Ortega y Nietzsche

I. Teoría de nietzsche: el vitalismo

Nietzsche nos hace una crítica a la historia del pensamiento y de la cultura occidental,

deteniéndose expresamente en la tradición judeocristiana

y en la tradición filosófica que Sócrates y Platón inician.

El punto de partida de la historia que ve Nietzsche habría que colocarlo en la dialéctica entre lo apolíneo y lo dionisíaco,

que fueron de los primeros instintos estéticos de los helenos.

Apolo simboliza el instinto figurativo, es el dios de la claridad, de la luz, de la medida, de la forma, de la razón, de la disposición bella, del orden, es vivir dentro de los límites, es el principio de individuación.

Dionisos es el dios de lo caótico y desmesurado, de lo informe, del oleaje hirviente de la vida, del frenesí sexual, el dios de la noche y, en contraposición a Apolo que ama las figuras, Dionisos es el Dios de la música que desata todas las pasiones, símbolo del flujo profundo de la vida misma que rompe todas las barreras e ignora todas las limitaciones.

Lo trágico, la lucha entre Apolo y Dionisos, es la clave que proporciona la comprensión del mundo. La vida es Dionisos, y en origen, lo apolíneo es tan sólo un momento de lo dionisíaco. Pero la historia de Occidente ha conseguido invertir la situación, la vida hoy se ha convertido en apolínea, y momentáneamente, excepcionalmente dionisíaca.

¿Cómo se ha producido tal cambio?

El primer paso lo dieron Sócrates y Platón, con el descubrimiento de la conciencia y con la sublimación de la razón.

Platón es el iniciador de una interpretación moral del ser, imponiendo la ecuación - Razón, virtud, felicidad -, Razón que para alcanzar la felicidad ha de dominar y controlar las pasiones, (a las partes irascible y concupiscible del alma) algo totalmente contrario al concepto de felicidad dionisíaca, como instinto en una vida de plenitud ascendente.

El segundo paso está en la tradición judeocristiana que sustituyó la moral aristocrática, en la que bueno todo lo que eleva al individuo, buenos son el héroe y el guerrero, es una moral creadora, implantadora de valores, activa, propia del superhombre; por la moral de los esclavos fundada en el instinto de venganza contra la vida superior, es una moral pasiva que se limita a seguir los valores que encuentra, predica la igualdad de todos los hombres, el amor al prójimo y niega los impulsos vitales e instintivos del hombre.

Esta evolución ha consagrado a la razón y a su delfín, la ciencia, en el instrumento de confianza para captar la realidad. El hombre ha olvidado la intuición, el arte, la lírica como instrumentos de la filosofía que permiten alcanzar la esencia del mundo. La razón es el recurso de los infelices para conservarse en su existencia, pues son incapaces de dejarse llevar por su intuición. La razón está estrechamente vinculada con la creación del lenguaje y con la idea de verdad. Respecto al lenguaje, nos dice que su gran mentira consiste en creer que a través del concepto se capta la realidad, lo que muestra es tan solo el último humo de la realidad que se evapora, pues con tanta generalización se pierde lo individual. Y la verdad hoy ha sido sustituida por la voluntad de verdad, de tal modo que ya no buscamos la verdad, quizá porque no nos guste, sino que buscamos lo que nosotros queremos que sea verdad, porque así es más grata a los esclavos del nihilismo.

Esta evolución conduce al nihilismo, la muerte de Dios, que es una historia doblemente interpretable:

El nihilismo pasivo, nihilismo como decadencia y retroceso de la voluntad de poder, donde el hombre que no cuenta ya con los impulsos vitales que han movido la historia de occidente, ante la caída de la metafísica tradicional, los valores se derrumban, el hombre pierde la orientación, arrojado en un mundo incomprensible, laberíntico y del "Dios es la verdad" pasamos a decir que "Todo es falso", a una voluntad de nada, desembocamos el gusano hombre, en el último hombre, incapaz de parir algo grande.

