Miguel A. Altieri: Una vida dedicada a la Agroecología
“La agricultura industrial produce biomasa, los campesinos producen comida y son la base genética del futuro”
Miguel Altieri, SOCLA, 2018
BIOGRAFÍA
Miguel Altieri nació el 3 de septiembre de 1950 en Santiago de Chile. En 1974 obtuvo el grado de Agrónomo por la Universidad de Chile, en 1976 finalizó su Maestría en la Universidad Nacional de Colombia y en 1979 culminó sus estudios de Doctorado en la Universidad de California, en Berkeley (donde se especializó como entomólogo). En esta misma institución ingresó como catedrático a partir de 1981, donde ha sido identificado como uno de los científicos más prestigiosos a nivel internacional en el campo de la Agroecología. Actualmente labora como profesor Honorario en la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales de la Universidad de la Frontera, Temuco, Chile.
Dentro de sus aportes principales en el campo de la Agroecología está el resaltar la importancia de la diversidad e interacción biológica dentro de los sistemas agroecológicos para su mejor funcionamiento y aprovechamiento. Ha sido impulsor de la sistematización y revalorización del conocimiento tradicional en las prácticas agrícolas en diferentes países, lo que le ha permitido contribuir a una transformación de la agricultura desde un enfoque sustentable. En algunos de sus escritos discute el uso de los transgénicos dentro de los sistemas agrícolas y en los últimos años ha abordado el tema de la resiliencia ante el cambio climático de los agroecosistemas. Su constante investigación y su interés por interactuar y colaborar con investigadores alrededor del mundo lo han hecho autor de más de 150 artículos científicos y de divulgación publicados en revistas de alto prestigio, más de 40 capítulos de libros y 38 libros. Ha sido pilar en la formación de estudiantes de posgrado y ha fungido como catedrático en cursos de Agroecología tanto en las universidades donde ha laborado como invitado en diversas universidades internacionales.
A lo largo de su trayectoria ha tenido diversos cargos que lo consolidan como un investigador preocupado por la soberanía alimentaria a partir del enfoque agroecológico. En 1989 fue asesor y coordinador del Consorcio Latinoamericano de Agroecología y Desarrollo (CLADES), donde enseñó técnicas agroecológicas y editó manuales y libros sobre el tema. En 1993 recibió el cargo como coordinador general de la Red de Agricultura Sostenible y Extensión del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (SANE-PNUD), realizando actividades de agricultura sustentable en comunidades rurales de África, Asia y Latinoamérica. En 1996 asume el cargo de presidente del Comité del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (CGIAR) y en 2007 funda la Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología (SOCLA). En el 2011 asesora el programa de Sistemas Patrimonio Agrícola (SIPAM).
Por su trayectoria en la investigación científica en el campo de la Ecología, sus aportes en la práctica de la conservación de la biodiversidad, el manejo sustentable de los recursos naturales y la gestión ambiental, en 2018 se le otorgó el reconocimiento “Efraín Hernández Xolocotzi” por la Universidad de Guadalajara, México y el Premio “Earth Hall of Fame” en la ciudad de Kioto, Japón, por su contribución académica para la protección del Planeta.
Introducción
Miguel Altieri es considerado uno de los pioneros en el campo de la Agroecología. Con más de 40 años de investigación, su interés se ha enfocado en retomar las prácticas agrícolas tradicionales y la inclusión de tecnologías innovadoras como una vía para la seguridad, soberanía alimentaria y sistemas resilientes ecológica y socialmente. También ha enfatizado en lo importante que resulta conservar la biodiversidad dentro de los sistemas agrícolas y aprovechar los recursos locales porque permiten mejorar las interacciones biológicas para una producción agrícola sustentable y sostenible.
