John Vandermeer
Biólogo y ecólogo estadounidense. Nació en la década de 1940. Estudio biología en la universidad de Michigan. Su primer curso lo dio en 1969, a la edad de 28 años. Desde1969 hasta 1974 vive una etapa en la que se dedica a explorar y hacer contribuciones en varias disciplinas dentro de la biología, particularmente dentro de la ecología. Imparte cursos de temas diversos, (por ejemplo, como profesor asistente de Zoología). Después de 1974 su posición como académico en Michigan se consolida, dando cursos cada año, y más tarde en 1981 es nombrado profesor de tiempo completo.
Sus trabajos de investigación empiezan a migrar al terreno de la agroecología desde el inicio de la década de los 80´s. Uno de sus primeros artículos dentro de este tema se llama The interference production principle: an ecological theory for agriculture (Vandermeer, 1981). En este fundamenta un problema central de la agronomía, que es la producción de más de un tipo de cultivo en una misma área, en términos de cómo se da la coexistencia en teoría desde el punto de vista de la teoría ecológica. La conexión entre estos problemas es directa, ya que precisamente una de las preguntas persistentes en ecología es cuáles son las condiciones que provocan la coexistencia de las especies. Su análisis parte de considerar las condiciones de coexistencia tal como se analizan por medio de sistemas de ecuaciones de Lotka-Volterra, para después examinar lo que implica producir dos cultivos en un mismo terreno en términos de las proporciones relativas que se producen cuando se practica el monocultivo en relación al policultivo (a la fórmula que se usa para describir estas situaciones se le denomina razón de superficie equivalente o proporción de superficie equivalente). El análisis de las ecuaciones implicadas en estos dos escenarios lo lleva a la conclusión de que la situación en la que hay coexistencia de las especies en un modelo de Lotka-Volterra es formalmente idéntica a la situación en la que la proporción relativa de producción bajo un policultivo es mayor que bajo monocultivo. Ya que el concepto de policultivos es clave para la agroecología, esto nos indica una relación profunda entre la ecología y la agroecología en términos de cómo podemos entender la producción de policultivos bajo un esquema matemático riguroso. Este artículo es una lectura crucial para cualquier introducción al tema de los policultivos.
En uno de sus artículos siguientes (Vandermeer, 1982) entra en un análisis de la situación socioeconómica de la producción de tomate en el medio oeste de Estados Unidos, llegando a la conclusión de que hubo una confrontación clásica de la labor y el capital en este escenario, la cual favoreció la producción a grande escala y mecanizada, en detrimento de los pequeños productores (Rosset y Vandermeer, 1986). La inclinación por el análisis de los factores sociales involucrados en la forma de producir alimentos es otro de los ejes temáticos de su pensamiento, no limitándose a ser sólo un ecólogo puro si no externando su preocupación por cómo el sistema de producción actual afecta la forma en que se producen alimentos, lo cual es otro tema central de la agroecología.
En general, sus artículos de la década de 1980 giran en torno a estos dos ejes conceptuales: experimentos y análisis teóricos sobre las condiciones para producir con policultivos (por ejemplo, Vandermeer et al., 1983; Vandermeer et al., 1984; Vandermeer, 1984; Vandermeer, 1986, Gamboa y Vandermeer, 1988) e investigaciones acerca de la relación de los agricultores y sus modos de producción con el sistema alimentario mundial, con énfasis en la agricultura tropical en Centroamérica, particularmente Nicaragua (ej. Vandermeer, 1984; Vandermeer, 1986). Sus trabajos sobre la ecología de los policultivos se resumen más tarde en su libro The Ecology of Intercropping (Ecología de los policultivos) (Vandermeer, 1992).
En la década del 1990 introduce en su análisis de los sistemas de producción campesinos el discurso de los sistemas complejos (Vandermeer, 1990). Además de esto, escribe sobre el concepto de agroecosistema, como un concepto que es necesario que los investigadores enfocados en la conservación adopten (Vandermeer y Perfecto, 1997) y analiza el papel de la biodiversidad sobre la funcionalidad de los agroecosistemas (Vandermeer et al., 1998). Estos son temas relacionados con la agroecología, ya que ésta tiene su fundamento en el uso de sistemas de producción alimentaria que integren la conservación de biodiversidad y otros servicios ecosistémicos con la producción, mientras que garantizan el buen vivir y la soberanía alimentaria de los productores. Esto en contraste con un sistema que promueve la especialización y la reducción de los campesinos y otros productores a simples engranes dentro de una maquinaria de producción masiva. El concepto de agroecosistema nos lleva a reflexionar sobre la complejidad de muchos de los sistemas de producción tradicionales y cómo se integra de una forma orgánica el vivir de las personas dentro de éstos.
