1. Transforme, aplicando los cambios necesarios, la siguiente oración enunciativa en las modalidades interrogativa, exhortativa, exclamativa, dubitativa y desiderativa: Todos hablaban a menudo de sus padres (Pregunta extraída del texto Los girasoles ciegos).
Solución:
- ¿Hablaban todos a menudo de sus padres? Interrogativa directa total.
- Hablad a menudo de sus padres. Exhortativa.
- ¡Hablaban de sus padres! Exclamativa.
- Probablemente todos hablasen a menudo de sus padres. Dubitativa.
- Ojalá todos hablasen a menudo de sus padres. Desiderativa.
Los rasgos lingüísticos que se han tenido en cuenta para realizar las transformaciones son los siguientes:
Interrogativa directa total (Expresa una pregunta de la que se espera respuesta verbal): Inversión del orden: verbo-sujeto; signos de interrogación por ser directa.
Exhortativa (Expresa mandato o ruego): Verbo en imperativo con inversión del sujeto omitido (2ª persona del plural).
Exclamativa (Manifiesta énfasis): signos de exclamación.
Dubitativa (Expresa hechos de posible o dudosa realización): Adverbio de probabilidad; verbo en modo subjuntivo (irrealidad).
Desiderativa (Manifiesta un deseo): Interjección “ojalá”; verbo en modo subjuntivo (irrealidad).
Otras posibilidades de respuesta:
¿Con qué frecuencia hablaban de sus padres? Interrogativa directa parcial.
Dime sí todos hablaban a menudo de sus padres. Interrogativa indirecta total.
Debéis hablar a menudo de vuestros padres. Exhortativa.
No habléis a menudo de vuestros padres. Exhortativa (negativa).
¡Cuánto hablaban de sus padres! Exclamativa.
¡Venga, hablemos de nuestros padres! Exhortativa exclamativa.
Posiblemente / Quizá todos hablen a menudo de sus padres. Dubitativa.
Ojalá todos hablen a menudo de nuestros padres. Desiderativa.
¡Ojalá todos pudieran hablar a menudo de sus padres! Desiderativa exclamativa.
Teoría relacionada con la pregunta: las modalidades oracionales y sus rasgos lingüísticos distintivos.
Las modalidades oracionales responden a las diferentes actitudes que el hablante adopta ante lo expresado. Por ello, un enunciado puede formularse según las distintas modalidades, relacionadas con las funciones del lenguaje. Para realizar una transformación en este sentido hay que tener presentes las marcas lingüísticas propias de cada una:
a) Con FUNCIÓN REFERENCIAL: Oraciones enunciativas: expresan un hecho objetivo. Se caracterizan por el orden lógico (sujeto+verbo+complementos) y el modo indicativo. Pueden ser afirmativas (Este coche es nuevo) o negativas (El portero no detuvo el penalti). Oraciones dubitativas: expresan una duda o posibilidad. Se caracterizan por el modo subjuntivo, los adverbios de duda y las construcciones con “poder” (Tal vez vaya esta tarde. Puede que llueva hoy).
b) Con FUNCIÓN APELATIVA: Oraciones interrogativas: se pueden clasificar según dos criterios:
• Según las posibles respuestas, pueden ser totales, que sólo admiten sí o no (¿Hoy es jueves?) o parciales, que admiten varias respuestas posibles (¿Cómo te llamas?).
• Según la forma de expresión: directas, en forma de pregunta (¿Qué hora es?) o indirectas, dependientes de un verbo (Me preguntó qué hacía allí). Oraciones exhortativas: expresan una orden o un ruego (Cierra la puerta). Se caracterizan por el modo imperativo, la presencia de vocativos y las construcciones son “deber” o “tener que”.
c) Con FUNCIÓN EXPRESIVA: Oraciones exclamativas: representan la función expresiva del lenguaje, enfatizando el enunciado. Pueden ser analíticas (¡Qué calor hace!) o sintéticas (¡Vaya!). Oraciones desiderativas: expresan un deseo (Ojalá llueva mañana). Se caracterizan por el modo subjuntivo, adverbios como “ojalá” y construcción con “querer” o “gustar”.
