"Debía tener vida y dominio en la criatura"


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De los Escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 20-31 (2-4)  Noviembre 29, 1926

“Mi Voluntad debía servirse a Sí misma en las criaturas”


“Hija mía, mi Voluntad quedó como vida obrante en cada cosa creada para que dominase libremente con su pleno triunfo…

… ¡Voluntad mía, cómo eres admirable! ¿Quién puede decir como Tú que ha amado a las criaturas? Mi misma Humanidad, ¡oh! cómo se queda atrás de Ti, Yo quedo eclipsado en Ti y Tú quedas en tu obrar que no tiene principio ni termina jamás, estás siempre en tu puesto de dar vida a todas las cosas creadas para llevar tu Vida a las criaturas. ¡Oh! si todos conocieran lo que Ella hace por ellas, cuánto ama a todas, cómo su soplo vital da vida a todas, ¡oh! cómo la amarían y todos estarían estrechados alrededor de mi Eterno Fiat para recibir la vida que les quiere dar…

¿Pero sabes tú hija mía por qué mi Supremo Querer se dejó dominante y como vida en todas las cosas creadas y en cada una de ellas a hacer su oficio distinto? Porque debía servir a Sí mismo, a su misma Voluntad que debía tener vida y dominio en la criatura, por la cual había creado todas las cosas…

… Ahora, mi Voluntad debía servirse a Sí misma en las criaturas y por eso se quedó más que noble Reina en todas las cosas creadas, para hacer que nada le faltara a su realeza de Reina en la criatura, no podía haber ningún otro que sirviera dignamente a mi Voluntad sino solamente mi misma Voluntad, ni se habría adaptado a hacerse servir por los siervos, porque ninguno habría tenido sus modos nobles y divinos para servirla. 

Ahora escucha el gran dolor de mi Suprema Voluntad, tú que eres su hija es justo que sepas los dolores de tu Madre, de tu Reina y de Aquella que es tu vida. Ella en la Creación hace de sierva a los siervos, sirve a la voluntad humana porque la mía no reina en las criaturas; cómo es duro servir a los siervos, y por tantos siglos. En cuanto el alma se sustrae de la mía para hacer la suya, pone en servidumbre a mi Voluntad en la Creación, por eso su dolor es grande, de Reina hacer de sierva, no hay quien pueda endulzar un dolor tan amargo. Si Ella continua estando en la Creación a servir a los siervos es porque espera a sus hijos, espera que sus obras sirvan a los hijos de su Eterno Fiat, que haciéndola reinar y dominar en sus almas la harán servir a su nobleza. ¡Oh! sí, sólo estos hijos le endulzarán un dolor tan prolongado y amargo, le enjugarán las lágrimas de tantos siglos de servidumbre, le restituirán los derechos de su realeza. Por eso es tan necesario hacer conocer mi Voluntad, lo que hace, lo que quiere, cómo Ella es todo y contiene todos los bienes, y su continuo dolor porque no la hacen reinar.”

Ahora, después de esto mi mente quedó tan compenetrada por el dolor de la Suprema Voluntad, que continuando a estar delante a mi mente toda la Creación, con sumo dolor mío veía a esta noble Reina velada en cada una de las cosas creadas, que servía a todas las criaturas, hacía de sierva en el sol, sirviéndolas con darles la luz y el calor; hacía de sierva en el agua, con llevarla hasta los labios para quitarles la sed; hacía de sierva en el mar, para llevar los peces; hacía de sierva en la tierra con darles los frutos, alimentos de todo tipo, flores y tantas otras cosas; en suma, en todas las cosas estaba velada con tristeza, porque no era decoroso para Ella servir a las criaturas, es más, era desconveniente para su nobleza de Reina hacer de sierva a criaturas ingratas y perversas, que se servían de su servidumbre sin ni siquiera mirarla, sin decirle un gracias, ni retribuirla con alguna paga como se acostumbra hacer con los siervos. ¿Quién puede decir lo que yo comprendía sobre este dolor tan prolongado e intenso del Eterno Fiat? Pero mientras nadaba en este dolor, mi adorado Jesús ha salido de dentro de mi interior y estrechándome a Sí, todo ternura me ha dicho:

“Hija mía, así como es muy doloroso y humillante para mi Suprema Voluntad hacer de sierva a las  criaturas que no la hacen reinar en ellas, tanto más se sentirá glorificada y feliz en quien la hará reinar.

Mírala en ti cómo es feliz de servirte, Ella reina en ti mientras escribes y se siente honrada, feliz de servirte al guiar tu mano mientras escribes, a fin de que pongas las palabras en el papel para hacerse conocer. Ella pone a servicio en tu mente su Santidad para suministrarte las ideas, las palabras, los ejemplos más tiernos que se refieren a mi Supremo Querer, a fin de que se haga camino en medio de las criaturas para formar su reino. Ella sirve a tu vista para hacerte mirar lo que escribes, a tu boca para ponerte las palabras, a tu corazón para hacerlo palpitar de su mismo Querer. ¡Qué diferencia! Ella es feliz de servirte porque se sirve a Sí misma, sirve para formar su Vida, sirve a su conocimiento, a su Santidad, sirve para formar su reino. Mi Querer reina en ti mientras rezas y te sirve con darte el vuelo en Sí mismo para hacerte hacer sus actos y hacerte tomar posesión de sus bienes. Este modo de servir de mi Querer es glorioso, es triunfante, es dominante y sufriría sólo si el alma no se hiciera servir toda y en todo por Él.” 

Fiat Divina Voluntad