Por lo anterior, este ensayo pretende dar al lector un panorama general de los aportes del Dr. Miguel Altieri a la Agroecología y a manera de nubes de conceptos, primeramente se presentan los conceptos que el autor ha ido abordando a lo largo de su carrera académica en relación con la Agroecología. La figura 1a en forma de árbol representa a la Agroecología y dentro de él están inmersos conceptos como control biológico, policultivos, biodiversidad, conservación de agua y suelo, fertilidad, sistema agroforestal, resiliencia, agricultura urbana, conocimiento campesino e indígena, entre otros. Estos conceptos a su vez se encuentran insertados en la Flor de la Agroecología Nicté Ha en el pétalo de prácticas Agroecológicas, por lo que Altieri es ubicado en esta sección. Una segunda nube en forma de mariposa que representa al ambiente engloba las asociaciones y universidades en las que ha participado el autor, y es una manera de representar las interacciones que suceden en la Agroecología (existen relaciones ecológicas pero también humanas o sociales) (Figura 1b). La tercera nube de palabras es referida a los actores (colegas académicos y campesin@s) que han contribuido al desarrollo de la carrera académica del autor, por lo que, la figura representa las relaciones que se presentan entre el humano y la Agroecología (Figura 1c). La siguiente sección aborda los tres aportes principales del autor al campo de la Agroecología: a) Control biológico de insectos a partir del manejo de arvenses, b) Agricultura sustentable, la agricultura del futuro, y c) Resiliencia ecológica y social ante la vulnerabilidad climática. Finalmente se encuentra la bibliografía clave y un vínculo que facilita la consulta de las principales contribuciones científicas del autor, además se proporcionan otros vínculos de entrevistas y paginas clave que permitirán al lector ampliar su conocimiento sobre las investigaciones del autor respecto a la Agroecología.
Palabras clave: Agricultura sustentable, Agroecología, agroecosistema, biodiversidad, resiliencia, sustentabilidad, soberanía alimentaria
I CONCEPTOS, RELACIÓN CON ASOCIACIONES Y ACTORES QUE HAN CONTRIBUIDO EN LA TRAYECTORIA DEL AUTOR
Figura 1. Nube de palabras de los: a) conceptos, b) asociaciones y c) actores relacionados al desarrollo de la Agroecología abordados por M. Altieri. Las nubes fueron elaboradas con la aplicación nubedepalabras.es disponible en https://www.nubedepalabras.es/
II APORTES
a) Control biológico de insectos a partir del manejo de arvenses
La propuesta de Altieri sobre control biológico emerge ante la necesidad de disminuir el uso excesivo de insecticidas y fungicidas para el control de plagas en los campos de cultivo, que además de traer problemas ambientales y sociales, generan dependencia de los productores de empresas que distribuyen tales productos químicos. Sobre el tema, se reconoce el papel de productos orgánicos (Carbendazim, Mancozeb, Oxicloruro de cobre) como una alternativa eficiente para el control de plagas (Altieri y Toledo, 2011), sin embargo, estos productos no solucionan el tema de la dependencia a terceros por su aplicación periódica en los campos de cultivo (Rosset y Altieri, 1997). El control biológico se fundamenta en principios agroecológicos como la conservación de la diversidad y la sinergia que ocurre entre los organismos del ecosistema, principalmente en el manejo e incorporación de "malas hierbas o arvenses” para controlar la población de especies consideradas como plagas y de los enemigos naturales asociados en los campos de cultivo (Altieri y Nicholls, 2000).
Estudios previos (Pimentel, 1961; Van Emden, 1965; Smith y Reynolds, 1972; Tahvanaine y Root, 1972), mencionan que las malas hierbas, además de causar un estrés biótico a los cultivos al competir por nutrientes, luz solar y agua, son reservorios de plagas de insectos y patógenos. En su mayoría, los campos de cultivo albergan insectos fitófagos y enemigos naturales de éstos últimos, quienes pueden incidir positiva o negativamente en las plantas cultivadas (Price et al., 1980). Entre los años 60 ́ y 70 ́s se desarrollan estudios sobre el efecto de la relación entre la planta cultivada, malas hierbas (más tarde nombradas arvenses) y plagas, donde el éxito de la producción depende del manejo integral y del conocimiento de la Ecología de poblaciones. En ese sentido, Altieri y colaboradores, en el artículo “The ecological role of weeds in insect pest management systems: A review illustrated by bean (Phaseolus vulgaris L.) cropping systems (1997)”, ilustran un gran número de ejemplos de la función que desempeñan las malas hierbas para el control de poblaciones de insectos que son considerados como plagas dentro de los cultivos.
