Novena de la Inmaculada

Del 29 de noviembre al 7 de diciembre

Acto de Novena Preparatoria 

Para la Fiesta del 8 de diciembre:


Fiesta de 

la Inmaculada Concepción

De la novena en italiano,

"Impreso en casa por el Grupo de Oración  'Divino Volere e Divino Amore'"

Te Ofrecemos Padre, dándote Gloria, Alabanza, Adoración, Gratitud... por la Inmaculada Concepción de María, nuestro acto de Novena Preparatoria a la:


Fiesta de 

la Inmaculada Concepción

Fiesta del 8 de diciembre

Fundida. En unión íntima, personal, inseparable de la Divinidad.

"No se dejó escapar ni un pensamiento, ni una mirada, ni una palabra, ni un suspiro, todo lo hacía Ella en la Divina Voluntad"

"Hagamos fundidos en la Divina Voluntad este acto de Novena Preparatoria al acto fundamental de la Vida de la Divina Voluntad Obrante en las humanas generaciones:  La Inmaculada Concepción de María... Ella es el nuevo Edén en la tierra reseca de la humanidad, reseca por la ausencia del acto único de la Divina Voluntad en el alma humana"

En la primera parte, tenemos la novena en italiano, "Impreso en casa por el Grupo de Oración 'Divino Volere e Divino Amore'". Compuesta de 9 visitas de la Reina del Cielo.

La segunda parte, trae dos enseñanzas dadas por Jesús y María a la Sierva de Dios Luisa Piccarreta.El Reino del FIAT Divinowww.fiatdivinavoluntad.com
"Esta primera parte de cada día de la Novena fue copiada de los escritos de la Sierva de Dios Luisa Piccarreta en 1922 de la solemne Sra. Cimadomo, de Corato (de la Provincia de Bari - Italia) fiel discípulo de Luisa".

Novena de la Inmaculada


"Alégrense en el Fiat, somos el séquito de la Inmaculada!"


SEPTIMO  DÍA

 

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.  Amén


AUDIO

Acto de contrición En Divina Voluntad

Dios mío, perdóname; yo tuve la osadía de ofenderte y de rebelarme contra ti en el mismo instante en que Tú me Amabas.

Me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido.

Te ruego, te suplico que me concedas tu amargura, a fin de poder dolerme con ese mismo dolor con el que tú te doliste por mis pecados; dolor tan grande e intenso que te hizo sudar sangre.

Madre Celestial, alcánzame de tu Jesús el suspirado perdón.

Yo propongo y prometo del modo más enérgico y absoluto nunca más volver a pecar.  Amén

Oración para todos los días:


AUDIO


A la Reina del Cielo


Reina Inmaculada, Celestial Madre mía, 

vengo sobre tus rodillas maternas para abandonarme como tu querida hija en tus brazos, para pedirte con los suspiros más ardientes en este mes consagrado a ti, la gracia más grande:

“Que me admitas a vivir en el reino de la Divina Voluntad.”

Mamá santa, Tú que eres la Reina de este reino, admíteme como hija tuya a vivir en él, a fin de que no esté más desierto sino poblado de tus hijos. Por eso Soberana Reina, a ti me confío, a fin de que guíes mis pasos en el reino del Querer Divino, y estrechada a tu mano materna guiarás todo mi ser para que haga vida perenne en la Divina Voluntad. Tú me harás de Mamá, y como a mi Mamá te entrego mi voluntad, para que me la cambies por la Divina Voluntad y así pueda estar segura de no salir de su reino. Por eso te ruego que me ilumines para hacerme comprender qué significa Voluntad de Dios.

Ave María

"No se dejó escapar ni un pensamiento, ni una mirada, ni una palabra, ni un suspiro, todo lo hacía Ella en la Divina Voluntad"


SEPTIMO DÍA

La Virgen, la más grande entre los santos, desde el primer instante de su concepción no se dejó escapar ni un pensamiento, ni una mirada, ni una palabra, ni un suspiro, todo lo hacía Ella en la Divina Voluntad.

Nosotros, hoy unamos nuestro pensamiento al divino, nuestra mirada, nuestra palabra, nuestras acciones a las divinas, y así formaremos otros rayos de sol para hacer resplandecer sobre la augusta cabeza de nuestra Reina.

Jaculatoria 

Mamá mía, me uno a ti y haz que todo mi ser viva siempre en la Voluntad Divina.