Además de la entonación destacamos los rasgos más frecuentes en cada modalidad:
Modalidad enunciativa. Los enunciados enunciativos afirman o niegan algo.
Modalidad Interrogativa. Los enunciados interrogativos expresan una pregunta de la que se espera respuesta verbal (total, parcial, directa, indirecta).
- Posible inversión del orden: verbo-sujeto.
- Directas: signos de interrogación.
- Indirectas: sin signos de interrogación; subordinadas sustantivas.
- Totales: partículas interrogativas coloquiales (es que..., acaso.... entonces...). Las indirectas llevan como nexo la conjunción si.
- Parciales: llevan determinantes, pronombres o adverbios interrogativos (con tilde) (qué, quién, dónde, cómo, por qué...).
- La oposición afirmación / negación se neutraliza en las interrogativas. La forma negativa significa que se espera respuesta afirmativa: ¿No tienes hambre? ¿Tú no tenías un hermano?
Modalidad exhortativa. Los enunciados exhortativos expresan un mandato o ruego.
- Verbos en imperativos con inversión del sujeto, a menudo omitido (2ª persona, afirmativa) o presente de subjuntivo (1ª y 3ª persona y formas negativas): Cállate, callaos, no te calles, callémonos, no os calléis, cállense (coloquial: callaros; en Andalucía: callarse).
- Presente o futuro de mandato: Ahora vas y haces tu cama. Saldrás sin protestar.
- En infinitivo, para órdenes generales, y, en ciertos contextos, dentro del registro coloquial: A callar. No fumar.
- Perífrasis verbales de obligación: deber + infinitivo, tener que + infinitivo, haber que + infinitivo: debes estudiar, tienes que estudiar, hay que estudiar.
Junto a las órdenes o ruegos suele aparecer el vocativo: Pedro, ven aquí.
Modalidad exclamativa. Los enunciados exclamativos manifiestan énfasis. Llevan signos de exclamación.
- Posible presencia de determinantes y pronombres exclamativos: qué, cuánto...
- Interjecciones y expresiones interjectivas: ¡Ay! ¡Oh! ¡Olé! ¡Diablo!
- Frecuente elipsis de elementos: ¡Qué pena! ¡Ay, qué dolor!
Modalidad dubitativa o de posibilidad. Los enunciados dubitativos expresan hechos de posible o dudosa realización.
- Adverbios de duda o posibilidad oracionales, seguidos de verbo en subjuntivo: quizá, acaso, tal vez, probablemente, a lo mejor, puede que, posiblemente...
- Perífrasis verbales de posibilidad o probabilidad: poder + infinitivo, deber de + infinitivo.
- Formas verbales que expresan probabilidad:
- Futuro (por presente) Ahora serán las diez. Futuro perfecto (por pretérito perfecto compuesto): Habrá sido él. Condicional (por imperfecto): Serían las cinco cuando llamó. Condicional perfecto (por pluscuamperfecto): Calculo que habría bebido dos copas.
Modalidad desiderativa. Los enunciados desiderativos manifiestan un deseo.
- Conjunción que + verbo en subjuntivo: Que no se entere nadie. Que tengas suerte.
- Interjecciones como ojalá: Ojalá gane mi equipo.
- Verbos como querer, gustar: Me gustaría irme de vacaciones. Quiero estudiar Derecho.
La entonación exclamativa se puede añadir a oraciones de otra modalidad. Lo mismo ocurre con la negación, compatible con la mayoría de los enunciados. La negación se indica con adverbios: no, nunca, jamás; pronombres: nadie, nada, ninguno; o con otras expresiones: en mi vida, en absoluto... Si estos elementos van pospuestos al verbo se hace necesaria la presencia de otro elemento negativo delante del verbo: Nadie lo ha hecho. No lo ha hecho nadie.