Por su formación como entomólogo, Altieri y diversos investigadores con quienes colaboró a lo largo de su carrera académica, realizaron investigaciones que permitieron ampliar el conocimiento sobre la importancia de las relaciones biológicas entre insectos (depredadores y artrópodos herbívoros), malas hierbas y cultivos dentro de los sistemas agrícolas. En este sentido, uno de los aportes más importante de Altieri es proponer prácticas que permitieran ejercer un mayor control sobre las poblaciones de insectos benéficos, y en algunos casos mejorar la producción, por ejemplo: mantener o inducir la tolerancia de malas hierbas en los campos de cultivo, establecer diseños vegetacionales para el manejo de hábitat de insectos (Figura 2 y 3), y alterar la estacionalidad de las comunidades de malezas (Figura 4). Altieri, a través de sus experimentos, contribuyó a la postulación del principio de que las malas hierbas, posteriormente referidas con el término de arvenses, cumplían ciertas funciones dentro de los agroecosistemas como el control de plagas, la prevención de la erosión de suelos, reciclaje de nutrientes y minerales, entre otros (Altieri, 1983).
Figura 2. Patrones de manipulación de la vegetación en los agroecosistemas. A: Diseños de distribución espacial; B: Cultivos con diferentes arquitecturas de paisaje; C: Patrones de policultivos. (Altieri, 1983).
Figura 3. Diseños de cultivos: A: Plantaciones al borde o a la orilla; B: Tiras de cultivo; C: Cultivos intercalados; D: Cultivos mezclados. (Altieri, 1983).
Figura 4. Diferentes tipos de arreglos de cultivos cronologicos en agroecosistemas. A: Rotación de cultivo; B: Plantas discontinuas; C: Intercalado de relevo; D: Mixta, franja y entre- cultivo. (Altieri, 1983).
El otro componente del control biológico se relaciona con el tema de labranza cero dentro de los campos de cultivo. Para ello, Altieri y colegas establecieron diseños experimentales para demostrar las interacciones alelopáticas (fenómeno biológico por el cual un organismo produce productos bioquímicos que influyen en el crecimiento, la supervivencia, el desarrollo y la reproducción de otros organismos (Cheng y Cheng 2015)) entre cultivos y arvenses, donde observaron que algunas especies como el cempoalxóchitl (Tagetes patula), bledo (Amaranthus dubius), frijol silvestre (Phaseolus vulgaris L.) y residuos de yuca (Manihot esculenta) tienen efectos inhibitorios sobre la germinación de semillas de otras especies (Altieri, 1991). Posterior a estas observaciones, existen numerosos ejemplos de alelopatía, la más común se da en el sistema milpa Mesoamericano, donde la asociación y rotación del maíz con el nescafé (Stizolobium deeringuianum) inhibe el crecimiento de arvenses, además de mejorar las características físicas del suelo al reestablecer y aumentar su fertilidad (Vásquez, 2001).
De estas observaciones de alelopatía entre cultivos, arvenses y control biológico de plagas, Altieri destaca la necesidad de fomentar la diversidad de especies en los campos de cultivo (Figura 5) con un enfoque agroecológico (Altieri, 1980). En 1980, Altieri hace un primer acercamiento del concepto de Agroecología, entendido como una necesidad para generar sistemas de producción biodiversos y energéticamente eficientes. Para 1995, le agrega otros componentes como sistemas con características resilientes, socialmente justos y fuertemente vinculada a la soberanía alimentaria (Altieri, 1995). Para lograr lo anterior, enfatiza la necesidad de considerar la sistematización y el entendimiento del conocimiento tradicional de los pequeños agricultores para desarrollar un manejo integral de tales componentes (Altieri, 1991).
Figura 5. Componentes, funciones y estrategias de mejoramiento de la biodiversidad en Agroecosistemas. (Altieri, 1991).
Si bien el control biológico es una buena alternativa para disminuir el uso de insecticidas y fungicidas para el control de plagas, esta tiene sus limitaciones, principalmente al momento de asociar las especies (arvenses y cultivos). A partir de modelos matemáticos, establecidos por Corbert y Plant (1993), se predijo que las líneas de vegetación (Figura 3) pueden actuar como un sumidero o como una fuente de enemigos naturales, dependiendo de la movilidad del enemigo natural y las peculiaridades del propio diseño del sistema. Bajo esa predicción, se identificó que algunas especies que se utilizaban para las líneas intercaladas muchas veces no coincidían con el desarrollo y fructificación del cultivo principal, por tanto, no funcionaban como fuentes de enemigos naturales o sumidero de plagas. De la evaluación del conocimiento de las ventajas y desventajas del control biológico, se ha tenido un gran avance en la producción agrícola, lo cual ha traído importantes beneficios, teniendo niveles de control autosostenido permitiendo el desarrollo de una agricultura sustentable.
