Kolmanskop Namibia

Kolmanskop

EL PUEBLO ABANDONADO DE KOLMANSKOP, NAMIBIA

En uno de los lugares abandonados más evocadores del mundo, las dunas del desierto crean escenas surrealistas al entrar en las habitaciones vacías, reclamando su terr

Kolmanskop es uno de los lugares abandonados más conocidos del mundo y tal vez, el más evocador.

Kolmanskop no era un pueblo convencional, sino más bien las instalaciones de una antigua explotación minera alemana, entorno a la cual, había surgido un pequeño asentamiento de acceso muy restringido.

Namibia, situada en la costa sur occidental africana, era una colonia germana desde 1884, hasta que en 1915 fue ocupada por Sudáfrica, país vecino con el que delimita por el sur siguiendo la costa atlántica, tras el estallido de la primera guerra mundial.

Físicamente, Namibia tiene diversas regiones geográficas, en general bastante secas y semiáridas al estar medio país en el Trópico de Capricornio. La capital, Windhoek, se sitúa justo en el centro de la república.

Las zonas de sabana arbolada se han convertido en un destino turístico para los entusiastas de los safaris que viajan a Namibia, ya que se permite la caza deportiva. De hecho, el turismo que atraen los safaris y la belleza del país, han transformado en cierto modo lo que antes era una economía basada principalmente en la minería de diamantes y Uranio, para convertirse en uno de los lugares más visitados de África.

Todo el litoral es completamente desértico, desde la famosa Costa de los Esqueletos al norte, hasta la frontera con Sudáfrica por el sur. Kolmanskop está unos pocos kilómetros hacía el interior del puerto de Lüderitz;

El abandono de Kolmanskop no tiene mayor interés histórico o visual que otros similares como Hashima, Shanzi o Varosha. Su mayor atractivo es que las dunas del desierto enterraron parte del pueblo y la arena invadió las habitaciones de sus edificios, dando lugar a escenas tan surrealistas y evocadoras como esta;

“Kolmanskop”, traducido del afrikáans, significa literalmente la “colina de Kolman”. El afrikáans es una lengua germánica derivada del neerlandés que se hablaprincipalmente en Sudáfrica y Namibia. Surgió entre los primeros colonizadores holandeses que ocuparon el sur de África.

El lugar fue bautizado así porque un transportista llamando Kolman, tuvo que abandonar su tiro de bueyes en mala ladera de la colina, al verse atrapado en medio de una tormenta de arena. La carreta se había convertido en una especie de punto de referencia en la ruta a Lüderitz.

En 1908, durante la construcción de una vía de tren que pasaba justo por al lado, uno de los trabajadores que cavaba el lecho de los raíles, Zacharias Lewala, encontró una piedra de cristal brillante entre la arena. Al entregársela a su supervisor, August Stauch, empleado del ferrocarril, se confirmó que se trataba de un diamante.

La noticia del hallazgo, que “corrió como la pólvora” por todo el territorio, fue exagerándose cada vez que se contaba y al final se rumoreaba que en Kolmanskop, se podían encontrar grandes diamantes en abundancia, por lo que el área pronto se llenó de mineros, buscadores de piedras preciosas, en una especie de fiebre por los diamantes.

Estos mineros fueron los fundadores originales del pueblo pero el gobierno Alemán tomó cartas en el asunto y declaró la zona “Sperrgebiet”, es decir, “Zona prohibida”, para hacerse con el control de los yacimientos de piedras preciosas.

También denominada “Área de diamantes 1”, el “Sperrgebiet” o “Zona prohibida” no solo incluía Kolmanskop sino que se convirtió en un vasto territorio restringido de 26.000 km2, que abarcaba prácticamente toda la mitad sur de la costa de Namibia. Iba desde la frontera con Sudáfrica hasta 72 km al norte de Lüderitz y 100 km hacía el interior a lo largo de toda la franja.

Los yacimientos del “Sperrgebiet” solo podían ser explotados en exclusiva por la “Deutsche Diamantengesellschaft” o “Compañía de diamantes alemana”. Los mineros que quedaron en Kolmanskop trabajaban para esta empresa.

En torno a la mina, se levantó un pequeño pueblo de estilo colonial alemán, con elegantes casas y todo tipo de instalaciones, algunas bastante impresionantes para la época y el lugar.

Kolmanskop contaba con un hospital en el que se rcconstruyó la primera sala de rayos x del hemisferio sur. Se levantó una escuela, una central eléctrica, una sala de baile, una bolera de 4 pistas, teatro, un gimnasio, piscina, un casino y una fábrica de hielo.

El pueblo estaba conectado con el puerto de Lüderitz a través del primer tranvía en la historia de África, por lo que contaba con todo tipo de suministros. En la carnicería se podía comprar carne fresca, había una panadería e incluso una fábrica de muebles.

