1994

1994. Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. El Cairo, Egipto

La Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo se celebró en El Cairo del 5 al 13 de septiembre de 1994, y en ella la educación, definida como un factor clave del desarrollo sostenible, constituye al mismo tiempo un componente del bienestar y un factor para aumentar la prosperidad. Además, es un medio para que cada persona pueda obtener los conocimientos indispensables para desenvolverse en el complejo mundo de hoy. Los avances en este campo contribuyen en gran medida a la reducción de las tasas de natalidad, morbilidad y mortalidad, a la habilitación de las mujeres, a la mejora de la calidad de la fuerza de trabajo y al fomento de una auténtica democracia política. La integración de los migrantes también se ve facilitada por el acceso universal a la enseñanza, respetando las creencias religiosas y la cultura de los migrantes.

Como tercer objetivo se propone: c) Incorporar en los programas de estudios temas sobre la relación entre la población y el desarrollo sostenible, las cuestiones de salud, incluida la salud reproductiva y la igualdad entre los sexos, y mejorar su contenido a fin de fomentar una mayor responsabilidad y conciencia al respecto.

Con el objetivo de poner de relieve el vínculo entre educación y población, reflejo la creciente toma de conciencia del hecho de que la población, el medio ambiente y el desarrollo son temas tan íntimamente ligados entre sí que ninguno de ellos se puede contemplar de forma aislada, la Unesco decidió incorporar la educación ambiental en un programa más amplio y que absorbería el PIEA.

El informe de esta Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo establece que la humanidad tiene los conocimientos y tecnologías necesarios para el crecimiento económico sostenido y el desarrollo. Sin embargo, la distribución desequilibrada de los recursos, la sobre-explotación de los recursos medioambientales y el crecimiento absoluto de la población van en detrimento de un desarrollo socialmente equitativo y racional punto de vista ecológico. Se hace hincapié en que los problemas relacionados con el crecimiento de la población tienen un impacto en la calidad de vida y el medio ambiente. El papel de la mujer es visto como decisivo en la solución de los problemas demográficos y ambientales.

El informe señala que el equilibrio entre población, medio ambiente y el desarrollo requieren un desarrollo sostenible. La llamada se activó al intensificarse los esfuerzos para estabilizar la población mundial. El plan de acción formula la propuesta de directrices sobre los temas de población, crecimiento económico sostenido y el desarrollo sostenible. Estos incluyen la siguiente declaración: “El desarrollo sostenible, como medio de garantizar el bienestar de la humanidad, requiere que las relaciones entre población, recursos, medio ambiente y el desarrollo se reconozca plenamente”.

Por último, el informe subraya la necesidad de la formación de una ciudadanía planetaria, esto es, el desarrollo de una visión global común de la realidad con el fin de entender los cambios y desafíos en el contexto actual y hacer frente a estos problemas, la causa principal de los cuales es el actual modelo de distribución de los recursos.

En este contexto Pujol (1998) va más allá de las palabras:

Lo que el economista Mas-Colell (1994) denomina substitución; responde a la concepción de que el saber humano es un recurso tan poderoso que permite una substitución permanente de productos y técnicas y a la vez constituye el motor de la substitución. Por otro lado, desde esta posición se analiza la relación superpoblación – problemática ambiental, entendiéndose que el único problema ambiental real es la pobreza de los consumidores del Sur; una pobreza que sólo puede ser combatida con la extensión y corrección pertinente del actual modelo de desarrollo económico; una postura ratificada en la reciente Conferencia del Cairo (1994) en la que se defendió que el crecimiento económico es un factor limitante del aumento de población (más riqueza, menos hijos) y, consecuentemente, comporta un freno para los problemas ambientales.

