LOS DELFINES POR JOSÉ MARÍA EGUREN

LOS DELFINES

Es la noche de la triste remembranza;

en amplio salón cuadrado,

de amarillo iluminado,

a la hora de maitines

principia la angustiosa contradanza

de los difuntos delfines.

Tienen ricos medallones

terciopelos y listones;

por nobleza, por tersura

son cual de Van Dyck pintura;

mas, conservan un esbozo,

una llama de tristura

como el primo, como el último sollozo.

Es profunda la agonía

de su eterna simetría;

ora avanzan en las fugas y compases

como péndulos tenaces

de la última alegría.

Un Saber innominado,

abatidor de la infancia,

sufrir los hace, sufrir por el pecado

de la nativa elegancia.

y por misteriosos fines,

dentro del salón de la desdicha nocturna,

se enajenan los delfines

en su danza taciturna.

Jose Maria Eguren