Una lucha contra el tiempo
Una lucha contra el tiempo
Por Valentina Hidalgo S.
“Yo soy la Pauli, nos conocemos hace más de veinte años”, le dice Paulina a su esposo Augusto quien la mira sonriente y ausente.
La Memoria Infinita, dirigida por Maite Alberdi, es una cinta basada en un personaje emblemático del periodismo chileno, que nos muestra un lado sentimental y profundo, de una historia con un trasfondo despiadado acerca del deterioro de la mente humana. Alberdi nos dirige a través de este registro, en una compilación de sucesos de la vida diaria de la actriz Paulina Urrutia y el escritor Augusto Góngora, quienes a pesar de su avanzada edad siguen caminando juntos por un mejor futuro mientras batallan por no perder a Góngora producto del Alzheimer.
Es a través de la documentación de los episodios de Augusto, que logramos introducirnos en la realidad mezquina de la enfermedad y el impacto que tiene en quienes la rodean. Además, el registro nos ofrece un catastro de sus logros profesionales, mostrándonos así un contraste entre la lucha de Augusto por la meoria nacional versus el pérdida de la misma. Es por ello que Alberdi manejó la producción incluso a través de la cuarentena, para lograr ilustrar la etapa final de Góngora y no perder la lucha contra el tiempo.
Para lograr el efecto de narrar una historia jamás contada, la directora junto con Paulina, se atrevieron a mostrar las condiciones reales de una persona que padece esta enfermedad, mediante la filmación propia de episodios que obligaban a su fiel compañera a moderar el actuar de Augusto. Aquello evidenció también en la cinta, el rol de las personas cuidadoras, quienes se encargan de dedicar su vida al bienestar de sus seres queridos y que resulta una labor no remunerada y, en muchas ocasiones, denostada.
Esto debido a que, Paulina se rehusó bastante tiempo a ser denominada como cuidadora; ella prefería ser percibida como la esposa de Augusto y como mujer. Sin embargo, esta lucha se volvió incluso más compleja de superar durante la pandemia; Augusto necesitaba de un cuidado constante y solamente ella podía brindarlo. Es mediante esta dura sustantividad, ante la cual muchas personas llegan a empatizar ya sea desde la experiencia o la sinergia, que el film logró ser reconocida como mejor documental por los Premios Goya, el Festival Sundance, la Asociación de Críticos Norteamericanos y los Premios Oscar, todos en el mismo año.
La memoria infinita es una de las más de ciento ochenta mil historias de personas que sufren de Alzheimer a nivel nacional hasta la fecha y que nos consciente de los prejuicios y la monotonía que debe perdurar aquella(s) cuidadoras/es a cargo.