1995

1995. Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer. Beijing

En Beijing, del 4 al 15 de septiembre de 1995, se celebró la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer con el objetivo de promover los objetivos de igualdad, desarrollo y paz para todas las mujeres del mundo. De la propia declaración extraemos:

B. Educación y capacitación de la mujer

69. La educación es un derecho humano y constituye un instrumento indispensable para lograr los objetivos de la igualdad, el desarrollo y la paz. La educación no discriminatoria beneficia tanto a las niñas como a los niños y, de esa manera, conduce en última instancia a relaciones más igualitarias entre mujeres y hombres. La igualdad de acceso a la educación y la obtención de educación son necesarias para que más mujeres se conviertan en agentes de cambio. La alfabetización de la mujer es importante para mejorar la salud, la nutrición y la educación en la familia, así como para habilitar a la mujer para participar en la adopción de decisiones en la sociedad. Ha quedado demostrado que la inversión en la educación y la capacitación formal y no formal de las niñas y las mujeres, que tiene un rendimiento social y económico excepcionalmente alto, es uno de los mejores medios de lograr un desarrollo sostenible y un crecimiento económico a la vez sostenido y sostenible.

246. El ser humano es el elemento central del desarrollo sostenible. Tiene derecho a una vida saludable y productiva en armonía con la naturaleza. La función de la mujer en la creación de modalidades de consumo y producción sostenibles y ecológicamente racionales y de métodos para la ordenación de los recursos naturales es sumamente importante, como se reconoció en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo y en la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo, y se dejó plasmado en todo el Programa 21. En el último decenio ha aumentado considerablemente la preocupación por el agotamiento de los recursos, la degradación de los sistemas naturales y los peligros de las sustancias contaminantes. Esas condiciones de degradación causan la destrucción de ecosistemas frágiles y el desplazamiento de comunidades, en particular el de las mujeres que forman parte de ellas, de las actividades productivas y representan una amenaza cada vez mayor para un medio ambiente seguro y saludable. La pobreza y la degradación del medio ambiente están estrechamente vinculadas entre sí. Aunque la pobreza crea ciertos tipos de tensiones ambientales, la principal causa del continuo deterioro del medio ambiente mundial son las modalidades insostenibles de consumo y producción, especialmente en los países industrializados, que son motivo de gran preocupación, ya que agravan la pobreza y los desequilibrios. El aumento del nivel de los mares como consecuencia del calentamiento de la Tierra constituye una amenaza grave e inmediata para las personas que viven en países insulares y zonas costeras. La utilización de sustancias que provocan una disminución del ozono, como los productos con clorofluorocarburos y halogenados y los bromuros de metilo (con los cuales se fabrican plásticos y espumas) perjudican considerablemente la atmósfera, ya que permiten que lleguen a la superficie de la Tierra niveles excesivos de rayos ultravioleta dañinos. Ello afecta gravemente a la salud de las personas porque provoca tasas más altas de cáncer de la piel, daños a la vista y debilita las defensas del organismo. También tiene graves consecuencias para el medio ambiente, especialmente los cultivos y la vida marina. 251. (…) Mientras la contribución de la mujer a la ordenación del medio ambiente no reciba reconocimiento y apoyo, el desarrollo sostenible seguirá siendo un objetivo difícil de alcanzar.

1995. Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. Copenhague

En La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social en Copenhague, en marzo del año 1995,, los representantes de 187 países, entre ellos 117 Jefes de Estado o Gobierno, llegaron a un acuerdo sobre la Declaración, con los diez compromisos y el Programa de Acción de Copenhague. Fue un logro importante este reconocimiento a nivel mundial de la importancia de la política social y de que el ser humano debe estar en el centro de las estrategias de desarrollo, siendo la primera vez que los gobiernos se reunieron a ese alto nivel político, para discutir asuntos de desarrollo social.

