Fiesta

San Annibale Maria Di Francia

Julio 5, 1851 - Junio 1, 927

Primer Apóstol Sacerdote de la Divina Voluntad


Junio 1

De los Manuscritos de la Divina Voluntad

AUDIO

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 22-1 (4-11)  Junio 1, 1927

 

Dolor por la muerte del Padre Di Francia. 

Bien de quien pone en práctica las verdades conocidas. 

Cómo Jesús la hace ver aquella alma bendita y le habla de ella



(4) ...me sentía afligida, no sólo por las privaciones de mi dulce Jesús, sino porque también me había llegado la noticia inesperada de la muerte del Reverendo Padre Di Francia, era el único que me quedaba a quien podía abrir mi pobre alma, cómo me comprendía bien, era un santo, al cual me confiaba y que tanto había comprendido todo el valor de lo que Jesús me había dicho sobre la Divina Voluntad, tenía tanto interés en esto, que con insistencia se había llevado todos los escritos para publicarlos. Así que pensaba para mí: “Después de que Jesús permitió que se llevara los escritos con gran sacrificio de mi parte, porque yo no quería, y sólo porque era un santo yo debí ceder, y ahora Jesús se lo ha llevado al Cielo.” Me sentía torturar por el dolor, pero ¡Fiat! ¡Fiat! ¡Fiat! Todo termina aquí abajo; he roto en llanto encomendando a Jesús aquella alma bendita que tanto había sufrido y obrado por Él y mientras esto hacía, mi dulce Jesús se ha movido en mi interior y me ha dicho: 

(5) “Hija mía, ánimo, tú debes saber que por todo lo que aquella alma, tan querida por Mí, ha hecho, por todas las verdades que ha conocido sobre mi Voluntad, tanta luz de más encerró en su alma, así que cada conocimiento de más es una luz mayor que posee, y cada conocimiento pone en el alma una luz distinta, una más bella que la otra, con el germen de la diferente felicidad que cada luz contiene, porque todo lo que el alma puede llegar a conocer de bien, con la voluntad de ponerlo en práctica en sí misma, el alma queda en posesión del bien que conoce. Si no tiene voluntad de poner en práctica los conocimientos que adquiere, sucede como cuando uno toca una flor o también si se lava con agua fresquísima, en el acto sentirá el perfume de la flor, el refrigerio del agua fresca, pero como no posee la flor ni la fuente del agua fresca, poco a poco se desvanecerá el perfume y el bien de la frescura del agua, y se encontrará sin el perfume y desvanecida la frescura que había gozado; así son los conocimientos cuando se tiene el bien de conocerlos y no se ponen en práctica. Ahora, aquella alma tenía toda la voluntad de ponerlos en práctica, tanto que viendo el gran bien que él sentía, quería hacerlos conocer a los demás, publicándolos. Entonces, mientras que ha estado en la tierra, el cuerpo, más que pared ocultaba aquella luz, pero apenas el alma ha salido de la cárcel de su cuerpo, se ha encontrado investida de la luz que poseía, y los tantos gérmenes de felicidad que poseía, efectos de los conocimientos de mi Divina Voluntad, desarrollándose éstos, ha comenzado a sentir el principio de la vida de las verdaderas bienaventuranzas, y sumergiéndose en la eterna Luz de su Creador, se encontró en la Patria Celestial, donde continuará su misión sobre mi Voluntad, asistiendo él a todo desde el Cielo. 

(6) Si tú supieras la gran diferencia que hay de gloria, de belleza, de felicidad, entre quien muriendo lleva consigo de la tierra la luz con los gérmenes de tantas felicidades, y entre quien la recibe sólo de su Creador, hay tal distancia, que es mayor que la distancia entre el cielo y la tierra. ¡Oh! si los mortales supieran el gran bien que adquieren con conocer un verdadero bien, una verdad, y hacer de ello sangre propia para incorporarla en la propia vida, harían competencia, olvidarían todo por conocer una verdad y darían la vida para ponerla en práctica”. 

