Conmemoración de 

Los Fieles Difuntos

 2 de Noviembre


Con escritos de la S. D. Luisa Piccarreta, la Pequeña Hija de la Divina Voluntad; y otros textos

Ofrezcamos cada día un Bello Sufragio, en Virtud de la Divina Voluntad (vol. 12-93) a las almitas del purgatorio, para ayudarlas a alcanzar su vuelo a la Bienaventuranza Eterna.

Este Bello Sufragio, y las enseñanzas que hemos de atender sobre la muerte, sufragios y purgatorio son para adquirir el conocimiento Divino y vivirlo en la Voluntad de Dios como viadores que somos para con las Benditas Almas del Purgatorio, ya que ellas sólo pueden recibir de la tierra, todo cuanto podamos vivir en Jesús y en su Divina Voluntad.

AUDIO


Un Bello Sufragio 

En Divina Voluntad

Sufragio para el alma de ______ 

y por todas las Benditas almas del Purgatorio


Jesús, entro en Tu Querer Divino; tomo tu Poder, la inmensidad de tu Amor, el valor inmenso de Tus penas y cualidades Divinas para derramar todo sobre el alma de tu hijo/a ________ y por todas las Benditas almas del Purgatorio; por quienes Te doy la Gloria, Honor, Honra y amor Divino que quizá te hubieran querido dar en su vida y no te dieron.


En tu Voluntad su alma reciba, este baño del amor que contiene Tu Poder Divino, Tu belleza, Tu Preciosísima Sangre y todas Tus cualidades Divinas.


Fiat Divina Voluntad

En Virtud de la Divina Voluntad Vol 12-93

Conmemoración de 

Los Fieles Difuntos


Libro de Cielo Vol. 3, cap. 15 noviembre 28, 1899 

“Aquí está el purgatorio"

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De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 3, cap. 15 noviembre 28, 1899 

Luisa acepta sufrir en el purgatorio para liberar algunas almas


Mi amado Jesús ha venido todo afabilidad, me parecía como un íntimo amigo que tiene tantas formalidades para otro amigo para demostrarle su amor, y las primeras palabras que me ha dicho han sido: 

“Amada mía, si tú supieras cuánto te amo. Me siento atraído grandemente a amarte, mis mismas demoras en venir me fuerzan y son nuevas causas de hacerme venir y colmarte de nuevas gracias y carismas celestiales. Si tú pudieras comprender cuánto te amo; tu amor comparado con el mío apenas lo percibirías”. 

Y yo: “Mi dulce Jesús, es verdad lo que dices, pero también yo siento que te amo mucho, y si Tú dices que mi amor comparado con el tuyo apenas se percibe, esto es porque tu poder es sin límites y el mío es limitado, y por tanto, puedo hacer por cuanto de Ti mismo me viene dado; tan es verdad, que cuando tengo voluntad de sufrir más para demostrarte mayormente mi amor, si Tú no me concedes las penas, no está en mi poder el sufrir, y estoy obligada a resignarme aun en esto, y ser ese ser inútil que por mí he sido siempre. En cambio en Ti está en tu poder el mismo sufrir, y en cualquier modo que quieras manifestarme tu amor, lo puedes hacer. Amado mío, dame a mí el poder y te haré ver cuánto sé hacer por amor tuyo, porque en la medida que me das, en esa misma medida te daré”. 

Él escuchaba con sumo placer mi hablar disparatado, y casi queriéndome poner a prueba me ha transportado fuera de mí misma, cerca de un lugar profundo, lleno de fuego líquido y tenebroso, daba horror y espanto el sólo verlo. 


Jesús me ha dicho: 

“Aquí está el purgatorio, y muchas almas están concentradas en este fuego. 

Irás tú a ese lugar a sufrir para liberar a aquellas almas que me agradan, y esto lo harás por amor mío”. 

Yo inmediatamente, si bien temblando un poco le he dicho: “Todo por amor tuyo, estoy dispuesta, pero debes venir Tú junto conmigo, de otra manera, si me dejas, no te dejas encontrar más, y después me haces llorar mucho”. 