El nihilismo activo como recuperación de la voluntad de poder, aquí la muerte de Dios, se convierte en asesinato de Dios, y todos los hombres en sus asesinos. Con Él se destruye el más allá moral y metafísico, la diferencia entre el ser y la apariencia, el ser sólo es lo que parece. Estamos ante la liberación del hombre, ante la afirmación de la vida ascendente y de lo dionisíaco arrebatado. El hombre recubierto de temporalidad, de terrenalidad y de finitud que recupera su creatividad y su voluntad de poder va camino de convertirse en el superhombre.

II. Teoría de Ortega: raciovitalismo

Ortega va a interpretar la vida en términos de creatividad, de vida ascendente la vida aparece como un principio rector de nuestra existencia, como en otro tiempo lo puedo se la razón o los instintos. El raciovitalismo, es un intento filosófico de superar críticamente las posturas filosóficas vitalistas que desembocan en materialismo y las posturas racionalistas que desembocan en espiritualismo o idealismo. El raciovitalismo es una meditación sobre las dos perspectivas más radicales en las que el hombre está situado, la perspectiva de la razón y la de la vida.

El raciovitalismo pretende ser un punto medio: reconoce el valor de la razón, pero reconoce también sus raíces irracionales (la intuición) y pone la razón al servicio de la vida. Ortega va a aceptar como único método de conocimiento teórico la razón; pero teniendo en cuenta que, el presupuesto a partir del cual se tiene que enfrentar a todo conocimiento es el problema de la vida, que es el problema que atañe a cada sujeto. Así, como primer plano de toda reflexión racional, ha de estar la vida, lo irracional, la intuición.

El hombre moderno se siente desilusionado ante la ciencia, ante la razón físico-matemática, porque lo humano escapa a ella, porque es incapaz de responder al problema de esa extraña realidad que es la vida. Sólo es capaz de resolver problemas "mansos", reductibles a regla y compás

Y frente a las ciencias, la filosofía es un saber radical, porque se plantea los problemas últimos y primeros. Los problemas de la filosofía son: los problemas feroces que acongojan y angustian la existencia humana"... problemas absolutos, y absolutamente problemas que se caracterizan por ser inevitables

Ortega, afirmará que la vida es la realidad radical. El hombre, no tiene naturaleza, sino historia y la vida es lo que hacemos, lo que nos pasa. Definir la vida supone acercarse a las siguientes categorías que estructuran nuestra existencia:

Vivir es ante todo encontrarse en el mundo, es la necesidad de buscar nuestro lugar, nuestro sitio en el mundo. En este sentido nos encontramos con la primera categoría de la vida, "yo en el mundo", "me doy cuenta de mi en el mundo, de mí y del mundo”.

Vivir es estar ocupado en algo, y ese algo se convierte en la finalidad que persigue la vida. "Todo hacer es ocuparme en algo para algo".

La vida es anticipación y proyecto. La vida es un decidir antes de un hacer, vivir como un proyecto, como proyección de futuro.

La vida es "libertad para...". "Vivir es hallarse en un mundo no hermético, sino que ofrece posibilidades". El hombre tiene la posibilidad de elegir, puesto que “no tiene naturaleza”, todo está por hacer.

La vida es circunstancial. La circunstancia es el límite de decisión que tiene el hombre, representa las posibilidades que se le abren al hombre en su proyecto vital.

La vida es temporeidad. La vida es futurización, pero futurización dentro de un tiempo finito.

Modelos de exámenes resueltos

Asignatura: FILOSOFÍA. Código 000068 Curso 2004-2005. 28 de Mayo 2005.

Duración del examen 1 hora.

No se permite el uso de ningún material

El examen consta de dos preguntas para desarrollar UNA de ellas y un fragmento de un texto filosófico para proceder a su comentario.

