¿El riñón y el hígado pueden verse afectados?

Al igual que ocurren en el ojo, la diabetes también puede afectar a las pequeñas arterias del riñón. En realidad son dos complicaciones muy parecidas puesto que tienen los mismos factores de riesgo. En este caso, las consecuencias pueden ser una pérdida progresiva de la función de los riñones, los cuales se encargan de eliminar de la sangre las sustancias tóxicas. En casos extremos puede ser necesario el uso de diálisis o un trasplante. La afectación del hígado es menos frecuente y menos grave. En ocasiones puede provocar un exceso de lípidos en el hígado (lo que se llama hígado graso).