La Declaración de Copenhague presenta una lista de diez compromisos, los elementos considerados cruciales para alcanzar un desarrollo humano sostenible. Aparte de los temas centrales de La Cumbre (el entorno propicio, pobreza, empleo e integración social), están incluidos la igualdad entre la mujer y el hombre, que guarda relación con todos los otros compromisos:

1. Crear un entorno económico, político, social, cultural y jurídico, que permita el desarrollo social

2. Erradicar la pobreza en el mundo

3. Promover el pleno empleo

4. Promover la integración social

5. Lograr la igualdad y la equidad entre la mujer y el hombre

6. Acceso universal y equitativo a una educación de calidad y la atención primaria de la salud

7. Acelerar el desarrollo de África y de los países menos adelantados

8. Velar por que los programas de ajuste estructural incluyan objetivos de desarrollo social

9. Aumentar y utilizar con mayor eficacia los recursos asignados al desarrollo social

10. Fortalecer la cooperación internacional, regional y subregional para el desarrollo social

Concretamente el sexto compromiso afirma:

Nos comprometemos a promover y a lograr los objetivos del acceso universal y equitativo a una educación de calidad, el nivel más alto posible de salud física y mental, y el acceso de todas las personas a la atención primaria de la salud, procurando de modo especial rectificar las desigualdades relacionadas con la situación social sin hacer distinción de raza, origen nacional, sexo, edad o discapacidad; a respetar y promover nuestras culturas comunes y particulares; a procurar fortalecer la función de la cultura en el desarrollo; a preservar las bases esenciales de un desarrollo sostenible centrado en las personas; y a contribuir al pleno desarrollo de los recursos humanos y al desarrollo social. El fin de estas actividades es erradicar la pobreza, promover un empleo pleno y productivo y fomentar la integración social. Para ello proponen, entre otros objetivos: (…) r) Promoveremos, en todas las políticas y programas de educación y salud, la conciencia ambiental, incluida la conciencia de las modalidades insostenibles de consumo y producción.

1995. Taller Interregional de Educación Ambiental. Atenas

En 1995, en Atenas, se llevó a cabo uno de los muchos talleres celebrados en todo el mundo, (otro se llevó a cabo en Guadalajara, México, en 1997) para preparar la conferencia de Tesalónica de 1997. Según Orellana y Fauteux (2000) uno de los temas de este taller interregional fue el de movilizar a los asociados de la Unesco hacia la reorientación de la educación ambiental, con el deseo explícito, sin embargo, de reducir al mínimo las discusiones teóricas sobre medio ambiente, educación y población. Teniendo en cuenta estas directrices el taller tuvo por objetivo reorientar el marco general de la educación ambiental hacia el desarrollo sostenible, a través de una revisión interna y externa de los factores clave que influyen en su desarrollo y para que fuese compatible con la visión de la Unesco/Environement for Development People - EDP (“Medio Ambiente para el Desarrollo Humano”).

En Atenas, las discusiones se centraron principalmente en las estrategias necesarias para llevar a los diferentes actores sociales, los políticos, empresariales, gubernamentales y organizaciones no gubernamentales al camino de la educación para el desarrollo sostenible. Las declaraciones que emanan de este taller de replantear el término educación ambiental van en el sentido de una perspectiva de viabilidad, con el fin de optimizar el capital humano y mejorar el capital natural que mitiguen los impactos de la actividad humana sobre el medio ambiente. En su posterior publicación, la Educación para el Desarrollo Sostenible, una prioridad para la comunidad mundial, la Unesco confirma esta reorientación. En este documento, la nueva Comisión de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible se centra en la idea del capítulo 36 del Programa 21 de contar con el Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA) oficialmente al servicio del desarrollo sostenible. Sin embargo, un número de puntos de vista diferentes y críticas con respecto a esta nueva orientación surgieron durante las diversas reuniones regionales organizadas por la Unesco, en preparación para la Conferencia de Tesalónica. (Orellana, 2000)

1995. Desaparición PIEA. Unesco

El PIEA (Programa Internacional de Educación Ambiental) fue un mandamiento de la Conferencia de Estocolmo (1972) para la Unesco y para el PNUMA. En su comienzo el PIEA inició un estudio a nivel mundial sobre las necesidades y prioridades en materia de educación ambiental con el fin de orientar la acción futura. Morelia Pabón (2003) resume su actividad mientras estuvo en marcha:

La acción del PIEA, durante los años setenta y ochenta se orienta al cumplimiento de tres funciones complementarias: en primer término, a generar conciencia sobre la necesidad de la educación ambiental; en segundo lugar, a la elaboración de conceptos y enfoques metodológicos, realizando seminarios, cursos, investigaciones y proyectos de experimentación, esta actividad fue dominante durante los años 1978-1980; y en tercer término, la contribución a la incorporación de la dimensión ambiental en los procesos educativos de los Estados Miembros.

