1973

1973. The shallow and the deep, long-range ecology movement. A summary. Næss

Arne Dekke Eide Næss (1912-2009), filósofo noruego que inspiró el movimiento de Ecología Profunda, afirmaba que los grupos ecologistas de la época eran muy superficiales al afrontar los problemas ecológicos, ya que no tenían como objetivo cambiar las causas institucionales de estos problemas, sino tan sólo tratar los síntomas. Næss se basó en las obras de R. Carson, R. W. Emerson, A. Leopold, J. Muir, H. D. Thoreau o F. Nietzsche para hacer hincapié en la igualdad de derechos de todos los seres vivos para prosperar e, incluso, combinó su visión ecológica con la no-violencia de Gandhi en las ocasiones que participó en la acción directa. En 1970, junto con un gran número de manifestantes, se encadenó a las rocas frente a Mardalsfossen, una cascada en un fiordo noruego, y se negó a descender hasta que los planes para construir una presa fueron retirados. Aunque los manifestantes fueron llevados por la policía y la presa fue construida con el tiempo, la manifestación inició una fase más activista del ecologismo noruego.

Næss rechazaba la idea de que los seres se puedan clasificar de acuerdo a su valor relativo, por los juicios sobre si un animal tiene un alma eterna, si usa la razón, o si tiene conciencia (o incluso la conciencia superior), argumentos que habían sido utilizados para justificar la clasificación del animal humano como superior a otros animales. Según Næss, desde un punto de vista ecológico, el derecho de todas las formas de vida a la vida es un derecho universal que no puede ser cuantificado. Ninguna especie de ser vivo tiene más de este derecho en particular para vivir y desarrollarse que cualquier otra especie.

En 1972, en la Universidad de Oslo (Noruega), Næss presenta su propuesta filosófica Ecosofía T. Tratando de superar la visión antropocéntrica del ecologismo de la época, propone una unión de las dimensiones ecológicas, espirituales y globales para impulsar un cambio en la visión del mundo. Con esta nueva corriente, Næss introduce el concepto de movimiento de ecología profunda, dando espacio a dos nuevas ideas la ecología superficial y la ecología profunda, con las que publica en la revista Inquiry su artículo de 1973 The shallow and the deep, long-range ecology movement. A summary (“Lo superficial y lo profundo, movimiento ecológico de largo alcance, Un resumen”).

Para Næss, la ecología superficial hace referencia a dos entes separados, naturaleza y sociedad, y a una preocupación por el medio ambiente, toda vez que su deterioro y sobreexplotación van a afectar al propio ser humano: hay que proteger el medio ambiente como garante de nuestro bienestar. Por el contrario, la ecología profunda coloca a la naturaleza en el centro del mundo, considerando el valor de la vida de las distintas especies animales y vegetales como algo intrínseco. El ser humano, como el resto de especies vivas, pertenece a la naturaleza. Hay que proteger la naturaleza, sí, pero por su propio valor.

La ecología profunda formula un cambio de paradigma en el pensamiento ecologista, superando el antropocentrismo generalizado a favor de la naturaleza, y consecuentemente, de la especie humana como parte de ella. La ecología profunda se asienta en ocho principios (citado en Kwiatkowska e Issa, 1998):

1. El bienestar y florecimiento de la vida humana y no humana sobre la Tierra tienen valor en sí mismos (expresiones sinónimas: valor intrínseco, valor inherente). Estos valores son independientes de la utilidad del mundo no humano para propósitos humanos.

2. La riqueza y la diversidad de las formas de vida contribuyen a la realización de estos valores y también son valores en sí mismos.

3. Los humanos no tienen ningún derecho a reducir tal riqueza y diversidad, excepto para satisfacer necesidades vitales.

4. El florecimiento de la vida y las culturas humanas es compatible con una población humana sustancialmente menor. El florecimiento de la vida no humana requiere una población humana más pequeña.

5. La actual interferencia humana con el mundo no humano es excesiva, y la situación empeora rápidamente.

6. Por lo tanto, deben modificarse las políticas. Estas políticas afectan a estructuras económicas, tecnológicas e ideológicas básicas. El estado de situación resultante será profundamente distinto al actual.

7. El cambio ideológico consistirá principalmente en apreciar la calidad de vida (vivir en situaciones de valor inherente) más que en adherirse a un nivel de vida cada vez más alto. Habrá una profunda conciencia de las diferencias entre lo grande y lo grandioso.

8. Quienes suscriben los puntos anteriores tienen la obligación directa o indirecta de tratar de implementar los cambios necesarios.

