Fiesta a Los Santos Arcángeles


San Miguel, San Gabriel y San Rafael

29 de Septiembre

Cita de los Manuscritos de la Divina Voluntad y otros textos

Fundirnos en Jesús 

y en su Divina Voluntad


Audio: https://drive.google.com/file/d/1qKIe6fI1YN3aKaKzacRh9bxnXgmOErbt/view

El Reino del FIAT Divino



Vivamos en Unión Perenne a Dios en su Divino Querer, 


Por ello, hoy en especial demos al Padre Celestial Gloria, Alabanza, Adoración, Agradecimiento, Amor Divino por Su Creación Angélica, que estamos recordando, enalteciendo y agradeciendo en la Voluntad Divina, por los innumerables favores recibidos en los que hemos sido salvados, custodiados, guiados y acompañados por nuestros Arcángeles y sus cortes Celestiales: 


San Miguel, San Gabriel y San Rafael Arcángel


La palabra Arcángel proviene de dos palabras. Arc = el principal, y ángel. Es decir: "principal entre los ángeles".   Y es como un jefe de los ángeles.


San Miguel.

Quién como Dios? Nadie como Dios!

Su nombre significa: "¿Quién como Dios?  o, "Nadie es como Dios".  

San Miguel es nombrado tres veces la S. Biblia.  

Primero en el capítulo 12 del libro de Daniel donde se dice: "Al final de los tiempos aparecerá Miguel, el gran Príncipe que defiende a los hijos del pueblo de Dios. Y entonces los muertos resucitarán. Los que hicieron el bien, para la Vida Eterna, y los que hicieron el mal, para el horror eterno".

En el capítulo 12 del Libro del Apocalipsis se cuenta lo siguiente: "Hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra Satanás y los suyos, que fueron derrotados, y no hubo lugar para ellos en el Cielo, y fue arrojada la serpiente antigua, el diablo, el seductor del mundo. Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha bajado a vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo".

En la Carta de San Judas Tadeo se dice: "El Arcángel San Miguel cuando se le enfrentó al diablo le dijo:  ‘Que te castigue el Señor’".

Por lo anterior, San Miguel es pintado atacando a la serpiente infernal.

La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales. Y él cuando lo invocamos llega a defendernos, con el gran poder que Dios le ha concedido. Muchos creen que él sea el jefe de los ejércitos celestiales.

San Gabriel.

Su nombre significa: "Dios es mi protector",  "Fortaleza de Dios"

A San Gabriel arcángel se le nombra varias veces en la S. Biblia. 

Él fue el que le anunció al profeta Daniel, el tiempo en el que iba a llegar el Redentor. Dice así el profeta: "Se me apareció Gabriel de parte de Dios y me dijo: dentro de setenta semanas de años (o sea 490 años) aparecerá el Santo de los Santos" (Dan. 9).

Al Arcángel San Gabriel se le confió la misión más alta que jamás se le haya confiado a criatura alguna: anunciar la encarnación del Hijo de Dios. Por eso se le venera mucho desde la antigüedad.

Su carta de presentación, cuando se le apareció a Zacarías para anunciarle que iba a tener por hijo a Juan Bautista fue esta:  "Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios" (Luc. 1, 19).

San Lucas dice: "Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, a una virgen llamada María, y llegando junto a ella, le dijo: ‘Salve María, llena de gracia, el Señor está contigo’. Ella se turbó al oír aquel saludo, pero el ángel le dijo: ‘No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será Hijo del Altísimo y su Reino no tendrá fin’".

San Gabriel es el patrono de las comunicaciones y de los comunicadores, porque trajo al mundo la más bella noticia: que el Hijo de Dios se hacía hombre.

San Rafael.

Su nombre significa: "Medicina de Dios".

Fue el arcángel enviado por Dios para quitarle la ceguera a Tobías y acompañar al hijo de éste, en un larguísimo y peligroso viaje y conseguirle una santa esposa.

San Rafael es muy invocado para alejar enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes.

Los Santos Arcángeles

Miguel, Gabriel y Rafael

San Miguel Arcángel 

y los 9  Coros Angélicos

Maestro Pepe González

Oración de la Sierva de Dios, Luisa Piccarreta

Solemne Eucaristía

Vigilia Concelebración Eucarística

Sept. 28, 2023

Santuario S. Michele Arcangelo

Monte Sant´Angelo (Foggia)


Consagración a San Miguel Arcángel


   "Príncipe nobilísimo de la Jerarquía Angélica, valeroso guerrero del Altísimo, celoso amador de la gloria del Señor, terror de los ángeles rebeldes, amor y delicia de todos los Ángeles buenos. Arcángel San Miguel, deseando ser incluido entre tus numerosos devotos, me consagro hoy a ti y te pido ser admitido en tus Milicias. Me pongo yo mismo y mi trabajo, familia, amigos y todo lo que me pertenece, bajo tu vigilante protección.

