4 AP Conocimiento

Tema 4. Arte, mito, filosofía, ciencia, tecnociencia y…

Hay muchas formas de catalogar el conocimiento desde el campo de la sicoclogía. Sobre todo, han avanzado en las ultimas décadas,respondiendo a una exigencia lanzada desde las nuevas tecnologías, que demandan una taxonomía más precisa y escrupulosa del conocimiento para avanzar en el campo de la inteligencia artificial.

Nosotros vamos a hacer un recorrido histórico y nos vamos a centrar en formas de conocimiento que han venido acompañadas de un cambio de método, de un cambio de paradigma para interpretar la realidad y han supuesto una trasnsformación del entorno vital, cultural, social y económico del ser humano.

  1. Introducción

Vamos a analizar en esta sesión cómo ha ido avanzando este animal simbólico hacia el desarrollo de nuevas formas de conocimiento cada vez más precisas. Desde el arte al mito, desde el mito a la filosofía, que ha dado paso a la ciencia. Todas ellas son herramientas creadas por el hombre en su incansable tarea de hacer del mundo algo más dócil, más cotidiano, más confortable, doméstico, predecible, manipulable; menos misterioso y enigmático, menos salvaje, menos frío. Todas estas elaboraciones humanas tienen dos objetivos inmediatos, alejar los miedos que provoca la ignorancia y dominar la naturaleza. El hombre es más feliz, cuanto más se aleja de la incertidumbre y su progreso va asociado a la transformación de la naturaleza.

Bushman rock dances. Namivia. Hasta 25.000 años a. d. N. E.

Cueva de los grajos Cieza Murcia hasta 3000 años a. d. N. E.

Escenas musicales de la tumba de Nakht TT52.

1.400 a. d. N.E.

II. Arte

Arte inmaterial

La primera de esas formas fue el arte, y para descubrir las primeras de sus manifestaciones, podemos acercarnos a los restos materiales, encontraremos pinturas, utensilios, piezas de cerámica, esculturillas, tallas, pero estos restos, ¿hay que considerarlos la primera manifestación del arte, o quizá hubo un arte anterior o coetáneo del que no conservamos restos materiales? La pista de este otro arte inmaterial, la podemos encontrar en lo que los antropólogos llaman arte primitivo. El arte primitivo es el propio de aquellos pueblos que se han mantenido en una forma primaria de civilización, una economía de subsistencia, conservando tabúes y creando formas supersticiosas como herramientas de acercamiento a la naturaleza; todo ello legitimado por el conjunto, consistente entre sí, de sus creencias. De este grupo de formas artísticas vamos a detenernos en tres manifestaciones, la danza, la música, la pintura corporal y las máscaras.

El primer mecanismo que el ser humano utilizó para expresar sus sentimientos o su experiencia vital fue el propio cuerpo, y lo articuló a través de la danza. Con ella expresaba su alegría o tristeza, su miedo o consuelo, sus inquietudes o deseos. Es pensable que las primeras danzas fuesen individuales y posteriormente grupales, al compartir sentimientos con el otro. Pero además de ser una herramienta de comunicación y de expresión, asumió la función cognoscitiva y trasformadora de la realidad. Las comunidades ven la vida como una danza: el movimiento de las nubes, los cambios de estación, los cambios vitales… A continuación, elaboran danzas a los astros, a los fenómenos meteorológicos, propiciatorias de la fertilidad de la tierra, de la fecundidad, de la victoria en la batalla, de una buena cacería... En un plano más trascendente, quizá, a través de la danza, solicitaran ayuda a los espíritus protectores, ahuyentaran a las divinidades malignas, que les fuera propicia una jornada de caza, o una batalla; que aplacaran a los dioses y fuerzas de la naturaleza.

La historia de la danza refleja los cambios en la forma en que el pueblo conoce el mundo, relaciona sus cuerpos y experiencias con los ciclos de la vida. En general, el hombre primitivo bailaba con el fin de expresar sus emociones, y de propiciar un entorno más ventajoso para su supervivencia, todo ello envuelto en una lógica mágico-religiosa.