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"Esta segunda parte contiene dos enseñanzas de Jesús a la Sierva de Dios, Luisa Piccarreta

AUDIO


De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 20-35 diciembre 10, 1926

Cómo la Voluntad Divina es un acto continuado que jamás cesa


La Virgen se hizo dominar por este acto y formó en sí su Vida

  

Cómo en las fiestas de Ella en el Cielo se festeja a la Divina Voluntad


Mi pobre mente nadaba en el mar interminable del Eterno Querer, y mi adorable Jesús hacía ver como el prodigio más grande es que su Santísima Voluntad, mientras era tan inmensa se restringía en la criatura, quedando inmensa, para dominarla y formar su Vida en ella.  La criatura que quedaba sumergida bajo el acto continuado de esta Voluntad Divina era el milagro de los milagros y el prodigio jamás visto.  Y el amable Jesús todo bondad me ha dicho:

“Hija amadísima de mi Querer, tú debes saber que sólo mi Eterno Querer tiene un acto continuado que jamás cesa, 

este acto está lleno de vida y por eso da vida a todo, 

conserva todo 

y mantiene el equilibrio a Sí mismo y a todas las cosas.

Sólo Él puede gloriarse de poseer este acto continuo de dar siempre vida, de amar siempre, siempre, sin cesar un instante.  Mi misma Humanidad si posee este acto continuado es porque en Ella corría este acto continuado del Fiat Supremo; ¿cuánto duró la Vida de mi Humanidad sobre la tierra?  Poquísimo; en cuanto cumplí lo que era necesario para la Redención partí a mi Patria Celestial, si bien quedaron mis actos, pero estos quedaron porque estaban animados por el acto continuado de mi Voluntad.  

En cambio mi Voluntad no parte jamás, está siempre en su puesto, perseverante, sin que jamás interrumpa su acto de vida sobre todo lo que de Ella ha salido.

¡Oh! si mi Voluntad partiera de la tierra y de todas las cosas creadas, todas las cosas perderían la vida y se resolverían en la nada, porque mi Voluntad sobre la nada creó todas las cosas y les dio vida, así que retirándose todas perderían la existencia.  

Ahora, ¿quieres tú saber quién fue Aquélla que se hizo dominar por este acto continuo de mi Querer Supremo, y que no dando jamás vida al suyo, recibió este acto continuo de Vida de Voluntad Divina, en modo de formar en Ella una Vida toda divina y a semejanza de su Creador?  

Fue la Celestial y Soberana Reina, Ella desde el primer instante de su Inmaculada Concepción recibió este acto de Vida de Voluntad Divina, para recibirlo continuamente en toda su vida.  

Esto fue el prodigio más grande, el milagro jamás visto:  ‘La Vida de la Voluntad Divina en la Emperatriz del Cielo’.  Porque un acto solo de Vida de este Fiat puede hacer salir cielos, soles, mares, estrellas y todo lo que quiera, así que todos los actos humanos puestos de frente a un solo acto de Vida de esta mi Voluntad, son como tantas gotas de agua que se pierden en el océano, como pequeñas llamitas delante al sol, como átomos en el gran espacio del universo.  Imagina tú misma qué posee la Alteza de la Inmaculada Reina, con esta vida de acto continuo de Voluntad Divina formada en Ella, esto fue el verdadero milagro, el prodigio jamás visto, que la pequeñez de la Soberana Celestial encerraba en Sí una Vida Divina, una Voluntad inmensa y eterna, que posee todos los bienes posibles e imaginables.  

Por eso en todas las fiestas con las cuales la Iglesia honra a mi Mamá, todo el Cielo festeja, glorifica, alaba, agradece a la Suprema Voluntad, porque ven en mi Mamá su Vida, causa primaria por la que obtuvo al suspirado Redentor, y porque este Fiat tuvo vida, dominó y reinó en Ella, ellos se encuentran en posesión de la Jerusalén Celestial.  Fue propiamente la Voluntad Divina que formó su Vida en esta excelsa criatura que les abrió el Cielo cerrado por la voluntad humana, por eso con justicia mientras festejan a la Reina, festejan al Supremo Fiat que la hizo Reina, reinó en Ella y formó su Vida y es causa primaria de su eterna felicidad.  

 

Por eso una criatura que hace dominar a mi Voluntad y le da campo libre de formar su Vida en ella, 

es el más grande de los prodigios, 

puede mover Cielo y tierra, hasta al mismo Dios, 

como si nada hiciera, mientras hace todo 

y sólo ella puede hacer surgir las cosas más importantes, 

destruir todos los obstáculos, 

afrontar todo, 

porque una Voluntad Divina reina en ella.  


