Blanca Señora (A la memoria de Blanca Varela) POR FANNY JEM WONG

Blanca Señora (A la memoria de Blanca Varela)

13 de Marzo, 2009, 8:28, Categoría: HOMENAJES Y ESPECIALES

Blanca Señora

El cordón se ha roto

otro poeta abandona el vestido…

Rebelde, sin ataduras, ni frenos

bate las alas Blanca Señora

conquista el centro de rueda

y mientras escuchas

los nobles cantos

de las apacibles hierbas

colma de letras

el tazón celeste

y escribe el poema

sin pestañear.

¡Así sea!

Fanny Jem Wong

12/03/2009

A la memoria de Blanca Varela

Blanca Varela

1926-2009

Poeta, traductora, periodista eventual.

Nacida en el seno de una familia de escritores y artistas . En 1943, ingresa a la Universidad de San Marcos para estudiar Letras y Educación. Allí conoce a Sebastián Salazar Bondy, Javier Sologuren, Jorge Eduardo Eielson, Francisco Bendezú y de quien sería su esposo, el pintor Fernando de Szyszlo, al tiempo que comienza a asistir a la tertulia de Peña Pancho Fierro, dirigido por Alicia y Celia Bustamante. En 1949, los esposos parten rumbo a Francia. . Una vez en París conocen a Octavio Paz. En 1954, viajan a Florencia, para volver al Perú un año más tarde. Entre 1957 y 1960 se instalan en Washington, D.C., donde Varela vivirá de hacer traducciones y eventuales trabajos de periodismo. Es también en 1957 cuando Salazar Bondy y Alejandro Romualdo la incluyen en su Antología general de la poesía peruana. De 1977 a 1979 Varela es secretaria general del Centro Peruano del PEN Club Internacional, y en calidad de tal acude a los congresos de Hamburgo (1977), Estocolmo (1978) y Río de Janeiro (1979). De 1974 a 1997 representó en el Perú a la editorial mexicana Fondo de Cultura Económica. Además ha colaborado en numerosas revistas del Perú y el extranjero.

Publicó: Ese puerto existe (1959), Luz de día (1963), Valses y otras falsas confesiones (1972), Canto villano (1978), Camino a Babel – Antología (1986), Canto villano – Poesía reunida (1986), Poesía escogida 1949-1991 (1993), Del orden de las cosas (1993), Ejercicios materiales (1993), El libro de barro (1993), Canto villano (Poesía reunida, 1949-1994) (1986), Como Dios en la nada (Antología 1949-1998) (1999), Concierto animal (1999).

Octavio Paz:

“Blanca Varela es una poetisa que no se complace en sus hallazgos ni se embriaga con su canto. Con el instinto del verdadero poeta sabe callarse a tiempo. Su poesía no explica ni razona. Tampoco es una confidencia. Es un signo, un conjuro frente, contra y hacia el mundo, una piedra negra tatuada por el fuego y la sal, el tiempo, la soledad. Y, también, una exploración de la propia conciencia. En sus primeros poemas, demasiado orgullosa (demasiado tímida) para hablar en nombre propio, el yo del poeta es un yo masculino, abstracto. A medida que se interna en sí misma –y, asimismo, a medida que penetra en el mundo exterior- la mujer se revela y se apodera de su ser. Cierto, nada menos "femenino" que la poesía de Blanca Varela; al mismo tiempo, nada más valeroso y mujeril: "Hay algo que nos obliga a llamar mi casa al cubil y mis hijos a los piojos". Poesía contenida pero explosiva, poesía de rebelión: "Los números arden. Cada cifra tiene un penacho de humo, cada número chilla como una rata envenenada…". Y en otro pasaje: "El pueblo está contento porque se le ha prometido que el día durará 25 horas. Esto es la inmortalidad." La pasión arde y se afila una frase que es, a un tiempo, un cuchillo y una herida: "Amo esta flor roja sin inocencia".

FUENTE :http://sisbib.unmsm.edu.pe/Exposiciones/Literatura/Autores/Bib_Varela.htm

A LO MEJOR ERES TÚ MISMO

A lo mejor eres tú mismo el tren que pita y se mete bajo

tierra rumbo al infierno o la estrella de chatarra que te

lleva frente a otro muro lleno de espejos y de gestos,

endiablados gestos sin dueño y tú tras ellos, solo, feliz

propietario de una boca escarlata que muge.

Pega el oído a la tierra que insiste en levantarse y respirar.

Acaríciala como si fuera carne, piel humana capaz de

conmoverte, capaz de rechazarte.

