Por Yilotl Cázares Sánchez
Biografía
MacArthur nació en Canadá el 7 de Abril de 1930, fue el hijo menor de John Wood MacArthur, profesor de genética de la Universidad de Toronto y de la Universidad de Marlboro. Robert tuvo un hermano mayor, el Físico John Jr., con el cuál colaboro académicamente en sus primeros años de investigación. (Potash Hill, 2013)
Robert MacArthur en 1951 egresa con honores de la carrera de matemáticas en la Universidad de Marlboro. En 1952 contrae matrimonio con la botánica Elizabeth Bayles Whittemore, con la que tuvo cuatro hijos: Duncan, Alan, Elizabeth y Donald, consecutivamente en 1953 ingresa a la maestría en matemáticas en la Universidad de Brown, para después en 1957 realizar el doctorado en la Universidad de Yale teniendo como director a George Evelyn Hutchinson.
En 1957-1958, acompañado de su hermano, Jhon, realiza una pasantía en ornitología con David Lack en la Universidad de Oxford, siendo uno de los dos investigadores, junto con Hutchinson que influirían en su formación. (Wilson y Hutchinson, 1989). La investigación de MacArthur tenía un inusual y original enfoque, en el estudio de las comunidades, lo cual se vería reflejado en sus primeros artículos (1955-1957) acerca de la estabilidad de las comunidades (Wilson y Hutchinson, 1989; Horn, 2015).
En el periodo de 1958 y 1965, Robert, obtuvo su primera plaza como profesor de tiempo completo en la Universidad de Pennsylvania, donde pública artículos de la relación de las matemáticas con la ecología, aplicándolo en sus estudios con su hermano en la observación de la diversidad con la altura del follaje: a mayor follaje en diferentes alturas, más especies de aves se pueden encontrar. (Toomey, 2013). Durante este periodo, MacArthur comienza una serie de investigaciones paralelas con la universidad de Pennsylvania y Princeton, colaborando en 1967 con E.O.Wilson coautor de la “Teoría de la Biogeografía de Islas”, una de sus obras más relevantes al tener una importancia en varias disciplinas (Wilson y Hutchinson, 1989), está teoría explica como un ecosistema puede aislarse como una isla, al estar separados de ecosistemas similares, situación que permite a los organismos ocupar más de un nicho a partir de su equilibrio entre inmigración y extinción (Gliessman, 2002; Toomey, 2013).
En este mismo año, 1967, pública con Richard Levins otra de sus obras más citadas, “La limitación de la similitud, Convergencia y Divergencia de especies coexistentes”, la teoría de la limitación de la similitud se basa en el modelo de competencia Lotka-Volterra: que describe dos o más poblaciones con dinámica logística, añadiendo un término adicional para explicar sus interacciones biológicas (McArthur y Levins, 1967). Posteriormente en 1968 se traslada a la Universidad de Princeton donde fue nombrado “profesor de biología de Henry Fairfield Osborn”. Ese mismo año desarrolló la hipótesis de "empaquetado de especies", que argumentaba:- “el número de especies en un hábitat está limitado por el número de nichos que estas especies pueden potencialmente ocupar”-, premisa fundamental de la biología de la conservación (Tomey, 2013)
En 1971 escribió sus últimos libros, siendo el más importante dentro de la ecología del paisaje: “Ecología Geográfica: Patrones en la distribución de especies”. MacArthur relacionó el análisis gráfico en los teoremas de ecología, matemáticas y genética para explicar la relación de la estructura y función del ecosistema, la competencia entre especies, el equilibrio de las comunidades ante la fragmentación de las actividades humanas. Robert MacArthur falleció en 1972 de cáncer. (Wilson y Hutchinson, 1989; Toomey, 2013).
Influencia de Robert MacArthur en la agroecología.
Conceptos: Dinámica de poblaciones y comunidades, teoría de islas, límites de similitud y convergencia, ecología de paisaje, gradiente, diversidad, agroecosistema.
