Esta novela llamada Geología de un Planeta Desierto, realizada por el escritor antofagastino Patricio Jara fue publicada en el año 2013 por la editorial Alfaguara. El comienzo de esta historia está muy claro, un sábado por la tarde, justo en la hora de almuerzo, un horario simbólico para relajarse y compartir en familia, sin embargo, para nuestro protagonista todo está a punto de dar un giro. Rodrigo, el personaje principal se encuentra con su pareja Magaly casi listos para la comida, pero, al transcurrir los minutos, alguien toca la puerta y, como si de ficción se tratase, era el padre del joven que arremete con su presencia, tomando en cuenta que había fallecido hace ya diez años. La indiscutible situación lleva a una revelación importante del personaje que marca un antes y un después en la personalidad y emociones de Rodrigo.

De hecho, es impactante para Rodrigo entender que él fue quien lo vistió y lo colocó dentro del cajón para despedirlo. Desde este punto comienzan a aflorar en nuestro personaje acontecimientos pasados, como su infancia, el alcoholismo, sentenciado finalmente con la muerte de su padre.

“Bueno señor usted no está vivo, bueno y ¿usted quién es?”, es una de las frases que más marca la trama. Personalmente no esperaba que este libro tuviera como temas centrales el pasado y la familia, más bien pensé que sería más cercano al presente, más cercano a la forma de trabajar de las minas, con detalles técnicos, contando sobre las zonas de trabajo más minadas hoy en Antofagasta. El infierno oculto, los mitos urbanos y demás.

La relación que la novela tiene con la minería es que Rodrigo trabaja en el sector minero, ya que es geólogo, y narra sus aventuras por los distintos países de América. Con un recuerdo amoroso que lo llevará toda su vida.

La temática aborda la infancia del personaje y logra describirlo de forma fácil e inocua, uno puede recrear fácilmente las escenas. Es un texto narrativo bastante fácil de comprender, y, si bien no es un libro de autoayuda, a algunos lectores les puede servir para alcanzar un punto de inflexión, pues te enseña a valorar más la vida. No he tenido un deceso de tal magnitud, pero el hecho de responsabilizarse por acciones que en principio no te corresponden, hacen que te desconectes de quién eres, nublando tu perspectiva y haciendo que actúes diferente.

Para concluir, el hecho de ser padre no es una responsabilidad que se le asigne a todo el mundo, para ello hay circunstancias en la vida que nos ponen a prueba. A veces no hay que buscar afuera sino dentro. Esto es lo que le sucedía a nuestro protagonista quien, tras la muerte de su padre, perdió muchas cosas, ya sea emociones y sentimientos. Aunque económicamente vivía bien, dentro de él tenía una pena gigantesca que no le permitía avanzar, por lo que decidió volver a su hogar: la región de Antofagasta. Una vez que Rodrigo puede sanar su interior y liberarse, está listo para el siguiente paso. Ser un buen padre.