El término “ecosofía” (de ecos-, casa y -sofía, sabiduría), sinónimo de la sabiduría de la ecología, fue presentado por Næss en 1973, convirtiéndose en uno de los fundamentos del movimiento de Ecología Profunda. La ecosofía supera el antropocentrismo y la visión proteccionista del movimiento ecologista, al implementar la dimensión espiritual y global, impulsando un cambio profundo de la visión del mundo, y regresando a principios universales.

Dentro de la corriente de la ecología profunda encontramos, por ejemplo, a L. Boff, F. Capra, W. Fox, E. Goldsmith, F. Guattari, T.Roszak, J. Seed o Vandana Shiva.

1973. L'environnement à l'école: une révolution pédagogique. Marie Louisse Debesse-Arviset

La profesora de la Escuela Normal Superior de Paris, Marie Louisse Debesse-Arviset publica, en 1973, L'environnement à l'école: une révolution pédagogique (“El entorno en la escuela: una revolución pedagógica”) donde propone un replanteamiento de la didáctica de la geografía que trata de situar a quien estudia ante su medio ambiente con curiosidad, con paciencia, con modestia, sacando a la educación del mundo de lo abstracto a los problemas reales del entorno:

En una civilización deshumanizada en cifras y más allá de una filosofía que destila desdicha, la joven generación necesita recuperar en el mundo vivo una grandeza a la medida del hombre. Por ello la educación debería abandonar el pedestal de la filosofía de las nubes y la abstracción, y situarse a nivel de los problemas reales del entorno tocando con los pies en el suelo (…) En nuestras sociedades, en que estalla la primacía industrial, empiezan a imponerse los lazos entre conocimiento y acción (…) Esta educación no puede realizarse únicamente con la asimilación de una suma de conocimientos, ni siquiera con el examen de los problemas actuales que quedarán rápidamente superados en un futuro próximo. Hay que dar a los adolescentes un capital intelectual que les haga aptos para comprender cualquier medio y para iniciar una acción creedora en la sociedad científica a que tiende la actual. (Debesse-Arviset, 1974)

1973. Small Is Beautiful: Economics As If People Mattered. Schumacher

Ernst Friedrich “Fritz” Schumacher (1911-1977) fue un influyente pensador, estadista y economista en el Reino Unido. Sus ideas se popularizaron en gran parte del mundo, debido a su crítica de las economías occidentales y sus propuestas a escala humana, descentralizadas y con tecnologías apropiadas. Su obra de 1973, Small Is Beautiful: Economics As If People Mattered (“Lo pequeño es hermoso: un estudio de la economía como si la gente importara”) es una recopilación de ensayos en los que afirma que no podemos considerar el problema de la producción tecnológica resuelto si ello conlleva que, imprudentemente, se erosione nuestro capital natural finito y se prive a las generaciones futuras de sus beneficios. El trabajo de Schumacher coincidió con el crecimiento de las preocupaciones medioambientales y con el nacimiento del ecologismo.

El libro está dividido en cuatro partes: organización y propiedad, el mundo moderno, los recursos y el tercer mundo. La filosofía de Schumacher aprecia tanto las necesidades humanas como las limitaciones y el uso apropiado de la tecnología. Se desarrolló a partir de su estudio de la economía de las aldeas, que más tarde llamados “economía budista”. Schumacher sostiene que la economía moderna es inadmisible, los recursos naturales (como los combustibles fósiles) son tratados como ingresos desechables, cuando en realidad deben ser entendidos como capital, ya que no son renovables, y por lo tanto sujetos al agotamiento eventual. Sostiene, además, que la resistencia de la naturaleza a la contaminación es limitada. Concluye que los esfuerzos de los gobiernos deben concentrarse en un desarrollo más razonable, ya que mejoras relativamente menores, por ejemplo, la transferencia de tecnología a los países en vías de desarrollo no va a resolver el problema de fondo de una economía descabellada.

El fallo del pensamiento económico convencional es no tener en cuenta la escala más adecuada para la realización de una actividad, afirma Schumacher. Frases grandilocuentes como que “el crecimiento es bueno”, y que “cuanto más grande mejor” deben ser cuestionadas, así como la idoneidad de utilizar “la producción en masa” en los países en desarrollo en vez de promover en su lugar la “producción por las masas”.

Schumacher es uno de los primeros economistas que cuestionan la conveniencia de utilizar el producto nacional bruto para medir el bienestar humano, haciendo hincapié en que “el objetivo debe ser obtener el máximo de bienestar con el mínimo de consumo”.