(7) Entonces, mientras Jesús decía esto he visto ante mí el alma bendita del padre junto a mi lecho, investida de luz, suspendida sobre la tierra, que me miraba fijamente sin decirme una palabra, también yo me sentía muda frente a él y Jesús ha continuado: 

(8) “Míralo como está transformado, mi Voluntad es Luz y ha transformado aquella alma en luz; es bella, le ha dado todas las tintas de la perfecta belleza; es santa y ha quedado santificada; mi Voluntad posee todas las ciencias, y el alma ha quedado investida de la ciencia divina; no hay cosa que mi Voluntad no le haya dado. ¡Oh! si todos entendieran qué significa Voluntad Divina, pondrían todo aparte, no se afanarían de hacer nada más y todo el empeño estaría en hacer sólo mi Voluntad”. 

(9) Después de esto pensaba para mí: “¿Pero por qué Jesús bendito no ha concurrido a hacer el milagro al Padre Di Francia?” Y Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho: 

(10) “Hija mía, la Reina del Cielo en la Redención no hizo ningún milagro, porque sus condiciones no le permitían dar la vida a los muertos, la salud a los enfermos, porque siendo que su Voluntad era la de Dios mismo, lo que quería y hacía su Dios, quería y hacía Ella, no tenía otra Voluntad para pedir a Dios milagros y curaciones, porque a su voluntad humana no le dio jamás vida, y para pedir milagros a esta Voluntad Divina debía valerse de la suya, lo que no quiso hacer, porque hubiera sido descender al orden humano, pero la Soberana Reina no quiso dar jamás un paso fuera del orden divino, y quien está en él, debe querer y hacer lo que hace su Creador, mucho más pues con la vida y luz de esta Divina Voluntad, veía que era lo mejor, lo más perfecto, lo más santo aun para las criaturas, lo que quería y hacía su Creador. Por tanto, ¿cómo podía descender de la altura del orden divino? Y por eso hizo sólo el gran milagro que encerraba todos los milagros, la Redención, querida por la misma Voluntad de la que era animada, que llevó el bien universal a quien quiera que lo desee. La gran Madre Celestial, mientras en vida no hizo ningún milagro aparente, ni de curaciones, ni de resucitar a los muertos, hacía y hace milagros todos los momentos, todas las horas y todos los días, porque conforme las almas se disponen, se arrepienten, dando Ella misma las disposiciones para el arrepentimiento, biloca a su Jesús, el fruto de su seno, y todo entero lo da a cada uno como confirmación de su gran milagro que Dios quiso que hiciera esta Celestial Criatura. Los milagros que Dios mismo quiere que hagan sin mezcla de voluntad humana, son milagros perdurables, porque parten de la fuente divina que jamás se agota, y basta quererlos para recibirlos. 

(11) Ahora tus condiciones se dan la mano con la inigualable Reina del Cielo, debiendo tú formar el reino del Fiat Supremo no debes querer sino lo que quiere y hace mi Divina Voluntad, ni tu voluntad debe tener vida, aunque te parezca de hacer un bien a las criaturas y así como mi Mamá no quiso hacer otros milagros sino sólo aquél de dar su Jesús a las criaturas, así tú, el milagro que quiere mi Voluntad Divina que tú hagas es el de dar mi Voluntad a las criaturas, de hacerla conocer para hacerla reinar; con este milagro harás más que todo, pondrás al seguro la salvación, la santidad, la nobleza de las criaturas y desterrarás también los males corporales de ellas, causados porque no reina mi Voluntad Divina, no solo esto, sino que pondrás a salvo una Voluntad Divina en medio a las criaturas y le restituirás toda la gloria, el honor que la ingratitud humana le ha quitado. Por esto no he permitido que le hicieras el milagro de curarlo, pero le has hecho el gran milagro de hacerlo conocer mi Voluntad, y ha partido de la tierra con la posesión de Ella y ahora goza en el océano de la luz de la Divina Voluntad, y esto es más que todo”. 