Los seres humanos probablemente se prepararan para la danza mediante otra manifestación artística, como es la pintura corporal, fuertemente simbólica, que mediante trazos de pintura lineal imita las formas de la naturaleza y se asumen, se asimilan, las propiedades de los animales que se pretenden representar, tigres, cebras. Mediante tatuajes o cicatrices quedan en nuestro cuerpo huellas de hechos vitales de especial trascendencia, que sirven para conocernos a nosotros mismos y que es necesario exhibirlos ante los otros, para reforzar nuestra identidad, unas veces individual y otras comunitaria. Esta ornamentación personal se completa con todo tipo de collares, tocados, brazaletes, no exentos de simbolismo y a veces con máscaras, que hechas de madera o paja coronan la identificación con un animal, fenómeno de la naturaleza, héroe o divinidad de sus creencias. Y así, perfectamente caracterizado, uniendo su identidad a la imitada, salta a interpretar una danza que refleja ya el afán por conocer la naturaleza y por dominarla.


Arte material

Hemos hablado del arte inmaterial, pero aún nos queda el arte material de la prehistoria, de los que conservamos entre otros el arte megalítico. Un megalito, un menhir, los dólmenes tienen fines religiosos o indican un lugar de enterramiento o conmemorar un hecho trascendente. Esto era lo que pensábamos hasta ahora, pero en realidad pueden esconder mucho más. Aquel hombre simbólico del neolítico tardío era ya una profundo observador de la naturaleza, como prueban sus conocimientos del cielo nocturno y diurno, así como de los ciclos astronómicos, y en su afán de dejarlo escrito, de trasmitir su conocimiento a la humanidad, para que continuase el camino de dominio y control de las fuerzas de la naturaleza, desarrolló poderosos sistemas de escritura, que hemos tardado quizá demasiado tiempo en descifrar.

Los últimos estudios de Stonehenge parecen demostrar que estamos ante un gran observatorio astronómico, además de ante un increíble ábaco capaz de prever toda una cadena de hechos y cálculos astronómicos. Aquellos hombres simbólicos que empezaron a construir el círculo en torno al 7000 a. d. N. E. y tardaron 80 generaciones en construirlo. Llo utilizaban para predecir los eclipses de sol y de la luna, determinar la salida del sol en el solsticio de invierno, y del orto lunar en ambos solsticios y era posible seguir la posición de estrellas fijas como Capella, Cástor, Pólux, Vega, Antares, Altaír y Deneb (las más luminosas). Sabían ya que la luna bascula entre un punto máximo septentrional y un máximo meridional cada 18,61 años.


Utilizaban un patrón de medida, el codo megalítico (82,9 cms.), que durante miles de años fue utilizado como unidad de medida en zonas como Escocia, Gales, Prusia occidental y la Bretaña francesa. La función simbólica se convierte en la herramienta fundamental para satisfacer las ansias de dominar la naturaleza mediante el conocimiento; y además, de perseguir que ese logro de conocimiento y dominio perdure en las siguientes generaciones es innegable. Los humanos, estamos haciendo del mundo algo más confortable.

III. Mito

El camino que sigue el desarrollo de lo simbólico en el hombre no es un todo continuo, unas veces deambula en un sentido otras en otro. La siguiente manifestación de lo simbólico vinculada al conocimiento a la que vamos a dedicar una reflexión, va a ser el mito. Quizá podamos verla como una derivación de la anterior manifestación del arte inmaterial, puesto que la admiración y búsqueda de sentido llevaban mucho tiempo instaladas en la mente de los hombres, preñándolos de ideas que vestían de mitos las religiones, sin embargo, los frutos de la mitología han sido pobres, imaginativos pero con pies de barro. O si no fijaros en este mito:

Tifón era un ser monstruoso que sobrepujaba en talla y fuerza a todos los demás hijos gigantescos de la Tierra. Más grande que las montañas, su cabeza daba a veces con las estrellas. Cuando extendía, los brazos, una mano alcanzaba el Oriente, y la otra, el Occidente. Como dedos tenía cien cabezas de dragones. De cintura abajo estaba rodeado de víboras. Su cuerpo era alado y sus ojos despedían llamas. Tan sólo Zeus y Atenea se atrevieron a afrontarle. Zeus le lanzó varios rayos, y con ellos y su garfio de acero, consiguió abatirle. Esto ocurrió en el monte Kasios, en Siria. Pero Tifón, que no estaba sino herido, acabó por llevar la ventaja en la descomunal agarrada, se le echó a la espalda y lo llevó hasta Sicilia donde le encerró en una caverna. Pero Zeus escapó y reanudó la lucha, acribillando al monstruo con sus rayos. Tifón, incapaz de resistirlos esta vez, huyó. Al llegar a Tracia, empezó a lanzar montañas contra Zeus; pero éste, a fuerza de rayos, las hacía retroceder y caer sobre el monstruo. Huyendo siempre Tifón, cuando atravesaba el mar de Sicilia, Zeus lanzó sobre él el Etna, que le aplastó. Las llamas que salen del volcán son, ora las que vomita el engendro infernal, ora lo que queda de los rayos de Zeus.