2. Transforme el estilo directo del siguiente fragmento en estilo indirecto. Explique los cambios realizados (Pregunta extraída del texto El camino, de Miguel Delibes).
Daniel, el Mochuelo, se quedó pensativo un instante. Empezaba a dominarle también a él un indefinible desasosiego cósmico. La voz surgió de su garganta indecisa y aguda como un lamento.
-Moñigo.
-¿Qué?
-No me hagas esas preguntas; me mareo.
-¿Te mareas o asustas?
-Puede que las dos cosas- admitió.
Rio, entrecortadamente, el Moñigo.
-Voy a decirte una cosa -dijo luego.
-¿Qué?
-También a mí me dan miedo las estrellas y todas esas cosas que no se abarcan o no se acaban nunca.
Solución (posible texto transformado):
Daniel, el Mochuelo, se quedó pensativo un instante. Empezaba a dominarle también a él un indefinible desasosiego cósmico. La voz surgió de su garganta indecisa y aguda como un lamento cuando llamó a su amigo. Moñigo respondió que qué quería y el Mochuelo le pidió que no le hiciera aquellas preguntas; que se mareaba. Roque le preguntó que si se mareaba o se asustaba y Daniel admitió que podían ser las dos cosas. Rio, entrecortadamente, el Moñigo y después le dijo que iba a confesarle una cosa; también a él le daban miedo las estrellas y todas aquellas cosas que no se abarcaban o no se acababan nunca.
Explicación:
En el estilo indirecto el narrador no hace una reproducción literal de las palabras o pensamientos de los personajes (como hace en el estilo directo) sino que los cuenta con sus propias palabras y desde su propia perspectiva, de ahí que a este estilo se le conozca también como «discurso narrado». El cambio a estilo indirecto exige una serie de transformaciones:
- La supresión de los guiones que preceden a cada parlamento de los personajes o lo cierran cuando sigue un comentario del narrador.
- Los verbos dicendi o de habla (llamó, respondió, le pidió, confesarle) que a veces se han añadido. De ellos se ha hecho depender el discurso narrado en forma de subordinadas sustantivas de CD introducidas mediante las conjunciones que o si. Esta última se reserva para las interrogativas indirectas; se prefiere la fórmula le preguntó si se mareaba por ser más rápida y directa que la otra opción: le preguntó que si se mareaba. En el resto de los casos, se han copiado literalmente los verbos correspondientes (dijo, admitió).
- Los pronombres personales, que cambian de la primera y segunda persona (me, te, a mí) a la tercera (se, le, a él) para adaptarse a las referencias deícticas del narrador. Y así en lugar de me hagas, me mareo, te mareas, te asustas, decirte o a mí aparecen los pronombres personales se, le, a él.
- Los tiempos verbales, que al adoptar la perspectiva del narrador pasan de presente a pasado con el pretérito imperfecto, bien de subjuntivo (hiciera o hiciese aquellas preguntas) o de indicativo (quería, mareaba, asustaba, podía, daban, iba a decirte, se abarcaban, se acababan).
- Los determinantes demostrativos. Por la misma razón, «esas preguntas» o «esas cosas» se han transformado en «aquellas preguntas» y «aquellas cosas» para transmitir una perspectiva más lejana en el tiempo.
- Cierta libertad en algunos casos como cuando se elige la fórmula que podían ser las dos cosas en vez de que podía que las dos cosas; que posiblemente, las dos cosas, o que pudieran ser las dos cosas (esta última en subjuntivo pues es el modo de la potencialidad y en este caso la hay). También hay libertad tanto al usar sinónimos sustitutivos de los nombres propios por razones de cohesión textual y coherencia (Moñigo = Roque = su amigo; el Mochuelo = Daniel), como al añadir expresiones que mejoran la redacción y evitan la interrupción del ritmo narrativo cual es el caso de: que qué quería cuando el diálogo directo sólo tiene el interrogativo ¿Qué? Por último, apuntamos una licencia más: la preferencia por el uso del estilo indirecto libre del final: También a él le daban miedo las estrellas y todas aquellas cosas que no se abarcaban o no se acababan nunca, en que se ha incluido tras un signo de punto y coma, una oración yuxtapuesta con valor explicativo que da viveza al texto.