A) Preguntas para desarrollar temáticamente (Elija una de ellas y especifique cuál ha elegido):

1. Filosofía y política en la hora presente

2. La filosofía ante la ciencia y la técnica

B) Texto:

"...La ciencia descansa en fe; una ciencia “exenta de supuestos” no existe. La pregunta de si es menester la verdad no sólo debe estar contestada afirmativamente, sino contestada así en un grado que exprese el axioma, la creencia, la convicción de que "nada es tan necesario como la verdad y en comparación con ella todo lo demás tiene tan sólo un valor secundario". Esta voluntad incondicional de verdad, ¿qué es? ¿Es la voluntad de no dejarse engañar? ¿Es la voluntad de no engañar? (...)...nuestra fe en la ciencia descansa, en definitiva, en una fe metafísica; que también los cognoscentes de ahora, los impíos y antimetafísicos, tomamos nuestra llama del fuego que ha encendido una fe milenaria, ese credo cristiano, que fue también el credo de Platón, según el cual Dios es la verdad y la verdad es divina... Pero ¿y si precisamente este credo se desacredita cada vez más; si ya nada resulta divino como no sea el error, la ceguera y la mentira? (NIETZSCHE, F., La gaya ciencia)

Soluciones

I. filosofía y política en la hora presente

El desarrollo de la técnica afecta a la cultura proporcionándole valores y modos de concebir la realidad, productos culturales que configuran las posibilidades de nuestro futuro. Por ejemplo el automatismo de la técnica puede independizarla del hombre, y este puede ser absorbido por ella. En este sentido es en el que se dice que la técnica es deshumanizadora.

Horkheimer: sostiene que la técnica no se le puede hacer frente únicamente desde la técnica, lo que hay que hacer es poner en marcha una disposición políticamente eficaz, que ponga en relación de forma racionalmente vinculante, el potencial social del saber y poder técnicos con nuestro saber y poder prácticos. Y es que los problemas técnicos en el fondo son problemas políticos; todo poder encierra a un tiempo calamidad y prosperidad, el que sea una u otra cosa depende de la voluntad moral y política, y es a la práctica política a quien compete el presente y futuro de la humanidad.

Es en este punto en el que entra en juego la filosofía como elemento reflexivo de la realidad social. Marcuse ya planteó que los proyectos utópicos (fruto de la reflexión filosófica) del pasado son hoy técnicamente realizables, si no se materializan es por falta de decisión política o por decisiones políticas inadecuadas o maliciosas. Esto hace que el filósofo no pueda mantenerse al margen de la política, y que tenga que actuar como un actor social encargado de hacer inteligible la realidad y de orientar conocimiento y acción hacia la emancipación y libertad humanas.

Maquiavelo recogió los principios de una política realista, y nos recuerda como una reflexión sobre los fines ha de ir necesariamente acompañada de una reflexión sobre los medios. La reflexión filosófica sobre la política tiene que ver con el uso de los medios en relación con los objetivos propuestos. En política lo que cuentan son los resultados, así si los resultados no se alcanzan, entonces es que los medios eran los inadecuados. Si para maquiavelo salvar al estado suponía actuar de acuerdo con las conveniencias, olvidar la ética (el bien y el mal) desde el poder; hoy tenemos que pensar en la posibilidad de lograr la eficacia a la vez que nos mantenemos políticamente dentro de la moral. Hoy uno de los grandes problemas es la violencia política sobre la cual, no basta con condenarla, sino que hay que utilizar la reflexión filosófica para arbitrar soluciones, reconocer la magnitud del problema y tratar de solucionarlo desde la racionalidad preventiva.

II. Comentario

Comentario interno:

En este texto Nietzsche nos muestra como la ciencia se ha convertido en la nueva religión, como desde un principio necesario, la búsqueda de la verdad, se ha llegado a una mistificación de la verdad, una consagración de la ciencia considerada ahora la única verdad. Hemos pasado de “Dios es la verdad” a “la ciencia es la verdad” y ambas, religión y ciencia, tratan de ser excluyentes, no aceptan más autoridad que sí mismas. Hoy ante la ciencia, como antaño frente a la religión, la filosofía con su reflexión crítica sobre las consecuencias de los logros científicos y los objetivos de la humanidad ha de frenar sus ansias de liderazgo y servir para dar a cada una su justa medida de poder.