Fiat Divina Voluntad

Efectos que recibió en la Patria Celestial el Padre Di Francia al poner en práctica los conocimientos de la Divina Voluntad

 Libro de Cielo Vol. 22-1

Con audio y texto para nuestra lectura


⤵️

Ya habiendo pasado el padre Di Francia al Cielo, Luisa lo ve nuevamente y él le dice sus sorpresas 

Sorpresas en el Cielo

AUDIO

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 22-4  Junio 17, 1927

 

Cómo la Voluntad de Dios es todo (1-2)

Cómo ve nuevamente al padre Di Francia, y él le dice sus sorpresas (3-9)

 

(1) Siento mi pobre mente como fija en el centro del Fiat Supremo, y moviéndome en torno a este centro me difundía en todos sus actos, abrazando en la interminabilidad de su luz a todos y a todo, pero mientras esto hacía pensaba para mí:  “¿Por qué debo abrazar a todos y a todo estando en el Querer Divino?”  Y mi dulce Jesús moviéndose en mi interior me ha dicho:

(2) “Hija mía, mi Voluntad es todo, no hay cosa que de Ella no reciba la vida, no hay lugar donde no se encuentre, no hay efecto bueno que de Ella no surja, todo es suyo, de Ella todo depende; por eso en el alma donde Ella reina quiere encontrar a todos y todo lo que es suyo, y si no encontrara a todos y a todo se sentiría dividida en su imperio, separada de sus actos, lo que no puede ser.  He aquí el por qué sintiendo en ti la Vida del Fiat Divino, junto con Ella tú sientes a todos y a todo:  Sientes la vida del sol que da luz, calienta y fecunda, y a la tierra que respirando esta luz se vuelve fecunda, se viste de plantas y flores, y dándose la mano tierra y sol, sostienen y alegran todas las generaciones.  Es mi Voluntad la que da vida al sol, que hace respirar la tierra para alegrar toda la Creación, haciendo cantar a los pájaros, saltar y balar a los corderos y todo lo que sucede en el universo; ¿no quieres tú acaso sentir todo lo que hace mi Voluntad, que encerrando en ti como en un solo centro todo, te hace sentir el corazón humano que palpita, la mente que piensa, las manos que obran, y que mientras da vida a todo esto, no siendo todos para Ella, no encuentra la correspondencia de sus actos divinos en los actos de la criatura, y quiere de ti lo que ellos no hacen?  Quiere que todos sus actos sean llenados por ti con los actos de su misma Voluntad Divina.  Por eso tu tarea es grande y requiere suma atención”.

(3) Después de esto me encontré fuera de mí misma, y mientras buscaba a mi dulce Jesús me he encontrado con el padre Di Francia, estaba todo alegre y me ha dicho:

(4) “¿Sabes cuántas bellas sorpresas he encontrado?  Yo no me la creía cuando estaba sobre la tierra, si bien pensaba que había hecho algún bien al publicar el ‘Reloj de la Pasión’, pero las sorpresas que he encontrado son maravillosas, encantadoras, de una rareza jamás vista, todas las palabras concernientes a la Pasión de Nuestro Señor cambiadas en luz, una más bella que la otra, todas entrelazadas entre ellas, y estas luces crecen siempre a medida que las criaturas hacen las Horas de la Pasión, así otras luces se agregan a las primeras.  Pero lo que me sorprendió más, han sido las pocas palabras publicadas por mí acerca de la Divina Voluntad.  Cada palabra cambiada en sol, que invistiendo con sus rayos todas las luces forman tal sorpresa de belleza que se permanece raptado, encantado.  Tú no puedes imaginar cómo quedé sorprendido al verme en medio de estas luces y de estos soles, cómo estuve contento y agradecí a nuestro Sumo Bien Jesús que me dio la ocasión y la gracia de hacerlo; también tú agradécele de parte mía”.

(5) Yo quedé maravillada al oír esto, y estaba haciendo mis oraciones en el Fiat Divino, queriendo que tomaran parte también los mismos bienaventurados, y mi amable Jesús me ha dicho:

(6) “Hija mía, en todo lo que se hace en mi Voluntad Divina, aunque el alma no pusiera la intención, todos toman parte, mucho más los bienaventurados que viven en la unidad de Ella.  Mi Voluntad se encuentra por todas partes, y con su fuerza unificadora lleva a todos, como acto suyo lo que hace la criatura en Ella; sólo hay esta diferencia, que si el alma que obra en mi Voluntad en la tierra pone la intención de dar gloria especial a quien vive en la patria celestial, los bienaventurados del Cielo se sienten, en la unidad de mi Querer, llamar por aquélla que quiere felicitarlos y glorificarlos de más; ellos la miran con tanto amor y complacencia, que extienden su protección toda especial sobre ella.  Quien no obra en la unidad de mi Fiat queda en lo bajo, porque le falta la fuerza para subir a lo alto, sus obras no poseen ni la fuerza comunicativa, ni la de elevarse, las corrientes de comunicación están cerradas y están vacías de luz.  Si tú supieras qué diferencia hay entre quien obra, incluso el bien, en la unidad de mi Querer, y quien obra fuera de Él, incluso el bien, aun a costa de tu vida no harías nada, por mínimo que sea, fuera de mi Voluntad”.