En el desarrollo del PIEA, se realizan una serie de reuniones celebradas en África, Los Estados Árabes, Asia, Europa, Norteamérica e Ibero América, en las cuales se determinan necesidades y prioridades, consideradas en la Conferencia de Tbilisi, en 1977. El PIEA, estableció la publicación del boletín internacional Conexión - Contacto”, en cinco lenguas (inglés, francés, árabe, español y ruso), con cerca de trece mil suscriptores, instituciones o individuos, quienes desarrollan labores de promoción y desarrollo de la educación ambiental. El programa, implemento un sistema de información, integrado por seis bases de datos, actualizados periódicamente, el programa CDS-ISIS de la Unesco, construyó una base de datos de individuos activos en la educación ambiental en 162 países; instituciones establecidas en 70 países; proyectos y programas; bibliografía de educación ambiental en inglés y francés; y bibliografía de publicaciones periódicas.

El PIEA efectuó una serie de investigaciones y elaboración de guías metodológicas, módulos temáticos y manuales para la educación general y formación de docentes, publicadas en inglés, árabe, español y francés en la colección “Educación Ambiental”, que incluye treinta títulos. Su contribución a los Estados para la incorporación de la dimensión ambiental en los procesos educativos, la realiza en dos perspectivas, una orientada al desarrollo de contenidos, métodos y materiales pedagógicos y la segunda en la formación de personal docente, para lo cual organiza desde 1979, seminarios regionales.

La educación ambiental fue incluida entre los objetivos del “Plan a Plazo Medio, 1977-1982”, aprobado en la 19° Conferencia General de la Unesco, realizada en Nairobi, 1976. Igualmente, la Unesco, la incorpora en el “Segundo Plan a Mediano Plazo, 1984-1989”, en el marco de las actividades del “Programa Medio ambiente humano y recursos terrestres y marinos”. De igual forma la Unesco, en los programas y presupuestos aprobados en las Conferencias Generales, durante la década del ochenta, integra las actividades de educación Ambiental, esta orientación es cumplida en la 20° Conferencia General (Paris, 1978), 21° (Belgrado, 1980), 22° (Paris, 1983) y 23° (Sofía, 1985). Bajo esta disposición, todos los programas del PNUMA incluyen la educación ambiental como uno de sus componentes. La primera fase del PIEA, a partir de los años 70, desarrolla la conciencia ambiental(11) a nivel de los estados y la sociedad civil en general, evolucionando hacia una segunda fase que dio origen a la Institucionalización de la educación ambiental en numerosos países.

La Unesco, en su informe Evaluación del conjunto del proyecto transdisciplinario “Educación e información sobre medio ambiente y población para el desarrollo” (EPD), relata el fin del PIEA:

