Betelgeuse

Betelgeuse

Betelgeuse, también llamada α Orionis o HIP 27989, es una estrella brillante del tipo supergigante roja. Se halla en la constelación de Orión y era la novena estrella más brillante en el cielo. Su color característico proviene de las bajas temperaturas de su superficie (unos 3000 K). El estado evolutivo de la estrella es avanzado: ha pasado ya la etapa más importante de su vida, la secuencia principal, agotado ya el combustible en su núcleo que le proporcionaba energía (por fusión del hidrógeno), después de lo cual aumentó su tamaño hasta las enormes dimensiones actuales. Sus variaciones de luminosidad son propias de su presente como estrella gigante.

La temperatura superficial de Betelgeuse es relativamente baja, pese a lo cual, al ser una estrella supergigante, su brillo es muy elevado. Aunque es la estrella α de Orión, no es la más brillante de la constelación en luz visible, ya que Rígel (β Orionis) la supera en este aspecto; pero en luz roja e infrarroja cercana, Betelgeuse sí es la más brillante.

Betelgeuse captada por ALMA.

Datos de observación

(Época J2000.0)

Betelgeuse

Origen del nombre

El nombre original se especula que procede de يد الجوزا, (transcrita como yad al-jawzā, o sea ‘la mano de Jauza’), siendo Jauza una figura mitológica de sexo femenino, inicialmente identificada por los antiguos árabes en el firmamento con Géminis y posteriormente asociada con la constelación de Orión. Durante la Edad Media, cuando el nombre de la estrella fue transcrito al latín, el carácter arábigo inicial, "Ya" (ي) de sonido "y", fue malinterpretado como una "Ba" (ب), de sonido "b", debido probablemente a que la escritura árabe permite que "Ya" altere su grafía en los inicios de palabra, y "Yad al-Jauza" se convirtió en "Bedalgeuze".

Más tarde, durante el Renacimiento, se especuló entre los eruditos occidentales que el nombre original habría sido "Bait al-Jauza", cuyo significado se pretendía que fuera "hombro de Jauza" en árabe, lo que condujo a la forma actual "Betelgeuse"; aun así, la forma correcta de "hombro" en árabe sería كتف (katf)

Características físicas

1,85 (B-V)

2,06 (U-B)

-6,0 a -5,5

-0,5 (log g)

(887 ± 2031​ 955±2172​ R)

1 642 000 000 km

~18–19 M

M2Iab

M1-M2 Ia-Iab

0,42 (0,3 a 1,2)

+07º24'25"35

05h55m10s307

Pronunciación del nombre «Betelgeuse»

Aunque es el uso el que tiene que definir la corrección o no de la pronunciación de un término que es una corrupción y un préstamo de otros idiomas, dados sus orígenes, se puede aducir que la pronunciación de «Betelgeuse» más adecuada está muy cercana a la que le daría de forma intuitiva un hispanohablante: /bet̪elxeuse/ o incluso /bet̪ɛlxeuse/.

Otros opinan que tratándose de un término de origen incierto no hay ninguna razón para no pronunciarla tal como se lee en español.

Pronunciaciones como la popular inglesa homófona de Beetlejuice, u otras como Betelgeux o Betelgéz, están mucho menos justificadas por la etimología.

+0"0087 mas/año

+21,0 km/s km/s

643 ± 146 años luz (197 ± 45 pc)

+0s00173 mas/año

~8×106 años​

0,05

3500 K

~140.000 L

Características principales

Betelgeuse es una estrella muy grande, luminosa pero de temperatura media clasificada como M1-2 Ia-ab supergigante roja. La letra "M" en esta designación significa que es una estrella roja perteneciente a la estrella clase espectral M y por lo tanto tiene una temperatura fotosférica relativamente baja; El sufijo "Ia-ab" esquema de clasificación espectral de Yerkes indica que es un supergigante de luminosidad intermedia, con propiedades a medio camino entre un supergigante normal y un supergigante luminoso. Desde 1943, el espectro de Betelgeuse ha servido como uno de los puntos de anclaje estable por el cual otras estrellas se clasifican.

Betelgeuse fue la primera estrella cuyo diámetro pudo ser medido con exactitud utilizando técnicas interferométricas oscilando entre unos 850 o 905 millones de kilómetros. En su tamaño máximo la estrella se extendería hasta más allá de la órbita de Marte. Su masa es 20 veces la masa del Sol. Los astrofísicos predicen que Betelgeuse explotará como supernova de tipo II al final de su vida. Algunos de ellos afirman, basándose en la variabilidad mostrada por la estrella, que tal explosión podría producirse en un plazo de tiempo muy cercano (en los próximos miles de años). Otros astrofísicos son más conservadores y piensan que podría continuar con su actividad actual durante un período mucho mayor.

