DEFINICIÓN: «Empleo voluntario de voces o cláusulas con doble sentido.» (DLE). Es decir, se trata de una figura que crea ambigüedades.
ETIMOLOGÍA: Del bajo latín amphibologia, y este formado por haplología del gr. ἀμφίβολος 'ambiguo' y el latín -logia '-logía'.
OTROS NOMBRES: Esta figura tiende a confundirse terminológica y conceptualmente con otras que a veces son contempladas como figuras distintas y a veces como tipos dilógicos:
Antanaclasis: Dilogía en que el término dilógico se repite dos veces, actualizándose un significado distinto en cada aparición, en vez de aparecer una sola vez, de modo que los dos significados se actualicen al mismo tiempo.
Dilogía: Algunos autores la etiquetan como la dilogía que se basa en la propiedad polisémica de una palabra.
Equívoco: Suele ser sinónimo de anfibología, aunque algunos autores la entienden como una dilogía que se basa en relaciones de homonimia.
Ejemplos en que se traslapa con otras figuras: A menudo, al equívoco contribuye notablemente otra figura literaria, la elipsis. Por ejemplo, en «La frigidez es una historia de nunca acabar», al significado del verbo acabar en la locución nominal se le suma otro de sentido sexual provocado por la elipsis de un complemento que refiera aquello que ha de ser acabado.
Con calambur: «Paseando un día los dos católicos consortes por un camino que estaba lleno de malvas a un lado y otro, iba comunicándole un negocio muy grave el rey Don Fernando a su prudente Isabela, y declarándole su intento, díjole la reina: "Señor, si el camino por donde vamos os hubiera de responder, ¿qué dijera?" Diose por entendido el discreto monarca, y celebró la de su gran consorte» (Baltasar Gracián, Agudeza y arte de ingenio, cap. XXXIII).
Ejemplos literarios:
«—El frac, Oshidori. — Gracias, marquesa. ¿Y el señor? —Duerme. —¿A qué hora vino anoche, marquesa? —A las doce. —¿Solo? —Acompañado. Y a la una volvió a marcharse. — ¿Acompañado? — Solo. Y a las cinco regresó de nuevo oliendo a whisky. —¿Solo? —Con soda (Enrique Jardiel Poncela, Usted tiene ojos de mujer fatal).
«Los chicos de Lacalle» (Enrique G.ª Álvarez y Antonio Plañiol, Los chicos de la calle. Juguete cómico).
«Mandó un señor a su criado a que saliese a ver el cielo si estaba estrellado, porque quería salir fuera. Como estuviese muy nublado, respondió "Señor, no está estrellado, sino pasado por agua"» (Melchor de Santa Cruz [compilador], De dos significaciones).
«Tuvo muy buen parecer, y fue tan celebrada, que, en el tiempo que ella vivió, casi todos los copleros de España hacían cosas sobre ella» (Fco. de Quevedo, El buscón).
Ejemplos mediáticos:
P: «—¿Y si finalmente te quedaras para vestir santos?» / R: «—¡Jo, pues los vestiría con un Lacroix!» (Tamara Falcó, entrevista concedida a Lecturas, 09.01.2014).
Ejemplos vistos en la web:
«No sabía qué ponerme y me puse muy feliz».
Chistes:
«Cuando un cartero se jubila, ¿es un apartado de correos?»
«—Medias... Sí, señora, ¿qué número lleva usted? —¿Qué número? —Dos; a ver si se ha creído usted que soy un ciempiés».
«Mueren varios matemáticos. Se cree que por un ajuste de cuentas».
«—¿Por qué vas tan elegante a la universidad? —Porque tengo clase».
«—¿Quién te ha pegado? —Fulano. —¡Pero, hombre, si Fulano no tiene ni dos bofetadas! —Pues se las habrán prestado, porque me ha dado cuatro o cinco».
«—Quisiera comprar un libro sobre la fatiga y el cansancio. —Lo siento; están agotados».
«Se rumorea que los padres de Gasol, durante su viaje de novios en el camino de Santiago, hicieron un alto en el camino».
«—Si aparece un pez en una sala de cine, puede tratarse de un mero espectador».
«Tras numerosos recortes presupuestarios, los de la NASA confiesan que la situación no es como para lanzar cochetes».
«Un cliente mata al abogado que le defendía. Sin duda debió de perder el juicio».
«—Vivo en un barrio vaginal. —¡Querrás decir "marginal!" —No. Es que vivo en el quinto coño».
Ejemplos gráficos: