DEFINICIÓN: «Designación de una cosa con el nombre de otra, de manera similar a la metonimia, aplicando a un todo el nombre de una de sus partes, o viceversa, a un género el de una especie, o al contrario, a una cosa el de la materia de que está formada, etc» (DLE).
Modernamente, suele proyectarse el ámbito de la metonimia para incluir en él también a la sinécdoque. La utilidad de esta fusión es la de establecer un contraste claro entre las relaciones metafóricas, en las cuales los términos figurado y recto se relacionan externamente por semejanza, y las metonímicas, en las cuales se relacionan internamente por proximidad referencial). Cuando el poeta Julián del Casal nos habla del mar que golpea las rocas lo hace utilizando una metonimia y una sinécdoque indisolubles: «Escuchando el hervor de las espumas / que se deshacen en las altas peñas». Es sinécdoque porque las espumas son parte del mar, y metonimia, porque son el efecto del mar embravecido.
ETIMOLOGÍA: Del lat. synecdŏche, y este del gr. συνεκδοχή, de συνεκδέχεσθαι 'recibir juntamente'.
Ejemplos literarios:
«El famoso caballero don Quijote de la Mancha, dejando las ociosas plumas, subió sobre su famoso caballo Rocinante» (Miguel de Cervantes, el Quijote I,2).
«La heroica ciudad dormía la siesta» (Leopoldo Alas "Clarín", La Regenta).