EL ALMA DEL ARPA POR FANNY JEM WONG

EL ALMA DEL ARPA

I

Llora el arpa dorada y ardiente

las melodías de hondas tristezas.

Los lamentos de la pobre alma

detrás de un espejo quemado.

La carga en sus notas grises

de todo el dolor del misterio,

una falsa tentativa de alejarse

de las sombras y de los llantos,

de las alas grises de la muerte

que la acarician ya sin límites.

II

Desbarata los paisajes insípidos

que sus tensas cuerdas ahora

dibujan en sus oníricas nubes

llorando arpa dorada, truena fuerte

que él está dormido y no escucha,

no siente, no se inmuta, no nada.

en la constelación, vibraciones

angustiosas y frías de la muerte.

toca hoy toda tu fúnebre música

entre fuegos y ritos milenarios.

III

¿Que te quema y qué te arrastra?

Es un solo de notas quebrantadas

comparte con él ausencia y la nada

llorando arpa de ensueño y de hadas

todo el canto hecho hiel fermentada.

Gime arpa lenta, suena pesada

los mares muertos de su olvido.

Haz que de tus cuerdas escapen

el crepitar de tus hilos muertos

y de todas tus notas adoloridas.

IV

Sujétate esta noche fría en hebras

sobre su cadera, sin inocencia.

Apóyate al hombro muy suavemente,

con pulsaciones que te exijan

poner en él tu sueño, tu ansía consagrada.

Que cada cuerda sea apagada

antes de excitarte en la siguiente.

crea entre sus manos el poema

y suene él entre agudos y graves.

regálale las notas del amor que nace.

V

Que sus uñas ágiles saquen de ti

la belleza de tu voz y de tu timbre.

En ríos de melodía líquida y alba

muere coagulada, ahí desgárrate.

Rompe el silencio del que yace

entre las sabanas como dormido.

llora en la melodía del arpa de oro

todas las piezas de sus espejos

que idos formaron los caídos sueños

en los campos de los vencidos.

VI

Desnuda las notas hoy patéticas,

ofrécele los acordes a tu amado

el mejor de todos los conciertos

haz que tu vibrar mueva las hojas

entre los escombros de su cuerpo.

Adormécele las aguas, la tierra,

el polvo, las rocas y el viento.

Llorando en el firmamento esta noche

la armonía de todos tus versos

en ausencia de su cuerpo ardiente.

VII

Seca las fuentes de miel naciente

los vientos de los mares, las olas

con poderosa furia de espuma roja

que todas las ciudades de la muerte

y sus fantasmas ¡despierten ahora!

como en un principio las nubes alzadas

reinen solas y grises en las tinieblas.

Sumérgete en onírico mundo pasmado

inhóspito , frío, sin los colores de la vida

sin amor esperando el camino de nada.

VIII

Llora arpa mutilada por arte de Apolo,

que el firmamento sea un lienzo oscuro

en donde se esconda la risa que fornica

en las estrellas y las orgías de la luna.

Vibra sonora para que tu amado sienta

como tú lo incitas al amor, quebrándole

de placer hasta el último de sus huesos

Apodérate de su desnudo y dulce cetro

el concierto de las verdades ignoradas

flagrante canto de amor que ensordece.

IX

El sonido de un corazón grita herido

la etérea melodía de un arpa de amor

que se encuentra entre las roja llama

en la tristeza de un fugaz romance

que corto asesino sus alas doradas.

Vibra fuerte en la eternidad del tiempo

desgasta las aguas que lloran los montes

en torrentes de sangre hasta sus faldas

Que el amante dormido sienta su fuerza

y sepa que vives preñada de tristezas.

X

Arpa de oro, fúndete entre las flamas

navega entre las nubes del infierno

suena fuerte, envuélvelo en humo hasta

que tus cuerdas de celos, revienten.

Haz sonar tus gemidos, en ágil concierto

del celo de una hambrienta loba herida

y en el vaso ceremonial del desesperado

él absorba la última gota de tus fluidos

relamiendo el amor entre tus cuerdas

que alzan sus notas floridas al viento.

XI

Suena arpa de los ensueños celestes

rompe los silencios detrás del espejo

quémalo, y él se despierte sabiéndolo

como rey y dueño de todos tus sueños.

¿Que te condena a vivir entre muertos?

Un sótano de ilusión que se desgasta

en el tiempo, en el jardín, en la pradera,

en las cuevas y las heladas montañas.

Atravesando la penumbra de las sombras

se recueste en las avenidas quebradas.

XII

Con voz furiosa lanza sostenidas notas

consúmala con un fuego que le abrase

demuéstrale tu poderío, toda tu realeza

sublévate a su terrible e ingrato olvido.

Revienta las lunas rojas y el viejo espejo

que todas sus riveras se viertan sobre ti

Arpa transmutada en carne y hueso hueco

ahógate en el etéreo teatro de delirios

con los llantos absurdos echa tu sangre

para que se escuchen ágiles los sonidos.

Por el camino de los años que ya nacen

y muere insaciable amándolo en sueños.

JEM WONG

05.02.2005

El alma tiene ilusiones, como el pájaro alas.

Eso es lo que la sostiene.

Victor Hugo (1802-1885)

(Jemwong)