Vuelo al Cielo

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Del Susurro Divino



De los escritos de la S. D. Luisa PiccarretaVol. 12-104 Mayo 22, 1919 

Las almas en la era del vivir en el Divino Querer, completarán la gloria por parte de la Creación 



(1) Continuando mi habitual estado, mi pequeña mente se perdía en el Santo Querer de Dios, y no sé cómo, comprendía cómo la criatura no le da a Dios la gloria que está obligada a darle, y me sentía amargada. Y mi dulce Jesús queriéndome instruir y consolarme, con una luz intelectual me ha dicho: 

(2) “Hija mía, todas mis obras son completas, así que la gloria que me debe dar la criatura será completa, y no llegará el último día si toda la Creación no me da el honor y la gloria querida y establecida por Mí mismo; y lo que no me dan los unos, me lo tomo de los otros, y duplico las gracias en éstos, gracias que los otros me rechazaron, y de éstos recibo doble amor y gloria; en otros, según su disposición llego a dar gracias que daría a diez, a otros la que daría a cien, a otros la de mil, y a veces doy gracias que daría a una ciudad, a provincias, y aun a reinos enteros, y éstos me aman y me dan gloria por diez, por cien, por mil, etc., así mi gloria viene completada por parte de la Creación, y cuando veo que la criatura no puede llegar a más, a pesar de su buena voluntad, la atraigo en mi Querer, donde encuentra virtud de multiplicar un solo acto por cuantos quiere, y me da la gloria, honor, amor, que los demás no me dan. 

Por eso estoy preparando la era del vivir en mi Querer, para que lo que no han hecho en las generaciones pasadas, y que no harán, en esta era de mi Voluntad completarán el amor, la gloria, el honor de toda la Creación, dándoles gracias sorprendentes e inauditas. 

He aquí por qué te llamo a ti en mi Querer y te susurro al oído: 

“Jesús, pongo a tus pies la adoración, la sujeción de toda la familia humana; pongo en tu corazón el te amo de todos; en tus labios imprimo mi beso, para sellar con éste el beso de todas las generaciones; con mis brazos te estrecho, para estrecharte con los brazos de todos, para llevarte la gloria de todas las obras de las criaturas”. Y Yo siento en ti la adoración, el te amo, el beso, etc., de toda la familia humana. 

¿Cómo no debería darte a ti el amor, los besos, las gracias que debería dar a los demás? 

(3) Has de saber hija mía, que lo que hace la criatura en la tierra es el capital que se hace para el Cielo, así que si poco ha hecho, poco tendrá, si hace mucho, tendrá mucho, si una me ha amado y glorificado por diez, tendrá diez contentos de más, correspondientes a otra tanta gloria, y será amada por Mí diez veces más; si otra me ha amado y glorificado por cien, por mil, tendrá contentos, amor y gloria por cien o por mil. 

Así Yo daré a la Creación lo que he decidido dar, y la Creación me dará lo que Yo debo recibir de ella, y mi gloria será completada en todo”.