Y Él: “Si voy junto contigo, ¿cuál sería tu purgatorio? Esas penas con mi presencia, para ti se cambiarían en alegrías y en contentos”. 

Y yo: “Sola no quiero ir, y además, mientras estemos en ese fuego Tú estarás detrás de mis espaldas, así no te veo y aceptaré este sufrimiento”. 

Así he ido a ese lugar lleno de densas tinieblas, y Él me seguía por atrás, y yo por temor de que me dejase le he tomado las manos, teniéndolas estrechadas a mis hombros. Habiendo llegado abajo, ¿quién puede decir las penas que sufrían aquellas almas? Ciertamente son inenarrables a personas vestidas de humana carne. 

Entonces, al ir yo a ese fuego, éste se apagaba y se despejaban las tinieblas, y muchas almas salían, otras quedaban aliviadas. 

Después de haber estado cerca de un cuarto de hora, hemos salido..."


Fiat Divina Voluntad

Conmemoración de 

Los Fieles Difuntos


Libro de Cielo Vol. 9-49  octubre 17, 1910

"Esa luz eran sus obras buenas hechas con pureza de intención" 

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De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 9, cap. 49  octubre 17, 1910 

Por cuanto amor y unión con Jesús tiene el alma, tanto valor tienen sus sacrificios 


Encontrándome en mi habitual estado, estaba rezando a mi amoroso Jesús por el feliz paso al Cielo de un sacerdote que hace años fue mi confesor, y decía a mi amado Jesús: “Recuerda cuántos sacrificios hizo, cuánto celo tuvo por tu honor y gloria, y además, ¿cuánto no hizo por mí? ¿Cuánto no sufrió? En este punto le debes corresponder haciéndolo pasar directamente al Cielo”. 

Y el bendito Jesús me ha dicho: 

“Hija mía, Yo no miro tanto los sacrificios, sino al amor con el cual se hacen y a la unión que tienen Conmigo, así que cuanto más el alma está unida Conmigo, tanto más aprecio sus sacrificios. Así que si el alma está más estrechamente unida Conmigo, los más pequeños sacrificios los tomo como grandes, porque en la unión está el cálculo del amor, y el cálculo del amor es cálculo eterno que no tiene término ni límites; 

mientras que el alma se puede sacrificar mucho, pero si no está unida Conmigo, Yo miro su sacrificio como el de una persona extraña, y le doy la recompensa que merece, esto es, limitada. 

Supón a un padre y a un hijo que se aman; el hijo hace unos pequeños sacrificios, el padre por el vínculo de unión de paternidad y de filiación, y de amor, que es el vínculo más fuerte, mira estos pequeños sacrificios como cosa grande, por ellos se siente triunfante, se siente honrado, y da al hijo todas sus riquezas, y dedica para el hijo todas las atenciones y sus cuidados. 

Ahora supón un siervo, trabaja toda la jornada, se expone al calor, al frío, en todo está a sus órdenes, si es necesario vigila aun por la noche por cuenta del patrón, ¿y qué cosa recibe? El mísero pago de una jornada, de modo que si no trabaja todos los días estará obligado a sentir el hambre. 

Tal es la diferencia que hay entre el alma que posee mi unión y el alma que no la posee”. 

Mientras esto decía me he sentido fuera de mí misma junto con el bendito Jesús, y de nuevo he dicho: “Dulce amor mío, dime, ¿dónde se encuentra esa alma?” 

Y Jesús: “En el purgatorio, pero si tú vieras en qué luz nada, quedarías maravillada”.

Y yo: “¿Dices que está en el purgatorio, y dices que nada en la luz?”

Y Jesús: 

“Sí, se encuentra nadando en la luz, porque esta luz la tenía en depósito, y en el acto de morir esta luz lo ha investido y no lo dejará jamás”.

Yo entendía que esa luz eran sus obras buenas hechas con pureza de intención. 


