1981

*1981. Conocimiento del Medio en la Educación General Básica. España

En un intento por introducir la educación ecológica en la Enseñanza General Básica, en 1981 se fijan las enseñanzas mínimas para Lengua, Matemáticas y Experiencia Social y Natural. En este último se fijan tres bloques temáticos que atienden al:

· Conocimiento de sí mismo: Conocimiento y cuidado del cuerpo. Identificar y nombrar las partes principales. Adquirir habitos de higiene y de comportamiento social (alimentación, descanso y limpieza). Poseer conciencia del derecho y del deber, y de la propia capacitada para sentir, pensar y querer.

· Conocimiento del medio: Conocer el entorno físico y comprender la interrelación existente entre clima, paisaje y seres de la naturaleza en el ecosistema. Valorar la importancia del sol, del agua y del aire como agentes de vida. Observación de los cambios de la naturaleza.

· Desenvolvimiento en el medio: Tomar conciencia de pertenecer a un grupo familiar y un entorno social (familia, barrio, pueblo, comarca, provincia, región o nacionalidad y nación).

Varios años después de poner en marcha esta propuesta, Luis del Carmen (1990) afirmaba que:

Conocimiento del Medio y educación ambiental son dos conceptos que en los últimos tiempos han tenido un fuerte impacto dentro del mundo educativo, como lo ponen de manifiesto la multitud de publicaciones, simposios y jornadas que se han realizado sobre ellos. No obstante este impacto no ha tenido la esperada repercusión dentro de los centros escolares, quizás porque en muchos casos el profesorado de EGB ha participado escasamente en las elaboraciones y actividades realizadas o bien porque el estudio del medio y la educación ambiental se han planteado, en la mayoría de los casos, al margen del currículum escolar.

1981. Ensayos sobre el desarrollo moral: La filosofía del desarrollo moral. Kohlberg

Lawrence Kohlberg (1927-1987) fue un psicólogo norteamericano que se especializó en el desarrollo moral de la persona. Seguidor de los trabajos de desarrollo cognitivo de Piaget y partícipe de la idea de Dewey de que el objetivo de la educación debe ser el desarrollo.

En 1981 publica Ensayos sobre el desarrollo moral, vol. I: La filosofía del desarrollo moral, donde describe su teoría sobre las etapas del desarrollo moral que venía trabajando desde 1958. Kohlberg propone seis etapas generales, agrupadas en tres niveles de dos sub-etapas cada uno: pre-convencional, convencional y post-convencional.

Kohlberg determina que el desarrollo consiste esencialmente en cambios y transformaciones en la estructura mental con el fin de conseguir un mayor equilibrio y estabilidad, todo ello como consecuencia de la interacción entre el sujeto y su medio ambiente y no como resultado de un mero aprendizaje social. Según Kohlberg, el proceso de desarrollo moral se ocupa principalmente de la justicia, y que continúa durante toda la vida del individuo. En este sentido, a la hora de buscar soluciones a los problemas ambientales, la conciencia humana se desmarca de los intereses individuales, incluso sociales, con el objetivo de extenderse a todos los seres humanos. Por tanto, son innegables las ventajas emanadas de una:

Concepción del desarrollo moral que supone una progresiva secuencia de ampliación de la perspectiva según se avanza en los sucesivos estadios, hasta llegar a la perspectiva universal del pensamiento posconvencional del estadio 6.

En la formulación “oficial’ de la teoría de Kohlberg en base a los 6 estadios de desarrollo moral, sin embargo, hallamos una insuficiencia de cara a elegirla como enfoque para una ética ambiental. La perspectiva universal del nivel posconvencional queda limitada a los seres humanos y a sus relaciones interpersonales o sociales, pero no incluye de forma explícita las relaciones de la persona con el mundo natural. El razonamiento posconvencional basa sus argumentos morales en el principio del respeto por las personas, considerando a estas como sujetos de idénticos derechos, pero no se atiende en el pensamiento posconvencional al respeto por la naturaleza. Podemos entender que el respeto a todo lo que nos rodea y a toda forma de vida es un apartado implícito en la evolución del concepto de justicia tal como lo entiende Kohlberg, aunque solo sea porque los daños causados al medio ambiente repercuten, antes o después, en la calidad de vida, e incluso en la supervivencia humana. Ciertos impactos sobre la naturaleza llegan a cobrarse directa o indirectamente vidas humanas. Nada parece impedir la inclusión en la perspectiva posconvencional el bienestar del mundo no humano. Sin embargo este no es un tema explicitado y analizado en el enfoque cognitivo-evolutivo. La descripción del desarrollo del razonamiento moral a través de los 6 estadios de Kohlberg, en consecuencia, no da cuenta de este ámbito moral sentido hoy con urgencia. (Novales, 2008)