3. Transforme el estilo indirecto señalado en el siguiente fragmento en estilo directo. Explique los cambios realizados (Pregunta extraída del texto periodístico “Llamada”, de Manuel Vicent).
Cuando sonó la llamada la chica descolgó. Brutalmente desinhibido el chico le dijo que la amaba. La chica le contestó que todas las noches soñaba con él, pero sus expresiones de amor sin amarras tenían dos vehículos: una voz recorría el aire sobre la mesa del bar por medio de la vibración natural y sonaba terriblemente vulgar, la otra bajaba desde un satélite de la estratosfera cargada de libertad e imaginación. «Te amo, te amo», le decía el chico. «Oigo dos voces a la vez, ¿a cuál de ellas debo creer?», preguntó ella. El chico le dijo que creyera en el amor que a través de las ondas magnéticas le llegaba por la sangre hasta el corazón.
Solución (posible texto, se anota solo lo que es susceptible de transformación):
Brutalmente desinhibido el chico le dijo: «Te amo, Te amo». “Yo también sueño todas las noches contigo”, le contestó la chica.
Ante la confusión de la chica, el chico le respondió: “Cree en el amor que a través de estas ondas magnéticas te llega por la sangre hasta el corazón”.
Explicación de los cambios realizados:
Los diálogos en estilo directo reproducen literalmente (en forma de cita) las palabras o pensamientos del personaje. El cambio de estilo indirecto a directo exige algunas transformaciones:
- La supresión de la conjunción que para introducir el discurso citado.
- La inclusión de la cita con las palabras textuales del personaje entre comillas. Los dos puntos separan en este caso el verbo introductorio, usado por el narrador, de las palabras textuales del personaje: le dijo: «Te amo, te amo». Esta cita también podría representarse mediante una raya inicial (ej. --Yo también sueño todas las noches contigo). En este caso, hay que incluir entre rayas (en medio o al final de la frase) la fórmula introductoria del narrador: ejs. --le contestó la chica-- o --respondió finalmente el chico.
- Los pronombres personales, que cambian de la tercera persona (la, con él, le) a la segunda y primera (te, contigo, yo, te) para adaptarse a las referencias deícticas de los personajes. Y así, en lugar de la amaba / ella soñaba con él / le llegaba aparecen te amo / yo soñaba contigo / te llega.
- Los tiempos verbales, que al cambiar la perspectiva del narrador en pasado, tanto en indicativo (amaba, soñaba, recorría, bajaba, llegaba) como en subjuntivo (creyera) pasa a la del presente de los personajes, bien en indicativo (amo, sueño, viene, llega) bien en imperativo (cree).
- Los determinantes demostrativos. Por la misma razón, las ondas electromagnéticas se han transformado en estas ondas para transmitir una perspectiva más próxima a la situación real de la conversación.
- Por último, en la segunda transformación, se ha sustituido el verbo introductorio dijo por respondió para evitar su repetición.
Se han añadido algunos pequeños cambios para dar coherencia al diálogo, como sinónimos y comentarios del narrador.
Teoría relacionada con la pregunta:
El estilo directo es la cita literal de un enunciado. Se caracteriza por:
• Se manifiesta sin nexos, sustituidos por los dos puntos, las comillas, los guiones u otros elementos formales.
• El verbo regente puede aparecer en cualquier parte del enunciado –al principio, intercalado o al final- o incluso no aparecer.
• Todo el enunciado, y no sólo la primera oración, funciona como complemento directo del verbo regente.
El estilo indirecto es la reformulación del enunciado de otro. Se caracteriza por:
• Se manifiesta a través de nexos: que, si...
• Depende de un verbo “dicendi”.
• También funciona como complemento directo del verbo regente.