La cooperación con el PNUMA

42. En 1994-1996 el EPD ejecutó la fase IX de este programa conjunto iniciado en 1975. En agosto de 1995, finalizó la tercera evaluación externa del PIEA, correspondiente al periodo de 1990-1995, cuya conclusión general fue que, aunque seguía habiendo una gran demanda de educación medioambiental y un gran interés por ampliar su perspectiva a fin de que conectase con las cuestiones de la población, el desarrollo y otros aspectos, era preciso replantear y modernizar el programa para hacerlo más pertinente e impactante. La Unesco ya se había anticipado a esta conclusión, pues el lanzamiento del Proyecto EPD había sido un intento de revitalizar -con el PNUMA- este programa de larga data. Ahora bien, en diciembre de 1995 el PNUMA se retiró del PIEA y la supresión de la financiación del PNUMA tuvo importantes consecuencias en el programa y la dotación de personal del EPD, ya que se perdieron 1,6 millones de dólares para el bienio, dos puestos del Cuadro Orgánico y un puesto de los Servicios Generales. La evaluación examinó la retirada del PNUMA del PIEA a fin de determinar si era cierto que, como se había afirmado en la Unesco, el PNUMA se había retirado del PIEA porque la Unesco había creado el EPD. Se llegó a la conclusión de que no se podía sustentar esa opinión y de que, en realidad, el PNUMA había expresado su preocupación por el estancamiento del PIEA desde comienzos de los años noventa. Ahora bien, el motivo principal parece haber sido la crisis financiera en que se encuentra el PNUMA desde la reunión de mayo de 1995 de su Consejo de Administración. (Unesco, 1997)

La ONU (1996) también da su versión:

95. A mediados de 1995 se inició la tercera evaluación independiente externa del Programa Internacional de Educación Ambiental, en la que se llegó a la conclusión de que los intereses en la educación para el desarrollo sostenible y la oportunidad de esforzarse por conseguirla, nunca habían sido mayores en todas las regiones del mundo. Ahora bien, se han recomendado numerosos cambios para actualizar y mejorar el contenido y la ejecución del Programa Internacional de Educación Ambiental, teniendo debidamente en cuenta los 2 0 años de trabajo transcurrido a este respecto.

96. Desde 1994, dentro de la UNESCO el Programa Internacional de Educación Ambiental ha quedado incorporado en el nuevo proyecto de cooperación interdisciplinaria y entre organismos titulado “Educación e información sobre el medio ambiente y población para el desarrollo humano”; la UNESCO ha establecido este proyecto para reorientar e integrar la labor de la UNESCO acerca de la ejecución del capítulo 36 del Programa 21, junto con la ejecución de los planes de acción de las conferencias importantes de las Naciones Unidas mencionadas anteriormente, así como las recomendaciones sobre educación e información que aparecen en las convenciones antes mencionadas sobre la diversidad biológica, el cambio climático y la desertificación. En el marco de la educación para el desarrollo sostenible se promueven y se desarrollan nuevos modos de acción que combinan los conceptos tradicionales con las aspectos institucionales. (…)

97. En 1995 se iniciaron conversaciones encaminadas a mejorar la cooperación en el sistema de las Naciones Unidas por lo que se refiere a la educación, la toma de conciencia pública y la capacitación, y para desarrollar una nueva iniciativa de acción conjunta que aprovecharía fundamentalmente los 20 años de experiencia adquirida con el Programa Internacional de Educación Ambiental. Esta nueva iniciativa cooperativa permitirá determinar elementos comunes en términos de contenido y metodología que podrían ser aplicados y adaptados por los países, los grupos principales y las comunidades locales a fin de promover la comprensión y la acción públicas. También podrían asociarse a esta nueva iniciativa otros interlocutores de fuera del sistema de las Naciones Unidas.

González Gaudiano (2005) nos acerca a su historia:

El Programa Internacional de Educación Ambiental fue un mandato de la Conferencia de Estocolmo (1972) para la Unesco y al entonces recién creado PNUMA. Respondió muy puntualmente a concepciones y enfoques de educación ambiental promovidos por los países industrializados, por lo que son escasos los reconocimientos que el PIEA hizo de experiencias formuladas originalmente en países en desarrollo. En el interior del propio PIEA es posible reconocer vertientes, enfoques y aproximaciones pedagógicas distintas, tanto en lo que respecta a lo educativo como en su concepción de lo ambiental si bien podemos identificar, sobre todo durante los primeros diez años, predominancias muy notables representadas por la enseñanza de las Ciencias Naturales y la Educación para la Conservación. (…) Los enfoques dominantes, la mayor disponibilidad de recursos financieros y la mejor capacidad para incorporar innovaciones fueron los factores que provocaron que los países desarrollados, especialmente EE.UU., Canadá, Australia, Inglaterra y algunos europeos continentales (occidentales) incorporaran muy rápidamente al currículum de la educación básica los planteamientos de la educación ambiental.