Términos

Ciencia o Física: aparece a lo largo de la modernidad como la forma de conocimiento por antonomasia, desplazando a la filosofía y asumiendo sus tareas. Con su método científico, simboliza la infinita potencialidad humana de doblegar a la naturaleza y liberar al hombre de la opresión del trabajo. Sin embargo, la aplicación de los logros científicos, no proporciona los objetivos esperados, los problemas que abre son más peligrosos que los que resuelve y muestra, de este modo, su incapacidad para solventar los problemas que acongojan al hombre; muestra la necesidad de una reflexión racional que organice, que oriente sus potencialidades, abriendo paso así, a la necesidad de la filosofía para decidir sobre el lugar de la ciencia en la esfera del conocimiento y de la sociedad.

Teoría del autor

Nietzsche nos hace una crítica a la historia del pensamiento y de la cultura occidental, deteniéndose expresamente en la tradición judeocristiana y en la tradición filosófica que Sócrates y Platón inician. El punto de partida de la historia que ve Nietzsche habría que colocarlo en la dialéctica entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Apolo es el dios de la claridad, de la luz, de la medida, de la forma, de la razón, del orden; es vivir dentro de los límites racionales y morales. Dionisos es el dios de lo caótico y desmesurado, de lo informe, del oleaje hirviente de la vida, del frenesí sexual, el dios de la noche; en contraposición a Apolo que ama la proporción de las figuras escultóricas, Dionisos es el Dios de la música que desata todas las pasiones.

La lucha entre Apolo y Dionisos es la clave que proporciona la comprensión del mundo. La vida es Dionisos, y en origen, lo apolíneo es tan sólo un momento de lo dionisíaco. Pero la historia de Occidente ha conseguido invertir la situación, la vida hoy se ha convertido en apolínea, y momentáneamente, excepcionalmente dionisíaca ¿Cómo se ha producido tal cambio?

El primer paso lo dieron Sócrates y Platón, con el descubrimiento de la conciencia y con la sublimación de la razón. Platón es el iniciador de una interpretación moral del ser, imponiendo la ecuación - Razón, virtud, felicidad -. (Razón que para alcanzar la felicidad ha de dominar y controlar las pasiones, (a las partes irascible y concupiscible del alma) algo totalmente contrario al concepto de felicidad dionisíaca, como instinto en una vida de plenitud ascendente.

El segundo paso está en la tradición judeocristiana que sustituyó la moral aristocrática, en la que bueno todo lo que eleva al individuo, buenos son el héroe y el guerrero, es una moral creadora, implantadora de valores, activa, propia del superhombre; por la moral de los esclavos fundada en el instinto de venganza contra la vida superior, es una moral pasiva que se limita a seguir los valores que encuentra, predica la igualdad de todos los hombres, el amor al prójimo y niega los impulsos vitales e instintivos del hombre.

Esta evolución ha consagrado a la razón y a su delfín, la ciencia, en el instrumento de confianza para captar la realidad. El hombre ha olvidado la intuición, el arte, la lírica como instrumentos de la filosofía que permiten alcanzar la esencia del mundo. Y la verdad hoy ha sido sustituida por la voluntad de verdad, de tal modo que ya no buscamos la verdad, quizá porque no nos guste, sino que buscamos lo que nosotros queremos que sea verdad, porque así es más grata a los esclavos del nihilismo pasivo, (nihil=nada) aquí nihilismo es entendido como decadencia y retroceso de la voluntad de poder, donde el hombre no cuenta ya con los impulsos vitales, pierde la orientación y se siente arrojado en un mundo incomprensible atravesado por la impotencia, por una voluntad de nada, desembocando en el gusano hombre, en el último hombre, incapaz de parir algo grande.

