12. Las porras hacen la diferencia

Hemos pasado la marca de los 37 km. Cada paso que doy es una tortura, las ampollas son como clavos en cada paso, la subida casi continua hace que duela el flexor de cadera derecho y la rodilla izquierda. Al hombro derecho le valió la infiltrada, duele como en el maratón pasado. Ni porque le puse su Icyhot por ahí del kilómetro 28. Claro, lo que más me duele es el orgullo. El combate interno sigue intenso. Trato de tener pensamientos positivos pero es difícil entre tanta negatividad física y mental.

Hay un grupo de porra organizada. Uno de ellos se adelanta, ve el nombre del corredor y le organiza su porra. Va conmigo, ve mi nombre, no logra pronunciarlo, me pregunta "¿cómo te llamas?" No puedo contestar, aire adentro, aire afuera, no sale ni una palabra, él insiste, "¿cómo te llamas?", yo pienso "¡sope! sí te escuché la primera vez, sigo intentando que me salgan las palabras", aire adentro, aire afuera, aire adentro, sale "XYOLI". Su respuesta, "¿cómo?". Yo pienso, "¿no ves lo que me cuesta?", aire adentro, aire afuera, aire adentro, "¡XYOLI!". Le dice a la porra, la cual voy pasando en ese momento y me echan la porra, un poquito tarde pero la escucho, alzo los brazos con los dedos pulgares en señal de ¡vientos!, ¡gracias!

Seguimos. Raymundo me echa porras. Me recuerda que sólo 5 kilómetros más que es como una carrera dominguera de 5 kilómetros. Tomo un pedazo más de naranja. Son los 5 kilómetros más pesados que haya corrido. Camino un poco. Raymundo se mete al Runtastic y me dice "¡Doctora, tiene 39 porras en el Runtastic!". Sí, las he venido escuchando, pero materializar un número me hace contar cada una de ellas, tomarme el tiempo para agradecerlas. Hoy veo la ruta de Runtastic, con todas las marcas de porras, efectivamente fui apoyada todo el camino. Fueron en total ¡141 porras!

Gracias Lili por levantarte antes de las 8 de la mañana, después de un maratón de películas de terror para echarme porras todo el camino, desde la salida, hasta la llegada. Gracias Fernando e Iván, no sólo por las porras en el Runtastic, sino también por su compañía en algunos kilómetros de entrenamiento. Gracias Ofelia porque me has echado porras desde el maratón pasado en cada kilómetro y en éste desde antes de empezar, involucrando a tus hijos y compartiendo con ellos la experiencia. Gracias Sara, Elrich, Miguel, Claudia, Ricardo, Caridad y Mario por todas sus porras diarias y por sus porras en el Runtastic. Raymundo, gracias no sólo por las porras en el Runtastic, sino por esos 13 kilómetros de apoyo continuo, porras y mantenerme cuerda para seguir y terminar. Fue un gran apoyo, físico en algunos momentos y moral en todo el trayecto. Gracias a un desconocido, llamado Joerg Kusch, sus porras también se escucharon en el Runtastic. Gracias a todos los que de una u otra manera estuvieron pendientes, me dieron ánimos y porras antes y después. GRACIAS. Todos ustedes me llevaron a la meta e hicieron la diferencia en esos últimos 5 kilómetros en los que creí no terminaría.