Y así como para conseguir la Redención se necesitaba toda la Potencia del Fiat habitante en la criatura, para formarla se necesitaba mi Humanidad que la poseía, así para conseguir que venga el reino de mi mismo Fiat se necesita otra criatura que lo haga habitar en ella, que le dé campo libre de formar su Vida, a fin de que mi mismo Querer por medio de ella cumpla el único y el más importante prodigio:  

‘Que venga a reinar como en el Cielo así en la tierra’.  

Y por eso, siendo la cosa más grande, que pondrá el equilibrio divino en la familia humana, por eso cosas grandes hago en ti, concentro en ti todo lo que es necesario y decoroso que se sepa de este reino mío, el gran bien que quiere dar, la felicidad de aquellos que vivirán en Él, su larga historia, su prolongado dolor de tantos siglos, que mientras quiere venir a reinar en medio a las criaturas para volverlas felices, ellas no le abren las puertas, no lo suspiran, no lo invitan, y mientras está en medio de ellas no lo conocen.  

Sólo una Voluntad Divina podía soportar con paciencia tan invicta el estar en medio de ellas, darles vida y no ser ni siquiera conocida.  

Mi Voluntad es grande, interminable e infinita, y donde Ella reina quiere hacer cosas dignas de su grandeza, de su santidad y potencia que contiene.  

Por eso sé atenta hija mía, no se trata de una cosa cualquiera, de formar una santidad, sino se trata de formarle un reino a mi Voluntad adorable y Divina”.

Fiat Divina Voluntad

"Ella aceptó el divino mandato de vincular a Dios y a los hombres, y los vinculaba con sus primeros actos de fidelidad, de sacrificio, de heroísmo de hacer morir su voluntad en cada acto suyo, no una vez, sino siempre, para hacer revivir la de Dios". 

AUDIO


Parte 1/2

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 30, cap. 6 diciembre 8, 1931

 

La Reina del Cielo retira los actos buenos de las criaturas en sus mares de gracia.  


La inmutabilidad de Dios y la mutabilidad de la criatura


Continúo mi abandono en el Fiat Divino, sus dulces cadenas me estrechan tanto, pero no para quitarme la libertad, no, no, sino para volverme más libre en los campos divinos y para tenerme defendida de todos y de todo, así que yo me siento más segura encadenada por la Divina Voluntad.  Y mientras hacía mis actos en Ella, sentía la necesidad de mi Mamá Celestial, que me ayudara y que sostuviera mis pequeños actos, a fin de que pudieran encontrar la complacencia y la sonrisa divina.  Y el Celestial Consolador que nada sabe negarme cuando se trata de agradarle, visitando mi pobre alma me ha dicho:

“Hija mía, nuestra Mamá Celestial tiene el primado sobre todos los actos buenos de las criaturas. Ella, como Reina, tiene el mandato y el derecho de retirar todos los actos de ellas en sus actos; es tanto su amor de Reina y de Madre, que en cuanto la criatura se dispone a formar su acto de amor, así desde la altura de su trono hace descender un rayo de su amor, inviste y circunda el acto de amor de ellas para poner en él el suyo como primer amor, y en cuanto es formado, lo pone nuevamente en su mismo rayo de amor en la fuente de su amor y dice a su Creador:  

‘Majestad adorable, en mi amor que siempre surge para Ti, está el amor de mis hijos fundido en el mío, que Yo, con derecho de Reina, he retirado en mi mar de amor, para que puedas encontrar en mi amor el amor de todas las criaturas’.  

Si las criaturas adoran, si ruegan, si reparan, si sufren, descienden de la altura de su trono, el rayo de la adoración, el rayo de su oración, el rayo de su reparación, emite el rayo vivificante de dentro del mar de sus dolores, e inviste y circunda la adoración, la oración, la reparación, los sufrimientos de las criaturas, y cuando han hecho y formado el acto, el mismo rayo de luz los eleva hasta su trono y se funden en la fuente de los mares de la adoración, de la oración, de la reparación, de los dolores de la Mamá Celestial, y repite:  

‘Majestad Santísima, mi adoración se extiende en todas las adoraciones de las criaturas, mi plegaria ruega en la plegaria de ellas, repara con sus reparaciones, y como Madre, mis dolores invisten y circundan sus penas, no me sentiré Reina si no corro y pongo mi acto primero sobre todos los actos de ellas, ni gustaré las dulzuras de Madre si no corro para circundar, ayudar, suplir, embellecer, fortificar todos los actos de las criaturas, y así poder decir:  Los actos de mis hijos son uno con los míos, los tengo en mi poder junto a Dios para defenderlos, ayudarlos y como prenda segura que me alcanzarán en el Cielo”.