Ya en la década del 2000, introduce uno de los conceptos por el cual es famoso hoy en día: el concepto de la matriz agroecológica (Vandermeer y Carvajal, 2001; Vandermeer et al., 2001; Vandermeer y Perfecto, 2007). Este nos dice que una visión de la conservación más adecuada consiste en no asignar porciones de tierra exclusivamente a conservación y otras a la producción de alimentos, sino que es necesario mantener regiones donde se produzcan alimentos de una forma que no deteriore completamente la biodiversidad (en medio de las zonas de conservación), con el objetivo de que esta matriz agroecológica permita la migración de especies entre las áreas de protección. Este concepto es fundamental para entender la importancia actual de los agroecosistemas en la conservación. Más adelante publica sobre el papel de la biodiversidad en el control de la roya en cafetales (Vandermeer, Perfecto y Philpott, 2010) y sigue publicando acerca de la relación que existe entre los modos de vida tradicionales y la agroecología (Vandermeer y Perfecto, 2013). Otro artículo interesante es uno en que delinea el hecho de que los agroecosistemas, por su inherente complejidad, implican necesariamente un grado de efectos impredecibles al manipularlos (Vandermeer, 2011). En general, podemos ver que sus publicaciones en relaciones a la agroecología pasan de aspectos particulares (la ecología de los policultivos) a análisis más generales, tal como el efecto de la complejidad dentro de los agroecosistemas. Sus aportaciones son cruciales en términos del fundamento teórico de los policultivos, la comprensión del agroecosistema como un concepto clave dentro de la agroecología, y la necesidad de actualizar la visión de las áreas donde se practica la agricultura agroecológica como elementos fundamentales para el bienestar del ambiente.
Además de sus contribuciones académicas a la agroecología, Vandermeer escribe un blog en donde externa su opinión sobre varios temas relacionados a ésta. En estas entradas se puede apreciar John tiene ciertamente una inclinación a la ciencia dura y formal y a las generalizaciones del conocimiento que ésta nos proporciona. Él mismo lo dice cuando menciona que existe una separación entre la epistemología nomotética y la epistemología ideográfica; la primera siendo una forma de conocimiento que aspira aentender el universo construyendo principios generales, y la segunda una que tiene la tendencia a describir los fenómenos especificando los elementos que los hacen únicas. Es decir, hay una dialéctica o tensión de la generalidad vs. especificidad.
Él se sitúa claramente en el terreno de la nomotética. El que mencione esto es relevante, pues ninguna ciencia es tan propensa a sufrir o experimentar esta división comola ecología. La ecología es supremamente la ciencia de los eventos únicos: no se pueden hacer operaciones de la misma forma que en la física y las matemáticas, puesto que cuando pensamos en los elementos de un conjunto biológico, como los individuos de una población, todos y cada uno de estos elementos, aunque parecidos superficialmente, son diferentes en los detalles. Esto hace que cuando intentamos predecir qué pasa cuando interactúan los elementos ecológicos, podemos predecir el resultado sólo hasta ciertopunto. Supongamos, por ejemplo, que tenemos dos poblaciones diferentes, un depredador y una presa, y que vamos a experimentar para saber qué pasa cuando éstas interactúan. No podemos decir con seguridad cuál será el destino de absolutamente todas las interacciones y el resultado no será un conjunto homogéneo: quizá algunas, envirtud de ser más rápidas que otras (o por cualquier otra variación de algún carácter) sobrevivan, y otras sean comidas. En ecología no se puede generalizar de una forma tandirecta como en el caso de los fenómenos que trata la física. Esto subyace al hecho de que en la ecología no es tan fácil aplicar la epistemología nomotética directamente.Vandermeer sin embargo es un científico que busca leyes generales y patrones generales, como lo evidencia gran parte de sus artículos acerca de ecología.
También argumenta sobre como la nueva ecología, basada en una visión compleja, sustituye a la noción inocente de comprender el universo como un mecanismo de relojería. La evolución de los sistemas ecológicos no obedece necesariamente leyes newtonianas que se expresan en matemáticas. Nuevos fenómenos como los procesosque se llevan a cabo en redes complejas o las dinámicas espaciales complejas, nos obligan a evitar pensar en la evolución como un mecanismo. Si atendemos esta nuevarealidad, sabemos ahora por qué la experiencia y el conocimiento histórico (como el conocimiento agroecológico tradicional) nos ofrecen respuestas válidas a problemasantiguos: las regularidades que se han observado a lo largo del tiempo en éstos casos son completamente reales puesto que el ser humano ha evolucionado y se ha adaptado a su ambiente.
Otras entradas de su blog se centran en críticas a las “soluciones” que el sistema nos ofrece para compensar por la contaminación que provoca, y críticas a lasconcepciones del primer mundo sobre los problemas ambientales que tenemos en la actualidad. Algunas que son muy reveladoras al respecto son una entrada en laque critica fuertemente el pago por servicios ambientales (en especial por captura de carbono) que ofrecen programas como REDD. Aquí señala que ofrecerle a campesinos incentivos económicos, por demás pobres, para conservar sus bosques es un movimiento hipócrita de grandes corporaciones del hemisferio norte que pretenden tapar el sol con un dedo; es insultante que enormes empresas petroleras contaminen sin parar mientras que dan estímulos monetarios a comunidades rurales, que de hecho son las que más conservan la naturaleza en primer lugar ya que la necesitan directamente para vivir. La carga de remediar los nefastos efectos de la contaminación recae entonces sobreaquellos que no tienen la culpa en primer lugar, y encima de esto, el dinero que se inyecta en lugares marginados aumenta la desigualdad al interior de los mismos.
