Al Inmaculado

Corazón de María

Libro de Cielo Vol. 23-22 (4)

"al disponer el bien de la Redención, quise encontrar en mi Mamá todo el valor de Ella, quise poner al seguro en su corazón materno todos los bienes que debía encerrar mi venida en medio a las criaturas y después concedí el bien que la Soberana del Cielo me pedía"


El Reino del FIAT Divino

www.fiatdivinavoluntad.com

De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

 "al disponer el bien de la Redención, quise encontrar en mi Mamá todo el valor de Ella, quise poner al seguro en su corazón materno todos los bienes que debía encerrar mi venida



AUDIO


De los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

Vol. 23-22 (3-4)  Diciembre 14, 1927


Dios al dar un bien a la criatura, encierra primero en una sola todo el valor de aquel bien y después lo da a las otras criaturas.

(3) “...cómo podrá venir este reino del Querer Divino en medio de las criaturas si el pecado abunda, ninguno piensa en querer este reino, más bien parece que piensan en guerras, en revoluciones, en poner en trastorno a todo el mundo, y parece que se roen de rabia porque no logran del todo sus perversos designios, y permanecen al acecho esperando la ocasión de lograrlo, ¿todo esto no aleja la gracia de un bien tan grande?”  Y mi amado Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho: 

“(4) “Hija mía, te tengo a ti, que vales más que todo, y poniendo a un lado a todos, miraré tu valor, esto es, el valor de mi Voluntad Divina en ti y dispondré mi reino en medio de las criaturas;  una persona vale según el valor que le viene confiado, si mi Voluntad contiene un valor infinito, que supera todo el valor de todas las criaturas juntas, quien la posee, delante a la Majestad Divina tiene el valor que supera todo, así que por ahora te tengo a ti, y me basta para disponer el reino de mi Voluntad. 

Por eso todos los males de estos tiempos, y son demasiados, no equivalen al gran valor de mi Voluntad Divina obrante en una sola criatura, y Ella se servirá de estos males para hacer de ellos un manojo y con su potencia desterrarlos de la faz de la tierra. 

Esto sucedió en la Redención, los males no estaban desterrados de la tierra, más bien abundaban más que nunca, pero como vino sobre la tierra la Soberana Reina, la criatura que poseía una Voluntad Divina en Ella, que encerraba todo el valor del bien de la Redención, no mirando a los demás, ni a sus males, miré el valor de esta Celestial criatura, suficiente para conseguir mi descenso a la tierra, y en vista de Ella sola, que poseía nuestras prerrogativas y el valor de una Voluntad Divina e infinita, di y formé el reino de la Redención en medio de las criaturas, por eso al disponer el bien de la Redención, quise encontrar en mi Mamá todo el valor de Ella, quise poner al seguro en su corazón materno todos los bienes que debía encerrar mi venida en medio a las criaturas y después concedí el bien que la Soberana del Cielo me pedía

Hice como un príncipe cuando debe partir para hacer otras conquistas, escoge al más fiel, le confía sus secretos, pone en sus manos todo el valor de los costos que se requieren para las conquistas queridas, y fiándose sólo de éste que conoce, que posee todo el valor de las deseadas conquistas, parte triunfante estando cierto de la victoria. 

Así hago Yo, cuando quiero dar un bien a las criaturas primero me fío de una sola, pongo en ella todo el valor de aquel bien, y después doy el bien que ella me pide para las otras criaturas.  Por eso piensa en encerrar en ti todo el valor que debe contener el reino de mi Voluntad, y Yo pensaré en disponer todo el resto que se necesita para un bien tan grande”.


Fiat Divina Voluntad