Frente a esa posibilidad, Nietzsche nos ofrece la utopía del superhombre que nace del nihilismo activo como recuperación de la voluntad de poder, aquí con su muerte se destruye el más allá moral y metafísico. Estamos ante la liberación del hombre, que recubierto de temporalidad, de terrenalidad y de finitud recupera su creatividad y su voluntad de poder para convertirse en el superhombre.

Comentario externo:

Próxima a esta visión de la historia de Nietzsche, encontramos el pensamiento de Ortega que también hace una revisión de la historia de la cultura occidental y trata de recuperar la dimensión vital del hombre, Nietzsche se referirá a ella como lo dionisíaco, y Ortega como ámbito vital.

Ortega va a interpretar la vida en términos de creatividad, de vida ascendente. La vida aparece como un principio rector de nuestra existencia, como en otro tiempo lo puedo se la razón o los instintos. El raciovitalismo orteguiano es una meditación sobre las dos perspectivas más radicales en las que el hombre está situado, la razón y la vida.

El raciovitalismo pretende ser un punto medio; reconoce el valor de la razón, pero reconoce también sus raíces irracionales (la intuición) y pone la razón al servicio de la vida. Ortega va a aceptar como único método de conocimiento teórico la razón; pero teniendo en cuenta que, el presupuesto a partir del cual se tiene que enfrentar a todo conocimiento es el problema de la vida. Así, como primer plano de toda reflexión racional, ha de estar la vida, lo irracional, la intuición.

El hombre moderno se siente desilusionado ante la ciencia, ante la razón físico-matemática, porque lo humano escapa a ella, porque es incapaz de responder al problema de esa extraña realidad que es la vida. Sólo es capaz de resolver problemas "mansos", reductibles a regla y compás

Y frente a las ciencias, la filosofía es un saber radical, porque se plantea los problemas últimos y primeros. Los problemas de la filosofía son: los problemas feroces que acongojan y angustian la existencia humana, "... problemas absolutos, y absolutamente problemas que se caracterizan por ser inevitables.”

Ortega, afirmará que la vida es la realidad radical. El hombre, no tiene naturaleza, sino historia y la vida es lo que hacemos, lo que nos pasa. Definir la vida supone acercarse a las siguientes categorías que estructuran nuestra existencia:

Vivir es ante todo encontrarse en el mundo, es la necesidad de buscar nuestro lugar, nuestro sitio en el mundo. En este sentido nos encontramos con la primera categoría de la vida, "yo en el mundo", "me doy cuenta de mi en el mundo, de mí y del mundo”.

Vivir es estar ocupado en algo, y ese algo se convierte en la finalidad que persigue la vida. "Todo hacer es ocuparme en algo para algo".

La vida es anticipación y proyecto. La vida es un decidir antes de un hacer, vivir como un proyecto, como proyección de futuro.

La vida es "libertad para...". "Vivir es hallarse en un mundo no hermético, sino que ofrece posibilidades". El hombre tiene la posibilidad de elegir, puesto que “no tiene naturaleza”, todo está por hacer.

La vida es circunstancial. La circunstancia es el límite de decisión que tiene el hombre, representa las posibilidades que se le abren al hombre en su proyecto vital.

La vida es temporeidad. La vida es futurización pero dentro de un tiempo finito.

Asignatura: FILOSOFÍA. Código 000068 Curso 2004-2005. 28 de Mayo 2005.

Duración del examen 1 hora.

No se permite el uso de ningún material

El examen consta de dos preguntas para desarrollar UNA de ellas y un fragmento de un texto filosófico para proceder a su comentario.

