1980

1980. Estrategia Mundial de Conservación. UICN, PNUMA, WWF, FAO y Unesco

La Estrategia Mundial para la Conservación de los Recursos Vivos para el Logro de un Desarrollo Sostenido fue elaborada por la UICN, con la asesoría, cooperación y apoyo financiero del PNUMA y el WWF, en colaboración con la FAO y la Unesco.

Esta Estrategia fue una de las primeras declaraciones que trató sobre la interdependencia entre el desarrollo económico y la conservación de los recursos naturales. Entre sus funciones estaba la de estimular un acercamiento enfocado a la gestión de los recursos vivos y la de proporcionar una dirección política a diversos sectores.

El término de sustainable development, traducido sucesivamente por desarrollo sostenido, y más tarde como desarrollo sostenible, sostenible o viable, aparece oficialmente por primera vez en esta Estrategia Mundial para la Conservación de la UICN, en 1980, exactamente el 5 de marzo de 1980 a las 10:00 am GMT, cuando la UICN, la WWF y el PNUMA lanzaron la Estrategia Mundial de Conservación (Kohsla, 2003). El concepto aparece ya en el subtítulo: La conservación de los recursos vivos para un desarrollo sostenido y en el punto 2 de la introducción:

Las relaciones del hombre con la biosfera (la delgada envoltura del planeta que posee y que mantiene la vida) continuarán deteriorándose, mientras no se haya logrado establecer un nuevo orden económico internacional, mientras no se adopte una nueva ética del medio ambiente, mientras no se estabilicen las poblaciones humanas y hasta que un tipo sostenido de desarrollo se convierta en la regla y deje de ser la excepción. Entre las condiciones previas para que se produzca un desarrollo sostenido, tenemos la conservación de los recursos vivos.

El documento afirma que los agentes principales de la destrucción de los hábitats son la pobreza, la demografía, las desigualdades sociales y ciertas prácticas de intercambio comercial. Reconoce al ser humano como parte integral de la naturaleza y que se condena a desaparecer si no se preserva la misma y los recursos naturales. Aboga por el principio de cautela e introduce el concepto de capacidad de carga. Reconoce que para atender los problemas ambientales es necesario realizar un esfuerzo a largo plazo e integrar los objetivos de desarrollo y medio ambiente, y hace un llamamiento a la participación. El documento también refleja ciertos iconos del ecodesarrollo: desarrollo local constante con los recursos físicos, biológicos y culturales, participación local...

Según Orellana y Fauteux (2000), el documento se presentaba como una de las estrategias necesarias para la supervivencia humana y la prosperidad, y proponía el concepto conservacionista del desarrollo sostenible. Marcaba tres objetivos específicos: el mantenimiento de los procesos ecológicos y de los sistemas que sustentan la vida, la preservación de la diversidad genética y el uso sostenible de especies y ecosistemas. Para cumplir estos objetivos, el documento pide, entre otras cosas, la educación ambiental (presentada en relación con las ciencias naturales y la ecología) y la participación del público como herramientas de apoyo que son indispensables para el logro de cambios en el comportamiento de individuos y las sociedades con respecto a la biosfera. (…) Los principios del desarrollo sostenible se establecen así en el contexto de esta estrategia mundial, que a partir de ahora influye en el curso de la educación ambiental. El discurso parece modelarse para demostrar y convencer a los que deciden que la conservación forma parte de sus intereses.

1980. Goals for curriculum development in environmental education. Hungerford, Peyton y Wilke

En 1980, en el Journal of Environmental Education, Hungerford, Peyton y Wilke publican Goals for curriculum development in environmental education (“Objetivos de Desarrollo Curricular en la Educación Ambiental”), texto en el que se proponen los siguientes elementos:

· Objetivo referencia de la educación ambiental: Ayudar a los ciudadanos en la acción de estar ecológicamente bien informados y, sobre todo, ser ciudadanos expertos y dispuestos a trabajar, individual y colectivamente, para alcanzar el mantenimiento de un equilibrio dinámico entre calidad de vida y calidad del entorno.

· Meta del Nivel I: Fundamentos Ecológicos. Este nivel tiene por objeto proporcionar a los y las estudiantes un suficiente conocimiento ecológico que les permita tomar decisiones en el tiempo ecológicamente racionales en lo que respecta a las cuestiones ambientales.

· Meta del Nivel II: Conciencia Conceptual: temas y valores. Este nivel tiene por objeto orientar el desarrollo de una conciencia conceptual, por ejemplo, de cómo las acciones individuales y colectivas pueden influir en la relación entre la calidad de vida y la calidad del medio ambiente o, también, cómo el resultado de dichas acciones deben estar basadas en la investigación, la evaluación, la clarificación de valores, la toma de decisiones y, por último, la acción de la ciudadanía.

· Meta del Nivel III: Investigación y Evaluación. Este nivel ofrece el desarrollo de los conocimientos y habilidades necesarias para permitir al alumnado a investigar los problemas ambientales y evaluar soluciones alternativas para resolver dichas cuestiones. Del mismo modo, se aclaran los valores que intervienen respecto a estos problemas y a las soluciones alternativas.

