Para Dewalt (1994), quién recoge experiencias y estudios de caso en varios ejidos de México y Centro América, los casos muestran que no hay que confiar solamente en los hallazgos de los científicos agrícolas o en el conocimiento indígena de los agricultores, sino que se debe aprovechar la creatividad y la capacidad de innovación de ambos grupos. Es importante ver los sistemas de conocimientos indígenas y los sistemas de conocimientos científicos como fuentes complementarias de sabiduría. Para Dewalt, es claro que tanto los conocimientos indígenas y los que desarrollan y aplican sistemas de conocimientos científicos están limitados por la forma en que han sido entrenados para pensar y los contextos en que se dan. La clave es proporcionar a ambos sistemas de conocimiento más oportunidades en las que pueden informar y estimularse el uno al otro.