La transformación de un enunciado en estilo directo en su equivalente indirecto, o viceversa, supone una serie de cambios morfológicos y sintácticos. Por ejemplo:
Dijo: me compraré esta casa >> Me dijo que se compraría esa casa
(estilo directo) >> (estilo indirecto)
• Los dos puntos (:) se sustituyen por la conjunción que.
• El sujeto en 1ª persona se transforma en 3ª persona.
• Cambio en los elementos pronominales: me>>se, en los deícticos: esta>>esa, y en el tiempo verbal: compraré>>compraría.
4. Convierta las siguientes construcciones transitivas en pasivas perifrásticas (auxiliar más participio). En caso de que la transformación no resulte posible con algunas de ellas, explique por qué (Pregunta extraída de un texto de El País).
a) La sociedad ensalza de forma desproporcionado los valores estéticos.
b) Muchas mujeres siguen la moda.
c) Se podrá señalar a quienes busquen vestir solo a las delgadas
d) La publicidad tiene una gran influencia en la población femenina.
e) Hay muchas chicas delgadas satisfechas con su imagen.
Solución:
a) Los valores estéticos son ensalzados por la sociedad de forma desproporcionada.
b) La moda es seguida por muchas mujeres.
c) Quienes busquen vestir solo a las delgadas podrán ser señalados.
- Observación: Se podrá señalar... es una oración impersonal refleja (con se) con CD animado precedido de a en forma oracional (a quienes busquen...) y sin sujeto (agente indeterminado). Como el verbo tiene forma de perífrasis verbal (puede señalar) la transformación a pasiva afecta solo al infinitivo: Quienes busquen... podrán ser señalados. Como vemos en el ejemplo, en la pasiva no se hace explícito tampoco el complemento agente.
d) La transformación con tener + CD es agramatical en español, entre otros factores, por no ser verbo de acción.
e) La transformación haber + CD no se puede realizar porque la oración transitiva es impersonal y carece de un sujeto agente.
Recordatorio de la teoría aplicada:
Las construcciones pasivas perifrásticas, formadas por el verbo ser más participio, equivalen a una construcción transitiva con complemento directo. El CD de la transitiva corresponde al sujeto paciente de la pasiva y el sujeto agente de la transitiva se convierte en complemento agente de la pasiva. Este indica quién realiza la acción y va precedido de la preposición por.
Según la Nueva gramática de la lengua española (2009), de la RAE, se suele preferir la pasiva cuando se desea destacar el sujeto paciente (La moda es seguida por muchas mujeres), cuando no se posee información sobre el agente o cuando se desea mantenerlo en un segundo plano (Podrán ser señalados con el dedo los que busquen...).
Aunque toda pasiva perifrástica equivale a una transitiva con CD, no todas las transitivas pueden transformarse en pasivas perifrásticas. A veces la pasiva resulta rara o es inaceptable gramaticalmente. Los factores morfosintácticos y semánticos que restringen o imposibilitan la transformación son variados y falta aún un estudio sistemático de los mismos -así se reconoce en la Nueva gramática de la lengua española (2009), de la RAE, y en la Gramática descriptiva de la lengua (2000), dirigida por Ignacio Bosque. Con todo, se pueden apuntar algunas aclaraciones de carácter general:
- En principio, se suele rechazar la pasiva cuando el verbo no denota "acción», porque la pasiva supone la existencia de un «sujeto agente» en la activa. La rechazan muchos verbos que indican estado o propiedades -los que designan una situación en la que se encuentra el sujeto- (La actuación constituyó un fracaso. El dibujo representa un elefante. Tiene gripe).
- Se considera agramatical la pasiva con verbos de «tenencia o posesión», como tener + CD o los verbos de «medida» + CD cuantitativo: Tengo dolor de cabeza. Pesa ochenta kilos. En el texto de donde se extraen los ejemplos aparece: Muchos grandes modistos no tienen tallas normales, que no podría ser transformado en pasiva.
