08.- Siglo XXI

Una ironía del destino hizo que la década del 2000 fuera declarada por la ONU Decenio Internacional de una cultura de paz y no violencia para los niños del mundo (2000-2009). Multitud de atentados de gran repercusión mediática en EE.UU., Bali, Madrid, Londres, Bombay o Irak y la respuesta en forma de Guerra en Afganistán e Irak rompieron en añicos los deseos del Decenio.

Las palabras clave ahora son globalización y seguridad. Mientras el contexto histórico de la Cumbre de Río giraba en torno al fin de la Guerra Fría, el tamaño del dividendo de la paz y una ONU reforzada, el contexto de la Cumbre de Johannesburgo lo conforman principalmente la preocupación por la seguridad (un año antes fue el ataque contra el World Trade Center, el 11 de septiembre en Nueva York), una galopante globalización neoliberal y una economía mundial que se tambalea por razones como la explosión de la burbuja de los negocios por Internet o del sector inmobiliario, las quiebras corporativas en Norteamérica por la gran estafa financiera disfrazada de crisis –justo cuando gana las elecciones estadounidenses el primer afroamericano, Obama–, el estancamiento de Europa, la recesión que continúa en el Lejano Oriente y la situación de América Latina. Por su parte, China, India y Brasil se convierten en nuevas referencias económicas mundiales. La Unión Europea pasa a tener 27 estados miembros y en Latinoamérica crece el apoyo a las políticas y postulados que se rebelan ante el neoliberalismo.

La degradación ambiental de la década de 1990 permitió, en los albores del siglo XXI, estrechar las maltrechas relaciones entre economía y ecología. Tras varios años de despliegue de la globalización, se constató que llevaba consigo serios riesgos como eran el agotamiento de los recursos básicos y la degradación ambiental de los ecosistemas en los lugares donde los países industrializados extraen los recursos naturales necesarios para su actividad productiva. Así, se volvieron a cuestionar las modalidades insostenibles de desarrollo que esquilman los recursos naturales, empobrecen sociedades y ponen en peligro la permanencia de la especie humana en muchos ecosistemas. Si los veinte años entre Estocolmo y Río fueron escenario de una agudización de la problemática ambiental, a los diez años de Río, a Johannesburgo le sucedió lo mismo.

El buque petrolero Prestige, cargado de 77.000 tm de fuel, se hunde en el Atlántico, frente a la Costa da Morte (Galicia), provocando una grave marea negra que afecta hasta las costas británicas y francesas. El mal de las “vacas locas”, la “gripe aviar”, los millones de tm de excedentes alimentarios… ponen en jaque a un modo productivo alimentario que hace aguas por muchas partes.

En la década del 2000, la preocupación por la educación es la “educación para todos”, incluso se constituye en uno de los Objetivos del Milenio de la ONU. Las nuevas tecnologías y las redes sociales a través de Internet se convierten en herramientas educativas que dan sus primeros pasos en las aulas, para favorecer el logro de competencias.

En educación ambiental aparecen nuevos grandes hitos como el World Environmental Education Congress (“Congreso Mundial de Educación Ambiental”), el Decenio de Naciones Unidas de Educación para el Desarrollo Sostenible y se consolidan otros como los Congresos Iberoamericanos. El debate sobre la terminología, conceptualización, dimensiones… sigue vigente.