1973. Alianza para la Educación Ambiental

Como consecuencia de la Recomendación nº 96 del informe de Estocolmo, se fundamenta la Alianza para la Educación Ambiental (AEE) en EE.UU., foro para el cambio de información sobre la alfabetización ambiental. AEE es una coalición de aproximadamente trescientas organizaciones profesionales, negocios, agencias de gobierno, instituciones educativas y organizaciones ambientales, incluyendo a la mayor parte de los grandes distribuidores de materiales educativos ambientales. La AEE creó una red de educación ambiental interactiva tanto para los centros escolares participantes como para el público en general.

Las actividades de la AEE generalmente eran dirigidas de manera colegiada y fueron bien recibidas porque se identificaron como educadores ambientales, aunque la naturaleza “paraguas” de la organización quisiera decir que trataban con más frecuencia con los líderes de grupos que con profesores de aula u otros educadores profesionales en general. La AEE coordinó varias conferencias estadounidenses desde mediados de los años 70 a principios de los años 90, y sin embargo, a mediados de la década de 1990 se disolvió cuando fue incapaz de generar la financiación como para sostener un programa cada vez más intenso. La dirección de la AEE, al parecer, desarrolló su participación en la educación tal y como funcionaban las relaciones públicas y no concedieron la suficiente prioridad a la participación cooperativa en actividades educativas, aunque apoyara actividades educativas específicas para la difusión de sus propios intereses.

1973. Programa Internacional de Educación Ambiental-PIEA. PNUMA

En 1973, como consecuencia de los resultados de la Conferencia de Estocolmo, la Unesco establece el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente-PNUMA. Según su web, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente tiene como misión dirigir y alentar la participación en el cuidado del medio ambiente, inspirando, informando y dando a las naciones y a los pueblos los medios para mejorar la calidad de vida sin poner en riesgo la de las futuras generaciones. Sus tareas eran:

· Asistencia técnica a los gobiernos para la adaptación de medidas relativas al medio ambiente.

· Ayuda para la formación de personal especializado.

· Ayudas, incluidas la ayuda financiera, para reforzar las instituciones nacionales y regionales.

· Apoyo a los programas de información y de educación en materia de medio ambiente.

Una vez creado el PNUMA, la Unesco acordó con él y estableció formalmente el Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA) dentro de su Sector de Educación, como parte de la División de Enseñanza de las Ciencias y de Enseñanza Técnica y Profesional. Dentro de esta División se creó una sección especial, formada por un equipo de profesionales de todas las regiones del mundo y con una amplia diversidad de antecedentes y experiencias en materia de educación y medio ambiente (Unesco,1977).

Los objetivos del PIEA fueron los siguientes:

a) facilitar la coordinación, el planeamiento conjunto y la programación de actividades esenciales para el desarrollo de un Programa Internacional de Educación Ambiental;

b) favorecer el intercambio internacional de ideas e informaciones sobre educación ambiental;

c) coordinar los trabajos de investigación que tiendan a una mejor comprensión de los diversos fenómenos que implica la enseñanza y el aprendizaje de los problemas ambientales;

d) elaborar y diseñar nuevos métodos, planes de estudio, material didáctico y programas en el campo de la educación ambiental escolar y extraescolar, para jóvenes y adultos;

e) formar y actualizar al personal clave para desarrollar programas de educación ambiental; y

f) proporcionar asistencia técnica a los Estados Miembros para el desarrollo de programas de educación ambiental.

El primer instrumento de la PIEA para la difusión de la información relativa al sistema de comunicaciones sobre educación ambiental fue el boletín Contacto, publicado tres veces al año y distribuido a todos los Estados Miembros de la Unesco y a todas las instituciones y personas que participan en la red. Este boletín se concibió como el medio de conexión de la red, proporcionando una tribuna para el intercambio internacional de ideas y de informaciones entre personas y organizaciones interesadas por la educación ambiental. Desde que se inició el Programa, el boletín apareció cinco veces, publicándose los cuatro primeros números en tres idiomas (español, francés e inglés) y el quinto número, además, en árabe y ruso. Unos 10.000 números de Contaco llegaban a instituciones, incluidas todas las comisiones nacionales de la Unesco, algunos ministerios interesados (que se ocupan de la educación y/o del medio ambiente), y entidades o personas que desarrollasen una actividad directa o indirectamente relacionada con la educación ambiental, así como centros de documentación y de alfabetización de todas las regiones.