Qué fantástico tratado de vulcanología y a la vez que imaginativa forma de explicar la orografía del terreno, ya sabemos por qué en la zona de Tracia hay amplias mesetas, esta pelea dejó aquello sin una montaña que tirarse a la cabeza.

Como podemos ver en este mito la verdad queda aún lejos, pero sí encontramos en él, el intento de satisfacer la curiosidad y de dar explicación de ciertos fenómenos de la naturaleza, en este caso los volcanes y el fenómeno natural del tifón que queda convertido en un dios menor. Y es que los mitos son intentos de dar respuesta a los enigmas que sobre el origen y la naturaleza del universo tiene el hombre, además se pueden encontrar en ellos una preocupación por problemas de orden moral y emocional pero desde la lógica mágica de la imaginación.

Esa lógica mágica que tan bien describiera J. G. Frazer en su obra La rama dorada, (1890) donde formula la existencia de dos leyes que regulan el pensamiento básico: la ley de la similitud (magia homeopática o imitativa), por la que lo semejante produce lo semejante. El efecto se asemeja a la causa; cuando se pinta en las paredes de una cueva un ciervo herido, se espera ese resultado en la caza. Hoy perviven en nuestra sociedad manifestaciones religiosas de esa lógica mágica en los muñecos de vudú o en los exvotos, (si tú me lo das, yo te lo doy). Y la ley del contagio o contacto: las cosas que han estado unidas van a seguir actuado unas sobre otras. Por ejemplo las reliquias religiosas o los sortilegios, donde se utiliza pelo de una persona, ropa, o un objeto personal para actuar sobre la voluntad de esa persona. (Marcel Gauss nos dice que “los regalos llevan el alma de quien los regala”.)

Junto a la lógica mágica hay que descubrir en los mitos su esquema racional, todos sus intentos explicativos pasan por tratar de personificar y deificar las fuerzas naturales, viento, mareas, en este caso el tifón; y en hacer depender de la voluntad de un Dios determinados sucesos y fenómenos del universo. Génesis.

Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

Y dijo Dios: he aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto.



Los mitos son la forma de expresión de las religiones, si indagamos cualquier religión veremos como hacen uso de los mitos para explicar las grandes preguntas que asedian al ser humano sobre la naturaleza. La siguiente manifestación de lo simbólico que, por trabajar en esta línea, reclama nuestra atención es la filosofía.



IV. Filosofía

La filosofía nació en Mileto, mercado del mundo antiguo, ciudad donde coinciden: de un lado una prosperidad económica, comercio marítimo y formas políticas flexibles y tolerantes que se abrían a otras civilizaciones, y por último, una libertad de culto mítico–religiosa. El individuo se sintió libre. Y aparece el logos. El logos supone la búsqueda de una explicación racional. Logos es una palabra griega que poseía un triple significado: orden que rige la realidad del universo, razón o inteligencia capaz de intuir y reflexionar y palabra como vehículo de comunicación humana; si unimos los tres significados quizá encontremos el auténtico significado del término logos, que no es otro que la idea de que la reflexión racional humana es capaz de descubrir el orden de la naturaleza y de trasmitirlo a través de la palabra.

Pronto la capitalidad del mundo mediterráneo, el único conocido, se traslada a Atenas; allí las preocupaciones de la filosofía se incrementan, la vida social del hombre, la política, la moral y las reflexiones éticas ocupan el mayor tiempo de los filósofos.

Platón

Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.

- Ya lo veo-dijo.

- Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.

- ¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños prisioneros!

- Iguales que nosotros-dije-, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos? (...)

- Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.

- Es enteramente forzoso-dijo.

- Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera d alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?

- Mucho más-dijo.

II. -Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué éstos, son realmente más claros que los que le muestra .?

- Así es -dijo.

- Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?

Su discípulo, Aristóteles, dará un giro al conocimiento, volviendolo hacia la sensación, hacia los sentidos y abriendo así paso a lo que vendrá a continuación, la ciencia, la observación y el método científico.

Aritóteles

Todos los hombres tienen naturalmente el deseo de saber... las percepciones de nuestros sentidos es una prueba de esta verdad... el conocimiento visible... nos da a conocer los objetos.

En los hombres la experiencia proviene de la memoria. En efecto, muchos recuerdos de una misma cosa constituyen una experiencia. Pero la experiencia, al parecer, se asimila casi a la ciencia y al arte. Por la experiencia progresan la ciencia y el arte en el hombre... El arte comienza, cuando de un gran número de nociones suministradas por la experiencia, se forma una sola concepción general que se aplica a todos los casos semejantes... la experiencia es el conocimiento de las cosas particulares. ...el conocimiento y la inteligencia... son patrimonio de los hombres que conocen la causa. Metafísica.


Asociado a una concepción de la verdad:

Decir de lo que no es que es, o de lo que es que no es, es falso, y decir de lo que es que es, o de lo que no es que no es, es verdadero.

V. Ciencia

La ciencia va a nacer pronto, en la siguiente revolución cultural y en la siguiente ciudad floreciente del mediterráneo, en Alejandría. A la sombra de las primeras subvenciones que un estado proporciona para la investigación, en este caso las dinastías ptolemaicas herederas de los fragmentos del imperio de Alejandro Magno, van a fundar la Biblioteca, y dentro de ella el Museo (santuario de las Musas) el ambiente que se respiraba, era claramente de influencia aristotélica, al que se leía y admiraba. En este templo del saber, donde el hombre concentró por primera vez todo su patrimonio de conocimiento alcanzado sobre la naturaleza llegaron a apilarse entre 700.000 y 900.000 ejemplares de todas las culturas conocidas. El Museo contaba con distintas ramas del saber, desde un zoológico, a un jardín botánico, un observatorio astronómico y un salón de anatomía. También disponía de habitaciones para alojar a los sabios y a los estudiantes, cuyos gastos eran costeados por la casa real, que acudían a Alejandría atraídos por el impulso intelectual.

Médicos y biólogos como Herófilo de Calcedonia hacían disecciones en público y descubrió las meninges, el cerebelo, clasifico los nervios en sensitivos y motores, en voluntarios e involuntarios. Dijo que la inteligencia reside en el cerebro, diferenció los nervios de los vasos sanguíneos y ligamentos y las venas de las arterias.


Astrónomos como Heráclides de Ponto defenderían que las mediciones astronómicas, se armonizarían mejor si se aceptase que la tierra gira sobre su eje; Aristarco de Samos añadiría que es el sol el centro del universo y que la tierra orbita en torno a él una vez cada año.

Tú, rey Gelón, estás enterado de que el universo es el nombre dado por la mayoría de los astrónomos a la esfera cuyo centro es el centro de la Tierra, mientras que su radio es igual a la línea recta que une el centro del Sol y el centro de la Tierra. Esta es la descripción común como la has oído de astrónomos. Pero Aristarco ha sacado un libro que consiste en ciertas hipótesis, en donde se afirma, como consecuencia de las suposiciones hechas, que el universo es muchas veces mayor que el universo recién mencionado. Sus hipótesis son que las estrellas fijas y el Sol permanecen inmóviles, que la Tierra gira alrededor del Sol en la circunferencia de un círculo, el Sol yace en el centro de la órbita, y que la esfera de las estrellas fijas, situada con casi igual centro que el Sol, es tan grande que, el círculo en el cual él supone que la Tierra gira, guarda tal proporción a la distancia de las estrellas fijas cuanto el centro de la esfera guarda a su superficie.

Naturalemente ir contra el pensamiento general de una época siempre ha traido malas consecuen¡cias para quien lo proclama, así...

