Jorge Boccanera

Suma

Los días no contaban para mí,

bastaba la palabra.

Yo escuchaba en cuclillas cómo alguna palabra

   conversaba con otra.

No contaban los días.

Pero extravié palabras y los días me siguieron

   de cerca con sus largos abrigos

Yo iba mirando el suelo.

"Ese no cuenta el cuento", vaticinaron unos.

Yo no escuchaba a nadie, yo contaba con ellas.

Los días fueron como trapos mojados en los pies.

Habité días feroces porque perdí palabras.

Eran contadas y eran, al fin, las que contaban.

El tiempo es implacable.

el que pierde palabras tiene los días contados.

Jorge Boccanera de Sordomuda [1952]