Giremos en la vida de Jesús


Treintena a San José

Del 17 de febrero al 18 de marzo

Consagración el 19 de marzo


Recordemos y Honremos a San José

Con los escritos de la S. D. Luisa Piccarreta

y otras entregas


30ª Lección Divina

AUDIO


Giro Diario en Honor a San José


Espíritu Divino, me Fundo en Tu gracia Santificante para dar a la Majestad Suprema mi Te Amo con Vuestra Voluntad, te Adoro, te Alabo, te Bendigo, te Glorifico, te doy Gracias por San José, Barón prudente y justo, Padre Putativo de Jesús y Esposo Virginal de María; y de quien tomo, en honor a los 30 años vividos en reflejo Divino, de la vida en Divina Voluntad de Jesús y de María: Su Obediencia, Silencio, Humildad, Castidad, Custodia y Laboriosidad... para hacer reinar Tu Divina Voluntad en mí, como casita de Nazaret sobre la tierra.

Junto a La Sagrada Familia, reparo el desamor en la familia humana, los lasos rotos en el matrimonio y en la vivencia que debe haber de padres a hijos, dando así correspondencia y Amor al Padre Celestial a nombre de todas las generaciones.

Pido, que "‘Venga tu Reino’.  Esto es, que tu Voluntad se haga como en el Cielo así en la tierra"

Fiat. ¡In Voluntate Dei!

Treintena a San José

Libro de Cielo Vol. 30-22 (4)


"El tercer medio necesario es conocer que Dios quiere dar este reino"


Atendamos el Paralelo de lo ocurrido al respecto en: los treinta años de su Vida oculta, cuando salió de Su ocultamiento y el manifestarlo a Luisa


"Y Yo mismo cuando vine sobre la tierra, los treinta años de mi Vida oculta, se puede decir que aparentemente no hice bien a ninguno, ni siquiera uno me conoció; estaba en medio a ellos inobservado, todo el bien se desarrollaba entre Yo y el Padre Celestial, mi Celestial Madre y el amado San José, porque sabían quién era Yo; todos los otros nada"  

30ª Lección Divina

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 30-22 (4)  Marzo 20, 1932


Necesidad de conocer Quién es Jesús en su Divina Voluntad

 

Todo el bien se desarrollaba entre Yo y el Padre Celestial, mi Celestial Madre y el amado San José, porque sabían quién era Yo


 

"...  El tercer medio necesario es conocer que Dios quiere dar este reino, esto pone los fundamentos, la esperanza cierta para obtenerlo, y forma los últimos preparativos para recibir el reino de mi Divina Voluntad.  

Un bien que se quiere y suspira, saber que quien lo puede dar, ya lo quiere dar, se puede llamar el último golpe de gracia, y acto final para obtener lo que se quiere.  

En efecto, si Yo no te hubiera manifestado que puedo dar, y quiero dar mi Voluntad Divina dominadora y reinante en medio a las criaturas, tú habrías sido indiferente, como todos los demás, a un bien tan grande, así que tu interés, tus plegarias, han sido efectos y partos de lo que has conocido.  

Y Yo mismo cuando vine sobre la tierra, los treinta años de mi Vida oculta, se puede decir que aparentemente no hice bien a ninguno, ni siquiera uno me conoció; estaba en medio a ellos inobservado, todo el bien se desarrollaba entre Yo y el Padre Celestial, mi Celestial Madre y el amado San José, porque sabían quién era Yo; todos los otros nada.  

En cambio cuando salí de mi ocultamiento, y abiertamente me hice conocer diciendo que era propiamente Yo el Mesías prometido, su Redentor y Salvador, y si bien con hacerme conocer me atraje calumnias, persecuciones, contradicciones, ira, odio de los hebreos, y la misma Pasión y muerte, todos estos males que como lluvia tupida llovían sobre Mí, tuvo origen porque Yo haciéndome conocer, afirmaba lo que Yo era en realidad, el Verbo Eterno descendido del Cielo para salvarlos.  

Tan es verdad, que mientras estuve en la casa de Nazaret, no conociendo quién fuera Yo, ninguno me dijo nada, ni me calumniaron, ni me hicieron algún mal; en cuanto me develé, todos los males me llovieron encima.  

Pero el hacerme conocer era necesario, de otra manera habría regresado al Cielo sin cumplir la finalidad por la cual vine a la tierra.  En cambio con el hacerme conocer, a pesar que me atrajo tantos males, en medio a esta vorágine de males formé a mis apóstoles, anuncié el Evangelio, obré prodigios, y mi conocimiento instigó a mis enemigos a hacerme sufrir tantas penas hasta darme la muerte de cruz.  

Pero obtuve mi intento, que muchos me conocieran en medio a tantos que no quisieron conocerme, y de cumplir mi Redención.  

Yo lo sabía, que con hacerme conocer, la perfidia y soberbia de los hebreos me habrían hecho tanto, pero era necesario hacerme conocer, porque una persona, un bien si no se conoce, no es portador de vida, ni de bien.  

El bien, la verdad no conocidos, quedan obstaculizados en sí mismos, sin fecundidad, como tantas madres estériles que termina con ellas su generación.  

Ve entonces cómo es necesario que se conozca que puedo dar el reino de mi Voluntad y que quiero darlo.  Puedo decir que hay la misma necesidad como aquélla de hacer conocer que Yo era el Hijo de Dios que vino sobre la tierra.  

Es también verdad que muchos al conocer esto, repetirán lo que me hicieron cuando hice conocer que Yo era el suspirado Mesías; calumnias, contradicciones, dudas, sospechas, desprecios, como ya lo han hecho en cuanto se inició la impresión con la que se iniciaba el dar a conocer mi Divina Voluntad; pero esta no es la causa principal, es el bien, que poseyendo la fuerza que hiere al mal, las criaturas, el infierno, sintiéndose heridos se arman contra el bien y quisieran aniquilar el bien, y a aquélla o a aquél que quiere hacer conocer el bien.  

Pero a pesar de todo lo que han querido hacer al principio del querer nacer el conocimiento de mi Voluntad y que quiere reinar, que la han como sofocado, sin embargo ha dado sus primeros pasos, y lo que no creían algunos otros lo han creído, los primeros pasos llamarán a los segundos, a los terceros, y así poco a poco, a pesar que no faltarán aquellos que suscitarán contradicciones y dudas

pero es de absoluta necesidad que se conozca mi Divina Voluntad, que puedo darla, y quiero darla.  Estas son condiciones, que sin ellas Dios no puede dar lo que quiere dar, y la criatura no puede recibir.  

Por eso ruega, y no des marcha atrás en hacer conocer mi Divina Voluntad.  El tiempo, las circunstancias, las cosas, las personas, cambian, no son siempre las mismas, por eso lo que no se obtiene hoy, se podrá obtener mañana, y será para confusión de quien ha sofocado un bien tan grande.  Pero mi Voluntad triunfará y tendrá su reino sobre la tierra..."

Fiat Divina Voluntad