Cleantes, un contemporáneo de Aristarco pensó que era el deber de los griegos procesar a Aristarco de Samos con el cargo de impiedad por poner en movimiento el Hogar del universo (es decir, la Tierra) [...] suponiendo que el cielo permanece en reposo y la Tierra gira en un círculo oblicuo, mientras que rota, al mismo tiempo, sobre su propio eje.

Finalmente sería la autoridad de Claudio Ptolomeo la que impondría en su Almagesto el sistema de epiciclos para acomodar las observaciones a la explicación teórica; configurando así el cielo medieval con la tierra inmóvil en el centro del universo y los planetas, incluido el sol, girando alrededor suyo. (Servía mejor a la iglesia para situar al hombre como centro del universo y como ser hecho a imagen de Dios.)

Matemáticos como Eratóstenes, (medición de la circunferencia de la tierra) mecánicos-físicos como Arquímedes ("Un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en reposo experimenta un empuje vertical hacia arriba igual al peso del fluido desalojado") o Ctsebio que aprovechando la comprensibilidad del aire unido a la incomprensibilidad del agua desarrolla su famosa bomba, que sirvió a los cuerpos de bomberos en la antigüedad, y aún hoy para dotar de presión al agua cuando la sacamos de nuestro pozo.

Mención especial creo que merece el episodio histórico de la destrucción de la Biblioteca.

El enfrentamiento entre el arte y la filosofía, queda claro, cuando Platón en su ciudad ideal, no admite a los poetas; el enfrentamiento entre la ciencia y la filosofía se hace patente también, desde el momento en que en el Museo no había ningún espacio dedicado a la filosofía. Estas rencillas pasan a mayores, cuando en el siglo II, el Imperio romano tras saquear la ciudad, manda quemar la ya dañada Biblioteca para que los conocimientos sobre alquimia y ciencias herméticas, no dañaran la base religiosa de su imperio. Más tarde, siglo III, sería el primer emperador cristiano Teodosio quien mandase su destrucción por considerarlo un templo de lo pagano. Ya quedaba lo que se conocía como la Biblioteca hija o Biblioteca del Sarapeum. Y en el siglo VI con la invasión musulmana de la ciudad, se tomó esta sabia decisión sobre su contenido: “Si los libros contienen la misma doctrina del Corán, no sirven para nada porque repiten; si los libros no están de acuerdo con la doctrina del Corán, no tiene caso conservarlos”.

Conocimiento divino o conocimiento racional

San Agustín,Cartas 120, 2.8: La fe no es ciega

En vano oiríamos predicar cosas verdaderas si la fe no revistiese de piedad nuestro corazón antes de que la razón crítica nos haga ver que son falsas esas ficciones que abrigamos. La razón nos avisa desde fuera, mientras la verdad nos ilumina interiormente. La fe desempeña el papel que a ella le toca, y, gracias a esa preparación, la razón subsiguiente encuentra alguna de las verdades que buscaba. Luego a la razón falsa hay que interponerle, sin duda alguna, no sólo la razón verdadera, que nos hace entender lo que creemos, sino también la fe misma que tenemos en lo que no entendemos. Mejor es creer lo que es verdadero, aunque todavía no lo veas, que pensar que ves lo verdadero cuando es falso. También la fe tiene sus ojos; por ellos ve en cierto modo que es verdadero lo que todavía no ve, y por ellos ve con certidumbre que todavía no ve lo que cree. En cambio, quién a través de la verdadera razón comprende lo que tan sólo creía, ha de ser antepuesto a quien desea aún comprender lo que cree. Finalmente, quién ni siquiera desea entender y opina que basta creer las cosas que debemos entender, no sabe aún para qué sirve la fe, ya que la fe piadosa no quiere estar sin la esperanza y sin la caridad. El creyente debe creer lo que todavía no ve, pero esperando y amando la futura visión”.


Tenemos pues un conflicto entre las fuerzas del conocimiento hasta ahora ideadas por el hombre, del que una de ellas ha salido victoriosa. Su victoria proporcionará al hombre los patrones culturales para interpretar el mundo, desde la perspectiva mítico-religiosa tratará el hombre de hacer el mundo más confortable en los siguientes siglos. Llegamos así al Renacimiento de la mano de Galileo Galilei "Y sin embargo se mueve" y de su método hipotético deductivo que despierta la ciencia que progresivamente en ese combate continuo va a ir imponiéndose hasta generar la técnica y vamos a pasar de hablar de revoluciones científicas a revoluciones tecnológicas.



