Friedrich Hölderlin
A las parcas

Sólo un verano me otorgáis, vosotras las poderosas;

y un otoño para dar madurez al canto,

para que mi corazón, más obediente,

del dulce juego harto se me muera.


El alma que no obtuvo en vida derecho

divino, tampoco abajo descansa en el Orco;

pero si un día alcanzó lo sagrado, aquello

que es caro a mi corazón, el poema,


bien venido entonces, oh silencio del reino de las sombras.

Contento estaré, aunque mi lira

allí no me acompañe; por una vez

habré vivido como un dios, y más no hace falta.

Friedrich Hölderlin de Diótima [1795-1798]