Recientes estudios muestran que, durante los últimos quince años, el diámetro de Betelgeuse ha encogido un 15%, desconociéndose las razones de este fenómeno.​ Otros muestran que tiene una forma algo ovalada.

El disco de Betelgeuse ha podido ser resuelto mediante el uso del telescopio VLT, mostrando la mejor imagen que se tiene de la estrella hasta la fecha.​ A diferencia de estrellas como nuestro Sol, en la cual la superficie de la estrella está cubierta por multitud de gránulos (células convectivas), en estrellas gigantes y supergigantes rojas como Betelgeuse únicamente hay un pequeño número de ellos, siendo estas estructuras las responsables de las variaciones de brillo que se pueden observar en esos tipos de astros.

Betelgeuse está rodeada por una nebulosa de aspecto complejo formada por silicatos y polvo expulsados por la estrella en erupciones estelares y convección en su atmósfera, y que se extiende hasta a una distancia de 400 unidades astronómicas.​

Betelgeuse, finalmente, es una estrella fugitiva que ha sido expulsada de la asociación estelar Orión OB1.

Todavía se debate qué parte del espectro electromagnético (visible, infrarrojo cercano (NIR) o infrarrojo medio (MIR)) produce la medición angular más precisa. En 1996, se demostró que Betelgeuse tenía un disco uniforme de 56,6 ± 1,0 mas. En 2000, el equipo de SSL produjo otra medida de 54,7 ± 0,3 mas, ignorando cualquier posible contribución de los puntos críticos, que son menos notables en el infrarrojo medio. 10​ También se incluyó una asignación teórica para el oscurecimiento de las extremidades, produciendo un diámetro de 55.2 ± 0.5 mas. La estimación anterior equivale a un radio de aproximadamente 5,6 UA o 1200 R☉, suponiendo la distancia Harper 2008 de 197,0 ± 45 pc, una cifra aproximadamente del tamaño de la órbita joviana de 5,5 UA, publicada en 2009 en Astronomy Magazine y un año después en la imagen de astronomía del día de la NASA.

En 2004, un equipo de astrónomos que trabajaban en el infrarrojo cercano anunció que la medición fotosférica más precisa era 43.33 ± 0.04 mas. El estudio también presentó una explicación de por qué las longitudes de onda variables desde el visible hasta el infrarrojo medio producen diámetros diferentes: la estrella se ve a través de una atmósfera gruesa y cálida extendida. A longitudes de onda cortas (el espectro visible) la atmósfera dispersa la luz, aumentando así ligeramente el diámetro de la estrella. A longitudes de onda del infrarrojo cercano (bandas K y L), la dispersión es insignificante, por lo que la fotosfera clásica se puede ver directamente; en el infrarrojo medio, la dispersión aumenta una vez más, causando que la emisión térmica de la atmósfera cálida aumente el diámetro aparente.

Los estudios con IOTA y VLTI publicados en 2009 brindaron un fuerte apoyo al análisis de Perrin y arrojaron diámetros que oscilaron entre 42.57 y 44.28 mas con márgenes de error comparativamente insignificantes. ​En 2011, una tercera estimación en el infrarrojo cercano que corrobora los números de 2009, esta vez mostrando un diámetro de disco oscurecido de 42,49 ± 0,06 mas. ​En consecuencia, si se combina la menor distancia de Hipparcos de van Leeuwen de 152 ± 20 pc con la medición angular de Perrin de 43.33 mas, una estimación fotosférica del infrarrojo cercano equivaldría a aproximadamente 3.4 UA o 730 R☉. ​ Un artículo de 2014 deriva un diámetro angular de 42.28 mas (equivalente a un disco uniforme de 41.01 mas) usando observaciones de banda H y K hechas con el instrumento VLTI AMBER.