1994. Convención Marco sobre el Cambio Climático. ONU

La Convención Marco sobre el Cambio Climático entró en vigor el 21 de marzo de 1994, fue ratificada por más de 160 países y se plantea como meta para que las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera lleguen a un nivel que evite impactos humanos peligrosos para el sistema climático. En sus 26 artículos plantea una serie de principios y compromisos que emplazan a los países firmantes a tomar medidas de modificación y ajuste relativos al impacto humano sobre el sistema climático (Novo, 1998).

Su objetivo central queda recogido en el artículo 2, y dice:

Lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático. El nivel debería lograrse en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurar que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitir que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible (MOP, 1992).

El artículo 4 i) propone: Promover y apoyar con su cooperación la educación, la capacitación y la sensibilización del público respecto del cambio climático y estimular la participación más amplia posible en ese proceso, incluida la de las organizaciones no gubernamentales.

En el artículo 6 las partes se comprometen, entre otros, a la elaboración y aplicación de programas de educación y sensibilización del público sobre el cambio climático y sus efectos, así como a intercambiar experiencias a nivel internacional.

1994. Towards a New Concept of Environmental Education. Breiting

Søren Breiting es investigador en el Research Centre for Environmental and Health Education de la Royal Danish School of Education Estudies (Dinamarca).

Este trabajo fue presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias Prometedoras en Educación Ambiental en Gran Bretaña y los países nórdicos, celebrada en Karlslunde, Dinamarca entre el 11 y el 13 de noviembre de 1994. Publicado en el Boletín del Ceneam, de febrero de 1997, bajo el título de Hacia un nuevo concepto de educación ambiental, parte de esta sencilla premisa:

Uno de los problemas graves de la educación ambiental ha sido siempre que son demasiadas las actividades educativas que han sido denominadas "educación ambiental". Pronto me pareció evidente que, si queremos desarrollar la calidad de la educación ambiental, es necesario darle un perfil definido. De lo contrario, veremos malograrse los esfuerzos de tener más y mejor educación ambiental, en parte por los esfuerzos de algunos por usar esta nueva "etiqueta superventas" para promover sus propios objetivos y plantear variados caballos de batalla, y en parte por los esfuerzos bien intencionados de otros para apoyar una versión de la educación que no saben cual debería ser - sólo suponen cual es.

Tras pasar por la discusión sobre qué es medio ambiente, el autor afirma que “la introducción de los conceptos de uso sostenible y el concepto del Informe Brundtland de desarrollo sostenible significa un progreso en la coherencia del concepto de educación ambiental, a pesar de los problemas existentes para hacer estos conceptos funcionales en la práctica” (Breiting, 1997).

La nueva generación de educación ambiental contempla la crisis ambiental como problemas en la comunidad, creados por el ser humano, intentando buscar soluciones en base a decisiones democráticas responsables y teniendo en cuenta a las generaciones futuras. La nueva generación de educación ambiental tiene una visión del hombre y la naturaleza contraria al egoísmo, aún siendo antropocéntrica. Combina los esfuerzos para una gestión humana de los recursos mundiales con un enfoque que incorpora un concepto de la salud amplio, (…) la calidad de nuestra salud de forma indiferenciada de la calidad del medio ambiente, y para usar la salud de la gente como herramienta para evaluar qué futuros ambientales son mejores para la mayoría (Breiting, 1997).

ANTERIORES VERSIONES DE EDUCACIÓN AMBIENTAL

Objetivo: modificación de conducta

Aspectos característicos:

• Nosotros (ambientalistas y educadores) sabemos cuáles son las mejores soluciones

• Liderazgo Debemos parar/retrasar el desarrollo

• El pasado como medida de nuestras actividades presentes

• Buscando la armonía con la naturaleza (el concepto de naturaleza en equilibrio)