- Las impersonales de haber o hacer + CD, como hemos dicho, al carecer de sujeto agente, tampoco sufren la transformación: Hay dos personas (las hay). Hace dos meses.
- La pasiva resulta extraña con verbos como dar o hacer cuando encabezan locuciones verbales más o menos lexicalizadas: dar patadas, dar los buenos días, dar cuenta de, hacer las delicias de, hacer preguntas, hacer una visita... En el texto elegido aparecen: Este revelador dato da una clara idea. Hace falta abordar otras. Hacen gala de... hagan caso omiso de...
- También resulta extraña la transformación en muchas subordinadas sustantivas de CD. Aunque en este caso, la posible transformación sirve para diferenciar las perífrasis verbales de las que no lo son (Deseo comprar el libro >> eso (comprar el libro) es deseado, frente a Puedo comprar el libro >> el libro puede ser comprado).
- No se usa tampoco cuando el CD no va determinado: Comió manzanas >>*Manzanas fueron comidas.
Muchas restricciones que presenta la pasiva perifrástica, y que no se dan en la pasiva con se suelen estar relacionadas con el aspecto verbal.
5. Transforme las siguientes oraciones de activa a pasiva, o viceversa:
a) El pueblo elige a los miembros de la Cámara de Diputados.
b) Las elecciones serán convocadas por el presidente.
c) El resultado de las elecciones fue difundido por la Junta electoral.
d) Los afiliados aclamaban al vencedor de los comicios.
Solución:
a) Los miembros de la Cámara de Diputados son elegidos por el pueblo.
b) El presidente convocará las elecciones.
c) La Junta electoral difundió el resultado de las elecciones.
d) El vencedor de los comicios era aclamado por los afiliados.
6. Transforme las siguientes construcciones en oraciones pasivas. Si en algún caso la transformación no resulta posible, explique por qué.
a) Juan construyó la casa.
b) Juan tiene miedo.
c) La policía desalojó el edificio.
d) El portavoz convocó a los periodistas a una rueda de prensa.
e) Mi novia baila muy bien.
f) Mi primo compró las bebidas.
g) Tu actitud ha sido muy negativa.
h) Amanece muy pronto en este tiempo.
Solución:
a) La casa fue construida por Juan.
b) No es posible la transformación porque se considera agramatical la pasiva con verbos de “tenencia o posesión”.
c) El edificio fue desalojado por la policía.
d) Los periodistas fueron convocados a una rueda de prensa por el portavoz.
e) No es posible la transformación porque se trata de una oración intransitiva (sin CD); y las construcciones pasivas perifrásticas, formadas por el verbo ser más participio, equivalen a una construcción transitiva con complemento directo.
f) Las bebidas fueron compradas por mi primo.
g) No es posible la transformación al tratarse de una oración atributiva (verbo compuesto ha sido). Solo las oraciones predicativas, y no todas, pueden ser transformadas en pasivas; porque la predicación consiste en expresar a través del verbo el comportamiento del sujeto: no expresamos cómo es (sus cualidades), sino lo que hace.
h) No es posible la transformación porque se trata de una oración impersonal e intransitiva.
Teoría relacionada con la pregunta:
La voz pasiva expresa la acción como recibida, y no realizada, por el sujeto de la oración. Se construye de forma perifrástica, son el verbo ser y el participio del verbo activo. La construcción pasiva proviene de un predicado verbal transitivo en voz activa. La transformación de voz activa a voz pasiva genera una serie de cambios:
Luis ideó el plan >> El plan fue ideado por Luis
Suj+V+CD Suj+V+C.Agente
Es decir, el sujeto activo se convierte en el complemento agente, y el complemento directo activo se convierte en el sujeto paciente de la pasiva.
No todas las oraciones en voz activa pueden transformarse en pasivas. Existen dos restricciones fundamentales:
• Restricción sintáctica: si la oración activa es impersonal, intransitiva o atributiva, no puede ser transformada a pasiva: Juan baila---Juan es tímido.
