"al crear al hombre, Nosotros le dimos como su heredad especial nuestra Voluntad, y es reconocido por Nosotros todo lo que ha hecho en los confines de nuestra heredad con lo que lo dotamos,  Todo lo demás no es reconocido por Nosotros, no es cosa nuestra, ni podemos permitir que entre en el Cielo ninguna cosa que no haya sido hecha por las criaturas, o en nuestra Voluntad o al menos para cumplirla;  dado que la Creación salió del Fiat Eterno, nuestra Voluntad, celosa, no deja entrar ningún acto en la Patria Celestial que no haya pasado dentro de su mismo Fiat"


De los escritos de la Sierva de Dios Luisa Piccarreta

Libro de Cielo  Vol. 20-20

Jn 20,20

“Y los discípulos se llenaron de alegría al ver al Señor”

AUDIO

Vol. 35-41 (2) Marzo 28, 1938

“cuando el alma entra en nuestro Querer encuentra esta ciudad de luz


(2) “Hija mía bendita, como el hombre fue hecho por Nosotros para vivir en nuestro Querer, todos nuestros actos debían servir como tantas diversas ciudades o naciones, en las cuales el hombre debía encontrar con derecho su patria, las diversas ciudades en las cuales debía tener sus diversiones, sus alegrías, las escenas encantadoras y deleitables que con tanto amor le había preparado su Creador, así que se puede decir que ciudad es el sol, y cuando el alma entra en nuestro Querer encuentra esta ciudad de luz con todas las variadas bellezas de colores, de dulzuras, encuentra nuestro acto creante y festejante, lleno de alegrías, de amor y de felicidad indecible, y ella se sumerge en estos océanos de bellezas, de dulzuras, de amor y alegrías, y como en patria suya hace sus largos paseos y se vuelve dueña de los bienes que en esa ciudad encuentra, y ¡oh, cómo Nosotros quedamos contentos al ver nuestras obras, nuestras ciudades creadas solamente para el hombre, no más desiertas sino pobladas por nuestros hijos, porque entrando en nuestro Querer encuentran el camino que los conduce a las diversas ciudades que hemos formado en la Creación y, dónde encuentran un deleite, dónde una alegría distinta, dónde un conocimiento de más acerca de su Creador, y dónde un amor tan intenso que los abraza, los besa, y les comunica la Vida de amor! Cada cosa creada posee de lo nuestro, pero no para sí, sino para darlo a las criaturas, pero deben vivir en nuestro Querer, de otra manera las puertas están cerradas y a lo más gozan los efectos, pero no la plenitud de los bienes que hay en nuestras obras. Por eso hija mía, para ser completo y perfecto el acto de la criatura debe comenzar y terminar en nuestra Voluntad, la cual le suministra su misma Vida de luz y de amor, para hacer que el acto sea completo y nada le falte de bello, de santo y de bueno".


A

Si el acto no comienza en nuestra Voluntad, falta el orden, la santidad, la belleza, y por lo tanto el acto humano no puede ser firmado con la firma de nuestro Querer como acto suyo. Es para llorar hija mía el ver tantos actos humanos trastornados, desordenados, quedados algunos al principio, algunos a la mitad, algunos a los que les falta un punto, y otros a los que les falta algún otro, y lo que es peor aún, alguno ensuciado con fango, alguno con podredumbre, alguno como empapado en la culpa, que no hacen otra cosa que irritar nuestra justa justicia, por eso, sin nuestra Voluntad no puede haber bien en la criatura, y si parece que hacen algún bien, es bien aparente, y como falta la sustancia de la Vida de nuestro Fiat, no puede ser duradero, basta con que surja un obstáculo, un disgusto, y el bien termina y se arrepienten de haberlo hecho. En cambio, todo lo que se hace en mi Voluntad posee firmeza irremovible, y delante a los disgustos y obstáculos no se detienen, sino que corren de más para dar la vida del bien que poseen.”