Cada número de Contacto era monográfico e incluía secciones periódicas de noticias de carácter general sobre las innovaciones en el campo de la educación ambiental en todas las regiones, así como una tribuna para el intercambio de opiniones entre los lectores. Los temas fueron: el Seminario Internacional de Educación Ambiental de Belgrado (Vol. I, Nº 1, enero de 1976); Planes, proyectos y reuniones regionales (Vol. I, Nº 2, abril de 1976); La educación ambiental y la comunidad (Vol. I, Nº 3, septiembre de 1976); Reuniones regionales sobre educación ambiental (Vol. II, Nº 1, marzo de 1977), y la Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental (Vol. II, Nº 2, julio de 1977).

Bajo el mandato de Stapp, el PIEA llevó a cabo dos de los hitos históricos de la educación ambiental: el Seminario de Belgrado y la Reunión Intergubernamental de Tbilisi.

Para Novo (1998), la creación del PIEA sirvió para que se sentaran las bases de un despliegue coordinado de acción educativa-ambiental en todo el mundo, que continua en nuestros días con eficacia y éxitos probados.

González Gaudiano y Arias Ortega (2009) escriben:

En 1972, dentro del marco de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente Humano, celebrada en Estocolmo, Suecia, se acuerda desarrollar un programa educativo sobre cuestiones ambientales a nivel mundial, por lo que en 1975 la Unesco en cooperación con el PNUMA pusieron en marcha el Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA), a cargo de William Stapp, de la Escuela de Recursos Naturales de la Universidad de Michigan en EE.UU. de Norteamérica. El PIEA operó hasta 1995, cuando el PNUMA suspendió su contribución a la Unesco para la operación del mismo la cual, según informes de funcionarios de este Programa, ascendían a cuatro millones de dólares americanos al año. El PIEA orientó sus objetivos hacia el diseño y la promoción de contenidos educativos, materiales didácticos y métodos de aprendizaje para este nuevo enfoque educativo. Esto es, inclinado eminentemente hacia la educación escolar y particularmente al nivel básico. Las tareas de promoción se llevaron a cabo a través de varias estrategias, pero principalmente mediante un programa editorial que produjo una serie que publicó treinta títulos que abordaron temas diversos de la educación ambiental para distintos niveles educativos.

En Fensham, Hunwick y Jacobson (1986) encontramos que:

La Educación Ambiental de casi todos los países se ha visto de un modo u otro afectada por el Programa Internacional de la Unesco y del PNUMA. No podemos afirmar que este proyecto haya tenido tanta influencia en otros aspectos educativos, sobre todo en Ios países más desarrollados.

La razón de esta considerable influencia se ha debido a que pocos países habían desarrollado este aspecto de los programas educativos antes de este proyecto de 1974.

Con anterioridad hubo, por supuesto, muchos individuos, grupos, y organizaciones que intentaron introducir estos mismos objetivos educativos. Aun así, el estudio que dio origen al proyecto internacional, revelo que en pocos casos se habían dado preferencia a los temas ambientales en los programas de enseñanza tanto formal como no formal, y que en la mayoría de las situaciones no existían los suficientes recursos materiales o humanos.

Sin embargo, González Gaudiano y Arias Ortega (2009) opinan que:

El PIEA representó la plataforma más visible de una estrategia de divulgación de un institucionalizado discurso instrumental para este campo pedagógico, con resultados muy precarios que nunca fueron evaluados y que, sin embargo, está siendo reactivado ahora para la promoción de la educación para el desarrollo sostenible.

1973. Is There a Need for a New, an Environmental Ethic? Richard Sylvan

Richard Francis Routley, más tarde conocida como, Richard Sylvan (1935-1996) filósofa y ecologista neozelandesa, presentó una ponencia en el 15º Congreso Mundial de Filosofía: Is There a Need for a New, an Environmental Ethic? (“¿Existe la necesidad de una nueva ética ambiental?”). En ella defendió una visión, entonces poco ortodoxa, del valor intrínseco de lo no humano, del mundo natural. Por esto fue considerada a veces una defensora de la ecología profunda, cuando en realidad era muy crítico con gran parte de esta filosofía.

Fuera de la lógica y de la metafísica, Sylvan era un autor de los llamados de ética ambiental profunda en el estudio de la ética del medio. A principios de la década de 1970, Sylvan había publicado varios artículos y libros notables sobre la ética ambiental y su temática y fue co-autor del libro La ecologización de la ética, con David Bennett, en 1994.