La desigualdad es una realidad hoy en día, aunque parezca que hayamos avanzado mucho a nivel social en lo que respecta a la equidad racial o de género. Pero nada más lejos de la realidad: la discriminación se sigue sufriendo día a día. Algo que es completamente inadmisible. Por eso no podemos permitir que las personas sigan sufriendo por ser quienes son, ya sea por su condición de persona homosexual, transgénero, bisexual, racializado o birracial, entre otras.
Aunque el origen de esto es confuso, Nee Barros, escritore y youtuber, explica que “las sociedades, a la hora de organizarse como tales, hacen divisiones entre las personas”, y que por este motivo las personas se cierran y se niegan a aceptar otras realidades. Esther Lora, activista e integrante de la asociación SOS Racismo Galicia, opina que “la discriminación existe porque está construido así desde siempre, y porque es la forma de garantizar que unas personas tengan el poder absoluto sobre otras y porque es la forma de supervivencia de algunas otras”. Por lo tanto, la conclusión general es que la desigualdad es una construcción social que beneficia a las personas más poderosas. Aun así, la discriminación no es algo justificable y todo el mundo debe seguir luchando para erradicarla.
En mi opinión, no es aceptable que la gente siga sufriendo por ser quien es. Tampoco se puede hacer la vista gorda si hay personas que agreden e incluso asesinan a personas por razón de su orientación sexual o si hay policías que matan a personas racializadas solo porque desconfían de ellas. Creo que debería haber más educación con respecto a esos temas y más sanciones por estos motivos.