(7) Y después viéndome con amor en lo más íntimo de mi interior ha continuado:

(8) “Hija mía, he venido para ver y visitar las propiedades de mi amor que deposité en tu alma, y si todo está en orden e íntegro como fue puesto por Mí”.

(9) Y después de haberme observado toda, ha desaparecido.

Por Amor A Los Pobres 

Película

Por Amor A Los Pobres 

Película

Biografía de San Annibale Maria Di Francia 


tiene dos partes:

1era Parte: 27:05 minutos

https://youtu.be/GJSdWCy9mSA


2da Parte: 18:40 minutos

https://youtu.be/mdqLmSNlDwA


Seamos llenos también, del amor Divino, gracias a su alma que ha llegado a la Santidad a través de su propia vida, en su infancia, juventud y Ministerio Sacerdotal vivido en el conocimiento de la Divina Voluntad junto a la Sierva de Dios Luisa Piccarreta, dejándonos publicados San Annibale, los 11 primeros volúmenes del Libro de Cielo y la Obra de las 24 Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo, entre otras obras.


Al ver esta película de su Biografía, hemos de comprender que aún no se contempla en ella, la misión que San Annibale María Di Francia tenía para su eternidad en el Reino de la Divina Voluntad.  

En ésta vemos parte de su vida que nos hace tanto bien porque da coherencia e hila la comprensión que San Annibale tuvo para con la vida de la Sierva de Dios Luisa Piccarreta y los efectos que recibió para su eternidad por la atención que le dio en el Ministerio Sacerdotal y de amistad a Luisa.

También vemos su fortaleza espiritual y laboral, al sacar las publicaciones de la Divina Voluntad que alcanzó a hacer en vida, como son entre otros, los primeros 11 volúmenes del Libro de Cielo, y el libro de Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

Con esta película recordémosle y demos honra a su vida, y que sus actos desde la niñez no se pierdan. Tomemos de San Annibale sus virtudes, cualidades, amor Divino para con todos, aprendamos a ser más caritativos con todos y a servirle a Dios en el hermano, prestemos atención en la Caridad de servir al pobre en lo físico, en lo material, al necesitado de salvación en su alma...

Tomemos sus actos y obras para nuestra vida.


Padre San Annibale María Di Francia, 

te amamos en Jesús y en su Divina Voluntad, y te agradecemos por tu vida, por tu acogida a Mamá Luisa, por tus palabras, cartas y vida en obediencia a Nuestro Creador y Salvador, por ayudar a nuestra alma a través de los libros que publico de los escritos originales de Luisa, extendiendo el Reino de la Divina Voluntad; libros que nosotros leemos para recibir de Jesús el Conocimiento Divino y así ponerlo en vivencia a imagen de María Santísima, Luisa, y de todos los que han vivido y quieren vivir en Divina Voluntad.  Padre San Annibale, gracias por su vida y Ministerio Sacerdotal que son ejemplo Divino para los Sacerdotes.  

En la Voluntad de Dios siempre.

Ofrezcamos

El Regalo más bello para el Santo:


Oración por el Santo 

Cronología del Padre San Annibale Maria Di Francia

 

Fuente: http://www.tinet.cat/~padresro/anb.html - Rogacionistas de Tarragona, España.

Biografía del Santo Padre San Annibale Maria Di Francia



Demos Gloria a Dios por Nuestro Amado Santo y por sus 17 años junto a Luisa Piccarreta

"San Aníbal María di Francia, apóstol de la oración por las vocaciones, padre de los huérfanos y de los pobres y … “Pequeño Hijo de la Divina Voluntad”"



 Por el P. Angelo Sardone rcj[1]


               "Los santos se encuentran en los camino de la Providencia


El encuentro de S. Aníbal María di Francia (Mesina, Italia 1851-1927) con Luisa Piccarreta fue determinado por su presencia en la diócesis y ciudad de Trani para la apertura de la casa de las religiosas Hijas del Divino Celo en abril de 1910. Desde entonces hasta el 25 de mayo de 1927, unos días antes de la muerte del santo de Mesina, se desarrolló entre ellos una profunda relación espiritual y una copiosa correspondencia epistolar.