Acepta la espera que no siempre hay lugar en el caos.

Acepta la puerta cerrada, el muro cada vez más alto, el

saltito, la imagen que te saca la lengua.

No te trepes sobre los hombros de los fantasmas que es

ridículo caerse de trasero with music in your soul.

A MEDIA VOZ

la lentitud es belleza

copio estas líneas ajenas

respiro

acepto la luz

bajo el aire ralo de noviembre

bajo la hierba

sin color

bajo el cielo cascado

y gris

acepto el duelo y la fiesta

no he llegado

no llegaré jamás

en el centro de todo

esta el poema intacto

sol ineludible

noche sin volver la cabeza

merodeo su luz

su sombra animal

de palabras

husmeo su esplendor

su huella

sus restos

todo para decir

que alguna vez

estuve atenta

desarmada

sola casi

en la muerte

casi en el fuego

A ROSE IS A ROSE

inmóvil devora luz

se abre obscenamente roja

es la detestable perfección

de lo efímero

infesta la poesía

con su arcaico perfume

AQUELLA TORTURADA NUBE...

V

Aquella torturada nube parecía tan firme,

ambulando,

desgarrando,

chocando con masas de ángeles.

Cóncava,

valva de nieve y soledad,

de trajín y música constante,

de arena, de resplandor

y fuga,

desierto etiope

en un tutti de gemidos

y sorpresa.

Tan exacta

sobre el laberinto de la pupila,

color perdido

de vieja misiva,

terrible silencio

de quien ha sacudido el aire

y conoce el vado de los sollozos.

Continuaba,

migradora,

llave del torbellino

como una gota pura

preñada de su propia existencia.

ASÍ SEA

El día queda atrás,

apenas consumido y ya inútil.

Comienza la gran luz,

todas las puertas ceden ante un hombre

dormido,

el tiempo es un árbol que no cesa de crecer.

El tiempo,

la gran puerta entreabierta,

el astro que ciega.

No es con los ojos que se ve nacer

esa gota de luz que será,

que fue un día.

Canta abeja, sin prisa,

recorre el laberinto iluminado,

de fiesta.

Respira y canta.

Donde todo se termina abre las alas.

Eres el sol,

el aguijón del alba,

el mar que besa las montañas,

la claridad total,

el sueño.

AUVERS-SUR -OISE

Nadie te va a abrir la puerta. Sigue golpeando.

Insiste.

Al otro lado se oye música. No. Es la campanilla del teléfono.

Te equivocas.

Es un ruido de máquinas, un jadeo eléctrico, chirridos, latigazos.

No. Es música.

No. Alguien llora muy despacio.

No. Es un alarido agudo, una enorme, altísima lengua que lame el cielo pálido y vacío.

No. Es un incendio.

Todas las riquezas, todas las miserias, todos los hombres,

todas las cosas desaparecen en esa melodía ardiente.

T ú estás solo, al otro lado.

No te quieren dejar entrar.

Busca, rebusca, trepa, chilla. Es inútil.

Sé el gusanito transparente, enroscado, insignificante.

Con tus ojillos mortales dale la vuelta a la manzana, mide

con tu vientre turbio y caliente su inexpugnable redondez.

Tú, gusanito, gusaboca, gusaoído, dueño de la muerte y de la vida.

No puedes entrar.

Dicen.

BODAS

Perdidos en la niebla

el colibrí y su amante.

Dos piedras lanzadas por el deseo

se encuentran en el aire.

La retama está viva,

arde en la niebla,

habitada.

( dedicatoria)