Conocimiento racional o conocimiento empírico

Descartes, Discurso del método:

Fue el primero, en no admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con evidencia que lo es; es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más que lo que se presentase tan clara y distintamente a mí espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda.

El segundo, dividir cada una de las dificultades, que examinare, en cuantas partes como fuere posible y en cuantas requiriese su mejor solución.

El tercero, conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo poco a poco, gradualmente, hasta el conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente.

Y el último, hacer en todo unos recuentos tan integrales y unas revisiones tan generales, que llegase a estar seguro de no omitir nada.

Hume, Tratado de la naturaleza humana

He aquí, pues que podemos dividir todas las percepciones de la mente en dos clases o especies, que se distinguen por los distintos grados de fuerza o vivacidad. Las menos fuertes e intensas comúnmente son llamadas pensamientos o ideas; la otra especie carece de un nombre en nuestro idioma, como en la mayoría de los demás, según creo, porque solamente con fines filosóficos era necesario encuadrarlos bajo un término o denominación general. Concedámonos, pues, a nosotros mismos un poco de libertad y llamémoslas impresiones, empleando este término en una acepción un poco distinta de la usual. Con el término impresiones, pues, quiero denotar nuestras percepciones más intensas: cuando oímos, o vemos, o sentimos, o amamos, u odiamos o deseamos, o queremos. Y las impresiones se distinguen de las ideas en que son percepciones menos intensas de las que tenemos conciencia, cuando reflexionamos sobre las operaciones o movimientos arriba mencionados (...) En resumen, todos los materiales del pensar se derivan de nuestra percepción interna o externa. La mezcla y composición de ésta corresponde sólo a nuestra mente y voluntad. O, para expresarme en un lenguaje filosófico, todas nuestras ideas o percepciones más endebles son copias de nuestras impresiones o percepciones más intensas.

Positivismo, neopositivismo y pragmatismo

Augusto Comte, Discurso sobre el espíritu positivo

La lógica especulativa había consistido hasta entonces en razonar, con más o menos sutileza, según principios confusos que, no ofreciendo prueba alguna suficiente, suscitaban siempre disputas sin salida. Desde ahora reconoce, como regla fundamental, que toda proposición que no puede reducirse estrictamente al mero enunciado de un hecho, particular o general, no puede ofrecer ningún sentido real e inteligible. Los principios mismos que emplea no son ya más que verdaderos hechos, sólo que más generales y más abstractos que aquellos cuyo vínculo deben formar. Por otra parte, cualquiera que sea el modo, racional o experimental, de llegar a su descubrimiento, su eficacia científica resulta exclusivamente de su conformidad, directa o indirecta, con los fenómenos observados.

Alfred Tarski. Recupera la concepción de la verdad de Aristóteles.

Decir de lo que no es que es, o de lo que es que no es, es falso, y decir de lo que es que es, o de lo que no es que no es, es verdadero.

Willian James,

Considere cuáles son los efectos prácticos que creemos que puede producir el objeto de nuestro diseño. Para desarrollar el significado de un pensamiento, es simplemente necesario determinar qué hábitos produce, porque el significado de una cosa consiste simplemente en los hábitos que implica. El carácter de un hábito depende de cómo puede hacer que actuemos no solo bajo cualquier circunstancia probable, sino bajo cualquier circunstancia posible, por improbable que sea. Lo que es un hábito depende de estos dos puntos: cuándo y cómo te hace actuar. Para el primer punto: ¿cuándo? cualquier estímulo a la acción se deriva de un percepción; para el segundo punto: ¿cómo? el objetivo de toda acción es producir un resultado tangible.


Principio de incertidumbre de Heisenberg

El hecho de que cada partícula lleva asociada consigo una onda, impone restricciones en la capacidad para determinar al mismo tiempo su posición y su velocidad.

Se traslada a todos los campos de la ciencia, naturales y sociales como que el observador altera el entorno que observa y la realidad se mantiene en la incertidumbre.

Karl Popper, el falsacionismo.

Una afirmación es falsable si es que es posible diseñar un experimento tal que uno de los potenciales resultados de ese experimento es que la afirmación sea falsa.