Varios se preguntaran ¿Qué tiene que ver un ecólogo, matemático, biogeográfo, ornitólogo con la agroecología, principalmente cuando sus aportaciones a la ciencia no fueran directas al área de la agricultura? Robert MacArthur no escribió la palabra agroecología en sus investigaciones, sin embargo, sus aportaciones pueden utilizarse en varias disciplinas afines al ambiente, al explicar los procesos, las interrelaciones y al hacer analogías de sus áreas de estudio, no se debe olvidar que las parcelas, los terrenos o cualquier área de trabajo de un agricultor son agroecosistemas, analogías de islas o fragmentos, fáciles de manipular y de modificar, por lo que cualquier perturbación del exterior como del interior (ambiente), modificará su dinámica, resiliencia y todas las características comunes que tiene un ecosistema (agroecosistema) ¿Pero exactamente desde que enfoque se puede aplicar las investigaciones de MacArthur?, el conocimiento desarrollado por este investigador es multidisciplinario e interdisciplinario, pero se puede ver desde la ecología del paisaje, ciencia que estudia la relación entre la ecología y la geografía (relaciones entre la dinámica antrópica y su ambiente)
Los aportes utilitarios de Robert MacArthur en la agroecología no tan solo tienen un enfoque ecológico, debemos recordar, que también incursionó en la geografía, disciplina en la cual la dinámica poblacional del humano entorno a su ambiente, llamada espacio, es limitante en la ocurrencia, distribución y abundancia de los organismos en el gradiente altitudinal, es decir el cambio de uso del suelo para el establecimiento de los cultivos, no es un proceso al azar, sino que se seleccionan las áreas más accesibles, de topografía poco accidentada y con alta productividad.
A partir de determinar la diversidad y la productividad de un agroecosistema a través de un gradiente, podemos hacer uso de los aporte de MacArthur, particularmente de su libro: “Ecología Geográfica: Patrones en la distribución de especies”, donde relacionó el análisis gráfico en los teoremas de ecología, matemáticas y genética para explicar la relación de la estructura y función del ecosistema, la competencia entre especies, el equilibrio de las comunidades ante la fragmentación de las actividades humanas, incluyendo la agricultura, aunque no se enfoca demasiado en ella. Destacó el papel que juega la composición y la estructura del paisaje, la morfología y el comportamiento de las especies, las dinámicas poblacionales y la historia a la hora de explicar ciertos patrones ecogeográficos que se manifiestan a grandes escalas espaciales. (Tarragán, 2014).
A partir de este nueva perspectiva de biodiversidad científicos como Vandermeer, (2011), se han preguntado si los ecosistemas agrícolas pueden ser depósitos críticos de biodiversidad, ¿Cuál es el patrón de cambio asociado de la biodiversidad en función de la intensificación de la agricultura?, ¿Qué tipo de prácticas agrícolas pueden determinar y manejar una biodiversidad continua y a largo plazo, dentro del agroecosistema?, por lo que, para contestar a estas preguntas es necesario, nos guste o no, implementar el conocimiento de otras disciplinas, como: la historia, genética, antropología, ecología entre otras ciencias.
En el caso de querer entender o predecir la funcionalidad de un agroecosistema y las relaciones de los elementos, que pueden llevar a la estabilización o extinción del cultivo, podemos aplicar los aportes de dinámica de comunidades de MacArthur, que considera: las sucesiones “ontogenias del agroecosistema”, dinámica del ecosistema y sus flujos de energía que están relacionados con el establecimiento de especies con diferentes estrategias de reproducción: especies “k” (lento crecimiento) y “r” (pioneras y rápido crecimiento), diversidad de comunidades, evolución del sistema, respuesta de los ecosistemas como de las poblaciones a entornos variables, (estáticos o estocásticos) y regulación de la población como: las tasas de crecimiento, densidad, enfermedades, presión social, competencia. (Fretwell, 1975)
El estudio de los agroecosistemas a partir de la ecología del paisaje puede ser analizado de muchas formas, incluyendo el arreglo especifico de los cultivos en el campo, la forma en que constituye el paisaje de una región, es decir su configuración del paisaje, la diversidad de especies y sus interacciones positivas entre los elementos cultivados y no cultivados del agroecosistema, razones por las cuales se puede analizar los cultivos a partir de las aportaciones de Robert MacArthur que explican directa o indirectamente los sistemas agroecológicos, por lo que el reto para el agroecológo, es manejar y relacionar el conocimiento de otras áreas de estudios para explicar, hacer funcionar, conservar y regular un agroecosistema.