Las revelaciones de la Divina Voluntad y los escritos sobre el Divino Querer de Luisa, le fascinaron de tal modo a S. Aníbal que se sintió como una nada ante la gran misericordia del Señor y el gran depósito de la Revelación de la Divina Voluntad[2] y fueron objeto continuo de meditación para él[3]. Sobre todo los últimos meses de su vida, cuando la pleuritis no le daba descanso, él sentía una fuertísima cercanía a Luisa y una analogía participativa a sus sufrimientos: Yo sufro noches muy angustiosas y ud. que está con Jesús por las noches, recuérdese de mí que me la paso en agonía[4]. Luisa le ofreció compartir sus penas nocturnas[5] como también él le llegó a confiar cosas muy grandes referentes a su vida espiritual[6].

Además de ser confesor extraordinario de Luisa, en 1926 S. Aníbal fue encargado por el Arzobispo Mons. Giuseppe M. Leo como Examinador eclesiástico para las publicaciones de sus tres diócesis Trani, Barletta e Bisceglie y jurisdicción sobre Luisa, en lo referente a vuestros escritos, y a la publicación de los mismos, es decir de encargarme y disponer la debida publicación; como creo que sea justo (palabras suyas) [7]. Esta responsabilidad lo tuvo ocupado de manera casi continua, hasta casi apartarlo de sus compromisos de fundador: sepa que yo ya no me ocupo casi de ninguna otra cosa de mis institutos, desde que me he dedicado a la grande obra de la Divina Voluntad. Hablo de ella con personas espirituales, me entretengo con este argumento con quien mejor puedo, hago toda la propaganda que puedo, incluso en mis institutos[8].

La confianza de Luisa en S. Aníbal fue ciega; en sus manos dejó la decisión de publicar o no sus manuscritos: si ve ud. que son necedades y que ningún bien se puede hacer a las almas hágalo a un lado y quémelo[9]. Esto escribía refiriéndose a la delicadeza del contenido, cosas que se refieren a tantos castigos, sacerdotes, de manera que exponerlo para que otros lo lean me hace sentir una pena muy grande. Yo he escrito sólo por obedecer y no por otra cosa[10].

Y S. Aníbal le respondía: son puntos que por cuanto verdaderos y santos mirándolos con espíritu y con santa simplicidad, igualmente se podría herir a la prudencia publicándolos, encontrándose con la crítica de la Autoridad eclesiástica, la cual respondería con prejuicio de toda la Obra. Hay algunos capítulos que deben dejarse para después de que ud. esté en el cielo[11].

El santo canónico de Mesina tuvo una gran estima por Lusa. En el Prefacio para el Reloj de la Pasión, él define como sublimes las revelaciones, que piamente se cree, quedando siempre a salvo los juicios de la S. Iglesia, que fueron dadas por nuestro bendito Señor Jesucristo, desde la más tierna edad, a un alma muy amada por él hija y discípula, una mujer privilegiada, mística que quiere vivir solitaria, escondida e de incógnito, una virgen purísima, toda de Dios, la más pequeña encontrada sobre la tierra, destituida de toda instrucción, dotada de una familiaridad extraordinaria con Jesús, preparada para una misión tan sublime, que ninguna otra criatura se puede comparar con ella, es decir, el triunfo de la Divina Voluntad sobre el todo el Universo, en conformidad a cuanto se dice en el Padre Nuestro: Fiat Voluntas tua, sicut in coelo et in terra. Es esposa de Jesús crucificado que durante la noche se la pasa en éxtasis doloroso y en todo género de padecimientos, y luego durante el día sentada sobre su cama, trabaja el encaje de bolillos, y no deja que nada se transparente. Escucha benignamente, conforta, pero jamás se adelanta a hacer de profetisa, jamás una palabra que aluda a revelaciones. El gran conforto que ella presenta, es siempre uno, siempre el mismo argumento: “La Divina Voluntad”. Si bien ella no posee ciencia humana alguna, está dotada abundantemente de una sabiduría del todo celestial, de la Ciencia de los Santos. Sus palabras iluminan y consuelan. En síntesis ella es Hija primogénita de la divina voluntad[12].

