta cantidades fijas, 1, 4, 6, etc. y comodines. El juego consiste en ir colocando cartas sobre un montón por turnos. Cada jugador irá sumando el valor de la carta que tire a la cuenta que acumulemos de cartas anteriores. El objetivo es no pasar de 21, si eso sucede perderás una vida.
Para evitarlo tienes bastantes cartas que te permitirán escapar de un aprieto: pasar el turno, obligar a los rivales a robar, mezclar cartas, o ¡la bomba!
Cada jugador dispone, en principio, de cinco vidas, que iremos perdiendo si nos pasamos de 21, si no tenemos un cero tras una bomba o si otro jugador se descarta.
Nosotros solemos jugar con menos vidas para que las partidas sean más rápidas, que el recreo es muuuuuuuuuuyyyyy corto.
Parece un juego de azar, donde dependes al 100% de tus cartas, pero nada más lejos de la realidad. Elabora una estrategia porque hay cartas que usadas en el momento adecuado son demoledoras. Juega, piensa y gana.