b) Agricultura sustentable, la agricultura del futuro
Otro de los aportes importantes que Miguel Altieri ha dado a la Agroecología, es la propuesta del cambio de la agricultura convencional por una nueva y a la vez antigua producción de alimento. Mediante este aporte, el investigador hace hincapié en el uso eficiente de los recursos naturales, y que con ello se promueva la recuperación y aplicación del conocimiento tradicional del campesino como alternativa ante las ideas propias de la revolución verde, como las tecnologías sofisticadas, agroquímicos y pesticidas, que hasta el día de hoy continúan generando daños ambientales y a la salud humana (Evenson, 2003).
Antes de la conquista del denominado “nuevo mundo” y de la Revolución Verde que promovió una la agricultura industrial, la agricultura tradicional ha estado presente en la producción de alimentos, haciendo frente a las fluctuaciones ambientales y sociales mediante la reincursión de técnicas tradicionales. Este conocimiento empírico que los y las campesinas han mantenido a través de generaciones, y al cual Altieri denomina como tradicional, nativo técnico, rural o etnociencia (Altieri, 1999), ha sido el resultado del arduo trabajo de 1.5 billones de campesinas y campesinos, mayormente indígenas, quienes se encargan de cosechar los alimentos que sustentan a la población mundial (ETC Group, 2009; Figura 6). Dentro de sus parcelas se ha conservado una amplia diversidad genética y de especies, lo que provee a los agroecosistemas características de eficiencia en diversos aspectos, como en la productividad de alimento, el uso adecuado de recursos como el agua y la recuperación de la riqueza cultural, entre otros (Altieri y Nicholls, 2000; Altieri y Toledo, 2011).Este conocimiento tradicional es entendido y transmitido por las y los campesinos, quienes han trabajado la tierra desde siglos atrás y ha permitido el aprovechamiento al máximo de los recursos nativos de cada sitio, generando una producción de calidad (Altieri y Nicholls, 2000).
Figura 6. Porcentaje de medios de producción de alimentos a nivel mundial. (ETC Group, 2009).
Altieri, tomando como base el sistema de agricultura tradicional, enmarca la importancia de construir sinergias entre el conocimiento que los y las campesinas poseen para tener una productividad haciendo uso de los aportes de los recursos naturales, y del conocimiento que los científicos pueden aportar para tener una mayor eficiencia dentro de los sistemas agroecológicos (Altieri, 2002). Este intercambio horizontal del conocimiento, producto de experiencias, ha permitido un crecimiento y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales en diversos espacios agrícolas del mundo, y por otro lado ha propiciado el diálogo entre familias campesinas, con el fin de intercambiar experiencias y conocimientos entre ellas. Este diálogo al que se denomina “de campesino a campesino” ha sido uno de los pilares dentro de la Agroecología, el cual ha permitido que cada vez más agricultores de pequeña escala consideren esta forma de producción (Rosset y Martínez-Torres, 2013). Ante esto, Altieri ha tomado como referencia “de campesino a campesino” en algunos de sus proyectos, mencionando que las comunidades que lo conforman, donde se aplican prácticas tradicionales y con tecnología amigable con el ambiente, tienen la capacidad para ser autosuficientes, ricas culturalmente, socialmente justas y económicamente viables (Altieri y Nicholls, 2000).
Tanto las interacciones bióticas dentro de los agroecosistemas, como el diálogo horizontal entre campesinos y el medio académico, son pilares considerados por Altieri para proponer lo que él denomina Agricultura Sustentable, la cual requiere de: a) una alta biodiversidad para el aprovechamiento de los recursos; b) el intercambio de conocimientos, retomando y empoderando el conocimiento tradicional; c) la innovación de tecnologías que se mueven en diferentes sectores sociales (campesinas y campesinos, academia, organismos internacionales y ONG ́s de cada país; d) la propuesta y aplicación de políticas agrarias que favorecen la independencia de las y los campesinos, al disminuir los gastos en agroquímicos para los cultivos; y e) los ingresos que mediante vías de comercio, puedan generar un desarrollo rural e igualdad social en un corto, mediano y largo plazo (Altieri y Nicholls, 2000; Figura 7). Altieri considera que esta forma de producir alimento es una solución para lograr la soberanía alimentaria a nivel mundial, dando ejemplos de ello en países como México, Brasil, Cuba, y algunas regiones andinas que se encuentran en vías de desarrollo (Altieri y Toledo, 2011).