Por eso hija mía, tú jamás estás sola en tus actos, tienes a la Mamá Celestial junto contigo, que no sólo te circunda, sino que con la luz de sus virtudes alimenta tu acto para darle la vida, porque tú debes saber que la Soberana Reina, desde su Inmaculada Concepción, fue la primera y única criatura que formó el anillo de conjunción entre el Creador y la criatura, roto por Adán.  

Ella aceptó el divino mandato de vincular a Dios y a los hombres, y los vinculaba con sus primeros actos de fidelidad, de sacrificio, de heroísmo de hacer morir su voluntad en cada acto suyo, no una vez, sino siempre, para hacer revivir la de Dios. 

De esto brotaba una fuente de amor divino que cimentaba a Dios y al hombre y todos los actos de ellos, así que sus actos, su amor materno, su dominio de Reina, son cemento que corre, que consolida los actos de las criaturas para volverlos inseparables de los suyos, a menos que algún ingrato rechace recibir el cemento del amor de su Mamá.  

Por lo tanto, tú debes estar convencida que junto a tu paciencia está la paciencia de la Mamá Reina, que circunda, sostiene y alimenta la tuya en torno a tus penas; te circundan sus dolores que sostienen y alimentan como aceite balsámico la dureza de tus penas, en resumen, en todo.  

Ella es la Reina hacendosa que no sabe estar ociosa en su trono de gloria, sino que desciende, corre como Madre en los actos y necesidades de sus hijos, por eso agradécele por sus tantos cuidados maternos, y agradece a Dios que ha dado a todas las generaciones una Madre tan santa, amable, y que ama tanto, que llega a ser la que recoge todos los actos de ellos para cubrirlos con los suyos, y para suplir a lo que en ellos falta de bello y de bueno”.

Sigue la Parte 2 de esta misma enseñanza

AUDIO


Parte 2/2

De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 30, cap. 6 diciembre 8, 1931

Después continuaba mi acostumbrado giro en las cosas creadas, para seguir lo que había hecho la Divina Voluntad en ella, y ¡oh! cómo me parecía bella y encantadora, cada vez que giro en ella encuentro sorpresas que me raptan, noticias que antes no había entendido, el antiguo y el nuevo amor de Dios que jamás se cambia.  Pero mientras mi mente se extendía en los horizontes de la Creación, mi amable Jesús sorprendiéndome ha agregado:

“Mi pequeña hija de mi Querer, cómo son bellas nuestras obras, ¿no es verdad?  Todo es solidez, equilibrio perfecto, inmutabilidad que no está sujeta a cambiarse ni puede mudarse. Mira, toda la Creación dice y revela nuestro Ser Divino, nuestra firmeza en nuestras obras, nuestro equilibrio es universal en todas las cosas, y por cuantas cosas agradables y desagradables pueden suceder, nuestra inmutabilidad está siempre en su puesto de honor. (En el audio: está siempre en su punto de honor) 

Nada hemos cambiado del cómo fue creada, y si la criatura ve y siente tantos y múltiples cambios, es ella que se cambia, se cambia a cada circunstancia, y como está dentro y fuera de ella el cambiarse, siente como si nuestras obras se cambiaran para ella, son sus cambios que la rodean los que tienen fuerza para alejarla de nuestra inmutabilidad.  

Todo es continuado y equilibrado en Nosotros; lo que hicimos en la Creación continúa todavía, y como todo fue hecho para quien debía vivir de nuestra Voluntad, en cuanto la criatura se pone en orden con Ella, nuestra obra creadora desarrolla en ella su acto continuado, y siente la vida de nuestra inmutabilidad, el perfecto equilibrio de nuestras obras, nuestro amor que la ama siempre sin jamás cesar.  Donde encontramos nuestra Voluntad continuamos la obra de nuestra Creación, no porque la nuestra sea interrumpida, porque no se hace nuestra Voluntad, no, no, no hay peligro, es porque falta en ellos la causa por la que fueron creados, cual es el hacer nuestra Voluntad, y por tanto no tienen ojos para ver nuestro perfecto equilibrio, que está sobre ellos para equilibrar sus obras y hacerlos inmutables junto con nuestra inmutabilidad, ni oídos para escuchar qué cosa dicen nuestras obras, ni manos para tocarlas y recibir nuestro amor continuado que les ofrecemos, por eso ellos mismos se hacen como extraños en la casa de su Padre Celestial, y nuestros actos continúan, hacen su curso, pero para ellos quedan como suspendidos y sin efectos”.

🎼  Reina Inmaculada

Tomado de la oración para todos los días  del libro:  

"La Reina del Cielo en el Reino de la Divina Voluntad" 

Canta: Lorena Gómez