Luisa fue tocada profundamente por la sabiduría, la prudencia y la santidad de S. Aníbal que definía Padre de inmensa prole para tantos pobres y huérfanos abandonados que él recogía[13] y le aseguraba que Jesús le devolvería centuplicado tantos sacrificios[14], no dejará de premiar tanta generosidad vuestra[15]. Revelaba, en fin, proféticamente: el Señor le recompense generosamente por el trabajo del Reloj[16] y que sea éste una de las más hermosas joyas que resplandecerán sobre vuestra cabeza[17].

Fue precisamente S. Aníbal que le pidió a Luisa escribir el Reloj de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo entre 1913 y 1914. Considerándolo un libro de oro para los tiempos actuales, proveyó él mismo a darle el título y a encargarse de bien cuatro ediciones que sistemáticamente se vendieron rápidamente miles de copias. La misma suerte tuvo para las Memorias de la infancia: la Señora Obediencia quiere que ud. escriba todo lo que se recuerda de su niñez, de su infancia y de su juventud en todo lo que se refiere al santo comercio íntimo con el Divino Amante, hasta llegar al inicio de la enfermedad que la tiene en cama…[18]. El texto comenzó a imprimirse en Oria en el mes de julio de 1926.

El trabajo más arduo que emprendió S. Aníbal fue sin duda la corrección y la publicación de los volúmenes de la Divina Voluntad. Su idea era publicar la obra en Mesina en donde tenía la posibilidad de tener todo bajo control especialmente en lo referente a las pruebas. Pero como en Mesina las ocupaciones eran tantas, se llevó el trabajo a su tipografía antoniana en Oria, en donde había jóvenes tipógrafos que con rapidez y gran amor han apreciado el privilegio concedido por Nuestro Señor de publicar estos escritos[19]. La tipografía fue autorizada debidamente para adquirir un buen surtido de fuentes tipográficas en las fábricas[20]. ¡Oh, si me encontrara en el vigor de mis fuerzas y de mi mente, como quisiera volar a Oria para dedicarme a esta divina empresa! [21]. Al inicio de 1927 algunas hojas ya estaban imprimiéndose[22]. Las dificultades para avanzar rápidamente con el trabajo fueron determinadas por las tantas cosas que había que leer y corregir, por el estado precario de su salud y también por las luchas diabólicas que sufrió: los espíritus infernales querría trastorna la grande Obra[23], confiesa a Luisa el P. Aníbal: No le digo cómo siento temblar al demonio, es más a muchos demonios, por lo que con frecuencia hago exorcismos a Satanás en el Nombre de Jesús. Le digo en el máximo secreto, que el demonio para abatirme, tomó la forma de una persona que conocemos para traerme noticias muy impresionantes y por las cuales me vinieron una especie de palpitaciones que estuvieron por matarme, pero después se descubrió el engaño[24]. Todo esto porque se trataba de una publicación por la cual tiembla tanto el infierno…[25]

El compromiso asumido para la publicación de los escritos de Luisa de parte de S. Aníbal era sacrosanto al punto que afirmaba que, en caso de que muriera, sus sacerdotes debían continuar la Obra de la publicación, ya que siendo una congragación religiosa aprobada por la Iglesia, es mayor garantía que la de un solo individuo[26]. El más cercano colaborador, el P. Pantaleone Palma, que había comprendido el alcance excepcional de una empresa semejante, no tuvo todo el tiempo material para esto, ya que fue confinado a la Scala Santa en donde murió el 2 de septiembre de 1935.

El último año de la vida del P. Aníbal está caracterizado por una copiosa correspondencia con Luisa[27]. Además de las problemáticas vinculadas a la revisión de los escritos y su publicación, la correspondencia revela la situación real de la salud de S. Aníbal. Mi salud no está bien. Siento que se me van las fuerzas y algunas noches me la paso con insomnio. Tuve que suspender el trabajo de las correcciones de los borradores cuando iba en lo más bello[28]… de solo pensar en el gran trabajo de todas estas publicaciones, ¡me siento como asustado por una impotencia mental! [29].