En el centro de esta discusión, en 2009 se anunció que el radio de Betelgeuse se había reducido de 1993 a 2009 en un 15%, con la medición angular de 2008 igual a 47,0 mas, no muy lejos de la estimación de Perrin. ​A diferencia de la mayoría de los trabajos anteriores, este estudio abarcó un período de 15 años en una longitud de onda específica. Los estudios anteriores generalmente han durado uno o dos años en comparación y han explorado múltiples longitudes de onda, a menudo arrojando resultados muy diferentes. La disminución en el tamaño aparente de Betelgeuse equivale a un rango de valores entre 56,0 ± 0,1 mas visto en 1993 a 47,0 ± 0,1 mas visto en 2008, una contracción de casi 0,9 UA en 15 años. Lo que no se sabe completamente es si esta observación es evidencia de una expansión y contracción rítmica de la fotosfera de la estrella como los astrónomos han teorizado, y si es así, cuál podría ser el ciclo periódico, aunque Townes sugirió que si existe un ciclo, probablemente sea unas pocas décadas. ​ Otras posibles explicaciones son las protuberancias fotosféricas debido a la convección o una estrella que no es esférica sino asimétrica, causando la aparición de expansión y contracción a medida que la estrella gira sobre su eje. 20

Los tamaños relativos de los planetas en el Sistema Solar y varias estrellas, incluyendo Betelgeuse

1. Mercurio < Marte < Venus < Tierra

2. Tierra < Neptuno < Urano < Saturno < Júpiter

3. Júpiter < Proxima Centauri < Sol < Sirio

4. Sirio < Pólux < Arturo < Aldebarán

5. Aldebarán < Rigel < Antares < Betelgeuse

6. Betelgeuse < VY CMa < NML Cyg < UY Sct.

Betelgeuse, α Ori, 58 Ori, HR 2061, BD +7° 1055, HD 39801, FK5 224,HIP 27989, SAO

113271, GC 7451, CCDM J05552+0724AP, AAVSO 0549+07

Otras designaciones

Referencias

0"005 mas

Posición de Betelgeuse en Orión

Futuro de Betelgeuse

Los astrónomos predicen que Betelgeuse se convertirá, finalmente, en una supernova de Tipo II, aunque es posible que su masa sea lo suficientemente baja para dejar tras de sí una rara enana blanca de oxígeno y neón, no una estrella de neutrones. Hay división de opiniones sobre el tiempo que tardará en ocurrir este evento: aunque Betelgeuse tiene aproximadamente unos 10 millones de años de edad,​ pero que debido a su gran masa ha evolucionado rápidamente, algunos señalan que la actual variabilidad de la estrella indicaría que está en la fase de "quema" (fusión) del carbono de su ciclo de vida y, por lo tanto, explotará en algún punto de los próximos 100.000 años ​. Los escépticos disienten de este cálculo y creen que la estrella podría sobrevivir mucho más, en torno a 10 millones de años​.

A la fecha de 2014, los estudios teóricos más recientes sugieren que Betelgeuse ha empezado recientemente a fusionar helio en su núcleo y que, tras fusionar en este proceso carbono, neón, oxígeno y silicio, estallará como supernova dentro de los próximos 100.000 años. La supergigante roja, que todavía se estaría abrillantando y expandiendo mientras asciende la rama de las gigantes rojas, tendría una edad de entre 8 y 8,5 millones de años y una masa de 20 +5

−3 M.​ Dependiendo de su velocidad de rotación al nacer, los modelos de evolución estelar para una estrella de ese intervalo de masas sugieren que Betelgeuse podría o continuar siendo una supergigante roja hasta el momento de explotar como supernova, o convertirse antes de estallar en una variable azul luminosa o un astro similar a una estrella hipergigante amarilla.​ El remanente estelar que dejaría sería una estrella de neutrones de aproximadamente 1,5M

El evento será, en cualquier caso, espectacular, aunque no está claro si tendrá efectos importantes para la vida en nuestro planeta al encontrarse Betelgeuse cerca del límite de distancia al cual los rayos cósmicos pueden afectar significativamente a la capa de ozono.​

En ese momento, Betelgeuse brillaría al menos 10 000 veces más que una supernova ordinaria, con la luminosidad de la Luna en cuarto creciente. Algunas fuentes predicen una magnitud máxima aparente a la de la Luna llena durante varios meses. Sería un punto extremadamente brillante en el cielo, pudiéndose observar incluso de día. Tras este periodo, iría extinguiéndose gradualmente hasta que, tras meses o tal vez años, fuese inapreciable a simple vista. El hombro derecho de Orión desaparecería hasta que, tras unos pocos siglos, se desarrollase en el lugar una espléndida nebulosa.

Notablemente, en 1980, un equipo de arqueólogos descubrió unos informes chinos del siglo I que se refieren al color de Betelgeuse como blanco o amarillo. Sin embargo, Ptolomeo, en un escrito del año 150, la cataloga como estrella roja (aunque también cataloga a Sirio como roja, pese a que es blanca). Por lo tanto, Fang Lizhi, astrofísico chino, propone que Betelgeuse podría haberse convertido en una gigante roja durante ese período. Se sabe que las estrellas cambian de color al expulsar una capa superficial de polvo y gas (capa que, incluso ahora, puede verse alejándose de Betelgeuse). Así, si esta teoría es cierta, es improbable que Betelgeuse se convierta en supernova en breve, pues una estrella suele permanecer como gigante roja durante decenas de miles de años.