Cuando Namibia pasó a manos Sudafricanas en 1915, el “Sperrgebiet” siguió siendo zona prohibida pero durante la década de 1920, se produjo un “crash” en el precio de los diamantes, lo que inició el declive de Kolmanskop.

Entonces el pueblo seguía habitado por 300 alemanes, 40 niños y 800 trabajadores nativos de Owambo, al norte del país. Poco a poco la población se fue reduciendo a medida que los yacimientos se iban agotando y se encontraban otros nuevos más al sur, en Oranjemund.

En 1954 Kolmanskop quedaba abandonado por completo y el desierto comenzaba a reclamar su terreno. Las tormentas de arena tumbaron algunos de los edificios y las dunas terminaron por enterrar las calles, llegando a entrar en las habitaciones de las casas que todavía quedaban en pie.

En 1980 la compañía minera “De Beers” decidió restaurar algunos de los edificios y construir un museo, convirtiendo la antigua explotación en una atracción turística. Parte de lo que se ve en Kolmanskop es real y parte, tan solo un espejismo de lo que fue, dispuesto así para deleite de los visitantes.

Aunque puede extrañar, el antiguo “Sperrgebiet” sigue contando con algunas zonas restringidas. Para ver Kolmanskop, en principio habría que pedir un permiso que cuesta 55 dólares namibios, unos 5 euros al cambio y unirse a alguna de las visitas guiadas que se realizan todos los días a las 9:30 am y 11:00 am. Domingos y festivos solo a las 10:00. Antes el permiso se obtenía solamente en Lüderitz pero ahora lo conceden en la misma puerta del pueblo abandonado. La multa por entrar sin autorización ascendería a 100.000N$, unos 9.000 euros;

Con este permiso se puede estar hasta las 2 de la tarde. El problema para los que busquen obtener una de esas fotos surrealistas con habitaciones comidas por la arena, es que el pueblo se llena con hordas de turistas y es imposible.

Para tomar fotos existen otras dos posibilidades. Una pnes viajar por cuenta propia en un coche alquilado, temprano por la mañana, antes de que llegue la primera oleada de visitantes a las 9:30. La segunda opción es comprar un permiso especial de fotografía de 160N$, unos 15 euros, con el que se puede permanecer pasadas las dos de la tarde hasta el anochecer.

Vista general de Kolmannskuppe.

Kolmannskuppe

Edificios abandonados.

Kolmanskop abandonada.

Sellos para el África Sudoccidental Alemana matasellos Kolmannskuppe 1912

Tras la despoblación, la arena invadió poco a poco las casas

Historia

Kolmannskuppe (Afrikaans: Kolmanskop) era un poblado colonial y fue construida en 1908 para dar cobijo a los buscadores de diamantes que trabajaban en esta desértica región del Namib, a unos diez kilómetros de la costa. En aquellos momentos, los diamantes se encontraban con facilidad en las cercanías, y era fácil hacer fortuna, de modo que en dos años se construyó una ciudad completa, con casino, escuela, hospital, salón de baile y verdaderas mansiones de estilo centroeuropeo. Namibia era en aquellos momentos la colonia de África del Sudoeste Alemana, y a pesar de estar rodeados por las arenas del desierto, los ocupantes de la ciudad querían sentirse como si se encontraran en Baviera (véase: Alemanes de Namibia), pero los tejados inclinados no soportarían jamás los largos días de lluvia.

Kolmasnskop fue la primera localidad africana en disponer de un aparato de rayos x, importado específicamente para vigilar que los mineros no ingirieran diamantes para su posterior extracción ilícita de la mina.

Durante la Primera Guerra Mundial se extrajeron unos 1.000 kg de diamantes, pero inmediatamente después de la guerra, esta cantidad descendió notablemente, y se encontraron diamantes mucho mayores y en abundancia a doscientos km, en la localidad de Oranjemund en las cercanías del río Orange, en la actual frontera con Sudáfrica. La ciudad fue abandonada y se convirtió en una ciudad fantasma, invadida por las arenas del desierto.

Actualmente se ha iniciado su rehabilitación parcial para lograr atraer turistas, pero aún quedan casas anegadas de arena.

Recientemente, el canal estadounidense History Channel, realizó una investigación sobre este poblado, para incluirlo en su serie "La Tierra Sin Humanos" (Transmitido a finales de octubre de 2010), como un mudo y real testigo, de los estragos de los elementos de la naturaleza sobre un sitio geográfico abandonado.

Elizabeth Bay

A unos 30 km de Kolmanskop, en la costa de Sperrgebiet, se encuentra otra pequeña ciudad minera abandonada, Elizabeth Bay, llamada en su día Elisabethbucht, al sur de la península de Lúderitz.

La ciudad estuvo habitada entre 1926 y 1935 gracias a una mina de diamantes cercana que produjo las piedras preciosas entre 1911 y 1948, se cerró y volvió a abrir en 1991, con métodos de explotación modernos. Los mineros viven actualmente en Lüderitz y la mina se puede visitar desde esta ciudad.