Luisa le había hecho esperar una sanación sobre todo para poder ocuparse de la publicación de las obras de la Divina Voluntad. S. Aníbal estaba contento y consciente: al parecer es el Señor que lo quiere, sea porque puso en nuestro poder todos los escritos, es decir el gran depósito de sus divinas revelaciones, sea por las luces particulares que el Señor me ha venido dando para llevar a cabo la publicación que dentro de poco la verá ud. con el primer cuadernillo que se está imprimiendo en Oria, o también porque los grandes medios y maquinas que se necesitan y los brazos, porque de todo esto el Señor nos ha dado y nos da con singular abundancia[30]. La confianza de S. Aníbal continuaba a ser grande: pídale a Nuestro Señor con fe y amor que al menos pueda obrar mi curación milagrosa. Esto se lo pido por los 19 volúmenes que están encerrados en ese archivo y por los que ud. continúa escribiendo… En mi mente está todo el diseño y el desarrollo de la grandiosa publicación[31]. Sin embargo las cosas no se dieron así. En el Volumen 22 (1 junio 1927) Luisa anotó:  …me llegó la noticia inesperada de la muerte del Rvdo. Padre di Francia: era el único que me quedaba con quien podía abrir mi pobre alma. Qué bien me comprendía; era un santo a quien yo me confiaba y que había comprendido el valor de lo que Jesús me ha dicho sobre la Divina Voluntad; estaba tan interesado en esto que con insistencia se llevó todos los escritos para publicarlos… yo no quería y sólo porque era un santo yo cedí[32].

S. Aníbal se afianzó tanto en su celo por el misterio de la pasión de Jesús y el poner por obra el Querer Divino, al punto de echar mano a un trabajillo de la Divina Voluntad, la hipótesis de constitución de una Pía Unión universal espiritual, titulada Hijos de la Divina Voluntad. Será instituida de manera muy simple. No tendrá registros, ni reglamentos, ni reuniones, ni pagos, ni obligaciones de conciencia. Imprimiremos, con la ayuda del Señor cientos de miles de inscripciones, en las que estará la recitación de la coronilla de la Divina Voluntad, compuesta por dos partes… Esta Pía unión la presentará para su aprobación eclesiástica a la Sagrada Congragación de las Indulgencias en Roma y espero enriquecerla de santas indulgencias. Servirá para propagar en el mundo las publicaciones y el conocimiento de las revelaciones de la Divina Voluntad… estas inscripciones serán traducidas en muchos idiomas y se difundirán en muchas naciones[33].  No se trata de casas de religiosas como Hijas de la Divina Voluntad que se deben formar en el mundo …  sino que todas las casas de religiosos y religiosas, y todas las clases de seculares, y cualquier persona del mundo entero, puede hacerse hijo o hija del Querer Divino con solo aceptar la inscripción... No habrá registros para inscribirse, ni reglas, sino celadores y celadoras para difundir las Inscripciones[34].

Toda su pasión, su tenacidad y su buena voluntad se detuvo ante la enfermedad galopante: los borradores de la primera impresión, ya no los veré yo, sino los míos. ¿Y el Prefacio? ¡Hay! ¡No tengo cabeza para poder dictarlo!... Pero llego a poder dictar el prefacio, saldrá tan simple y eficaz, que impresionará hasta a los más altos personajes de la S. Iglesia, incluyendo el Sumo Pontífice[35].

Y en esto fue verdaderamente profeta.

Los santos no solamente se encuentran en los caminos de la Providencia, sino que llegan a ser el uno para el otro soporte providencial en el desarrollo del conocimiento recíproco y en la difusión del respectivo carisma.

Lo que S. Aníbal hizo en el trascurso de los últimos 17 años de su existencia a favor de Luisa Piccarreta para la divulgación de la grandiosa obra de la Divina Voluntad, ahora se le ha restituido sistemáticamente por la misma Luisa a través del fenómeno singularísimo de la estrepitosa difusión de sus escritos y de la espiritualidad del Querer Divino por todas partes en todo el mundo. Estás han llegado a ser elemento catalizador que está favoreciendo sin medida el conocimiento de la vida y de la santidad de San Aníbal María di Francia, apóstol de la oración por las vocaciones, padre lo los huérfanos y de los pobres y … “Pequeño Hijo de la Divina Voluntad”.