Fiat Divina Voluntad

Conmemoración de 

Los Fieles Difuntos


Libro de Cielo Vol. 12-93  marzo 14, 1919 

"Efectos de un Sufragio"

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De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 12, cap. 93  marzo 14, 1919 

"Efectos de un Sufragio"


"Mientras me encontraba en mi habitual estado, me he encontrado fuera de mí misma y veía a mi confesor difunto; un pensamiento me ha pasado por la mente: “Pregunta si aquello que no has dicho al confesor estás obligada a decirlo, y por tanto a escribirlo o no”. Yo le he preguntado diciéndole qué cosa era y él me ha dicho: 

“Ciertamente estás obligada”. 

Después ha agregado:  

“Tú una vez me hiciste un bello sufragio, si supieras el bien que me hiciste, el refrigerio que sentí, los años que desconté”. 

Y yo: “No recuerdo, dime cuál fue y te lo repito”. 

Y él: 

“Entraste en el Querer Divino y tomaste su poder, la inmensidad de su amor, el valor inmenso de las penas del Hijo de Dios y de todas las cualidades divinas, luego viniste y todo lo derramaste sobre mí, y conforme tú me lo derramabas, yo recibía el baño del amor que contiene el poder divino, el baño de la belleza, el baño de la sangre de Jesús y de todas las cualidades divinas; ¿quién te puede decir el bien que me hiciste? Todos eran baños que contenían un poder y una inmensidad divina; repítemelo, repítemelo”...


Fiat Divina Voluntad

Conmemoración de 

Los Fieles Difuntos


Libro de Cielo Vol. 20-20 noviembre 3, 1926

"Para quien ha hecho siempre mi Voluntad

no existen caminos para el purgatorio,

su camino es directo al Cielo"

"Para quien ha hecho siempre mi Voluntad no existen caminos para el purgatorio, su camino es directo al Cielo"


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De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 20, cap. 20 noviembre 3, 1926

 

Por cuantos actos hacemos en la Voluntad de Dios, tantos caminos preparamos para recibir los sufragios en el purgatorio




Continúo viviendo toda abandonada en la adorable Voluntad, y mientras rezaba pensaba entre mí:  “Cuánto quisiera descender a la prisión de las almas purgantes para liberarlas a todas, y en la luz del Querer Eterno llevarlas todas a la Patria Celestial”.  Mientras estaba en esto, mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

“Hija mía, por cuanto más estuvieron sometidas a mi Voluntad las almas que han pasado a la otra vida, por cuantos más actos hicieron en Ella, tantos más caminos se formaron para recibir los sufragios de la tierra. 


Así que por cuanto más hicieron mi Voluntad, formándose las vías de comunicación de los bienes que hay en mi Iglesia y que me pertenecen, no hay camino que se hayan hecho que no les lleven, 

a quién un alivio, 

a quién una oración, 

a quién una disminución de penas;

 

los sufragios caminan por estos caminos régios de mi Querer para llevar a cada una 

el mérito,

el fruto 

y el capital que se han formado en mi Voluntad,

por eso sin Ella no hay caminos ni medios para recibir los sufragios.  

Si bien los sufragios y todo lo que hace la Iglesia descienden siempre al purgatorio, pero van a aquellos que se formaron los caminos, para los demás que no hicieron mi Voluntad, los caminos están cerrados o bien de hecho no existen, y si se salvaron es porque al menos en el punto de muerte reconocieron el supremo dominio de mi Querer, lo han adorado y se han sometido a Él, y este último acto los ha puesto a salvo, de otra manera no podrían ni siquiera salvarse.  


Para quien ha hecho siempre mi Voluntad no existen caminos para el purgatorio, su camino es directo al Cielo; 

quien no en todo y siempre, pero en gran parte ha reconocido mi Querer y se ha sometido a Él, se ha formado tantos caminos y recibe tanto, que enseguida el purgatorio la envía al Cielo.  


Ahora, así como las almas purgantes para recibir los sufragios debían haberse formado los caminos, así los vivientes, para mandar los sufragios deben hacer mi Voluntad para formarse los caminos y hacer subir los sufragios al purgatorio; 

si hacen sufragios y de mi Voluntad están alejados, sus sufragios, faltando la comunicación de Ella, que es la única que une y vincula a todos, no encontrarán el camino para llegar, los pies para caminar, la fuerza para dar el alivio, serán sufragios sin vida, porque falta la verdadera Vida de mi Querer, que es el único que tiene virtud de dar vida a todos los bienes.