Figura 7. Elementos de una agricultura sustentable. (Altieri y Nicholls, 2000).
Ante la propuesta de la agricultura sustentable, Altieri y Nicholls (2000), proponen indicadores para evaluar los proyectos que siguen este enfoque dentro de una comunidad, ya que para considerarse como “exitosamente sustentable”, deben de cumplir con una productividad, pero además con una eficiencia en cuanto al desarrollo económico y social. Dichos indicadores se enlistan a continuación
1. Sustentabilidad: fisiológicamente los agroecosistemas llegarán a una estabilidad, donde la producción y las presiones socioeconómicas deben ser controladas satisfactoriamente por el mismo sistema sin causar pérdidas.
2. Equidad: los beneficios del agroecosistema deben ser repartidos de forma uniforme entre los productores, no sólo en cuestión económica, sino también en los aportes que determinen una calidad nutrimental, tiempo invertido y oportunidades de desarrollo.
3. Estabilidad: la producción debe mantenerse constante considerando las condiciones ambientales, económicas y sociales. Los agricultores deben desarrollar habilidades para hacer frente a las adversidades considerando los tres ejes que marca un proyecto sustentable (ambiental, económico y social).
4. Productividad: relacionado con el rendimiento por unidad de superficie, donde también se busca que la inversión económica y energética sea remunerada.
A pesar de que la Agroecología se ha propuesto como una de las soluciones a la crisis alimentaria, sofisticadas técnicas biotecnológicas como los sistemas agrícolas basados en monocultivos de organismos genéticamente modificados han comenzado a incursionar en la producción de alimentos. Ante esta idea, de lo que Miguel Altieri enmarca como la segunda revolución verde, en el 2003 hace un análisis listando una serie de mitos sobre las promesas de la biotecnología para la producción alimentaria (Altieri, 2003). En dicho escrito, Altieri mantiene su posturaderecurrir a prácticas tradicionales,donde la biodiversidad y el constante ciclo de nutrientes generan una producción de calidad, que además contribuyen a la conservación de los recursos naturales, continuando así con el desarrollo de la agricultura sustentable.
Finalmente, Altieri menciona que la alimentación debe trabajarse desde un modo holístico, donde no se repitan los errores del pasado al empobrecer y limitar a la tierra de las relaciones biológicas. Las sinergias construidas entre los recursos naturales y humanos permiten y permitirán una producción que logre hacer frente a las variaciones climáticas que se suscitan, satisfaciendo no sólo las necesidades alimentarias de la sociedad, sino también las económicas y de desarrollo (Altieri y Nicholls, 2000).
c) Resiliencia ecológica y social ante la variabilidad climática
En las últimas dos décadas Altieri expresa su preocupación por los cambios ambientales que se han generado a raíz del cambio climático, por lo que se interesa en demostrar que los pueblos indígenas y comunidades locales (a pesar de ser quienes tienen una mayor exposición a los riesgos climáticos, haciéndolas más vulnerables a estos efectos) (Altieri y Nicholls, 2009) están respondiendo activamente a las condiciones climáticas cambiantes al aumentar la biodiversidad funcional de sus agroecosistemas y están haciendo frente a sequías, inundaciones, huracanes, etc., demostrando que sus sistemas pueden adaptarse y tener una mayor resiliencia ante los efectos del cambio climático (Nicholls et al., 2015; Nicholls y Altieri, 2019).
De acuerdo con Rosset y Altieri (2018), los agroecosistemas son resilientes si se insertan en una matriz paisajística compleja (Figura 8), que incluyen la incorporación de estrategias agroecológicas tradicionales que reduzcan la vulnerabilidad a la variabilidad climática como la diversificación de cultivos, mantenimiento de la diversidad genética local, integración animal, adición de materia orgánica al suelo y recolección de agua, entre otros aspectos (Nicholls et al, 2015; Nicholls y Altieri, 2019).
