MI AMIGO WALTER FAILA ESCRIBIÓ NEGACIONES

Negaciones

4147995056_99ba8d996b.jpg DOLOR picture by jemwong

A qué juega la vida con el pobre deseo

con el hombre perdido, con el cándido beso.

Por qué ciñe la vida sus oscuros cejos

por el filo del vidrio de su pálido espejo.

Por qué no lava los pies de los niños enfermos

ni condice su gloria con los gritos del viento

¿Es acaso esa vida tus cuarteles de invierno

y los hombres las ramas para hacer tu fuego?

¡Negaré toda forma que me quite la risa

Negaré que me has visto caminar por el tiempo!

Si es que acaso la vida que pusiste en mi pecho

no reparte la paz que menciona tu verbo.

¿A que juega la vida que inventaste sin verlos

consumidos de hambre en la arteria del cielo?

Si al mover tus alfiles los peones murieron

y la reina dormida se quedó sin deseos.

¡Que me trague el dolor si blasfeman mis versos!

Si es acaso mentira que subsidias infiernos

Si Belcebú no rinde los honores pequeños

con burdeles y putas a tus pies de bohemio.

Que se quiebre mi paso y se rompa mi aliento

si es verdad que éste grito no es el grito del pueblo

Si es mentira que existe tu abandono inquieto

entregado a placeres en los bares eternos.

¿Que es acaso esa vida que inventaste en tu juego

mientras gime errabundo un arcángel del suelo

¿Es que burla la fama que le dio su dueño

al crearnos mirando como mueren los sueños?

Negaré toda forma que me arranque la risa

que me enfríe el alma con varillas de hielo

Negaré que me viste siendo nada en la brisa

Negaré que te he visto temblando de miedo.

NEGACIONES II

Eres una áurea sedienta en medio de la noche

divagando entre los astros azules de los sueños.

Proyectas sombras de una misma sombra

y caminas confundido, extraviado

por las huellas ilusorias que trazan tu destino.

Eres el espía de un susurro que empaña los espejos

cuando el aliento se suicida en oquedades

Una estampa que proyecta negligencias

en los hijos de tus hijos, en los vientres de tus madres.

Dejaste suelto los espermas clandestinos

que ungieron pariciones de cuervos y de lobos

te olvidaste de abortar las creaciones

por tu asco a la sangre y tu anemia divina.

Ahora te pregunto si es posible provocar desde tu aliento

un suspiro de inocencia que contenga a la desdicha.

Un ángel que se cuele por debajo de la mesa

y sople las llagas de los pies ensangrentados.

Ahora, que nadie desvía el viento norte

con el golpe de un poema

ni acaricia la tempestad que envuelve tu cintura

Ahora que se llena de niebla el horizonte de tus labios.

mientras tu libro sagrado atesora secretos desprolijos.

Ahora te pregunto si es posible

Que mi alma y que su alma se unan en un grito

Que nazcan rosas blancas en todas las banderas

que se mezan como niños inocentes

los poderes que nos pisan el orgullo.

Ahora te pregunto, y tu me niegas

Ahora te reclamo y no respondes

¡Eres un pájaro sediento en medio de la noche!

aleteando entre las frondas azules de una acacia.-

Walter Faila

POEMAS DESDE EL SUBSUELO

Un placido ensueño atrapa tu tenue fatiga

desde el vidrio escarchado en que miras

los despojos del árbol del bien y del mal.

Quizá por los muros repletos de sal

en que el mundo desliza su cruel condición

carcelero te sientes de aquella prisión

mientras gozas la muerte detrás del cristal.

Por eso te niego y negaré toda gracia

que me invite el deseo de llegar a tu casa

Si es que existe una huella que me deje el espacio

volveré por el vientre que me ha dado la vida.

Porque he visto a los niños mendigando en la calle

oliendo y volando, sin sueño y con hambre

Porque he visto quebrado el estambre

del santo sudario de la dignidad perdida.

Porque de oro y de plata es tu justicia divina

y de las flacas almas que subyuga y domina

se sirve en el plato de tu rota balanza

humeante y cuantiosa tu pronta comida.

Sin ser Pablo, sin ser Pedro, sin ser Judas

negaré que me has dado solo gotas de vida

Negaré que al mirarte me has abierto una herida

que no cierra mis años, ni tu torpe desidia .

Negaré que las luces las proveen del infierno

cinco ramas de un árbol que mantienen el fuego.

Negaré hasta la muerte cuando muera de nuevo

con los ojos cerrados de esta muerte que llevo.

Negarás con tus libros y tus hijos de negro

que es mentira que existen

celestes vicios sin temores ni miedos

Negarás que yo existo, negarás lo que siento

Negaremos los dos, sin ponernos de acuerdo

Tu, con tu ancho de espada disolviendo mis sueños

Yo, con la voz de los viejos que se mueren enfermos.

Con el fusil sangrante de un soldado sediento

Con la pena del pobre y la lepra del cielo.

Negarás que me has visto escribiendo estos versos

Negaré que te he visto, en el bar del infierno.-

Walter Faila