6. Cascaborras

Vamos a ver en este apartado los Cascaborras del altiplano, con la mirada puesta en la posibilidad de que nos aporten alguna idea nueva sobre Cascamorras, pueden confirmar o refutar algunas de las ideas hasta ahora planteadas. Aún se puede ver el Cascaborras en localidades como La puebla de D. Fadrique, y en Orce, y contamos con testimonios de la existencia del mismo asociado a distintas manifestaciones culturales, unas veces religiosas y otras festivas en Caniles, Benamaurel y Huéscar.

A continuación, hemos recogido unos fragmentos de investigaciones, históricas y antropológicas que hablan sobre ellos y de las funciones sociales que representan o llevaban a cabo, en cada una de las localidades en las que actuaron. De esta forma podemos formarnos una idea de cuándo surgen, por qué aparecen, qué misiones les encarga la sociedad y cuál es su situación actual.

En la altiplanicie de Baza, se encuentran otros personajes con un nombre que varía entre “cascamorras”, “cascaborras” y “calcaborras”, pudiendo rastrearse la formación castellana del último al siglo XIII, cuando «borra» designa la lana grosera, mientras que, para Berceo, «calcar» es hincar a golpes. En Orce, sale por san Antón el “Cascaborras”, especie de diablo tiznado con faldas, que toca a todos con su garrote. En la Puebla de Don Fadrique y varios pueblos de Almería, se conocían así las máscaras que recolectaban dinero para las ánimas benditas, por Pascua de Inocentes, bajo las amenazas burlescas de su látigo. En la misma Guadix, la hoy desaparecida Hermandad de la Virgen de Gracia organizaba bailes de rifa o pujas, desde Pascua de Navidad hasta Reyes. Para elevar la recaudación, le entregaban una caña a un hombre vestido con la misma ropa que el Cascamorras (a cuadros amarillos y rojos con dragones y medias lunas bordadas), y que por lucir un gorro, con flores le llaman «Florero» o «Floreo». El mismo personaje que sale en un barranco de La Alpujarra, en la fiesta patronal, llamado “Diablillo”. (Demetrio E. BRISSET MARTIN. El encierro del Cascamorras. Análisis de las fiestas de Granada.)

http://www.gazeta-antropologia.es/?p=3927

Veamos primero los Cascaborras de la Puebla de D. Fadrique.

Las fiestas de la Pascua se celebran en Navidad y se basan en la rememoración de acontecimientos acaecidos en la etapa repobladora, unos años convulsos en los que las relaciones entre los moriscos granadinos y los cristianos venidos del norte eran un tanto complicadas. Hacer que se respetara el orden en estas conflictivas tierras no era entonces fácil, y en los últimos años del siglo XV se formó una milicia encargada de evitar el pillaje y el vandalismo. Sus componentes, denominados “Calcaborros” o “Cascaborros”, armados con palos (la “cascaborra”), tenían el privilegio de pedir limosnas para sustentarse, y castigar, golpeando, a quien no se las diese. WEB DE LA HERMANDAD DE LAS ANIMAS DE LA PUEBLA DE D. FADRIQUE. Nos confirma esta idea D. Miguel Ángel Martínez Pozo, que recoge en su artículo: Fiestas de Moros y Cristianos de Orce en honor de san Antón y san Sebastián. Fusión de personajes, simbolismos, tradiciones y actos la siguente cita:

Los cascaborras tienen su origen a finales del siglo XV. Eran una milicia encargada de evitar el pillaje y el vandalismo propio de los disturbios que se producían entre moriscos y cristianos venido de otras partes, al intentar que se respetara el nuevo orden establecido. Sus componentes se llamaban "calcaborros" o "cascaborros" que iban armados con palos (la cascaborra) y tenían el privilegio de pedir limosnas para sustentarse y de golpear en caso de que alguien no se las quisiera dar. En 1543, las milicias de "cascaborros" se integraron dentro de la hermandad, para reforzar la misión recaudatoria de ésta por el campo y por el pueblo. Desde entonces forman parte del cortejo navideño que sigue recorriendo las calles y plazas de la Puebla para pedir limosnas para las Ánimas y siguen castigando con la cascaborra a quien no se la da (RODRIGUEZ MARTINEZ, 2013: 619-634).

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