A) Preguntas para desarrollar temáticamente (Elija una de ellas y especifique cuál ha elegido):

1. 1.- Sentido actual de la filosofía

2. 2.- Filosofía y política en la hora presente

B) Texto:

"Ahora se pretende únicamente insinuar que el triunfo imperial de la física no se debe tanto a su calidad en cuanto conocimiento como a un hecho social. La sociedad se ha interesado en la física por su fecunda utilidad y este interés social ha hipertrofiado durante un siglo la fe que en sí mismo tiene el físico. Le ha acontecido en general lo que en especie acontece al médico. Nadie considerará a la medicina como un modelo de ciencia; sin embargo, el culto que en las casas de los valetudinarios se dedica al médico (como en otros tiempos al mago) le proporciona una seguridad en su oficio y persona, una audacia impertinente tan graciosa como poco fundada en razón, porque el médico usa, maneja los resultados de unas ciencias, pero no puede ser, ni poco ni mucho, hombre de ciencia, alma teórica.

La buena fortuna, el favor del ambiente social suele exorbitarnos, nos hace petulantes y agresivos. Esto ha acontecido al físico, y por eso la vida intelectual de Europa ha padecido durante casi cien años lo que pudiera llamarse "el terrorismo de los laboratorios. (ORTEGA Y GASSET, J., Qué es Filosofía)

Soluciones

I. Sentido actual de la filosofía

La pregunta básica de la filosofía es “¿Qué es la vida humana?” Y la respuesta que hoy se da a esa pregunta carece de oyentes, en parte por que la filosofía se encuentra hoy en un callejón sin salida. Alejada de los centros de decisión y lanzando mensajes carentes de interés. La pregunta que inmediatamente nos surge es, ¿cómo se ha llegado a esta situación? Podemos decir que una parte de la filosofía se ha convertido en ciencia, apoyándose en el experimento científico, pero la ciencia y la técnica no han construido un mundo de hombres realizados, han solucionado muchos problemas, pero han abierto las puertas a otros. Por lo que a la filosofía le queda aún la pregunta por que es la vida humana, y añadimos a ella resolver los problemas creados por la ciencia y la técnica, convertidas en nuevas fuerzas de tiranía e injusticia y redirigir los trabajos de ambas hacia la realización del hombre.

De la revisión que hasta ahora hemos hecho del pasado hemos establecido que las características de la filosofía son: su solidaridad con su tiempo, su compromiso con la búsqueda objetiva y libre de la verdad, y el hecho de que no se limita a una contemplación de la realidad sino que de ella ha de derivarse una acción, una praxis. Estas características han de aplicarse al objetivo de pensar la época actual, y ello nos lleva a que el filósofo hoy en día ha de enfrentarse a los problemas que la sociedad científico-técnica plantea al ser humano, tratando de buscar caminos nuevos.

Entre los problemas actuales hay que destacar los que reconoce Marcuse cuando descubre el adoctrinamiento ideológico que se está practicando en las sociedades avanzadas, y que deja al individuo sin herramientas para elegir su propio destino. Frente a él, la filosofía ha de convertirse en una fuerza que contrarreste la supeditación del individuo a centros de poder ajenos así mismo. En esta línea Marx, veía la filosofía como cabeza de emancipación del hombre, que dispone de los medios técnicos necesarios para evitar la miseria, la pobreza, la represión, pero carece de voluntad para llevarlo a cabo.

Otro problema actual es la necesidad de construir la paz, no por la vía de la carrera armamentística, sino por el camino de la filosofía, que marca Bobbio, mediante laformación de la conciencia atómica.

La tarea de los filósofos hoy es la repensar hasta el fondo las cosas, no la de continuar pensando sus propios pensamientos, pero tropieza con el obstáculo deque está atravesada por un academicismo inútil. Horkheimer plantea que la filosofía olvidado su función práctica, quedándose fuera de las vanguardias ilustradas y quedando alejada de los centros de decisión. La filosofía no puede perder su vínculo con la realidad, y ha de entablar un diálogo con la ciencia y la técnica, para combatir el imperio de la técnica, el fanatismo de la tecnificación en la que hoy vivimos. Ha de recuperar su misión demostrarnos como es en realidad nuestra sociedad 8 cada vez más complicada para las masas europeas) y cómo debería de ser.