Figura 8. Resiliencia del Agroecosistema ante eventos meteorológicos externos. (Rosset y Altieri, 2018).
Por ejemplo, los autores (Nicholls y Altieri, 2009) mencionan que los policultivos exhiben una mayor estabilidad y menor declinación de la productividad durante una sequía en comparación con los monocultivos, que las variedades vegetales locales suelen ser más resistentes a la sequía, destacando el caso de algunos grupos indígenas de la sierra mexicana en donde después de que la cosecha ha sido destruida por el granizo o la sequía, las especies silvestres o “quelites” representan una fuente de alimento alternativo. También mencionan que los cultivos con presencia de árboles en las parcelas agroforestales protegen a los cultivos contra las variaciones climáticas ya que la cobertura forestal reduce la temperatura, la velocidad del viento, la evapotranspiración y la exposición directa al sol, así como del granizo y la lluvia. Algunos agricultores cuando saben que vendrá una helada nocturna, queman paja u otros materiales de desecho para generar calor y producir humo, el cual atrapa la radiación De esta manera, los agroecosistemas tradicionales resultan ser menos vulnerables a pérdidas debido a la amplia diversidad de cultivos y variedades en los diferentes arreglos espaciales y temporales que presentan. Así, en caso de tener pérdidas, esa diversidad generará compensaciones y será como un seguro para enfrentar necesidades sociales y económicas futuras (Altieri y Nicholls, 2009; Nicholls et al, 2015).
De acuerdo con lo anterior, Altieri propone métodos para evaluar la resiliencia de los sistemas agrícolas (Altieri, 2013; Nicholls y Altieri, 2013; Montalba et al., 2015). Una descripción más detallada puede ser consultada en los capítulos ocho y nueve de su libro “Agroecología: diseñando sistemas resilientes al cambio climático”, publicado en el año 2015, en donde se propone una ecuación para medir el riesgo por la variabilidad climática, la cual es el producto de la amenaza, la vulnerabilidad y la capacidad de respuesta (Figura 9) (Nicholls y Altieri, 2013). Esta metodología fue aplicada en tres estudios de caso: (1) Carmen del Viboral, Antioquia, Colombia; (2) Mixteca Alta, Oaxaca, México y (3) Región de la Araucanía, Chile y se espera que la metodología pueda ser adoptada para estudios futuros encaminados a evaluar la resiliencia en los sistemas agrícolas.
Figura 9. Ecuación para medir el riesgo por la variabilidad climática y variables implicadas. (Nicholls y Altieri, 2013).
Sin embargo, en su más reciente libro “Agroecología ciencia y política (2018)”, Altieri y Rosset mencionan que últimamente la mayor parte de las investigaciones se han enfocado en investigar la resiliencia ecológica de los agroecosistemas, pero que el tema de la resiliencia social, entendida como la capacidad de los grupos y comunidades rurales de adaptarse frente a una situación de estrés social, político o medioambiental externo (Rosset y Altieri, 2018), ha sido poco abordado. Ante esta problemática social, y derivado del índice de Riesgo (Figura 8), Altieri (2013) y Montalba et al., (2015) desarrollaron el Índice de Riesgo Socioecológico (IRSE), el cual es una metodología que puede llevar a un modelo que permita establecer niveles de riesgo socioecológico en predios afectados por eventos climáticos extremos. Esta metodología fue aplicada en la región de La Araucanía (Chile), en donde Altieri junto con otros investigadores (Montalba et al., 2015) evaluaron 177 familias (mapuches, chilenos y colonos europeos) que practican agricultura campesina y encontraron que un 48% de los predios presentó valores de IRSE bajos (0-0.7), mientras que en el 52% se encontraron niveles medios (0,7-1.3), lo cual puede estar relacionado a altos grados de resiliencia. Los autores concluyen que las y los campesinos mapuches presentaron menor vulnerabilidad y mayores valores de capacidad de respuesta que los chilenos y los colonos, lo cual se relaciona con un mayor nivel de conocimiento de prácticas específicas y la presencia de especies o variedades tolerantes a la escasez hídrica en sus sistemas productivos (Montalba et al., 2015). Altieri expresa que las estrategias de organización social (redes de solidaridad, el almacenamiento e intercambio de semillas y alimentos, etc.) utilizadas colectivamente por los agricultores son un componente clave de la resiliencia (Nicholls et al., 2015). En este contexto, los autores mencionan que un aspecto que puede contribuir a aumentar la resiliencia de los agroecosistemas es reduciendo la vulnerabilidad social, a través de la extensión y la consolidación de redes sociales locales y regionales, la cual dependerá del buen desarrollo de capital social y natural que tengan las comunidades agrícolas (Altieri, 2013).
