Empezamos en Av. Juárez. La estrategia, usar los primeros kilómetros para calentar, así que necesitaba conservar un paso lento. Es difícil contenerse cuando todas te pasan rápidamente. Toda Av. Juárez estaba llena de gente echando porras, se escuchaba todo tipo de frases de aliento, de las mejores era, "ya falta poco, sólo 42 km más".
En menos de lo que canta un gallo ya estábamos dando la vuelta a la derecha en Reforma, empezó a disminuir el público, pero aun así, no dejaba de sorprenderme que había núcleos de familias, espontáneos y voluntarios oficiales echando porras. A esa hora de la mañana en domingo, ¡qué voluntad!
Cuando reaccioné ya estaba en el km 1. ¿Habré programado bien a Smartphonito? ¿Estará trabajando Runtastic? En eso escucho la voz de Phil (la voz de Runtastic) decirme que voy en el km 1 y que llevo un pasó de 6:31 min/km. ¡Oh no! Se me olvidó callar a Phil, ahora me va a ir diciendo cómo voy cada kilómetro, bueno, no le hagas mucho caso y listo. Pero bueno, ahora sí hazle caso. Vas muy rápido, tienes que bajarle. Te dejaste llevar. ¡Bájale!
Vamos por el segundo, Phil se adelanta un poco y me avisa que ya estoy en el km 2, pero apenas me voy acercando a la marca. ¡Oh no! Me temo que Runtastic tiene kilómetros más cortos. Bueno, no importa. Lo que sí importa es que Phil dice que llevo un ritmo de 6:18 min/km. A ver Xyoli, ¿qué parte de bájale no entendiste? Tienes que ir más lento, no más rápido. Ahora sí, para el tercero ve más lento por favor.
¡Guau! Metro Garibaldi. Hasta aquí estaríamos llegando según la ruta original, pero tenemos que seguir otro poco para compensar que no empezamos en el Zócalo. Sigamos pues.
En el otro sentido ya vienen las punteras. El primer abastecimiento. ¿Tomar o no tomar agua? Sí. La estrategia de hidratación así lo indica. La primera mitad tomar agua cada 2.5 km y en la segunda mitad tomar gatorade cada 5km con agua en los intermedios. Eso sí, no mucha. Así que un trago, mojamos manos, siempre me refresca. ¿Y ahora que hago con la bolsita? ¡Me da un pesar tirarla al piso!
Volteo a ver el reloj, ya salieron los hombres, ya vienen. No tardarán en alcanzarnos.
Llegamos a la glorieta de regreso, vamos por el kilómetro 3. Chín. El Polar está vuelto loco. Dice que traigo pulsaciones arriba de 190. Creo que no fue su día. Habrá que escuchar a mi cuerpo y olvidarme del Polar. En eso Phil me dice que ya llegue al km 3. ¡Phil! ¿Qué te pasa? El letrero del km está allá adelante. Y tú Xyoli, ¡concéntrate! Sigues yendo muy rápido! Según Phil vas a 6:34 min/km.
Se oyen sirenas, motos, camiones, es toda una comitiva en el sentido contrario. ¡Vienen los hombres! Toca estar pendientes para hacerse a un lado. ¡Qué emoción! Lo malo es que no creo llegar a la Glorieta de Colón antes de que me alcancen. Ahí me esperaba nuevamente la porra oficial.
Empieza una brisa ligera. El clima está fresco, muy fresco para mi gusto. Se siente el vientecito frío. Me hubiera dejado el rompehielos. Si claro, ¿y luego? Cuando vayas en el km 30, ¿qué vas a hacer con él?
Kilómetro 4. Chicas, pongan atención, ya vienen los hombres. No pues, todas papaloteando. Phil me avisa que ya vamos en el km 4. ¡Tan rápido! Pues sí. Vas a 6:27 min/km. ¡Qué! Te dije que le bajaras. ¡Uy! ¡Los hombres, los hombres!
Una moto avisando que nos hiciéramos a la derecha. Una chica en las nubes, seguía estorbando. Un chico que se ve iba acompañaba a otra corredora se laza a jalarla justo a tiempo para que pasaran la comitiva, motos y más motos, camiones de la prensa, bicicletas y ahí venían. Como montados en una nube, parecín gacelas los primeros tres. Todos de color. Seguramente kenianos. Unos segundos más tarde, el primer contingente, unos 20, de los cuales, unos 17 eran kenianos, seguramente. Muchos segundos después, otro contingente de otros 20. Un poco más de mezcla, quizá 50-50. De pronto, nada y nada y nada y finalmente los hombres, ya diluidos.
Estábamos llegando a Colón, ahí debía de estar la porra oficial. Busca la cabecita blanca, es más fácil. ¡Guau! ¡Cuánta gente! ¡Cuántos ánimos! Seguía yo con el cuerpo erizado del paso de las gacelas. ¡Ahí están! ¡Si me vieron! Besos, besos. Los veo en 4:30 horas. GRACIAS. Ya vayan a desayunar ¡Los amo!
Phil, todavía no llegamos al 5, ya lo veo, pero todavía no estamos ahí. Ok. Me fui más rápido, ¿qué quieres? Fue la adrenalina de ver pasar a los hombres y de ver a la porra oficial. Ahora sí vamos sólo tú y yo hasta la meta. Quizá nos encontremos con otros, pero no sabemos dónde. Así que Phil, sígueme hablando al oído.
Foto cortesía de Yolanda Campos.