Hasta este momento, se pensó que se dominaba ya la ciencia y el conocimiento, o que se dominaba la forma de conocer la naturaleza, por lo que ñlas reflexiones filosóficas cambiaron de sentido y empezaron a mirar que habia detrás del conocimiento, se reflexiona sobre los intereses que lo mueven y que lo empujan en uno o en otro sentido.

Hürgen Habermas en Conocimiento e interés

nos dice los siguiente:

En el concepto del interés como guía del conocimiento quedan recogidos esos dos momentos cuya relación urge aclarar: conocimiento e interés. Por la experiencia diaria sabemos que las ideas sirven bien a menudo para enmascarar con pretextos legitimadores los motivos reales de nuestras acciones. A lo que en este plano se denomina racionalización, en el plano de la acción colectiva lo llamamos ideología. En ambos casos, el contenido manifiesto de enunciados es falseado por la irreflexiva vinculación a intereses por parte de una conciencia sólo en apariencia autónoma... La actitud del control técnico, de la comprensión práctico-vivencial y de la emancipación respecto de la coerción que emana de la naturaleza, determina los específicos puntos de vista de la historia desde los cuales podemos por primera vez concebir la realidad como tal. Las representaciones o descripciones no son nunca independientes de normas. Y la elección de esas normas se basa en actitudes que necesitan de la evaluación crítica mediante argumentos porque no pueden ser ni deducidas lógicamente ni probadas empíricamente.

Ejemplo en la manifestación técnica de los conocimientos científicos: el caso de la vacuna, interés económico o interés humano. En el caso de la economía, sociología, sicología; objetivo sanar la sociedad o controlarla, sanar al ser humano o manipularlo, mejorar la economía o dirigirla hacia crisis en las que haya oportunidad de beneficio y enriquecimiento... Los conocimientos al servicio de la humanidad o la humanidad a merced de quienes manejan estos conocimientos.

Las inversiones de los estados en investigación, estan dirigidas, son controladas por el poder político que gestiona su propio interés.

Sistemas de gestión del conocimiento

Con la irrupción de la inteligencia artificial, el conocimiento da un cambio cualitativo, y asistimos a un abandono de los valores que han dado lugar a la modernidad que hemos conocido, es el abandono de los valores de la iliustración, donde el progreso está al servicio de la humnaidad. Pasamos de la mano de Draker y Sveiby a sistemas de gestión del conocimiento, hablan de convertir los intangibles en capital financiero, se trata de organizar a los trabajadores del conocimiento en redes de creación de valor, el conocimiento adquiere una dimensión económica y es gestionado en función del valor que genera para la organización y para el entorno, para la sociedad.

“Es el arte de crear valor mediante el afianzamiento de los activos intangibles. Para ello usted tiene que ser capaz de visualizar su organización como algo que no es más que conocimiento y flujos de conocimiento”.


Nonaka y Takeuchi distinguen entre el conocimineto tácito y explicito. La espiral del conocimiento desarrolla el modelo de ciclos de gestión del conocimiento. Se da un salto hacia el desarrollo de la inteligencia colectiva y hacia la maximización del beneficio que genera el conocimiento.

La gestión del conocimiento es la disciplina encargada de diseñar e implementar sistemas con el objetivo de identificar, capturar y compartir el conocimiento de una organización de forma que pueda ser convertido en valor para la misma.

Davemport, va distinguir entre datos, información y el conocimiento, siguiendo para el paso de uno a otro criterios economicistas.

El big data y la alta demanda de analistas de esta información es el mayor ejemplo de esta gestión del conocmiento y su conversión en beneficios para quien lo controle.


El actual desarrollo de las ciencias cognitivas plantea nuevos interrogantes, desde el interés por los autómatas que reproducen actitudes humanas y por las máquinas inteligentes. Hoy aparecen con una nueva agenda de problemas las neurociencias, la inteligencia artificial, la lingüística, la sicología (cognitiva, psicopatología, neuropsicología), la genética, la antropología, la sociología del conocimiento, la etología, la teoría de las ideologías y la filosofía (de la mente). Aparecen nuevos conceptos como las redes neuronales, las teorías de sistemas, la lógica difusa, con el objetivo de explicar el proceso de adquisición del conocimiento, la representación mental, la simbolización, etcétera.