Balnearios: siglo II a.C., Roma

Charles Panati. Las cosas nuestras de cada día

Fueron los romanos quienes, hacia el siglo II a.C., convirtieron el baño en un acto social y construyeron enormes balnearios públicos que hoy podrían rivalizar con los más caros y lujosos clubes dedicados a la salud. Con su amor al lujo y al ocio, los romanos dotaron estos baños públicos con jardines, tiendas, bibliotecas, gimnasios y zonas de reposo para lecturas poéticas.

Las termas de Caracalla, por ejemplo, ofrecían a los ciudadanos romanos una amplia variedad de pociones para el cuidado de la salud y la belleza. En este inmenso complejo había salones para unturas y masajes corporales; baños calientes, tibios y fríos; salas de sudoración; zonas dedicadas a peluquería, con aplicaciones de champú y perfumes, además del rizado; salas de manicura y un gimnasio. También se podía adquirir allí una selección de cosméticos y perfumes. Después de hacer ejercicio y una vez bañado y debidamente aseado, el patricio romano1 podía leer en la biblioteca adyacente o entrar en una sala de conferencias para asistir a un debate filosófico o artístico. Una galería exhibía obras del arte griego y romano, y en otra sala, que también formaba parte del complejo, los esclavos servían fuentes de comida y escanciaban el vino.

Si esto recuerda los servicios de los más célebres balnearios modernos, es porque tal semejanza existe, con la diferencia de que el club romano era mucho mayor y podía albergar a muchos más clientes, a menudo dos mil quinientos a la vez. Y solo nos hemos referido al balneario para hombres; las mujeres solían disponer de instalaciones similares, aunque más pequeñas.

Si bien al principio hombres y mujeres se bañaban por separado, más tarde se pusieron de moda los baños mixtos, costumbre que duró hasta bien entrado el inicio de la era cristiana, cuando la iglesia empezó a dictar la política estatal.

En el año 500 d.C., el lujoso balneario romano se había extinguido2.

Desde el declive del Imperio Romano -cuando los invasores bárbaros destruyeron la mayoría de los baños revestidos de azulejos y los acueductos de terracota- hasta el final de la Edad Media, el baño y la higiene en general fueron poco conocidos o apreciados. En aquellos tiempos, la opinión ortodoxa cristiana3 sostenía que la carne debía mortificarse todo lo que fuera posible. El baño completo, con exposición total del cuerpo, se consideraba que fomentaba las tentaciones y, por tanto, era pecaminoso4, y esta opinión prevaleció en la mayor parte de Europa. Una persona se bañaba al ser bautizada por inmersión, y pocas veces más posteriormente. Los ricos se rociaban con perfumes y los pobres apestaban.

Con los baños, públicos o privados, se olvidó la tecnología del cuarto de baño en general. Las zanjas y letrinas exteriores, así como los orinales, resurgieron en todos los niveles de la sociedad. Los escrúpulos religiosos, a los que se unían las supersticiones médicas relativas a los peligros del baño para la salud, estuvieron a punto de poner fin a toda norma sanitaria. Durante cientos de años, cundieron las enfermedades y las epidemias arrasaron pueblos y ciudades.


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(1) patricio romano............................... Clase social privilegiada en aquella época.

(2) se había extinguido........................ Había desaparecido.

(3) opinión ortodoxa cristiana......... Lo que pensaban los que dirigían la Iglesia cristiana.

(4) pecaminoso....................................... Que conducía al pecado, es decir, contrario a lo que la Iglesia creía.