Este proyecto recibió el laurel de "mención honrosa"
en los Premios ARU 2025.
Este proyecto recibió el laurel de "mención honrosa"
en los Premios ARU 2025.
Por: Rosa Correa Palacios y Mariafernanda Mori Montenegro
La quincha es un sistema constructivo ancestral apreciado por su eficacia y adaptación a diversos entornos. En Piura, los censos muestran que en 1993 un 17.5 % de las viviendas eran de quincha, pero en 2007 la cifra bajó al 15.8 % por cambios culturales y falta de expertos en su construcción.
El proceso de elaborar la quincha empieza con troncos de algarrobo como columnas, seguidos de caña brava amarrada con alambre y carrizo en el centro de la estructura. La primera capa de la mezcla incluye barro, estiércol de chivo y cuña de monte, las siguientes dos capas varían en proporciones de barro y arena; finalmente, se puede aplicar una capa de yeso y pintar si se desea. La combinación de troncos, caña y barro hace a la quincha resistente a sismos, ya que su ligereza y resistencia reduce el riesgo de colapso. Además, permite regular la temperatura interna, manteniendo las viviendas frescas en climas cálidos.
Un ejemplo de la durabilidad de la quincha es la casa de la familia Valdiviezo Paz, en Santa Rosa – Cura Mori, que ha perdurado por más de 100 años pese a condiciones climáticas adversas como el desborde del río. Construida íntegramente con quincha ha resistido gracias a la tenacidad de su estructura y su adaptación al terreno. En esta localidad, es común ver corrales hechos de carrizo o quincha, lo que refleja la continuidad de esta técnica en la vida diaria de los habitantes.