La respuesta que la filosofía produzca ha de estar atravesada por las ideas de que “la filosofía es de siglos, no de días” , la respuesta filosófica ha de traspasar los límites del tiempo y que las respuestas filosóficas son abiertas, seguirán siendo posibles, pero nunca definitivas, pero ello nos las invalida: B. Russell: “La filosofía es capaz de sugerir diversas posibilidades que amplían nuestros pensamientos y nos liberan de la tiranía de la costumbre... rechaza el dogmatismo y... guarda vivo nuestro sentido de la admiración.”

II. Comentario

Comentario interno:

En este texto Ortega nos muestra como la ciencia pretende convertirse en un saber único aprovechándose de sus éxitos, basándose en su capacidad de conocer el mundo y la realidad; sin embargo, el hombre no puede limitarse a quedarse con el saber científico, sino que ha de dar un paso más y profundizar en la filosofía para que guía los procesos de aplicación científico-técnica.

Términos

Ciencia o Física: aparece a lo largo de la modernidad como la forma de conocimiento por antonomasia, desplazado a la filosofía y asumiendo tareas y cuestiones que antes le pertenecían. Con su método científico, simboliza la infinita potencialidad humana de doblegar a la naturaleza y liberar al hombre de la opresión del trabajo, hasta tal punto que se convierte para algunos en la nueva religión. Sin embargo, los logros humanos, no son los esperados, los problemas que abre son más peligrosos que los que resuelve y demuestra de este modo su incapacidad para solventar los problemas que acongojan al hombre. Muestra, la necesidad de una reflexión racional que organice, que oriente sus potencialidades, abriendo paso así, a la necesidad de que la filosofía conserve su lugar en la esfera del conocimiento.

Teoría del autor

Ortega va a interpretar la vida en términos de creatividad, de vida ascendente la vida aparece como un principio rector de nuestra existencia, como en otro tiempo lo puedo se la razón o los instintos. El raciovitalismo es una meditación sobre las dos perspectivas más radicales en las que el hombre está situado.

El raciovitalismo pretende ser un punto medio: reconoce el valor de la razón, pero reconoce también sus raíces irracionales (la intuición) y pone la razón al servicio de la vida. Ortega va a aceptar como único método de conocimiento teórico la razón; pero teniendo en cuenta que, el presupuesto a partir del cual se tiene que enfrentar a todo conocimiento es el problema de la vida, que es el problema que atañe a cada sujeto. Así, como primer plano de toda reflexión racional, ha de estar la vida, lo irracional, la intuición.

El hombre moderno se siente desilusionado ante la ciencia, ante la razón físico-matemática, porque lo humano escapa a ella, porque es incapaz de responder al problema de esa extraña realidad que es la vida. Sólo es capaz de resolver problemas "mansos", reductibles a regla y compás

Y frente a las ciencias, la filosofía es un saber radical, porque se plantea los problemas últimos y primeros. Los problemas de la filosofía son: los problemas feroces que acongojan y angustian la existencia humana, "... problemas absolutos, y absolutamente problemas que se caracterizan por ser inevitables.”

Ortega, afirmará que la vida es la realidad radical. El hombre, no tiene naturaleza, sino historia y la vida es lo que hacemos, lo que nos pasa. Definir la vida supone acercarse a las siguientes categorías que estructuran nuestra existencia:

Vivir es ante todo encontrarse en el mundo, es la necesidad de buscar nuestro lugar, nuestro sitio en el mundo. En este sentido nos encontramos con la primera categoría de la vida, "yo en el mundo", "me doy cuenta de mi en el mundo, de mí y del mundo”.

Vivir es estar ocupado en algo, y ese algo se convierte en la finalidad que persigue la vida. "Todo hacer es ocuparme en algo para algo".

La vida es anticipación y proyecto. La vida es un decidir antes de un hacer, vivir como un proyecto, como proyección de futuro.

La vida es "libertad para...". "Vivir es hallarse en un mundo no hermético, sino que ofrece posibilidades". El hombre tiene la posibilidad de elegir, puesto que “no tiene naturaleza”, todo está por hacer.