CANTO VILLANO

y de pronto la vida

en mi plato de pobre

un magro trozo de celeste cerdo

aquí en mi plato

observarme

observarte

o matar una mosca sin malicia

aniquilar la luz

o hacerla

hacerla

como quien abre los ojos y elige

un cielo rebosante

en el plato vacío

rubens cebollas lágrimas

más rubens más cebollas

más lágrimas

tantas historias

negros indigeribles milagros

y la estrella de oriente

emparedada

y el hueso del amor

tan roído y tan duro

brillando en otro plato

este hambre propio

existe

es la gana del alma

que es el cuerpo

es la rosa de grasa

que envejece

en su cielo de carne

mea culpa ojo turbio

mea culpa negro bocado

mea culpa divina náusea

no hay otro aquí

en este plato vacío

sino yo

devorando mis ojos

y los tuyos

CASA DE CUERVOS

porque te alimenté con esta realidad

mal cocida

por tantas y tan pobres flores del mal

por este absurdo vuelo a ras de pantano

ego te absolvo de mí

laberinto hijo mío

no es tuya la culpa

ni mía

pobre pequeño mío

del que hice este impecable retrato

forzando la oscuridad del día

párpados de miel

y la mejilla constelada

cerrada a cualquier roce

y la hermosísima distancia

de tu cuerpo

tu náusea es mía

la heredaste como heredan los peces

la asfixia

y el color de tus ojos

es también el color de mi ceguera

bajo el que sombras tejen

sombras y tentaciones

y es mía también la huella

de tu talón estrecho

de arcángel

apenas pasado en la entreabierta ventana

y nuestra

para siempre

la música extranjera

de los cielos batientes

ahora leoncillo

encarnación de mi amor

juegas con mis huesos

y te ocultas entre tu belleza

ciego sordo irredento

casi saciado y libre

con tu sangre que ya no deja lugar

para nada ni nadie

aquí me tienes como siempre

dispuesta a la sorpresa

de tus pasos

a todas las primaveras que inventas

y destruyes

a tenderme -nada infinita-

sobre el mundo

hierba ceniza peste fuego

a lo que quieras por una mirada tuya

que ilumine mis restos

porque así es este amor

que nada comprende

y nada puede

bebes el filtro y te duermes

en ese abismo lleno de ti

música que no ves

colores dichos

largamente explicados al silencio

mezclados como se mezclan los sueños

hasta ese torpe gris

que es despertar

en la gran palma de dios

calva vacía sin extremos

y allí te encuentras

sola y perdida en tu alma

sin más obstáculo que tu cuerpo

sin más puerta que tu cuerpo

así este amor

uno solo y el mismo

con tantos nombres

que a ninguno responde

y tú mirándome

como si no me conocieras

marchándote

como se va la luz del mundo

sin promesas

y otra vez este prado

este prado de negro fuego abandonado

otra vez esta casa vacía

que es mi cuerpo

a donde no has de volver

CURRICULUM VITAE

digamos que ganaste la carrera

y que el premio

era otra carrera

que no bebiste el vino de la victoria

sino tu propia sal

que jamás escuchaste vítores

sino ladridos de perros

y que tu sombra

tu propia sombra

fue tu única

y desleal competidora.

DESEOS, PIEDRAS, CIELO A JIRONES

IV

Deseos, piedras, cielo a jirones,

ni un ave.

Estoy huyendo.

Una nueva montaña,

un río joven, sin ira.

Éste es el mundo que amo.

Quiero un cielo veloz,

la mañana distinta, sin colores,

para poner mis ángeles,

mis calles donde siempre hay humo y sorpresa.

DESPIERTO

VIII

Despierto.

Primera isla de la conciencia:

un árbol.

El temor inventa el vuelo.

El desierto familiar me acoge.

Alguien me observa con indiferencia.

DESTIEMPO

I

Se fue el día,

las escamas del sueño giran.

Todo desciende,

la noche es el tedio.

En el desierto, a oscuras,

temerosa del amor

la ostra llora a solas.

Caen las lívidas hojas de tu frente,

Te alejas, negra burbuja sin destino.

Se abren súbitamente mil calles,

arrecifes en llamas

retienen tu cuerpo helado como una lágrima,

nada te hiere,

el coral clava su garra en tu sombra,

tu sangre se desliza, inunda praderas,

salta de las ventanas como un rojo sonido

y todo esto no es sino el otoño.

EJERCICIOS

I

Un poema

como una gran batalla

me arroja en esta arena

sin más enemigo que yo

yo

y el gran aire de las palabras

II

miente la nube

la luz miente

los ojos

los engañados de siempre

no se cansan de tanta fábula

III

terco azul

ignorancia de estar en la ajena pupila

como dios en la nada

IV

pienso en alas de fuego en música

pero no

no es eso lo que temo

sino el torvo juicio de la luz

EL AMOR ES COMO LA MÚSICA

IX

El amor es como la música,

me devuelve con las manos vacías,

con el tiempo que se enciende de golpe

fuera del paraíso.

Conozco una isla,

mis recuerdos,

y una música futura,

la promesa.

Y voy hacia la muerte que no existe,

que se llama horizonte en mi pecho.

Siempre la eternidad a destiempo.

EL MAR PLIEGA LAS ALAS AL ATARDECER

VI

El mar pliega las alas al atardecer,

tú no eres sino una pálida burbuja

navegando al golpe del aliento,

un negro trino,

el sol que sale en el centro del pecho

en mitad de la calle,

un silencio en la música dura

de la ciudad sin límites.