· Meta del Nivel IV: Acción Habilidades: capacitación y aplicación. Este nivel tiene por objeto orientar el desarrollo de las habilidades necesarias para que las y los escolares tomen medidas positivas para el medio ambiente con el propósito de lograr el mantenimiento de un equilibrio dinámico entre la calidad de vida y la calidad del medio ambiente.

Hungerford et al. desarrollaron los objetivos específicos y las directrices para el desarrollo curricular sobre la base de la definición de Stapp y el marco de Tbilisi. Los autores también nos recuerdan que la educación ambiental es más que el estudio de la ecología: se trata de una búsqueda interdisciplinar y un proceso integral, que implica la clarificación de valores y brindar oportunidades para la participación y la acción.

1980. Libro Blanco de la Educación Ambiental. Alemania

En la Conferencia de Ministros de Educación de los Estados federados Alemania, celebrada el 17 de octubre de 1980, sobre la función de los centros escolares respecto a la educación ambiental, se deja constancia de la responsabilidad de la ciudadanía alemana ante la conservación y protección de la naturaleza. En esta fecha, el Ministerio Federal de Educación y Ciencia publica el Libro Blanco de la Educación Ambiental, base de la implantación de la educación ambiental (Pomachagua, 2010). Es el primer libro blanco sobre el tema del que se tiene constancia.

*1980. Trobades sobre itineraris de la natura. Catalunya

Los itinerarios de la naturaleza ocupan una parte destacada en la historia de la educación ambiental catalana, ya que fueron el recurso pionero en la implantación de la misma. Los itinerarios de la naturaleza, o itinerarios pedagógicos de la naturaleza, son recursos educativos estructurados en torno a un recorrido que tienen como objetivo observar y estudiar diversos aspectos del medio. La finalidad no explícita de los itinerarios es facilitar la interpretación del medio estudiado, dentro de un determinado proceso educativo favorecedor de actitudes activas con relación al medio. Así pues, los itinerarios son un recurso educativo más, válidos como parte integrante de todo un proceso, pero, en ningún caso, una solución definitiva y única a la protección del medio.

Tal como afirman M. Mir y J. Terradas en el conocido artículo, Itinerarios de la naturaleza: límites y Posibilidad, los itinerarios son -todavía hoy- un recurso educativo muy adecuado para la educación ambiental, ya que hacen más sencilla la aproximación al medio, la observación y la sensibilización de los escolares; facilitan la organización del trabajo escolar en el campo y la participación activa de estudiantes; fomentan los métodos deductivo y científico, y divulgan una forma de trabajar entre el profesorado. Y no son, en todo caso, un método de transmisión de conocimientos y de dar interpretaciones ya hechas: lo más opuesto al espíritu de la educación ambiental y de la Educación al Aire Libre es leer un libro de texto en el campo. La observación, el descubrimiento personal y el proceso interpretativo son la razón de ser del trabajo de campo, y estos son los aspectos que hay que potenciar con los itinerarios.

También hay que decir que el excursionismo también mantiene viva la tradición de contacto con el medio natural durante los años del franquismo. En 1980 comienzan a reunirse personas y colectivos que están detrás de los itinerarios por la naturaleza de Catalunya para intercambiar experiencias y analizar problemas comunes en las Trobades sobre itineraris de la natura (“Encuentros sobre itinerarios de la naturaleza”).

1980. Seminario Internacional Hacia una Educación Ambiental Interdisciplinaria. Budapest, Hungría

Del 10 al 14 de noviembre de 1980, se celebró en Budapest, Hungría, el Seminario Internacional hacia una Educación Ambiental Interdisciplinaria, más conocido por el Seminario EDEN (EDucation and ENviroment). Fue organizado por la Unesco y acudieron 200 participantes (entre los que se encontraban Donella Meadows o William Stapp) de 16 países para trabajar en torno a:

1. Visiones generales de la educación ambiental.

2. Planes medioambientales nacionales de futuro.

3. Experiencias nacionales en educación ambiental.

4. Estudio de casos en Hungría.

La conclusión que extrajeron los organizadores fue la siguiente:

Los problemas ambientales no se pueden desplazar hacia el futuro con la esperanza de que las generaciones siguientes vayan a ser capaces de resolverlos. Nuestra generación tiene que resolver los problemas de deterioro ambiental. ¡Es hora de actuar! Este desafío da luz al importante rol de la educación ambiental para todos los miembros de nuestra sociedad. Nuestra generación tiene que aprender a ser un buen administrador para el patrimonio ecológico de nuestro planeta es una tarea seria que requiere mucho sacrificio, menos egoísmo y más altruismo. También requiere que los valores cualitativos blandos no reciban menos atención o peso que duros valores cuantitativos o monetarios. Sobre la base de una visión integrada del mundo como un todo la educación ambiental puede guiar hacia un comportamiento ambiental más eficaz de la humanidad, en la cual el amor por el patrimonio ecológico terrestre se refleje plenamente y sea tenido en cuenta”. (Unesco, 1981)