Actualmente está en desarrollo la aplicación de una metodología sencilla y participativa para estimar vulnerabilidad/resiliencia de las comunidades rurales ante eventos como huracanes, inundaciones y sequías (Tabla 1). En esta metodología, realizada en las parcelas por los agricultores y técnicos, se definen las acciones a seguir a través de indicadores a los cuales se les asigna un color y un valor (rojo-en peligro, valor 1-2; amarillo-precaución, valor 3-4 y verde-valor optimo, pero vigilancia, valor 5). De esta manera se define la situación de riesgo y el estado en que se encuentran los sistemas agrícolas y alerta que se debe tomar de acuerdo con el color asignado (Nicholls y Altieri, 2013; Nicholls et al., 2015).
Tabla 1. Metodología sencilla y participativa para estimar vulnerabilidad/resiliencia en las comunidades rurales ante eventos meteorológicos externos. (Nicholls y Altieri, 2013).
Altieri resalta en su libro “Agroecología: diseñando sistemas resilientes al cambio climático” (2015), que hay una necesidad urgente de entender las características agroecológicas que sean la base de la resiliencia de los agroecosistemas tradicionales debido a que de ellos se pueden derivar los principios útiles que sirvan de base para el diseño de sistemas agrícolas adaptados (Nicholls et al., 2015).
III CONCLUSIONES
A través de los aportes que Miguel A. Altieri ha dado al mundo, hoy en día la sociedad tiene una visión distinta sobre las diferentes formas de producir alimento, mostrando que dentro de cada uno de los sistemas agroecológicos se llevan a cabo diversas interacciones biológicas que no sólo permiten la continuidad de los ciclos biogeoquímicos a diferentes escalas, sino que también contribuyen al crecimiento social de las comunidades, permitiendo la formación de sinergias que a largo plazo puedan romper completamente con la dependencia de insumos externos, además de demostrar que los sistemas diversificados pueden ser más resilientes ante eventos climáticos como huracanes y sequías, que hoy en día se presentan con más frecuencia.
Altieri reconoce que es trascendental seguir sistematizado y revalorizando las prácticas agrícolas y el conocimiento tradicional para generar una transformación paulatina de la agricultura convencional hacia una agricultura sustentable y sostenible para lograr un impacto en la seguridad y soberanía alimentaria que fortalezcan la Agroecología.
Actualmente la humanidad está viviendo una era de cambios, políticos, sociales y ecológicos, el cambio climático es uno de ellos. Las y los campesinos ya están aplicando estrategias agroecológicas que los vuelven resilientes ante la variabilidad climática. La pregunta obligada aquí es, ¿Qué estamos haciendo nosotros para enfrentar y minimizar estos efectos?. Sin duda es un tema ampliamente debatido que Miguel A. Altieri ha ido abordando a lo largo de más de 40 años con sus contribuciones a la Agroecología. Sin embargo, a pesar de abordar la Agroecología desde varias aristas, seguirá siendo necesario continuar el debate.
IV BIBLIOGRAFÍA CLAVE
Con más de cuarenta años de investigación dedicada al estudio y desarrollo de la Agroecología en el mundo, hoy en día podemos consultar más de 150 artículos de Altieri tanto científicos como de divulgación publicados en revistas de nivel internacional y de alto prestigio, además ha participado en más de 40 capítulos de libro y alrededor de 38 libros. A continuación, se presentan los5trabajos más citados de acuerdo con el Top h disponible en https://www.researchgate.net/profile/Miguel_Altieri/scores, las cuales son referencias clave para cualquier interesado en conocer más del autor. Debido a que en este top h 5 no se incluye una referencia respecto al aporte de la resiliencia, se incluye una sexta referencia clave. La lista completa de sus publicaciones por año de publicación se encuentra en el siguiente enlace:
https://www.researchgate.net/profile/Miguel_Altieri/research
1.- Altieri, M. A., (1999) “The Ecological role of biodiversity in ecosystems” en Agriculture, Ecosystem and Environment. Volumen 74, pp. 19-31.