Para atravesar ese océano,

ese golpe de luz en la siesta,

no bastaría la eternidad.

EL RAYO HA PERFUMADO FEROZMENTE NUESTRA CASA

II

El rayo ha perfumado ferozmente nuestra casa.

Tenemos sed, tenemos prisa por golpear

con el hueso de una flor en la tiniebla.

Hay un árbol talado en esta historia.

Contemplamos el cielo. No hay señales.

¿Es de día? ¿Es de noche?

Murió la araña que medía el tiempo,

sólo hay un viejo muro y una nueva familia de sombras.

EN LO MÁS NEGRO DEL VERANO

El agua de tu rostro

en un rincón del jardín,

el más oscuro del verano,

canta como la luna.

Fantasma.

Terrible a mediodía.

A la altura de los lirios

la muerte sonríe.

Sobre una pequeñísima charca,

ojo de dios,

un insecto flota bocarriba.

La miel silba en su vientre

abierto al dedo del estío.

Todo canta a la altura de tu rostro

suspendido como una luz eterna

entre la noche y la noche.

Canta el pantano,

arden los árboles,

no hay distancia,

no hay tiempo.

El verano trae lo perdido,

el mundo es esta calle de fuego

donde todas las rosas caen y vuelven a nacer,

donde los cuerpos se consumen

enlazados para siempre

en lo más negro del verano.

En un rincón del jardín

bajo una piedra canta el verano.

En lo más negro,

en lo más ciego y blanco,

donde todas las rosas caen,

allí flota tu rostro,

fantasma,

terrible a mediodía.

ESA FRÍA LUZ DE LA MEMORIA

Es fría la luz de la memoria

lo apenas entrevisto brilla

con insistencia

gira buscando el casco de botella

o el charco de lluvia

tras cualquier puerta que se abre

está la luna

tan grande y plana

tan fuera de lugar

como si de un cuadro se tratara

óleo sobre papel

endurecido por el tiempo

así cayeron en la mente

formas y colores

casualidades

azar que anuda sombras

vuelcos en la negra marmita

donde a borbotones

se cuecen gozo y espanto

crece el yeso de un cielo

mil veces lastimado

mil veces blanqueado

se borra el mundo y se vuelve

a escribir

hasta el último aliento

sólo esto

eternidad aparente

mísera astilla de luz en

la entraña

del animal

que apenas estuvo

ESCENA FINAL

he dejado la puerta entreabierta

soy un animal que no se resigna a morir

a eternidad es la oscura bisagra que cede

un pequeño ruido en la noche de la carne

soy la isla que avanza sostenida por la muerte

o una ciudad ferozmente cercada por la vida

o tal vez no soy nada

sólo el insomnio y la brillante indiferencia de los astros

desierto destino

inexorable el sol de los vivos se levanta

reconozco esa puerta

no hay otra

hielo primaveral

y una espina de sangre

en el ojo de la rosa.

ESTRÉCHAME LAS MANOS

II

Estréchame las manos,

la única luz que nos queda,

no me dejes olvidada

en la cima de una ola.

Aléjate

Aparten ese frío paisaje de cipreses,

escombren esos náufragos que ocultan el horizonte.

La vida es una noticia conmovedora.

Atravieso el desierto,

la terrible fiesta en el centro de un cielo derribado.

Estoy casi olvidando.

FUENTE

Junto al pozo llegué,

mi ojo pequeño y triste

se hizo hondo, interior.

Estuve junto a mí,

llena de mí, ascendente y profunda,

mi alma contra mí,

golpeando mi piel,

hundiéndola en el aire,

hasta el fin.

La oscura charca abierta por la luz.

Éramos una sola criatura,

perfecta, ilimitada,

sin extremos para que el amor pudiera asirse.

Sin nidos y sin tierra para el mando

HISTORIA

puedes contarme cualquier cosa

creer no es importante

lo que importa es que al aire mueva tus labios

o que tus labios muevan el aire

que fabules tu historia tu cuerpo

a toda hora sin tregua

como una llama que a nada se parece

sino a una llama

HOGUERA DE SILENCIOS...

hoguera de silencios

crepitar de lamentos

por el camino de la carne

sangre en vilo

se llega al mundo

así alumbra su blanco la tiniebla

así nace la interminable coda

así la mosca desova en el hilo de luz

la tierra gira

el ojo de dios no se detiene

qué haríamos pregunto

sin esta enorme oscuridad

Posted by FANNY JEM WONG