La vida es circunstancial. La circunstancia es el límite de decisión que tiene el hombre, representa las posibilidades que se le abren al hombre en su proyecto vital.

La vida es temporeidad. La vida es futurización, pero futurización dentro de un tiempo finito.

Comentario externo:

Podemos relacionar a Ortega con Nietzsche, puesto que ambos sienten la necesidad de recuperar la parte del hombre que se ha perdido a lo largo de la historia del pensamiento occidental, como es lo vital, dirá Ortega, lo dionisíaco dirá Nietzsche.

Nietzsche nos hace una crítica a la historia del pensamiento y de la cultura occidental, deteniéndose expresamente en la tradición judeocristiana y en la tradición filosófica que Sócrates y Platón inician. El punto de partida de la historia que ve Nietzsche habría que colocarlo en la dialéctica entre lo apolíneo y lo dionisíaco. Apolo es el dios de la claridad, de la luz, de la medida, de la forma, de la razón, del orden; es vivir dentro de los límites racionales y morales. Dionisos es el dios de lo caótico y desmesurado, de lo informe, del oleaje hirviente de la vida, del frenesí sexual, el dios de la noche; en contraposición a Apolo que ama la proporción de las figuras escultóricas, Dionisos es el Dios de la música que desata todas las pasiones.

La lucha entre Apolo y Dionisos es la clave que proporciona la comprensión del mundo. La vida es Dionisos, y en origen, lo apolíneo es tan sólo un momento de lo dionisíaco. Pero la historia de Occidente ha conseguido invertir la situación, la vida hoy se ha convertido en apolínea, y momentáneamente, excepcionalmente dionisíaca ¿Cómo se ha producido tal cambio?

El primer paso lo dieron Sócrates y Platón, con el descubrimiento de la conciencia y con la sublimación de la razón. Platón es el iniciador de una interpretación moral del ser, imponiendo la ecuación - Razón, virtud, felicidad -. (Razón que para alcanzar la felicidad ha de dominar y controlar las pasiones, (a las partes irascible y concupiscible del alma) algo totalmente contrario al concepto de felicidad dionisíaca, como instinto en una vida de plenitud ascendente.

El segundo paso está en la tradición judeocristiana que sustituyó la moral aristocrática, en la que bueno todo lo que eleva al individuo, buenos son el héroe y el guerrero, es una moral creadora, implantadora de valores, activa, propia del superhombre; por la moral de los esclavos fundada en el instinto de venganza contra la vida superior, es una moral pasiva que se limita a seguir los valores que encuentra, predica la igualdad de todos los hombres, el amor al prójimo y niega los impulsos vitales e instintivos del hombre.

Esta evolución ha consagrado a la razón y a su delfín, la ciencia, en el instrumento de confianza para captar la realidad. El hombre ha olvidado la intuición, el arte, la lírica como instrumentos de la filosofía que permiten alcanzar la esencia del mundo. Y la verdad hoy ha sido sustituida por la voluntad de verdad, de tal modo que ya no buscamos la verdad, quizá porque no nos guste, sino que buscamos lo que nosotros queremos que sea verdad, porque así es más grata a los esclavos del nihilismo pasivo, (nihil=nada) aquí nihilismo es entendido como decadencia y retroceso de la voluntad de poder, donde el hombre no cuenta ya con los impulsos vitales, pierde la orientación y se siente arrojado en un mundo incomprensible atravesado por la impotencia, por una voluntad de nada, desembocando en el gusano hombre, en el último hombre, incapaz de parir algo grande.

Frente a esa posibilidad, Nietzsche nos ofrece la utopía del superhombre que nace del nihilismo activo como recuperación de la voluntad de poder, aquí con su muerte se destruye el más allá moral y metafísico. Estamos ante la liberación del hombre, que recubierto de temporalidad, de terrenalidad y de finitud recupera su creatividad y su voluntad de poder para convertirse en el superhombre.