• Restricción semántica: hay oraciones transitivas que, una vez transformadas a pasivas, carecen de sentido: Juan tiene paciencia >> *La paciencia es tenida por Juan.
7. Escriba tres ejemplos en los que la palabra próximo sea sustantivo, verbo y adverbio respectivamente (Pregunta extraída del texto “Ciudad cero”, de Ángel González.).
Sustantivo: La proximidad es lo contrario de la lejanía. El sustantivo proximidad se forma añadiendo al adjetivo próximo el sufijo -idad (propio de los sustantivos abstractos de cualidad o acción).
Verbo: Aproximó la silla a la mesa. El verbo aproximó se forma añadiendo al adjetivo próximo el prefijo a- (procedente del latín ad- que significa proximidad, contacto) y la desinencia verbal -ó.
Adverbio: Próximamente estará en sus pantallas. El adverbio próximamente se forma añadiendo el sufijo -mente (que convierte a todo adjetivo en adverbio) a la forma femenina del adjetivo próximo.
8. Convierta esta palabra, conservando su raíz, en otras de otras categorías gramaticales: alegrar(verbo).
Solución: sustantivo (alegría); adjetivo calificativo (alegre) y adverbio de modo (alegremente).
A partir de una palabra propuesta, se pueden crear otras categorías gramaticales de su misma familia léxica. Por ejemplo, el verbo “alegrar” se reescribe como “alegre” (adjetivo), “alegría” (sustantivo) y “alegremente” (adverbio).
9. Cambie el tiempo, el modo o la voz verbal.
a) Cambie los tiempos verbales de presente a pasado (imperfecto o perfecto), o a condicional, o a futuro: saltan y ríen.
b) Cambie el modo verbal, de indicativo a subjuntivo o imperativo, o viceversa: estudian y trabajan.
c) Cambie la voz verbal (de activa a pasiva o viceversa): los hijos aman a su madre y son queridos por ella.
Solución:
a) Saltaron y rieron (pretérito perfecto simple), saltaban y reían (pretérito imperfecto)...
b) Que estudien y trabajen (subjuntivo). ¡Estudien y trabajen! (imperativo).
c) La madre es amada por sus hijos y ella los quiere.
10. Transforme las siguientes construcciones coordinadas en subordinadas (Pregunta extraída del texto “Hombre”, de Blas de Otero).
- Estoy clamando a Dios. Y su silencio, ahoga mi voz.
- Quiero tenerte despierto. Y, noche a noche, oirás mi voz.
- Alzo la mano, y tú me la cercenas.
- Abro los ojos: me los sajas vivos.
- Sed tengo, y sal se vuelven tus arenas.
Solución:
- Aunque estoy clamando a Dios, su silencio ahoga mi voz. Subordinada adverbial concesiva.
- Quiero tenerte despierto para que noche a noche oigas mi voz. Subordinada adverbial final.
- Cuando alzo la mano, tú me la cercenas. Subordinada adverbial de tiempo.
- Si abro los ojos, me los sajas vivos. Subordinada adverbial condicional.
- A pesar de que tengo sed, sal se vuelven tus arenas. Subordinada adverbial concesiva.
En muchas ocasiones las oraciones coordinadas pueden expresarse también en forma de subordinación adverbial. Por ejemplo:
Ven a casa y te daré los apuntes---Si vienes a casa te daré los apuntes.
Llegaste tú y María se marchó---María se marchó cuando llegaste tú.
11. Transforme estas expresiones coloquiales del texto en expresiones de un registro formal.
-Yo siempre he sido muy aficionada a las batallas. Cuando niña, siempre decía que sería, de mayor, coronel de caballería. Mi mamá se opuso, ya conoces sus ideas anticuadas.
-Tu madre, siempre tan burra.
Solución:
-Me han atraído siempre las acciones bélicas. De hecho, de niña mostré mi deseo de ser coronel de infantería. Sin embargo, las ideas anticuadas de mi madre impidieron que este sueño se realizara.
-Efectivamente, tu madre siempre fue muy estricta en sus planteamientos.