La misión de los jueces es juzgar, medir y registrar. Además de eso, y en lo que no contravenga el reglamento, facilitar al atleta una buena competición.
La Real Federación Española de Atletismo reconoce los siguientes grados de Jueces.
Juez Territorial - Con licencia de su Federación Territorial y adscrito a su Comité Territorial de Jueces. Actúa en competiciones del ámbito de su Federación Territorial. Estos jueces no se citan en el reglamento de la RFEA, aunque sí admite las marcas y resultados que certifiquen en las competiciones de su federación.
Jueces con licencia de la RFEA:
Juez Nivel I, realizan un examen básico de la RFEA a petición de su territorial.
Juez Nivel II, realizan un examen nacional de la RFEA que se celebra cada dos años, han de llevar tres en la categoría anterior. Pueden ser designados como jueces árbitros en competiciones que se celebren fuera de un estadio.
Juez Nivel III, realizan un examen nacional de la RFEA que se celebra cada dos años, han de llevar cuatro en la categoría anterior, y un examen práctico como juez árbitro en una competición de liga de clubes. Pueden ser designados jueces árbitros en cualquier competición.
Especialistas, Paneles A y B, a los que se puede acceder desde la categoría Juez Nivel I mediante cursos y exámenes a propuesta de la territorial o el CNJ en las especialidades de:
Dirección Técnica
Juez Jefe de Foto-Finish
Marcha Atlética
Jueces de Salidas
Homologación de circuitos
Homologación de instalaciones
Los Jueces con licencia RFEA pueden ser designados por el Comité Nacional de Jueces, en función de su categoría, para ejercer funciones de Juez Árbitro, Jurado de Apelación, Juez de los Paneles de Especialistas, y Juez en Jurados de cualquier competición del calendario nacional RFEA o de competiciones del calendario internacional que se realicen en España.
Así mismo el CNJ selecciona de entre los Jueces Nivel III con conocimiento de idiomas (inglés-francés) a las personas que se pueden presentar a las distintas pruebas de selección de jueces internacionales de la WA, ITO Oficial Técnico Internacional o la AEA (Asociación Europea de Atletismo - ATO Oficial Técnico de Área) o para especialistas internacionales.
Algunos consejos básicos para los Jueces
Movernos en la pista de una forma estudiada. Solo, sin resaltar. En grupo, de manera uniforme, por el camino que menos estorbe, y buscando la mayor economía de movimientos. Que no se nos note. Cuantos menos Jueces haya en una pista mejor. Los Jueces sólo corren cuando juzgan caídas de artefactos. Un Juez corriendo causa alarma, sobre todo en pista cubierta. Los gestos de los Jueces han de ser mesurados, no hay que hacer aspavientos ni ademanes ampulosos.
Hablar a los atletas con voz clara y audible, especialmente cuando se les llama, dirigiéndonos a ellos por su primer apellido. Cuando sea preciso elevando el tono, para que sea percibido a distancia o por el público y, cuando no, lo suficiente para alcanzar a nuestros interlocutores. Ante todo con la mayor corrección y serenidad. La discusión no tiene cabida en una competición. Hay que tener un diálogo distendido, siempre breve, para explicar o aclarar algo, y no hemos de ser soberbios ni cortantes, firmes sí, pero amables.
Estar atentos en nuestro cometido, y lo primero es conocerlo. Aclarar antes de empezar cualquier duda que pudiéramos tener. Pedir consejo a personas con mayor experiencia y fijar nuestros sentidos en lo que hacemos, sin dispersarlos en todo lo que acontece en esos instantes en pista, y que quizá sea más llamativo que lo que nos ha tocado hacer.
Aceptar el papel que nos toque, que no siempre nos agradará, salvo que asumamos de antemano que cualquier función merece nuestro esfuerzo. Cierto que hay unas más importantes que otras, pero desde el puesto más nimio se puede entorpecer el buen desarrollo de una prueba. El papel de juez es muy variado y rotatorio, hoy puedes estar a las órdenes de un compañero y mañana ser tú quien ostente mayor responsabilidad.
Tomar iniciativas. No ser un convidado de piedra, ni esperar que nos lo digan todo. Por un lado, comparte tus ideas con los demás; por otro, déjate convencer sin actitudes tercas.
Relacionarnos con los compañeros de forma cordial. Teniendo en cuenta que somos un colectivo con unas jerarquías mínimas y muchas veces alternantes. Cada uno puede estar en su sitio porque nosotros nos dedicamos, precisamente a mantener el orden en una disciplina deportiva, y cada uno debe estar en su sitio, porque, afortunadamente, este es un trabajo de equipo, donde la actividad de cada cual se ve con mucha claridad.
Eliminar actitudes desagradables de ver. Mascar chicle, comerse el bocadillo en la pista, formar corrillos y, en general, adoptar actitudes que denoten desinterés. Fumar, recordemos, está prohibido. Somos el centro de atención sólo para lo negativo. Hay que estar bien sentados, y no tendidos sobre la silla. Un Juez que, simplemente, levanta una bandera, no causa el mismo impacto visual que uno que parece estar haciendo señales desde un barco. No somos protagonistas de nada y si lo somos suele ser para mal.
Presenciar la competición como Juez, no como espectador. Para el público debe quedar bien patente que no tenemos favoritismos. No se puede aplaudir o animar en pista o con uniforme, hay que impedir que los auxiliares de pista u otras personas que pueda haber en la pista lo hagan. Al acabar las pruebas, lo indicado es despedirse de los atletas educadamente, pero sin ceremonias y, por supuesto sin atosigar a las estrellas con peticiones de autógrafos o fotos.