Como hacer whisky casero

Cómo hacer whisky en casa: paso a paso

El whisky es una bebida destilada de la que pocas veces se espera probar una elaboración de tipo casero. A diferencia de un vermouth casero o un vino hecho en casa, generalmente un whisky casero no tiene tanta popularidad, pues es muy difícil de realizar.

Cuando queremos tomar un whisky, en la gran mayoría de los casos vamos a la tienda de licores o un mercado y simplemente escogemos el que mejor nos parezca. Sin embargo, también se puede elaborar whisky en casa.

Por ello te brindamos algunos consejos para que aprendas cómo hacer whisky en casa, lo que le dará un sabor especial y único que además de no conseguirse en ninguna otra tienda, y tendrá un valor o un sabor distinto: el que produce saber que tú mismo lo has elaborado.

El whisky casero

Aunque sabemos que la elaboración de un buen whisky lleva un largo procesodesde la cosecha de granos a la fermentación, la destilación y el añejamiento, durante cientos de años esta bebida fue elaborada en forma casera en distintas partes del mundo.

Existen distintos métodos, desde los más familiares en los que se hace el whisky con cuidado y dedicación a los más rústicos en los que los presidiarios en algunas partes del mundo elaboran whisky desde dentro de la cárcel.

Claro que sencillamente un whisky de fábrica y renombre como buen escocés no tendrá comparación con uno que tu prepares en tu casa. Pero esto es tan negativo como positivo: tu whisky será único, al estar listo será muy gratificante para ti y tendrá un sabor que lo va a diferenciar de los demás.

Haciendo whisky en casa

Primer paso: la importancia del maíz

El primer paso y uno de los más significativos será escoger un buen maíz y cómo vamos a humedecer el mismo. Debes procurar utilizar el maíz de mejor calidad que seas capaz de conseguir, sin importar el precio o lo que debas hacer para conseguirlo si lo que quieres es hacer un buen whisky casero.

Luego de que tenemos el maíz, medimos aproximadamente unas 10 libras o 5 kilogramos de granos de maíz fresco y lo colocamos en una bolsa de arpillera.

Después de que tenemos listos los 5kgs de maíz en la bolsa, colocamos la misma en un recipiente con agua tibia y nos aseguramos que el 100% de los granos queden cubiertos con agua. Luego de lograr esto, dejamos reposar allí los granos por unos 5 minutos aproximadamente.

Una vez tenemos listos y correctamente humedecidos los granos de maíz en la bolsa, colocamos la bolsa con el maíz en un sitio oscuro, cerrado y con una temperatura cálida durante un período de 10 o 12 días. Un sitio ideal para ello puede ser el sótano o el ático, pero es importante que la temperatura del ambiente sea la adecuada, que sea cálida o algo más que templada pero no fría.

Segundo paso: limpiar el maíz

Luego de los 10 días necesitaremos limpiar el maíz. Si el período de tiempo en el que mantuvimos preparándose los granos fue eficaz, los granos de maíz presentaran ciertos brotes pequeños y algunas raíces de poco tamaño, aproximadamente unos 0,6 centímetros o 1/4 pulgada.

Una vez que identificamos los brotes y que tienen este tamaño aproximado, quitamos los granos de la bolsa, que ahora están listos para limpiarse.

Ahora debes quitar los brotes y las pequeñas raíces con las manos y abundante agua caliente, procurando limpiarlos cuanto sea posible.

Tercer paso: mezcla del maíz y trituración

Una vez que ya retiramos los brotes y excesos en los granos y limpiamos adecuadamente nuestros granos de maíz, vamos a mezclarlos y triturarlos como veremos a continuación.

Durante la etapa en la que humedecimos los granos y los dejamos remojar y reposar, éstos se fueron desarrollando levemente y ahora triturarlos es más fácil. Lo que debemos hacer es aplastarlos y mezclarlos hasta formar una pasta uniforme, blanda y consistente.

Una vez tenemos la mezcla la pasamos a un recipiente grande donde luego le añadiremos unos 5 litros de agua y lo hacemos hervir para esterilizar mientras revolvemos lentamente la mezcla para hacerla líquida.

En este punto dejamos reposar durante una media hora a fuego lento y luego de que ésta se ha entibiado, añadimos una taza de levadura.

Cuarto paso: sellar el recipiente y fermentar

Luego de que ya tenemos la mezcla lista, esterilizada y que ya colocamos la levadura, transferimos el contenido a un fermentador; a un recipiente sellado que contenga una pequeña ventilación por la cual se puedan liberar los excesos de gases producidos por la fermentación y la presión consecuente.

Para que el whisky se fermente adecuadamente deberá reposar y fermentar durante unos 10 días antes de ser embotellado.

Quinto y último paso: filtrar el whisky

Luego de que finalmente dejamos reposar nuestra preparación entre 10 días y dos semanas, estamos listos para filtrar nuestra bebida. Para esto podemos utilizar un colador, una tela y un embudo.

Sencillamente lo pasamos de un recipiente a la botella en donde lo guardaremos cuantas veces se prefiera para eliminar todos los restos que así sean necesarios y lograr una bebida más limpia, clara y sin residuos.

Una vez tenemos la elaboración embotellada podemos servirla con hielo, sola o guardarla para dejar añejar. También puedes probar con hacer licor de whisky casero o incluso Baileys

¿Ya intentaste hacer whisky en tu casa alguna vez? ¿Qué esperas? ¡Inténtalo y cuentanos tu experiencia!