También critica la noción de la “función de los ecosistemas”. En efecto, la “función “de un elemento de un sistema es un concepto que en realidad depende de todo elsistema. Al aislarlo, eliminamos el mismo contexto del cual depende esta función. Al hablar entonces de las “funciones ecosistémicas”, estamos tratando de aislar un elementocuya “función” sólo tiene sentido dentro del ecosistema. ¿Qué quiere decir entonces “La función de un ecosistema”? Un ecosistema prístino no “sirve” a nadie. Sóloexiste, y si encontramos funciones es porque no podía ser de otra manera, ya que hablamos de un sistema dinámico, autopoiético, que necesita por fuerza tener“funciones” para mantenerse. La noción de las “funciones ecosistémicas” parecer solo tener sentido cuando ubicamos los ecosistemas en el contexto de la supervivenciahumana. Otra crítica que hace es sobre las consecuencias negativas de la sobrepoblación, término que se usa indiscriminadamente como la causa fundamental de todosnuestros problemas ambientales actuales. Señalando las diferencias entre países del mismo tamaño con densidades poblacionales extremadamente diferentes, John nosseñala que la causa de los problemas es más bien la forma en que se organiza cada sociedad.
Una entrada de su blog en particular es importante. En esta, critica de una forma realmente devastadora los privilegios de las grandes empresas, y analiza como lademocracia puede ser secuestrada por su poder. Por su capacidad de cabildeo en los congresos, la legislación se vuelve nada más una esclava en manos de aquellos que sonla voz y medio legal de estas corporaciones. El sistema corporativo tiene en el bolsillo a los “representantes” del pueblo. Con sus influencias puede además situar a personas allegadas a sus fines dentro de posiciones ejecutivas importantes. Finalmente, con todo su poder económico, si se contravienen sus intereses o alguien se le ocurredemandarlos siguiendo el camino legal, la desproporción de recursos que existe a su favor permite llevar toda queja a un marasmo legal, en el cual todas las voces en contrase ahogan. Este tipo de control económico y social nos ha llevado al momento actual en el que de hecho tenemos monarquías como las del pasado, sólo que ahora son monarquías empresariales: personas morales con tanto poder que están fuera del alcance de toda ley, que están fuera del poder de los Estados y de las sociedades pararegularlas. No tienen que responder a nadie, y nadie puede contradecirlas. Exactamente como los reyes de antaño.
Vemos que varios aspectos de la personalidad de John Vandermeer son interesantes: es cuantitativo, pero critica el pensamiento Newtoniano que reduce todo a unmecanismo. También valora el saber tradicional. Ataca lo que percibe como las limosnas de REDD, crítica los abusos de las grandes empresas. Es un profesor de unauniversidad de Estados Unidos que usa su conocimiento para clarificar algunos de los abusos que cometen el gobierno y las empresas de su propio país y otros. En este sentido, demuestra cierto grado de estar dentro del sistema pero también fuera del sistema. Una pierna adentro y una afuera, como diría Richard Levins (Levins, 2015).
Literatura citada
Gamboa, W., & Vandermeer, J. (1988). Root and shoot competition in Phaseolus vulgaris and Cyperus rotundus in Nicaragua. Trop. Ecol, 29, 21-25.
Richard Levins, 2015. "Una pierna adentro, una pierna afuera". CopIt ArXives & EditoraC3, Mexico. SC0005ES. ISBN: 978-1-938128-07-3
Rosset, P. M., & Vandermeer, J. H. (1986). The confrontation between processors and farm workers in the midwest tomato industry and the role of the agricultural research and extension establishment. Agriculture and Human Values, 3(3), 26-32.
Vandermeer, J. (1981). The interference production principle: an ecological theory for agriculture. BioScience, 31(5), 361-364.
Vandermeer, J. (1982). Science and Class Conflict: the role of agricultural research in the midwest tomato industry. Studies in Marxism, 12, 41-57.
Vandermeer, J. (1984). El desarrollo de la tecnología en Nicaragua. Algunos principios generales. Revolución y Desarrollo, 1, 53-64.
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Vandermeer, J. (1986). Moving towards independent agriculture: Nicaragua struggles in the World Economy. Science for the People, 18, 16-21.
Vandermeer, J. (1990). Notes on agroecosystem complexity: Chaotic price and production trajectories deducible from simple one-dimensional maps. Biological Agriculture & Horticulture, 6(4), 293-304.
Vandermeer, J. (2011). The inevitability of surprise in agroecosystems. Ecological Complexity, 8(4), 377-382.
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