• Valores intrínsecos en la naturaleza

• Política ambiental

• Preservar espacios para la conservación

• Argumento para la conservación: preocupación por los animales

• Alterar la naturaleza tan poco como sea posible

• Las comunidades humanas y la naturaleza

• Las ciencias naturales como principales materias en educación ambiental

• Énfasis en la ecología de los sistemas naturales

• La experiencia de la naturaleza es fundamental en educación ambiental

• El concepto de salud humana no es principal en educación ambiental

• Equilibrar la calidad de vida humana y la calidad del medio ambiente

• Las necesidades humanas como concepto factual

• Uso sostenible como límite definido por la naturaleza

• Enfocada sobre diferentes valores

• No se pone énfasis en la equidad entre la gente

LA NUEVA GENERACIÓN DE EDUCACIÓN AMBIENTAL

Objetivo: desarrollo de competencia para la acción

Aspectos característicos:

• Toda la gente debería implicarse en las soluciones de los problemas ambientales

• Participación democrática

• Muchas direcciones posibles para el desarrollo

• Visiones para el futuro/ pensamientos de "utopía"

• Buscando la armonía con nuestros descendientes

• Nuestros valores relativos al mejor modo de utilizar el mundo, incluyendo la naturaleza

• Centro Nacional de Educación Ambiental

• Política relativa al comportamiento apropiado con otras personas actuales o futuras

• Crear espacios para la conservación

• Argumento: preocupación por las futuras generaciones de seres humanos que

• podrían perder a los animales

• No causar cambios irreversibles en la naturaleza

• Las relaciones humanidad-naturaleza como inseparables

• Las humanidades y las ciencias sociales como principales materias en educación ambiental

• Énfasis en la ecología humana

• La experiencia de la comunidad es central en educación ambiental

• El concepto de salud humana es muy destacado en educación ambiental

• Equilibrar las necesidades de las generaciones presentes y las futuras

• Las necesidades humanas como concepto normativo

• Uso sostenible como una medida creada por el hombre de lo que juzgamos

• uso adecuado a la luz de los usos futuros

• Enfocada sobre intereses en conflicto/conflictos sociales

• Mucho énfasis en la equidad entre la gente

1994. Convención sobre la Desertificación. ONU

Más de 100 países suscribieron la Convención Internacional de lucha contra la Desertificación, que entró en vigor el 26 de diciembre de 1996 una vez recibidas las 50 ratificaciones necesarias, según se estipulaba en su artículo 50. El objetivo principal es:

Luchar contra la desertificación y mitigar los efectos de la sequía en los países y regiones afectados por sequía grave o desertificación, en particular África, mediante la adopción de medidas eficaces en todos los niveles, apoyadas en acuerdos de cooperación y asociaciones internacionales, en el marco de un enfoque integrado acorde con el Programa 21, para contribuir al logro del desarrollo sostenible en las zonas afectadas (Novo, 1998).

El artículo 5 de la Convención promueve la sensibilización y facilitar la participación de las poblaciones locales, especialmente de mujeres y de jóvenes; y el artículo 19 reconoce la importancia de la capacitación y la educación, a todos los niveles, para combatir la desertificación y mitigar los efectos de la sequía.

1994. Programa Ecoescuelas. FEE.

En 1994, los programas Escuelas ecológicas y Jóvenes Reporteros para el Medio Ambiente se implementaron como los programas segundo y tercero de la FEEE.

Según informa su web, el programa internacional Eco-Escuelas tiene como objetivo capacitar al alumnado para hacer el necesario cambio a un mundo sostenible través de su participación, con diversión y con el aprendizaje orientado a la acción. Cada escuela sigue un proceso de siete pasos (Comité Ambiental, Auditoría Ambiental, Plan de Acción, Código de Conducta, Control y Evaluación, Información y Comunicación y, finalmente, consecución de la Bandera Verde) que faculta a sus jóvenes para liderar procesos y acciones siempre que sea posible.

Con el tiempo y mediante el compromiso con el proceso, las mejoras se observan tanto en el resultado de los aprendizajes, como en la actitud y comportamiento de estudiantes y comunidad local que revierte en última instancia en el medio ambiente local. La evidencia de éxito en estas áreas eventualmente conducirá a una escuela siendo galardonado con una Bandera Verde.

