Según la leyenda, el pequeño David venció al gigante Goliat lanzando una piedra con una honda.

Ojo con esa sima, que es muy honda, muy profunda.

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Al lanzar un objeto al agua se forma una serie de ondas concéntricas.

A la muy coqueta le encanta que una onda de su pelo castaño le tape el ojo izquierdo.

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