Cesare Pavese - Lavorare stanca

Cesare Pavese - Lavorare stanca

Traversare una strada per scappare di casa

lo fa solo un ragazzo, ma quest’uomo che gira

tutto il giorno le strade, non è più un ragazzo

e non scappa di casa.

Ci sono d’estate

pomeriggi che fino le piazze son vuote, distese

sotto il sole che sta per calare, e quest’uomo, che giunge

per un viale d’inutili piante, si ferma.

Val la pena esser solo, per essere sempre più solo?

Solamente girarle, le piazze e le strade

sono vuote. Bisogna fermare una donna

e parlarle e deciderla a vivere insieme.

Altrimenti, uno parla da solo. È per questo che a volte

c’è lo sbronzo notturno che attacca discorsi

e racconta i progetti di tutta la vita.

Non è certo attendendo nella piazza deserta

che s’incontra qualcuno, ma chi gira le strade

si sofferma ogni tanto. Se fossero in due,

anche andando per strada, la casa sarebbe

dove c’è quella donna e varrebbe la pena.

Nella notte la piazza ritorna deserta

e quest’uomo, che passa, non vede le case

tra le inutili luci, non leva più gli occhi:

sente solo il selciato, che han fatto altri uomini

dalle mani indurite, come sono le sue.

Non è giusto restare sulla piazza deserta.

Ci sarà certamente quella donna per strada

che, pregata, vorrebbe dar mano alla casa.



Trabajar cansa, Cesare Pavese

Atravesar una calle para escapar de casa

sólo lo hace un muchacho, pero este hombre que vaga

todo el día por las calles ya no es un muchacho

y no escapa de casa.

Hay tardes de verano en que hasta las plazas están vacías, se extienden

bajo un sol casi poniente, y este hombre, que viene

por callejuelas de inútiles plantas, se para.

¿Vale la pena estar solo, para estar siempre más solo?

Con sólo dar la vuelta, las calles y la plaza

quedan vacías. Desearía detener a una mujer,

hablarle y proponerle que vivan juntos.

De otra forma, uno habla solo. Por eso en ocasiones

los borrachos se atacan con discursos nocturnos

que relatan los proyectos de toda una vida.

No es seguro que al ir a una plaza desierta

te encuentres con alguien, pero los que vagan por las calles

se quedan de vez en cuando. Si anduviera con alguien

mientras cruza estas calles, la casa sería

donde ella estuviera, y entonces valdría la pena.

Por la noche la plaza vuelve a quedar vacía

y este hombre, que pasa, no mira las casas

tras las inútiles luces, no levanta más los ojos:

sólo siente el asfalto que han hecho otros hombres

con manos endurecidas, tal como las suyas.

No es bueno quedarse en la plaza desierta.

Con seguridad habrá una mujer en la calle

qué, si él se lo pide, querrá llevarlo de la mano a casa.

Posted by FANNY JEM WONG