Posible vista de la constelación de Orión cuando Betelgeuse explote.

Imagen infrarroja de Betelgeuse, Meissa y Bellatrix con nebulosas circundantes.

Una de las estrellas más brillantes del cielo, ubicada en la constelación de Orión, esta ha disminuido su brillo en los últimos meses, ¿será posible que pronto veamos el fin de una Supernova?

La constelación de Orión es una de las constelaciones icónicas del cielo de verano (o invierno en el hemisferio norte). Es fácilmente reconocible por su gran tamaño, con muchas estrellas brillantes y una de las nebulosas más espectaculares que es posible ver con pequeños telescopios, por lo que es muy estudiada y querida por astrónomos y aficionados. Betelgeuse, o alfa Orionis, es la segunda estrella más brillante de la constelación de Orión, y al parecer algo le está sucediendo, ya que ha disminuido considerablemente su brillo durante los últimos dos meses.

Dentro de las características más destacadas de Betelgeuse están, su característico color anaranjado, su gran brillo y su gran tamaño. Esta súper gigante roja tiene un diámetro que supera los 617 millones de kilómetros o sea casi 900 veces el diámetro del Sol. Es tan grande que si la pusiéramos en el sistema solar, los planetas Mercurio, Venus, Tierra, Marte y Júpiter estarían dentro de esta estrella, es una de las pocas estrellas a las que se le medido su tamaño físico de forma directa gracias a la técnica de la interferometría.

Debido a su gran tamaño, Betelgeuse tiene ciertas inestabilidades en sus capas más externas. Esta estrella pulsa, es decir se contrae y agranda con una periodicidad de unos cientos de días, esto genera cambios de tamaño y temperatura que se reflejan en aumentos y disminución de su brillo. Además de pulsar, en esta estrella ocurren otros fenómenos que hacen que su brillo cambie, como por ejemplo su rotación, otra formas de pulsación, actividad magnética, pérdida de masa, y granulación, que es parecida a la que vemos en el sol pero a una escala mucho mayor.

Esta estrella ha experimentado una gran baja en su luminosidad, de hecho pasó de ser la décima estrella más luminosa en Octubre de 2019 a ser la número 23 el 6 de Enero de 2020.

Es normal que esta estrella pase por períodos de altos y bajos en su brillo, pero niveles tan bajos de brillo solo se han visto en contadas ocasiones en los últimos 100 años. Esto ha llamado la atención de diversos grupos de astrónomos y observadores amateur, ya que Betelgeuse es una de las candidatas más cercanas a terminar su vida como supernova, uno de los fenómenos más violentos y espectaculares del universo. Estos grandes cambios de brillo podrían ser interpretados como los precursores de una explosión monumental.

Si Betelgeuse efectivamente explota como supernova, su brillo sería unas cien veces mayor que el de Venus y alcanzaría a proyectar suficiente luz por la noche como para dar una sombra, pero sería menor que el de la luna llena, algo así como una quinceava parte del brillo de la luna llena.De todos formas esta no es la única explicación para la caída de su brillo, también se ha sugerido que su mayor tamaño y menor temperatura se ha sumado con algún otro fenómeno, como la expulsión previa de material, lo que estaría oscureciendo la estrella, o con algún cambio en su magnetismo, u otras alternativas menos espectaculares.

De todas maneras la respuesta la sabremos dentro de los próximos días, si el brillo de Betelgeuse comienza a aumentar bruscamente superando a su compañera de constelación Rigel (o Beta Orionis) es probable que estemos viendo la fase final de esta icónica estrella, que en caso de explotar, dará un último gran espectáculo de luces y colores, pero que cambiará para siempre la forma en que miramos la constelación del cazador

En la imagen superior se ven los restos de la supernova 1987a producida por la explosión de la estrella “Sanduleak -69 202a” que explotó en en la nube de magallanes, ubicada a unos 168 mil años luz de distancia y que pudimos ver a partir del año 1987. Esta imagen se tomó 25 años después de la explosión y aún hoy podemos ver sus vestigios. De explotar Betelgeuse ubicada a tan solo 642 años luz nos daría una gran oportunidad de entender mejor las supernovas y también de maravillarnos con un espectáculo que no se ha visto desde los tiempos de Galileo y Kepler