Desde siempre el hombre ha mirado al cielo, en ocasiones simplemente para deleitarse con la belleza de su inmensidad, y en otras para buscar maneras de entender el mundo y obtener beneficio de él.
Es larguísima la lista de científicos de todo tipo que han buscado entender el movimiento de los cuerpos en el espacio, de prever posiciones, de elaborar calendarios, etc.
Y si hay una herramienta común a todos ellos es, sin duda, la matemática. En cada momento de la historia se ha dispuesto de instrumentos y conocimientos diferentes, pero la matemática siempre ha sido su punto de partida.: la geometría de la esfera, la trigonometría, las cónicas, etc.
Aunque no te guste hacer los deberes de Mates, cada vez que mires al cielo, acuérdate de todo lo que hemos hecho para entender el mundo.
A primeros de noviembre, coincidiendo con la luna llena, acudimos al observatorio de Torrejón el Rubio, dentro del Parque Nacional de Monfragüe, para realizar una observación astronómica de la mano de los técnicos del observatorio.
Tras un paseo por las instalaciones, aprendimos qué es y cómo se utiliza un nocturlabio, artilugio que se usaba antiguamente para conocer la hora durante la noche.
Y de ahí, a admirar el magnífico cielo de Monfragüe, alejados de ciudades y grandes carreteras.
Comenzamos observando Neptuno y Saturno.
Seguimos con distintas constelaciones, estrellas dobles, satélites...
Y acabamos con la aparición de Marte y la Luna, majestuosa con sus inmensos cráteres.
Gracias a Carlos, nuestro guía en la observación, comprendimos por qué se suceden los días, las estaciones, por qué vemos unas estrellas ahora y otras en agosto, o que la estrella polar ¡no será la misma dentro de varios millones de años! Todos estos descubrimientos no encierran otra cosa detrás que el ingenio de grandes hombres y mujeres y... muchas matemáticas.
Ya sabemos que en todas partes hay matemáticas, pero ¡qué bonito es poder admirar el mundo es entender una pequeña parte de él!
Plantilla para construir un nocturlabio.