2.- Francis, C. et al., (2003) “Agroecology: The Ecology of food systems” en Journal of Sustainable Agriculture. Volumen 22, número 3, pp. 99-118.
3.- Altieri, M. A., (2002) “Agroecology: the science of natural resource management for poor farmers in marginal environments” en Agriculture, Ecosystem and Environment. Volumen 93, pp. 1-24.
4.- Altieri, M. A and V. M. Toledo, (2011) “The agroecological revolution in America Latina” en Journal of Peasant Studies. Volumen 38, pp. 587-612.
5.- Altieri, M. A., (1987) Agroecology: The Scientific Basis of Alternative Agriculture. Edición de Westview Press, Boulder, Co.
6. Nicholls, C. et al., (2015) Agroecología y el diseño de sistemas agrícolas resilientes al cambio climático. REGADRES, Sociedad Científica Latinoamericana de Agroecología and d Iberoamericana de Agroecología para el Desarrollo de Sistemas Agrícolas Resilientes al Cambio Climático.
V VINCULOS CON EL AUTOR
• Agroecología en Acción: El conocimiento agroecológico y las tecnologías en práctica: http://agroeco.org/
• Agricultura industrial y campesina, diferencias y ventajas entre cada una. “Miguel Altieri: Agroecología, la agricultura del futuro https://www.youtube.com/watch?v=BQx3a6op74E
• Bases Agroecológicas de la transición: hacia una agricultura sustentable: https://www.youtube.com/watch?v=XMmQbrXbjKI
• Entrevista al Dr. Miguel Alteri en sus inicios y su interés por el desarrollo de la Agroecología: https://www.youtube.com/watch?v=tGDBAYsYnGI
• Publicaciones del grupo de Agroecología bajo el asesoramiento del Dr. Altieri en la Universidad de Berkeley http://agroecology.berkeley.edu/resources.html
• Reportaje sobre las Jornadas Antonio Bello, conferencia por el Dr. M. Altieri: https://www.youtube.com/watch?v=8ZYAEGghGq0
• Un poco de historia: uso de plaguicidas, manejo integrado de plagas, transgénicos, cultivo diversificado o "milpa", cambio climático y la agricultura orgánica como freno de la agricultura industrial: https://www.youtube.com/watch?v=_hs7ygyfHkw
VI BIBLIOGRAFÍA CITADA
Altieri, M. A., (1980) “The need for an agroecological approach to pest management” en Environmagemental. Volumen 4, pp. 467-468.
Altieri, M. A., (1983) “Vegetational designs for insect hábitat management” en Environmental. Volumen 7, número 1, pp. 3-7.
Altieri, M.A., (1991) “How best can we use biodiversity in agroecosystems” en Outlook on Agriculture. Volumen 20, pp. 15-23.
Altieri, M.A., (1991) “¿Por qué estudiar la agricultura tradicional?” en CLADES. Número 1. Disponible en https://ecaths1.s3.amazonaws.com/sociologiaagraria/TP2apunte1.pdf
Altieri, M.A., (1995) Agroecology: the science of sustainable agriculture. Boulder CO: Westview Press.
Altieri, M. A., (1999) Agroecología. Bases científicas para una agricultura sustentable. Montevideo, Editorial Nordan-Comunidad.
Altieri, M. A., (2002) “Agroecology: the science of natural resource management for poor farmers in marginal environments” en A Agriculture, Ecosystem and Environment. Volumen 93, pp. 1-24.
Altieri, M. A., (2003) “Dimensiones éticas de la crítica agroecológica a la biotecnología agrícola” en Acta Bioethica. Volumen 9, pp. 47-61.
Altieri, M. A., (2013) “Construyendo resiliencia socio-ecológica en agroecosistemas: Algunas consideraciones conceptuales y metodológicas” en Nicholls, C.; L. Ríos y M. A. Altieri (comp.), Agroecología y resiliencia socioecológica: Adaptándose al cambio climático. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia.
Altieri, M. A. y C. I. Nicholls, (2000) Agroecología. Teoría y práctica para una agricultura sustentable. México, Serie de textos básicos para la formación ambiental.
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