Tras los veinte años de andadura, el propio González Gaudiano y Arias (2009) valoran que:

La vacía jerga institucional y la irrelevante reiteración de actividades que no producían resultado alguno no podían ya dar cuenta de los significativos cambios que estaban ocurriendo a nivel mundial en el campo de la educación ambiental, particularmente en el llamado tercer mundo y en otros espacios institucionales en los países desarrollados. Para esos momentos era bastante evidente que los problemas ambientales son sociales antes que ecológicos y que la atávica estructura y los estereotipados procesos escolares son más parte del problema que de la solución. Así, la práctica de la educación ambiental bajo esas condiciones obstruye revelar las verdaderas causas del problema ambiental y los intereses enquistados en el mismo, por lo que no tiene la capacidad de generar los compromisos básicos que requiere la formación de los valores y comportamientos individuales y colectivos necesarios.

1995. Gestión de Programas Nacionales de Educación y Comunicación para el Ambiente y el Desarrollo en América Latina. Quito, Ecuador

Del 17 al 20 de octubre de 1995, en Quito (Ecuador), se celebró la Reunión para América Latina sobre la Gestión de Programas Nacionales de Educación y Capacitación para el Medio Ambiente y el Desarrollo, convocada por la UICN y la Unesco. A la capital ecuatoreña acudieron representantes de los Ministerios del Ambiente, de Educación y de otras instancias gubernamentales junto a diversos representantes de ONGs. Este encuentro tuvo como primer objetivo el fortalecimiento de las relaciones entre gobiernos, ONGs y agencias internacionales de 18 países de la región con el fin de impulsar la educación y comunicación como herramientas para el desarrollo sostenible.

El evento pretendía recuperar buenas prácticas que pudieran servir de ejemplos para orientar mejor el trabajo. En esta reunión se formó la red de educación ambiental de la UICN-Sur, que ha contribuido significativamente a la consolidación de la educación ambiental en la región.

Nueve estudios de caso sobre estrategias e iniciativas intersectoriales en educación y comunicación ambiental se pusieron como ejes sobre los que se organizaron mesas y grupos de trabajo con el fin de analizar los factores clave referidos a la cooperación intersectorial y al fortalecimiento regional. Las recomendaciones finales subrayaron la importancia tanto de la educación y de la comunicación como elementos imprescindibles para alcanzar el desarrollo sostenible, como de la participación responsable y coordinada de la sociedad civil para apoyar las estrategias y acciones a implementar en cada país. (Ruiz Brioceño, 2000)

Esta reunión potenció la participación social en relación a los temas ambientales. Así, en Ecuador la Fundación Natura, o en Bolivia el Centro lnterdisciplinar de Estudios Comunitarios (CIEC) impulsan la educación ambiental en el ámbito no formal, promoviendo la participación social y estimulando programas de autogestión. Sin embargo, las propuestas encuentran grandes obstáculos relacionados con la limitación de recursos humanos y económicos y con las condiciones de inestabilidad de la región.

Según Ruiz Brioceño (2000), las principales conclusiones hacían referencia a la persistencia de los problemas conceptuales en relación a la educación ambiental, a la importancia de estrechar la cooperación entre el sector estatal y el no gubernamental –ya que tienden a actuar de forma separada–, y a la necesidad de llevar la educación ambiental a sectores no convencionales, como el empresarial, a través de estrategias de educación y comunicación que abarquen toda la sociedad.

1995. Primera Conferencia Mundial de Educación Ambiental. Caracas, Venezuela

En julio de 1995 se celebró la Primera Conferencia Mundial de Educación Ambiental en Caracas (Venezuela), a la que acudieron entidades gubernamentales y oficiales, universidades, ecologistas, y más de 1000 organismos multilaterales de 30 países y de todos los sectores.

La Conferencia estableció diversas estrategias encaminadas a la transición de una sociedad actual a una más sostenible. Las conclusiones proponen la aplicación y desarrollo de proyectos educativos como base para una sociedad justa y un desarrollo en armonía con el medio ambiente.