Los Giros del alma
De Luisa Piccarreta
La Pequeña Hija de la Divina Voluntad
Los Giros del alma
La Pequeña Hija de la Divina Voluntad
Los Giros del alma
La Pequeña Hija de la Divina Voluntad
Décima novena Hora
El alma sigue a Jesús en su entrada a Jerusalén y después en la institución de los Sacramentos
Amante celestial, mi "te amo" te siga en tu entrada triunfante que hiciste en Jerusalén. Yo lo imprimo por doquier: en las ramas de las palmas, sobre los mantos que son arrojados a tus pies, en los gritos de hosanna con que te acoge la multitud.
Mi Rey divino, tu aspecto de conquistador victorioso parece quererme dar la alegre nueva de que pronto llegará el Reino de tu FIAT Divino a la tierra. Y no te dejaré ni me cansaré de seguirte con mis "te amo" hasta que Tú mismo me prometas su feliz advenimiento.
Pero me parece escuchar que me susurras al oído: "Hija mía, mi amor siente la necesidad de tu compañía. Mis enemigos, envidiosos por los gritos de hosanna de las multitudes, buscan quitarme la vida, y por ello antes de morir quiero instituir el Sacramento de la Eucaristía para dejar un último recuerdo del intenso amor que nutro por mis hijos, y para poder hacer mi vida perenne en medio de ellos. Aprovecha este don mío para pedirme sin interrupción mi FIAT Divino".
Amor mío, me estrecho a Ti para poner mi "te amo, te adoro, te bendigo, te agradezco" en cada uno de los Sacramentos que instituyes. Lo pongo en cada Bautismo que se administra para pedirte que en virtud de él concedas a cada bautizado el FIAT Divino. Te lo repito en el Sacramento de la Confirmación para invocar la victoria de tu Divina Voluntad en cada confirmado. Este "te amo..." mío lo sello también en el Sacramento de la Extrema Unción para obtener que cada moribundo cumpla el último acto de su vida en tu Divina Voluntad. Lo imprimo en el Sacramento del Orden Sagrado para pedirte que los Sacerdotes sean conforme a tu Querer y que posean y extiendan tu Santo Reino. Mi "te amo..." lo imprimo en el Sacramento del Matrimonio para darte familias formadas en la escuela de tu FIAT Divino. Lo pongo también en el Sacramento de la Penitencia para rogarte que des en cada confesión de los fieles muerte al pecado y vida a tu Divina Voluntad. Oh Jesús mío, quiero que mi "te amo..." no te abandone nunca y sea eterno Contigo, por eso lo dejo en cada Hostia Sacramental, en cada lágrima secreta que derramas, en cada partícula consagrada, en cada ofensa que recibes y en cada una de las reparaciones que haces, para pedirte en unión Contigo y con todas las almas que vivirán en Él, el Reino de tu Divina Voluntad, que domine como en el Cielo en la tierra. Arquero Celestial mío, hiere desde cada Sacramento a las voluntades humanas, extiende sobre ellas tus cadenas de amor, usa todas tus estratagemas amorosos para vencerlas y darnos a cambio tu Querer para que sea uno con el nuestro como en el Cielo en la tierra.
Fiat Divina Voluntad
Paseo del alma
en su entrada a Jerusalén.
en la institución de los Sacramentos.