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[1] “rcj” Rogacionistas del Sagrado Corazón: Congregación Religiosa fundada por San Anibal María di Francia.

[2] Cfr. A. M. Di Francia, a Luisa, Mesina 23 febrero 1927, reportada en Recopilación de cartas enviadas a la Sierva de Dios Luisa Piccarreta por San  Aníbal María di Frnacia, al cuidado de la Postulación de la Causa de beatificación de Luisa Piccarreta, Corato 1997, p. 49.

[3] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 20 junio 1924, en Recopilación, p. 13.

[4] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 8 marzo 1927, en Recopilación, p. 59.

[5] Habla de esto S. Aníbal en su carta desde Mesina, 24 marzo 1927, en Recopilación, p. 64.

[6] Cfr. Di Francia, Carta a Luisa, Mesina 17 aprile 1927, en Recopilación, p. 66.

[7] Cfr. Id., Carta a Luisa, 15 octubre 1926, c/o Postulación Luisa Piccarreta.

[8] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 14 febrero 1927, en Recopilación, p. 47.

[9] Cfr. Id., Carta a Luisa, 9 junio 1917, en APR, Roma.

[10] Cfr. Id., Carta a Luisa, 17 julio 1921, in APR, Roma. Preocupación análoga muestra en la carta del 26 marzo 1922, invitando al Padre, que regresaba de la Apulia, a que le regresara un manuscrito que tenía consigo: me hará el bien de quitarme una preocupación y poder estar en paz.

[11] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 23 febrero 1927, en Recopilación, p. 54.

[12] Cfr. Di Francia, Carta a Luisa, Mesina 23 febrero 1927, en Recopilación, p. 49.

[13] Luisa Piccarreta, Carta a S. Aníbal, Corato 3 septiembre 1916, en APR, Roma.

[14] Id.,  Carta al Di Francia , Corato 30 junio 1917, in APR, Roma.

[15] Id., Carta al Di Francia, Corato 15 diciembre 1920 (fecha del timbre postal). Por un error de transcripción Luisa escribió 15/4/1920.

[16] L’Orologio: El Reloj de la Pasión, más conocido como: Las Horas de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

[17] Id., Carta al Di Francia probablemente de 1917.

[18] Cfr. Di Francia, Carta a Luisa, Trani 30 agosto 1926, c/o Postulación di Luisa Piccarreta.

[19] Cfr. Id., Carta a Luisa, 23 noviembre 1926, en Recopilación, pp. 35-36.

[20] Cfr. Ibidem.

[21] Cfr. Ibidem.

[22] Cfr. Di Francia, Carta a Luisa, 23 febrero 1927, en Recopilación, p. 50.

[23] Cfr. Di Francia, Carta a Luisa, 23 febrero 1927, en Recopilación, p. 52.

[24] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 24 marzo 1927, en Recopilación, p. 64.

[25] Cfr. Ibidem.

[26] Cfr. Di Francia, Carta a Luisa, 8 marzo 1927, en Recopilación, p. 59.

[27] Cfr. Recopilación de cartas enviadas por el Santo Padre Aníbal María di Francia a la sierva de Dios Luisa Piccarreta, publicado por la Postulación de la Causa di beatificación di Luisa Piccarreta, Corato 1997, pp. 38-68.

[28] Cfr. Di Francia, Carta a Luisa, Mesina 24 enero 1927 en Recopilación, p. 43.

[29] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 23 febrero 1927, en Recopilación, p. 51.

[30] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 4 marzo 1927, en Recopilación, pp. 56-57.

[31] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 14 abril 1927, en Recopilación, pp. 66-67.

[32] Tomado de Luisa La Santa, boletín publicado por la Pia Associazione Luisa Piccarreta Piccoli Figli della Divina Volontà, año IX n.6 (julio 1998), p. 2.

[33] Cfr. Di Francia, Carta a Luisa, Mesina 23 febrero 1927, en Recopilación, pp. 50-51.

[34] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 4 marzo 1927, en Recopilación, pp. 57-58.

[35] Cfr. Id., Carta a Luisa, Mesina 24 marzo 1927, en Recopilación, pp. 63-64.


di P. Angelo Sardone rcj"


fuente:  https://www.luisapiccarretaofficial.org/news/s-anibal-maria-di-francia/120

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