El Programa Ecoescuelas cuenta, en 2012, con unos 38.000 centros participantes en 49 países, de los 5 continentes, 450 de ellos en España.

1994. Carta de las Ciudades Europeas hacia la Sostenibilidad. Aalborg, Dinamarca

La Conferencia Europea sobre Ciudades y Poblaciones Sostenibles, celebrada entre el 24 y el 27 de mayo de 1994, toma el compromiso de la declaración final de la Cumbre de la Tierra, de Río de Janeiro dos años antes, sobre la necesidad de establecer, a todos los niveles y con la indispensable participación ciudadana, planes de acción a largo plazo que permitan sustituir el actual modelo de desarrollo económico por otro dirigido hacia el concepto de sostenibilidad. Esta Carta fue firmada en Aalborg por 80 autoridades locales europeas, en la clausura de la Conferencia Europea sobre Ciudades y Poblaciones Sostenibles celebrada entre el 24 y el 27 de mayo de 1994, que fue patrocinada por la Unión Europea y organizada por el Consejo internacional de iniciativas ambientales locales (ICLEI). Es el origen de los diferentes programas de la Agenda Local 21.

La Carta de Aalborg consta de tres partes: una Declaración de Consenso, que destaca la importancia de este nivel de gestión en los procesos de cambio en clave de sostenibilidad; una Campaña Europea de Ciudades y Poblaciones Sostenibles “para alentar y apoyar a las ciudades en sus trabajos a favor de un desarrollo sostenible”; y finalmente, llama a la participación en la citada campaña para tratar de llegar a un consenso en el seno de las comunidades locales sobre una Agenda Local 21.

En su desarrollo aparecen estas ideas:

Nosotras, ciudades europeas, signatarias de la presente Carta, (…) estamos convencidas de que la vida humana en este planeta no puede ser sostenible sin unas comunidades locales viables.

Nosotras, ciudades, comprendemos que el concepto de desarrollo sostenible nos ayuda a basar nuestro nivel de vida en la capacidad transmisora de la naturaleza. Tratamos de lograr una justicia social, unas economías sostenibles y un medio ambiente duradero. La justicia social pasa necesariamente por la sostenibilidad económica y la equidad, que precisan a su vez de una sostenibilidad ambiental.

La sostenibilidad ambiental significa preservar el capital natural. Requiere que nuestro consumo de recursos materiales, hídricos y energéticos renovables no supere la capacidad de los sistemas naturales para reponerlos, y que la velocidad a la que consumimos recursos no renovables no supere el ritmo de sustitución de los recursos renovables duraderos. La sostenibilidad ambiental significa asimismo que el ritmo de emisión de contaminantes no supere la capacidad del aire, del agua y del suelo de absorberlos y procesarlos.

La sostenibilidad ambiental implica además el mantenimiento de la diversidad biológica, la salud pública y la calidad del aire, el agua y el suelo a niveles suficientes para preservar la vida y el bienestar humanos, así como la flora y la fauna, para siempre.

Nosotras, ciudades, reconocemos que ya se han aplicado con éxito en muchas ciudades europeas toda una serie de políticas y actividades positivas para el medio ambiente. Estas constituyen instrumentos válidos para frenar y atenuar el desarrollo no sostenible, aunque no pueden por sí solas invertir esta tendencia de la sociedad. No obstante, con esta sólida base ecológica, las ciudades se hallan en una posición excelente para dar el primer paso e integrar estas políticas y actividades en su sistema de administración a fin de gestionar las economías urbanas locales a través de un proceso de sostenibilidad global. En este proceso estamos llamadas a concebir y probar nuestras propias estrategias y a compartir nuestras experiencias. (…) … la creación de un modelo de comunidad sostenible mediante un proceso participativo que incluya a todos los sectores de la comunidad.