Por cuanto más de mi Voluntad posee el alma, tanto más valor contienen sus oraciones, sus obras, sus penas, así que más alivio puede llevar a esas almas benditas.  

Yo mido y doy valor a todo lo que puede hacer el alma por cuanto de mi Voluntad posee, si en todos sus actos corre mi Querer, la medida que hago es grandísima, es más no termino jamás de medir y le doy tal valor que no se puede calcular su peso; en cambio, si no se tiene tanto de mi Querer, la medida es escasa y el valor es de poca monta; y si no se tiene nada, por cuanto el alma haga, Yo no tengo qué medir ni qué valor dar, por tanto, si no tienen valor, ¿cómo pueden llevar el alivio a esas almas que en el purgatorio no reconocen otra cosa, ni pueden recibir sino sólo lo que produce mi Fiat Eterno?  

¿Pero sabes tú quién puede llevar todos los alivios, la luz que purifica, el amor que transforma?  

Quien en todo posee la Vida de mi Querer y Éste domina triunfante en ella, ésta ni siquiera tiene necesidad de caminos, porque poseyendo mi Voluntad tiene derecho a todos los caminos, puede ir a todos los puntos porque posee en sí misma el camino régio de mi Querer para ir a aquella cárcel profunda, para llevarles todos los alivios y las liberaciones.

Mucho más que al crear al hombre, Nosotros le dimos como su heredad especial nuestra Voluntad, y es reconocido por Nosotros todo lo que ha hecho en los confines de nuestra heredad con lo que lo dotamos, todo lo demás no es reconocido por Nosotros, no es cosa nuestra, ni podemos permitir que entre en el Cielo ninguna cosa que no haya sido hecha por las criaturas, o en nuestra Voluntad o al menos para cumplirla; dado que la Creación salió del Fiat Eterno, nuestra Voluntad, celosa, no deja entrar ningún acto en la Patria Celestial que no haya pasado dentro de su mismo Fiat.

¡Oh, si todos conocieran qué significa Voluntad de Dios, y que todas las obras, tal vez aparentemente buenas pero vacías de Ella son obras vacías de luz, vacías de valor, vacías de vida, y en el Cielo no entran obras sin luz, sin valor y sin vida, oh, como estarían atentos a hacer en todo y para siempre mi Voluntad!”


Fiat Divina Voluntad

Conmemoración de los Fieles Difuntos 

Fuente: 

Casa para tu Fe Católica, Fray Nelson Medina


Esta fiesta responde a una larga tradición de fe en la Iglesia: orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrena y que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.

El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda, que los que mueren en gracia y amistad de Dios pero no perfectamente purificados, pasan después de su muerte por un proceso de purificación, para obtener la completa hermosura de su alma.

La Iglesia llama "Purgatorio" a esa purificación. Y para hablar de que será como un fuego purificador, se basa en aquella frase de San Pablo que dice: "La obra de cada uno quedará al descubierto el día en que pasen por fuego. Las obras que cada cual ha hecho, se probarán en el fuego" ( véase 1Corintios 3,14).

La práctica de orar por los difuntos es sumamente antigua. El segundo libro de los Macabeos en el Antiguo Testamento, dice: "Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados" (véase 2 Macabeos12,46).

Y siguiendo esta tradición, la Iglesia, desde los primeros siglos, ha tenido la costumbre de orar por los difuntos.

Al respecto, San Gregorio Magno afirma: "Si Jesucristo dijo que hay faltas que no serán perdonadas ni en este mundo ni en el otro, es señal de que hay faltas que sí son perdonadas en el otro mundo. Para que Dios perdone a los difuntos las faltas veniales que tenían sin perdonar en el momento de su muerte, ofrecemos misas, oraciones y limosnas por su eterno descanso".

Estos actos de piedad son constantemente alentados por la Iglesia

Santos de la Iglesia; y escritos de la Divina Voluntad


EL SANTO DEL DÍA