  Muy poco tengo que ofrecerte siendo un miserable pecador; no obstante, tú generosamente, acepta mi consagración, que hago de todo corazón. Recuérdate que si desde hoy estoy bajo tu protección, debes ayudarme a través de toda mi vida.

   Procúrame el perdón de mis muchos y graves pecados, la gracia de amar a Dios Altísimo con todo mi corazón, y a mí muy querido Redentor Jesús, como también a mi Dulce Madre María Santísima y a todos mis hermanos que el Padre Celestial ama y Jesús ha redimido.

   Dame siempre la ayuda necesaria para no caer en la tentación, y defiéndeme del enemigo de mi alma y de toda clase de mal, especialmente en el último instante de mi vida. Ven, Glorioso Arcángel, en aquel momento en que libraré mi última batalla. Ayúdame en esa última lucha, y arroja lejos de mí, en el infierno, a aquel ángel mentiroso y soberbio a quien venciste en la batalla del cielo y que hoy te pido me liberes siempre de el.

   Que un día ante el Trono de Dios en el Cielo pueda cantar contigo y con todos los Ángeles, canciones de alabanza, honor y gloria a Dios, por los siglos de los siglos. Amén ¿Quién como Dios?"

Oración a San Miguel Arcángel

(León XIII, 18 de mayo de 1890; Actas Santae Sedis, Acto Número 23)


¡Oh glorioso príncipe de las milicias celestes, San Miguel Arcángel! defiéndenos en el combate y en la terrible lucha que debemos sostener contra los principados y las potencias, contra los príncipes de este mundo de tinieblas, ¡contra los espíritus malignos! Ven en auxilio de los hombres que Dios ha creado inmortales, que formó a su imagen y semejanza y que rescató a gran precio de la tiranía del demonio. 

Combate en este día, con el ejército de los Santos Ángeles, los combates del Señor como en otro tiempo combatiste contra Lucifer, el jefe de los orgullosos, y contra los ángeles apóstatas que fueron impotentes de resistirte y para quien no hubo, nunca jamás, lugar en el cielo. Sí, ese monstruo, esa antigua serpiente que se llama demonio y Satán, el que seduce al mundo entero, fue precipitado con sus ángeles al fondo del abismo.

Pero he aquí, que ese antiguo enemigo, este primer homicida, ha levantado ferozmente la cabeza. Disfrazado como ángel de luz y seguido de toda la turba y de los espíritus malignos, recorre el mundo entero, para apoderarse de él y desterrar el Nombre de Dios y de su Cristo. Para hundir, matar y entregar a la perdición eterna a las almas destinadas a la eterna corona de gloria. Sobre hombres de espíritu perverso y de corazón corrupto, este dragón malvado, derrama también, como un torrente de fango impuro, el veneno de su malicia infernal, es decir, el espíritu de mentira, de impiedad, de blasfemia y el soplo envenenado de la impudicia, de los vicios y de todas las abominaciones. Enemigos llenos de astucia han colmado de oprobios y amarguras a la Iglesia, esposa del Cordero Inmaculado, y sobre sus bienes más sagrados han puesto sus manos criminales. Aun, en este lugar sagrado, donde fue establecida la Sede de Pedro y la Cátedra de la Verdad, que debe iluminar al mundo, han elevado el abominable trono de su impiedad con el designio inicuo de herir al Pastor y dispersar al rebaño.

Te suplicamos, pues, ¡Oh príncipe invencible! contra los ataques de esos espíritus réprobos, auxilia al pueblo de Dios y dale la victoria. Este pueblo  te venera como su protector y su patrono, y la Iglesia se gloría de tenerte como defensor contra los malignos poderes del infierno. A Ti te confió Dios el cuidado de conducir a las almas a la beatitud celeste. ¡Ah! Ruega pues al Dios de la paz, que ponga bajo nuestros pies a Satanás vencido, y de tal manera abatido que no pueda, nunca más, mantener a los hombres en la esclavitud, ni causar perjuicio a la Iglesia. Presenta nuestras oraciones ante la mirada del Todopoderoso, para que las misericordias del Señor nos alcancen cuanto antes. Somete al dragón, la antigua serpiente que es diablo y Satán, encadénalo y precipítalo en el abismo, para que no pueda seducir a los pueblos. Amén