*1981. Ecología y escuela. Cañal, García y Porlán

El libro que tenéis en vuestras manos tiene como objetivo definir unas bases y una didáctica de la educación ambiental. Su título recoge, de forma esquemática, los dos aspectos que, a nuestro entender, configuran de manera más determinante dicha educación ambiental. Por un lado la ecología, por sus aportaciones conceptuales y metodológicas, así como su evidente y actual impacto social. Por otro la escuela, por su carácter de institución educativa básica, por su correspondencia con la ideología dominante en la sociedad y por la situación de encrucijada en que se encuentra; atada a viejos y caducos modos de enseñar y encorsetada por un aparato burocrático-ideológico, pero a su vez, abierta a la nueva pedagogía, con equipos de maestros en permanente revisión y análisis; acercándose a la vida, a la realidad, a los intereses de los niños. (Cañal, García y Porlán, 1981)

Así comienza uno de los primeros libros de educación ambiental publicados en España, logrando un gran impacto entre las personas y grupos que daban sus primeros pasos en este ámbito.

En esta publicación los autores plantean:

La existencia de personas e instituciones que desde una posición altruista y basada en la buena voluntad, pretenden una salida a la crisis ambiental a través de la educación, pero sin cuestionar las estructuras sociales causantes del deterioro del medio. Aportar una visión de la educación ambiental distinta a la oficial nos parece de sumo interés. Se trata de compaginar en un mismo texto dos aspectos (…) Por una lado, cimentar, con unos presupuestos científicos, ideológicos y pedagógicos, una determinada alternativa de educación ambiental ; y por otro ofrecer un manual práctico de ideas y actividades que orienten la labor de clase (la de cada día) de maestros y profesores (Cañal et al., 1981).

El trabajo está asentado en una bibliografía en la que aparecen conjuntamente Bookchin, Carson, Dorst, Ehrlich, Goldsmith, Illich, Marcuse, Meadows, Freinet, Makarenko, Neill, Tonucci, Suchodolwski… y Morin.

Un año antes habían escrito un artículo llamado El taller de ciencias ambientales, para Cuadernos de Pedagogía (67-68), en el que habían dejado ver su línea de acción frente a:

Las dificultades aportadas por la estructura de un sistema educativo caracterizado por la compartimentación de la realidad en una serie de asignaturas independientes, por unos programas anquilosados y enciclopédicos y por una organización académica inadecuada en cuanto a horarios, distribución del espacio, etc. En este contexto y en los momentos presentes, el sistema de talleres de investigación pretende ser una alternativa radical a la forma de trabajo propia del actual sistema educativo, e incluso, a más largo plazo, un elemento básico en la reestructuración global del mismo sistema (Cañal et al., 1980).

1981. Fundación para la Educación Ambiental-FEE

La Fundación para la Educación Ambiental (FEE), al principio conocida como Fundación para la Educación Ambiental en Europa (FEEE), fue establecida en 1981. Se autodefine como una organización no gubernamental sin fines de lucro, para promover el desarrollo sostenible mediante la educación ambiental. En sus primeros años, la FEEE genera seminarios, conferencias y publicaciones. Su primer programa fue la Bandera Azul, sistema de certificación que promueve y premia la participación en iniciativas ambientales voluntarias de las autoridades municipales, la población local y visitante y los agentes del sector del turismo. Los criterios para obtener la Bandera Azul se agrupan en cuatro áreas: Calidad de las aguas de baño, Información y educación ambiental, Gestión ambiental y Seguridad, servicios e instalaciones. En 1987, la Bandera Azul fue lanzada en 10 países europeos por una asociación entre FEEE y la Comisión Europea.

En el año 2000, adquiere dimensión mundial convirtiéndose en una organización internacional con una organización miembro nacional por cada país. FEE cuenta con organizaciones miembros en 60 países de todo el mundo. Actualmente activa cinco programas: Bandera Azul, Eco-Escuelas y Jóvenes Reporteros para el Medio Ambiente, Aprender acerca de los Bosques y Llave Verde.